jueves, 20 de diciembre de 2012

La formación adecuada en PBC/FT

Como consecuencia de (y también con la excusa de) la prolongada crisis económico/financiera, se está detectando que muchas entidades financieras están "bajando la guardia" en temas que, a la postre, resultan cruciales, como es el de la formación de sus empleados, y si eso ya es de por sí preocupante, cuando esta formación se refiere a materias de cuyo desconocimiento y/o incumplimiento pueda derivarse una alta responsabilidad (además de posibles elevados quebrantos) para la entidad, pero también responsabilidad personal para el empleado, como es la Prevención del Blanqueo de Capitales y de la Financiación del Terrorismo (PBC/FT), es necesario hacer una reflexión seria y denunciar las carencias que puedan dar lugar a situaciones delicadas.

Decía Ignacio Palicio, director del SEPBLAC (Servicio ejecutivo de la comisión para la prevención del blanqueo de capitales e infracciones monetarias), frecuentemente en sus intervenciones, que las entidades se podía clasificar en diferentes niveles según el grado de concienciación ante el problema:
1.-Las que piensan que eso de la formación en PBC/FT no va con ellas, ya que nunca han tenido ningún problema al respecto
2.- Las que piensan que la formación en PBC/FT es una obligación formal como otra de la que lo más importante es el coste
3.- Las que piensan que quizá haya que tener un Órgano de Control Interno fuerte, pero que la formación en las oficinas no tiene por qué tener profundidad
4.- Las que asumen que, sin desarrollar una auténtica cultura de cumplimiento, desde las oficinas hasta los servicios centrales, en los que deben incluirse los órganos de Dirección de la entidad, las posibilidades de verse utilizados por tramas delincuenciales se mantienen en niveles peligrosos, con todo lo que ese factor comporta.

En un reciente estudio/encuesta, se revela que, actualmente, el 90% de los cursos  se realizan en todas las modalidades on line, a distancia, o e-learning  y están centrados únicamente en el conocimiento de la normativa ( Ley 10/2010 y el reglamento antiguo vigente ) así como, eventualmente en pocos casos, en la Tercera Directiva 2005/60/CE. No en todos los cursos se profundiza en el imprescindible conocimiento de la operativa interna y cauces de comunicación de la entidad; algunos de ellos profundizan más en la materia e incluyen normativa internacional  en temas concretos de financiación del terrorismo. En cualquier caso, la realización del curso es acreditada por títulos en los que se certifica el nivel de “Diplomado” o incluso “Experto" En este escenario, lo que suele determinar la elección del curso es, como hemos apuntado, su coste, pero es evidente que el conocimiento de la norma no basta, y ante ello, es lícito preguntarse ¿Dónde queda la formación presencial?, ¿Cómo y desde dónde se genera una efectiva “Cultura de Cumplimiento” duradera en el tiempo?, toda vez que en muchos de los casos (sin ser políticamente correcto, en todos los casos, que no integran la sensibilización presencial adecuada al nivel de operativa y responsabilidad que corresponda) no se ha logrado realmente el objetivo que es el de la efectiva sensibilización ante el fenómeno de todos los delitos subyacentes al blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. Sin hacer mención al fenómeno que se está detectando de la carencia de calidad de los cursos y al intrusismo de profesionales de otras especialidades que creen en esto sólo como fuente de negocio y no como instrumento para el desarrollo de una auténtica Cultura de Cumplimiento.
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Para evaluar si con esos cursos se está cumpliendo la norma, recordamos el artículo 29 de la vigente Ley 10/2010, de 28 de abril: Los sujetos obligados adoptarán las medidas oportunas para que sus empleados tengan conocimiento de las exigencias derivadas de esta Ley. Estas medidas incluirán la participación debidamente acreditada de los empleados en cursos específicos de formación permanente orientados a detectar las operaciones que puedan estar relacionadas con el blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo e instruirles sobre la forma de proceder en tales casos. Las acciones formativas serán objeto de un plan anual que, diseñado en función de los riesgos del sector de negocio del sujeto obligado, será aprobado por el órgano de control interno .(El subrayado es nuestro. Obsérvese que no se pide el conocimiento de la norma, sino el de las exigencias derivadas, es decir la operativa relacionada)
Banco de España. sede del Sepblac


A la vista del redactado de este artículo, y con el conocimiento personal previo de lo que muchas entidades vienen haciendo en formación en este capítulo, se constata que hay un elevado número de sujetos obligados que pueden pensar que con la realización de un “cursillo” - no ha de resultar peyorativo; los hay muy dignos como apoyo de la formación global - ya se esta cumpliendo con la Ley, cuando en realidad no se está llegando a la necesaria concienciación ante el problema. Cumplir por cumplir no tiene hoy sentido; sólo el pensar en el riesgo reputacional a que se está expuesto es bastante más importante que la sanción económica, casi con independencia de su cuantía, y para cumplir debe contarse con un debido y eficaz “Plan Anual” de Formación, adecuado al objetivo de cumplimiento y eficaz en su aplicación.

Hablaremos del plan anual de formación en una próxima entrada.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Obélix y los "deberes" de la UE

Se está hablando mucho estos días de la polvareda originada por el actor francés Gerard Depardieu, que ha decidido fijar su residencia en Bélgica, concretamente en un pueblo a escasos 2 Km de la frontera con Francia, con el fin de beneficiarse de las mejores condiciones fiscales belgas. Esta decisión ha provocado un reproche público del primer ministro francés y una airada respuesta del intérprete de Obélix y Cyrano, entre otros. Al margen de lo jugosa que pueda resultar la anécdota, lo cierto es que no es el primer caso de franceses que buscan refugio fiscal en Bélgica... ni de españoles que lo buscan en Andorra o Mónaco, y eso, unido a la sensibilidad por la situación económico/social actual, nos lleva a una pequeña serie de reflexiones, de la que no es menor el cinismo exhibido por los dirigentes políticos (de cualquier partido y territorio) cuando se trata de olvidar requisitos legales si la situación les beneficia. En este sentido cabe resaltar las declaraciones de las autoridades belgas en torno a dos puntos: el requisito de tiempo de residencia ("No vamos a controlar si el Sr. Depardieu reside en su casa de Bélgica más de la mitad del año) o la atracción de las condiciones fiscales ("Nosotros no hacemos campaña para captar capitales franceses; son ellos los que vienen"). Y eso en una época en la que unos y otros se llenan la boca clamando sobre la necesidad de acabar con los paraísos fiscales.

Es evidente que la UE ha de tomar medidas (difíciles, sin duda, pero imprescindibles) para conseguir armonizar la fiscalidad de los países de la Unión, ya que, en caso contrario, sí que peligra el futuro de la moneda única, con o sin recortes en los países afectados y se habría de diseñar una Europa, no de dos velocidades sino de tantas velocidades como las fiscalidades particulares requirieran. No es de recibo que haya que efectuar recortes cuando otros territorios "hermanos" captan los recursos necesarios con el señuelo de un mejor trato fiscal.

A la vista de las informaciones publicadas del caso Depardieu, es imprescindible, además, llevar a cabo una revisión a fondo del modelo de sociedad que queremos. No es alarmismo, pero si resulta que en Bélgica, por poner el ejemplo en que nos basamos, se benefician los impuestos sobre las rentas de capital, los patrimonios, las plusvalías y algún otro, a cambio de gravar las rentas del trabajo con cargas impositivas altas, algo no funciona en el sistema: no puede ser que los grandes capitales se libren de impuestos mientras las clases trabajadoras asumen el sostenimiento del sistema en un escenario en el que, precisamente por falta de ingresos recaudatorios, ven como los servicios esenciales van mermando día a día (en este punto cabe señalar la ineptitud de los gobiernos en general que, no luchando para conseguir recuperar los ingresos, optan por la medida fácil de recortar gasto social necesario).
Gerard Depardieu - Obélix

Si se quiere de verdad luchar contra el fraude, no basta con decir que las condiciones fiscales que se aplican en cada momento y contribuyente (y me refiero a los ricos) son legales: ha de revisarse que, además de legales sean lícitas y, sobre todo, equitativas y justas.

martes, 18 de diciembre de 2012

Banesto, Santander y la estrategia de crecer

Se acaba de publicar la decisión tomada por el Banco de Santander (conviene en este punto recordar que, en puridad es Santander-Central-Hispano) de absorber Banesto y consolidar balances, lo que producirá el cierre de unas 700 oficinas y el despido de un número indeterminado de empleados.
Este hecho nos permite dos reflexiones: una sobre el pasado y otra sobre el futuro inmediato.

La del pasado se podría reducir en el lema de que no siempre es el pez grande el que se come al chico. Banesto, un banco-bandera, con más de 100 años de antigüedad, que en su día tuvo la más extensa red de oficinas merced a la cual era conocido simplemente como "el banco", hasta hace unos veinte años superaba ampliamente en todas las magnitudes al Santander, considerado entonces como unas entidad bien gestionada pero de dimensión modesta dentro de los "siete grandes". En la fiebre de los años 90, los episodios de la presidencia de Mario Conde y la intervención del banco por las autoridades permitió que el Santander lo adquiriera pagando un precio jugoso, saneándolo y volviéndole a dar una pátina de eficacia en la gestión que hizo olvidar (sobre todo a los clientes) antiguos y recientes sinsabores. Una vez conseguido el objetivo, y con los movimientos habidos en el mapa bancario, a nadie extraña este movimiento, que, realmente, se esperaba más pronto  más tarde, si tenemos en cuenta, además, la tradición del Santander de fagocitar las marcas que ha ido adquiriendo.



La del futuro es una hipótesis acerca del posible siguiente movimiento de Botín una vez consolidado Banesto, y es que, si pensamos un poco, la única entidad que hasta hoy no ha entrado en el juego de absorber/adquirir ninguna entidad con problemas ha sido el Santander; el BBVA ha incorporado Unnim, Caixabank el Banco de Valencia, Sabadell la CAM, incluso el Popular, con otro perfil de operación, el Pastor. Echándole un vistazo a las entidades nacionalizadas, descartadas NovaCaixaGalicia y Bankia, no sería de extrañar algún movimiento hacia CatalunyaCaixa, que le permitiría al Santander crecer en Catalunya, bocado apetecible para la entidad cántabra, toda vez que, por otra parte, la red de la antigua Caixa Penedés, integrada en BMN, ha sido adquirida por el Sabadell.
Seguro que en pocos días salimos de dudas.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Y tras las ayudas, ¿qué?

En estos días previos a Navidad, tiene su interés, para abstraerse un poco del sonsonete navideño ambiental, seguir los acontecimientos económicos relacionados con la viabilidad o no de la banca española tras las ayudas. Por el momento, después de recibir la primera tanda de fondos destinados a tapar el agujero de Bankia y de analizar las condiciones impuestas por Bruselas, no deben extrañar las declaraciones de José Ignacio Goirigolzarri en el sentido de la voluntad manifestada de simplificar la cartera de productos del banco y recuperar las relaciones con los clientes a largo plazo volcando un 80 % de la actividad en las pymes (como ordenaba Bruselas, por otra parte). Eso nos puede dar pistas de dónde pueden salir mayoritariamente el ajuste de personal que, recordemos, se exige de un 28 % de la plantilla, o sea, alrededor de 6.000 empleados hasta el 2015, y no es aventurado señalar, en principio, a las filiales de negocio de Bankia destinadas al segmento de clientela que no son pymes ni particulares. Sin embargo, Bankia tiene más piedras en el zapato: por una parte, su intención de recortar a los trabajadores una media del 40 % de su retribución mediante la eliminación de la variable, trienios, ascensos de categoría profesional e incluso las aportaciones a los planes de pensiones, desde ahora hasta el 2015, todo ello con el natural malestar de los trabajadores sumidos en la confusión, y por otra, la resolución de algunos "problemillas" pendientes como el tema de las preferentes y el cómo lidiar con la inyección de fondos recibida en su día por el Banco de Valencia (donde Bancaja, integrada en Bankia, tenía el control), hoy integrado en CaixaBank, de la que Bruselas ha determinado que 1.000 millones de euros son ayudas a Bankia, lo que exigiría un reajuste de las condiciones de ésta. en cuanto a (nuevamente) reducción de balance, supresión de sucursales, desinversiones en participadas y recortes de plantilla.


Dejando a un lado Bankia, la actualidad se centra también en el próximo día 20, en el que coincide la declaración del Sr. Rato por su imputación en la denuncia contra Bankia con la recepción de la segunda tanda de fondos de la UE destinados a Caja3, Liberbank, EspañaDuero y BMN, de las que los casos más
problemáticos son los de Caja3 y España Duero, que siguen sin cerrar sus respectivas fusiones con Ibercaja y Unicaja. Si las integraciones fracasan, la nacionalización de los dos es inevitable.
Ya digo, unos días en los que deberemos compaginar el jolgorio navideño con la atención a la evolución de cómo quedará el mapa bancario.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Diferentes recetas anticrisis USA - UE

Casi sepultada por otras noticias como ese proyecto de ley que nadie entiende salvo su impulsor, que es la llamada Ley Wert, o los líos (en vocablo profusamente utilizado por nuestro presidente de gobierno cuando se refiere a otras formaciones políticas) originados por la Ley Gallardón, u otras distracciones similares, está pasando desapercibida la noticia de la vinculación declarada por el presidente de la Reserva Federal americana, Ben Bernanke, entre los tipos de interés y la tasa de desempleo (y la inflación, todo hay que decirlo). Y no por la noticia en sí, sino por las enseñanzas que podría derivarse si los responsables de las políticas económicas de Europa pudieran pedirle una copia de la norma a la Fed y ver cómo se puede aplicar aquí para contribuir s salir del marasmo a que están conduciendo la aplicación de medidas de austeridad únicamente, sin medidas de impulso económico.

Llama la atención que las medidas anunciadas por Mr. Bernanke se basan en la idea de que el aumento de la fiscalidad general (previsible en función de si finalmente no hay acuerdo interno que evite el llamado "abismo fiscal" en USA en enero de 2013) podría conducir a una vuelta a la recesión cuando el crecimiento del PIB se augura del 3 % en 2013 y cercano al 4 % para el 2015. Entiende entonces la Fed que, ante un escenario con algo más del 7 % de paro y unos intereses cercanos al 0 %, la solución no es aumentar la carga impositiva, sino, al contrario, inyectar, como se ha comprometido a hacer, 85.000 millones de dólares mensuales al sistema para reactivar la economía y no tocar los tipos de interés en tanto no se consiga que baje la tasa de desempleo.


Naturalmente, la emisión de moneda no es hoy una opción que pueda utilizarse en Europa ya que, como se sabe, es facultad del BCE el hacerlo, pero, descartada esa parte, cabría analizar por qué en un país como los Estados Unidos, en donde el inicio de la crisis fue atroz, supo remontar con medidas de reactivación económica para recuperar un nivel óptimo de actividad que le permite ofrecer los crecimientos descritos, mientras en los países europeos se tomó casi como un mantra la austeridad sin más, sin caer en la cuenta de que lo que falla son los ingresos, no los gastos y que sin actividad económica, no se generan ingresos, y que sin confianza no se podrá volver a la recuperaciòn. Y la confianza no se gana recortando gastos sin más sino, por ejemplo, proporcionando facilidades (sí, también fiscales, que no conllevarían merma de ingresos, sino todo lo contrario) para crear empleo privado y manteniendo las inversiones públicas como motor económico. El tema de fondo parece de concepto: se confunde la necesaria racionalización del sector público con la disminución de gastos en todos los servicios, pero eso es objeto de otro análisis

martes, 11 de diciembre de 2012

Boletín nº 19 - Las fuentes de energía y la crisis



Los peligros de vivir en la Arcadia

La Arcadia era en la realidad una provincia de la antigua Grecia que con el tiempo se ha convertido en el nombre de un país imaginario, cantado y representado por poetas y artistas, sobre todo del Renacimiento y del Romanticismo (nuestros Cervantes, Lope de Vega o Garcilaso, entre muchos otros), en el que reina la felicidad, la sencillez y la paz en un ambiente idílico en comunión con la naturaleza, como en la leyenda del buen salvaje.  En puridad, la Arcadia idílica es perfectamente equiparable al concepto de Utopía si bien los fundamentos de una y otra figura son sensiblemente diferentes...
El origen de la leyenda cabe buscarlo en la mitología griega, que sirvió al poeta latino Virgilio para escribir sus Bucólicas, una serie de poemas situados precisamente en Arcadia. Virgilio influyó a su vez poderosamente en la literatura europea medieval y en lo que representó la vuelta a la Naturaleza, de forma que durante más de dos mil años, mientras la guerra triunfa como modo legítimo de vida y el poder bendice sus sangrientas empresas, nunca han faltado voces poéticas que mantuvieran viva esa perpetua llamada bucólica a la simplicidad, ese contrapunto de mensaje de una felicidad posible.
En el Renacimiento, y a diferencia de la Utopía de Tomás Moro, que se erige en objetivo como instrumento de evolución cultural y actitudinal creado por el hombre, Arcadia es presentada como el resultado espontáneo de un modo de vida natural, no corrompido todavía por la civilización.
De ahí nace, entonces el concepto mismo de la investigación de la Arcadia Feliz, que encierra la emoción de seguirle las huellas a una misma idea pensada por el hombre a lo largo de siglos y siglos. Por vez primera se plantea el doble reto de trazar sobre los parajes reales de una Arcadia actual un retrato documentado y vivo de la Arcadia que imaginaron los antiguos y de rastrear a un tiempo la conformación y la influencia de ese sugerente mito desde la antigüedad a nuestros días a través de las obras y los testimonios de los personajes históricos que expusieron o desarrollaron diferentes enfoques del fenómeno, desde Hesíodo hasta Goethe o Blake pasando por Erasmo o Góngora, todos los que, al final, sin embargo, no perdieron de vista que las evocaciones de la Arcadia gozan de la conciencia plena de paraíso perdido que de ninguna forma les hace perder la noción del rabioso presente.
Sin embargo, ya el gran Antonio Machado, observador agudo y privilegiado de su entorno, avisaba de la existencia de un cierto personaje que tan magistralmente describe en su poema “Del pasado efímero”:

“Este hombre del casino provinciano
tiene … algo más o menos: el vacío
del mundo en la oquedad de su cabeza.
Lo demás, taciturno, hipocondríaco,
prisionero en la Arcadia del presente,
le aburre; sólo el humo del tabaco
simula algunas sombras en su frente.
Este hombre no es de ayer ni es de mañana,
sino de nunca; de la cepa hispana
…”
 
Y tal parece que se reproduzca hoy este personaje machadiano del profesional que vive en un estado imaginado sin darse cuenta de que, ya no sólo la situación real, sino las tendencias, sociales, económicas, políticas, etc., apuntan a que, de esa Arcadia confortable en la que alguno cree vivir va quedando cada vez menos.
Causa sonrojo, en ese sentido, ver que en determinados observatorios que, en épocas de bonanza pasaban por ser punteros de la gestión de recursos humanos, algunos de sus colaboradores no han sido capaces de asimilar el cambio radical ocurrido, y no solo en lo que se refiere a las posibilidades de empleo, sino en la imparable tendencia social que necesariamente ha de desembocar en nuevos paradigmas que se adecuen a las nuevas formas de relación profesional. Así, observar que algunas de esas reputadas publicaciones, en lugar de los ineludibles análisis de la situación enfocados a ponderar cómo se han de estructurar las oportunidades, emplean su espacio en elucubraciones metafísicas y cantos filosóficos (únicamente válidos, en todo caso, en fases posteriores de plena automotivación personal) en torno a las diferencias entre satisfacción, alegría y felicidad en el desempeño de una obligación, pongamos por caso, entristece porque da a pensar que los expertos se están dejando llevar por posturas erráticas e inanes que ni benefician su mercado ni, incluso, dejan en buen lugar, su pretendido conocimiento de la realidad.

Y hay que revisar con cierto desapasionamiento cómo se prevé el futuro inmediato para tener la fuerza suficiente para afrontarlo con una mínima posibilidad de éxito


Las fuentes de energía y el futuro de la crisis

Viene apuntándose, cada vez con mayor fundamento argumental, que lo que está en juego en lo que empezó (simplemente) como una fortísima crisis económica es nada más ni menos que el modelo de sociedad, que la época del desarrollismo como germen del consumismo, base a su vez del modelo relacional y político, está llegando a su fin, y para demostrar esa premisa se echa mano de una idea nuclear irrebatible: si el mundo en que vivimos y los recursos que nos proporciona son finitos, del futuro no puede sustentarse en un crecimiento sin límites, que choca con la realidad circundante.

No se dedican estas líneas a glosar la necesidad de cambio en el sistema de sociedad basado en el crecimiento continuo (y desordenado, me atrevería a decir en algún caso), que, como forma social, merece otro espacio.
Sin embargo, hay un factor adicional al meramente filosófico de forma de vida, más preocupante a corto plazo, que parece olvidarse en torno al estudio y previsión de agotamiento de las fuentes tradicionales de energía, y es algo que ya se está haciendo visible en el mundo empresarial, como es la aplicación pura y dura de la ley de la oferta y la demanda. Para decirlo de forma breve en este inicio de exposición, a medida que un recurso (la energía fósil, por ejemplo) se agota, su precio va en aumento, de manera que, aunque sin levantar mucha polvareda en los noticiarios, ya se han dado a conocer casos de industrias que, lisa y llanamente no pueden asumir el incremento del coste de la energía que necesitan para desarrollar su actividad y han tenido que cerrar sus puertas.
No son artificios retóricos, por supuesto. Basta recordar un solo ejemplo cercano, el de la empresa vasca Babcock & Wilcox, que, de tener más de 5.000 empleados a mediados de los años 70 del pasado siglo y un producto tecnológicamente puntero y de gran demanda mundial pasó al total desmantelamiento y desaparición tras sufrir el impacto que la llamada crisis del petróleo de los años setenta precisamente produjo en la industria de  bienes de equipo, muy consumidora de energía en volumen y precio asequibles para sus necesidades y su viabilidad. El corolario a que se llega, es, por decirlo en expresión suave, preocupante, toda vez que se colige que el coste de la energía para la actividad industrial es una variable de considerable peso en las cifras de desempleo y en la desigualdad social.

No hay que olvidar que, en la reciente evolución de la humanidad, a partir de la eclosión de los progresos industriales, la historia de la industria en el mundo se escribe en paralelo a la obtención y aprovechamiento de la energía necesaria para su funcionamiento de forma que a nadie sorprende que numerosas crisis económicas ocurridas, en particular en la segunda mitad del siglo XX, el detonante siempre ha sido algo relacionado con la energía, sea su producción, su distribución o su precio.

En España debe tenerse muy presente, además, que, por los escasos recursos naturales que produce, el 76 % de la energía se importa y que, por condicionamientos de índole política que afectan a las inversiones necesarias para ir efectuando el cambio a energías renovables, se han destruido más de 70.000 puestos de trabajo desde el inicio de la crisis en 208, de los que unos 48.000 se pueden atribuir al parón en el desarrollo del sector fotovoltaico, unos 14.000 al de los parques eólicos y el resto a otras fuentes.

El agotamiento de los recursos naturales

Cuando hablamos de “recurso natural”, es conveniente ponderar su aplicación a algo tan aparentemente disperso como un yacimiento mineral explotable, una bolsa de petróleo,  un bosque, el agua o el aire respirable, por poner ejemplos sin discusión. De hecho, lo que consideramos recurso ha ido cambiando con el tiempo. El petróleo, por ejemplo, era ya conocido hace miles de años, pero su identificación como recurso energético es muy reciente, cuando se ha podido explotar técnicamente. Y eso también es aplicable a muchos minerales, a los recursos de los fondos marinos, de los saltos de agua o de la energía solar que, obviamente, siempre han estado ahí.
La idea de “recurso” lleva implícita su limitación, es decir, la evidencia de que es algo valioso pero que no está al alcance de todos. Por eso, el agotamiento de los recursos es uno de los problemas más acuciantes para la sociedad en general y para la ONU en particular, como quedó demostrado en las conclusiones de la primera Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992[1].
Resulta obligado, claro está, referirse al agotamiento de los recursos energéticos fósiles, que aparece como uno de los ejemplos más claros. Sin embargo, paradójicamente, los comportamientos sociales en los países desarrollados no muestran una comprensión real del problema cuando se siguen fabricando coches que queman alegremente cantidades crecientes de petróleo, sin tener en cuenta, ni las previsiones de su agotamiento, ni tampoco los problemas que provoca su combustión o el hecho de que constituye la materia prima, en ocasiones exclusiva, de multitud de materiales sintéticos (fibras, plásticos, cauchos, medicamentos…).
Como es fácilmente comprensible, resulta difícil predecir con precisión cuánto tiempo podremos seguir disponiendo de petróleo, carbón o gas natural. La respuesta depende de las reservas estimadas y del ritmo de consumo mundial. Y ambas cosas están sujetas a variaciones: se siguen realizando prospecciones en busca de nuevos yacimientos e incluso se está volviendo a extraer petróleo de yacimientos que hace tiempo fueron abandonados como no rentables. Pero las tendencias son cada vez más claras y ni los más optimistas pueden ignorar que se trata de recursos fósiles no renovables, cuya extracción resulta cada vez más costosa, lo que se traduce en un encarecimiento progresivo del petróleo, que se ha disparado de forma alarmante y sostenida tras la invasión de Irak en la primera década de este siglo.
Pero, desgraciadamente, la situación de emergencia planetaria no es atribuible a un único problema, por muy grave que sea el agotamiento del petróleo. De hecho, algunos expertos temen que no llegue a agotarse lo suficientemente deprisa como para poner freno al acelerado cambio climático que está provocando su combustión. Y si se sigue considerando el problema del agotamiento de recursos, para la inmensa mayoría de la población mundial resulta tanto o más grave el proceso de desertización y drástico descenso de los recursos hídricos, un recurso esencial tan sólo aparentemente renovable, en cuyo acceso se dan desequilibrios insostenibles.

Posibles alternativas

El agotamiento de los recursos conocidos, el derroche energético y la agresión al medio ambiente, como consecuencia de la misma producción energética, son los problemas que más preocupan a los Gobiernos como gestores de los recursos, y a la sociedad en su conjunto. Esto es así porque cualquier actividad humana necesita un consumo de energía provinente de esos recursos, pero dependiendo de los fines requeridos, emplea un determinado tipo, pudiéndose observar a lo largo de la Historia que el hombre ha utilizado distintos tipos de energía empezando por los tradicionales (fuerza humana, fuerza animal, madera, agua y viento). La evolución de las fuentes de energía a partir de los inicios de la industria ha sido debida a la influencia de diferentes factores como:
  • El encarecimiento de determinado recurso.
  • Mayor eficiencia de unas energías respecto a otras.
  • Mejor aprovechamiento tecnológico de unas u otras
  • Descubrimiento de nuevos recursos.
  • Agotamiento de las fuentes de energía.
  • Menor impacto medioambiental.
En razón de todo ello debe admitirse que actualmente, las reservas energéticas existentes son obtenibles mediante la tecnología disponible a un precio competitivo, lo que permite suponer, pese a todo, que las reservas estimadas en la actualidad pueden aumentar de manera espectacular por las mejoras de los sistemas de obtención de la energía.
Sería ingenuo, sin embargo, fiarlo todo a un presunto mantenimiento de standards de obtención y, consecuentemente de unos precios estables; al contrario, debe trabajarse decididamente en la tendencia de cambiar el uso de energías no renovables por renovables, dando por descontado que la calve del cambio se estructura en dos pilares: el respeto por el medio ambiente como marco inalterable imprescindible para la supervivencia y convivencia futuras[2], y el estudio de la tecnología (unido a la economía y a las tendencias sociales) que permita el aprovechamiento y la aplicación de las fuentes de energía necesarias.
Revisemos a vuelapluma, y solo a título de recordatorio, las diferencias básicas entre la energía no renovable y renovable, lo que, sin duda, proporcionará argumentos que justifiquen la necesidad del cambio
a) las energías no renovables se encuentran supeditadas a ciclos geológicos de formación del producto; como el proceso geológico dura miles de años, el elevado consumo agota las reservas a una velocidad mucho mayor que el tiempo necesario para que se formen de nuevo.
El carbón, el gas natural y el petróleo son las principales energías no renovales, y todas ellas tienen características comunes:
  • Agotamiento progresivo con su consumo.
  • Cubren mayoritariamente la demanda mundial.
  • Reparto geográfico desigual.
  • Explotación costosa y perjudicial para el medio ambiente.
b) las energías renovables, su estudio, aplicaciones y aprovechamiento, nacen como consecuencia de factores como la degradación ambiental, el desequilibrio energético entre países desarrollados y en vías de desarrollo y el agotamiento de recursos combustibles tradicionales. También puede afirmarse que, como ocurre en el segmento de las no renovables, las renovables comparten ciertas características comunes:
  • Tienen un impacto ambiental menor o nulo respecto a las energías tradicionales.
  • Exigen generalmente inversiones costosas para su obtención, aplicación y distribución.
  • Son inagotables o muy abundantes.
  • Suponen el aprovechamiento de recursos naturales.

Dentro de las energías renovables, cabe citar, sobre todo: energía solar (principalmente para producción de agua caliente, calefacción y electricidad a través de paneles fotovoltaicos), energía eólica, para la producción de electricidad con aerogeneradores, la biomasa o combustible obtenido de recursos biológicos, energía geotérmica que hace aflorar fuentes de calor interna de la tierra, energía marina, que abarca la de olas y mareas y la de diferencias de temperatura por las profundidades diversas, energía hidráulica de saltos de agua en embalses, etc.

Propuestas de futuro

Como se ha apuntado, el sistema económico basado en la máxima producción, el consumo, la explotación ilimitada de recursos y el beneficio como único criterio de la buena marcha económica es insostenible. Un planeta limitado no puede suministrar indefinidamente los recursos que esta explotación exigiría. Por esto se ha de imponer la idea de que hay que ir a un desarrollo real, que permita la mejora de las condiciones de vida, pero compatible con una explotación racional del planeta que cuide el ambiente. Es el llamado desarrollo sostenible.
La definición más conocida de Desarrollo sostenible es la de la Comisión Mundial sobre Ambiente y Desarrollo (Comisión Brundtland) que en 1987 lo hizo como:
"el desarrollo que asegura las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para enfrentarse a sus propias necesidades".
Según este planteamiento el desarrollo sostenible tiene que conseguir a la vez: 
  • satisfacer a las necesidades del presente, fomentando una actividad económica que suministre los bienes necesarios a toda la población mundial[3].
  • satisfacer a las necesidades del futuro, reduciendo al mínimo los efectos negativos de la actividad económica, tanto en el consumo de recursos como en la generación de residuos, de tal forma que sean soportables por las próximas generaciones. Cuando nuestra actuación supone costos futuros inevitables (por ejemplo la explotación de minerales no renovables), se deben buscar formas de compensar totalmente el efecto negativo que se está produciendo (por ejemplo desarrollando nuevas tecnologías que sustituyan el recurso gastado)
Para ello, un desarrollo económico/social que podamos calificar de sostenible ha de reunir una serie de características que pueden resumirse en: 
  • Busca la manera de que la actividad económica mantenga o mejore el sistema ambiental.
  • Asegura que la actividad económica mejore la calidad de vida de todos, no sólo de unos pocos elegidos.
  • Usa los recursos eficientemente.
  • Promueve el máximo de reciclaje y reutilización.
  • Pone su confianza en el desarrollo e implantación de tecnologías limpias.
  • Restaura los ecosistemas dañados.
  • Promueve la autosuficiencia regional 
  • Reconoce la importancia de la naturaleza para el bienestar humano.
Sin embargo, el primer escollo es mental, y obedece a que en la mente humana está firmemente asentada una visión de las relaciones entre el hombre y la naturaleza que lleva a pensar que:
  • los hombres civilizados estamos fuera de la naturaleza y que no nos afectan sus leyes
  • el éxito de la humanidad se basa en el control y el dominio de la naturaleza
  • la Tierra tiene una ilimitada cantidad de recursos a disposición de los humanos
Estos planteamientos, imbricados firmemente en la cultura occidental, hacen que, desde hace unos cuatro siglos, se ha visto que el éxito va asociado a una forma técnica de pensar, centrada en el dominio de la naturaleza por el hombre. 
Por el contrario, el punto de vista del desarrollo sostenible enfatiza en que debemos plantear nuestras actividades "dentro" de un sistema natural que tiene sus leyes, usando los recursos sin trastocar los mecanismos básicos del funcionamiento de la naturaleza.
Un cambio de mentalidad es lento y difícil. Requiere afianzar unos nuevos valores dando a conocer ejemplos de actuaciones sostenibles, promoviendo imprescindibles compromisos políticos, y desarrollando programas que se propongan fomentar este tipo de desarrollo. 
No está de más acabar recordando que en la Unión Europea se elaboró en 1992 el V Programa de acción de la Comunidad en medio ambiente con el título de "Hacia un desarrollo sostenible". En este programa se decía "No podemos esperar… y no podemos equivocarnos", el medio ambiente depende de nuestras acciones colectivas y estará condicionado por las medidas que tomemos hoy. El V Programa reconoce que "el camino hacia el desarrollo sostenible será largo. Su objetivo es producir un cambio en los comportamientos y tendencias en toda la Comunidad, en los Estados miembros, en el mundo empresarial y en los ciudadanos de a pie". 
Coincide la publicación de estas líneas con la celebración de la cumbre de Doha (Qatar), en la que se dirime la continuidad de los compromisos (siempre vulnerados) de la cumbre de Kyoto de 1997, por la que un número importante de países declaraba su intención de limitar la emisión de gases industriales que propiciaban la aceleración del cambio climático. Ya hay quien ha anunciado que ha variado su estrategia y que no piensa disminuir las emisiones, aparte de quienes, como USA, China o India, nunca asumieron su deseo de limitarlas.
Es algo más lo que está en juego, con o sin acuerdo en la cumbre: es un modelo de progreso (no necesariamente equivalente a crecimiento) económico y social que permita dejar un mínimo legado a las generaciones futuras.


[1] Se documentó entonces que el consumo de algunos recursos clave superaba en un 25% las posibilidades de recuperación de la Tierra. Pero, lejos de tomar medidas eficaces de contención, sólo cinco años después, en el llamado Foro de Río + 5, se alertó sobre la aceleración del proceso, de forma que el consumo a escala planetaria superaba ya en un 33% a las posibilidades de recuperación. Según manifestaron en ese foro los expertos: "si fuera posible extender a todos los seres humanos el nivel de consumo de los países desarrollados, sería necesario contar con tres planetas para atender a la demanda global”.
 
[2] Hay un marcado desequilibrio en la distribución geográfica entre los grandes consumidores de energía y los productores de la misma, lo que, por un lado, favorece el comercio energético a nivel internacional, pero también, por otro lado, es una inacabable fuente de conflictos. Eso, aún a pesar de que es un hecho que los países grandes consumidores de energía, que se ven obligados a importarla, han controlado más su gasto energético sobre todo a partir de la crisis del petróleo de los años setenta.

[3] La Comisión Brundtland resaltó "las necesidades básicas de los pobres del mundo, a los que se debe dar una atención prioritaria".

domingo, 9 de diciembre de 2012

Robos de identidad a menores de edad

La consultora de investigación americana Javelin Strategy (https://www.javelinstrategy.com/) ha dado a conocer la pasada semana los resultados de una encuesta, que si bien tiene su alcance limitado a los Estados Unidos, no debe desdeñarse por cuanto define tendencias preocupantes de los delincuentes cibernéticos.
El estudio tiene el revelador título de "Las más jóvenes víctimas de robos de identidad" (Identity theft’s youngest victims) y, de acuerdo con la presentación efectuada a través del Washington Post, "el estudio demuestra que la forma más común  de utilizar la información personal de un niño es la combinación de su número de Seguridad Social con una fecha de nacimiento diferente de la real para crear así una nueva identidad que Javelin llama " la identidad sintética, "que es especialmente difícil de detectar" y que esa forma de fraude, en la encuesta efectuada a más de 5.000 hogares estadounidenses, la han padecido una de cada cuarenta familias.
En palabras de Steve Schwartz, presidente de Intersections Inc. consultora de riesgos corporativos y de identidad, y una de las firmas  patrocinadoras del informe, "El crimen organizado está buscando formas de crear cuentas con historiales limpios de crédito o de notas negativas de cualquier tipo y utilizando los datos de un niño hace que sea más fácil para ellos para crear un nuevo personaje. Una "identidad sintética" que puede ser utilizado para robar o lavar dinero o cualquier otro delito" 
La razón de ser de la utilización de datos personales de niños, naturalmente, "no fichados" en ningún registro, no es otra que la de ganar tiempo y dificultar el seguimiento del delincuente ya que, con datos de la encuesta,

los delitos en los que se usa la identidad de un niño requieren un promedio de casi un año (334 días, según el estudio) para detectarse si bien, cuando se detectan, la resolución es rápida (44 horas, menos de dos días). En un 17 % de casos estudiados posteriormente, la utilización de los datos robados ha sido superior a un año.

Identidad robada, infancia robada



Desde el punto de vista de vista de la posible conexión entre este hallazgo y la crisis galopante que padecemos, no puede echarse en saco roto el análisis de que "Los niños víctimas de fraude provienen en un porcentaje desproporcionado de hogares que viven por debajo del umbral nacional de pobreza (en el 58 por ciento de los casos detectados, los ingresos son menores de 25.000 dólares al año, cuando el porcentaje global de este nivel de ingresos es del 17 por ciento de todos los hogares con niños). Esta cifra permite alimentar la hipótesis de que los robos de identidad que afectan a muchos menores de edad pueden ser consecuencia de situaciones económicas familiares desesperadas".  
Desgraciadamente esta hipótesis parece confirmarse cuando, tras investigaciones posteriores de casos reales, se comprueba que el robo de identidad del menor ha sido cometido frecuentemente por familiares o amigos (el 27 por ciento de las víctimas señalaron conocer a la persona responsable del delito).

Ante esta lacra y la evolución de las tendencias, solo cabe recordar el principio de prudencia a la hora de publicar inocentemente datos (por ejemplo en las redes sociales) o información que pudiera volverse en contra. El análisis de situaciones desesperadas queda fuera de estas líneas pero debe ser un toque de atención a los poderes públicos acerca de la dimensión moral que puede alcanzar esta crisis.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Lectura recomendada sobre los paraísos fiscales

No hace muchos meses se publicó, simultáneamente en versión para el mercado británico y el de Estados Unidos (con algunos capítulos enfocados de forma diferente en cada caso), un interesante libro, del que aún no existe traducción al castellano (que se sepa) que analiza pormenorizadamente la problemática originada por las grandes sumas de dinero depositadas en paraísos fiscales relacionadas con la evolución de esta crisis de la que aún nadie se atreve a pronosticar el fin con un mínimo de credibilidad en el pronóstico.
El libro en cuestión se llama Treasure islands. Tax havens and the men who stole the world (Islas del tesoro. Los paraísos fiscales y los hombres que robaron el mundo) y aunque el nombre nos trae a la imaginación las entrañables aventuras narradas por R.L. Stevenson, nada que ver, por supuesto con ese clásico. El autor es el escritor, periodista y columnista (para el Financiasl Times, The Guardian, The Economist y otros), Nicholas Shaxson,  autor también del aclamado Poisoned Wells: the Dirty Politics of African Oil (Pozos envenenados: las sucias políticas del petróleo africano), considerado uno de los 50 personajes más influyentes en temas fiscales por The Tax Justice Networ. Curiosamente, su residencia habitual es en Suiza, según afirma, por razones de trabajo de su esposa.

A modo de resumen apresurado, Shaxson afirma en su libro que los paraísos fiscales y todo el sistema financiero off-shore es una de las más poderosas razones de todos los males del mundo, incluyendo el aumento de las desigualdades (los ricos no pagan impuestos), la crisis financiera y la pobreza en África (el dinero del petróleo, los minerales y la ayuda externa canalizada hacia ellos en plazas como Ginebra Londres, que a su vez los desvían hacia su red de territorios de ultramar como Jersey, Islas Caimán, Bahamas, etc ...). Aún a riesgo de ser repetitivo, el libro ofrece interesantes anécdotas y hechos históricos, y se erige en recordatorio de que "algo está podrido en la economía mundial". denunciando que ya no vivimos en democracia, sino más bien en plutocracias en las que el dinero determina las políticas a aplicar. Esto explica por qué las finanzas offshore son "legales" y los ricos no pagan impuestos, mientras que los gobiernos tratan de exprimir cuanto más mejor al ciudadano medio. La lucha contra los paraísos fiscales, afirma, debería ser una prioridad, y es una idea mucho más efectiva que recortar en pensiones para reducir la carga de la deuda. Por citar sólo un ejemplo, según el libro, el 99% de los depósitos de Grecia en Suiza no están declaradas a las autoridades fiscales de su país.
Nicholas Shaxson
¿Por qué es oportuno este libro ahora?
Desde el inicio de la crisis en 2007 y, particularmente, a raíz de la reunión del G20 en 2009, los mandatarios expresaron su preocupación acerca de la existencia de los paraísos fiscales llegando a hacer gestos grandilocuentes (que quedaron en pura retórica) para conseguir acabar con ellos. Las cifras, cuando se habla del dinero depositado en paraísos fiscales o refugios financieros, realmente, marean: hay entre 20 y 30 billones de dólares USA (entre dos y tres veces el PIB de Estados Unidos) escondidos en estos paraísos de la opacidad financiera.y puede calcularse que con una cuarta parte de esa suma se evitarían los recortes fiscales que están asolando las sociedades industrializadas, dejando en la calle o sin servicios sociales a decenas de millones de personas y desacelerando la economía global.
 Lo preocupante es que, inmersos ya casi en el año 2013 en una crisis de inabarcable extensión, los paraísos fiscales florecen como nunca lo han hecho, si bien en palabras de Shaxson, “las cosas están cambiando. Por primera vez hay señales de una nueva arquitectura global basada en la transparencia fiscal y una lucha más genuina contra los paraísos fiscales”

La razón del optimismo de Shaxson y organizaciones como Tax Justice International reside en un principio tan simple que cuesta creer que toda la presunta materia gris del G20 o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) no lo haya podido concebir antes y es el principio de promulgar legislaciones armónicas por las que los gobiernos estén obligados a informar sobre el dinero y los bienes de los ciudadanos extranjeros a sus países de origen, contrariamente a las legislaciones actuales, que contemplan la necesidad de petición previa de informaci´n por el país de origen, argumentada en supuestos no siempre admitidos por el país de destino..
Tanto la UE como los Estados Unidos están trabajando para que esta idea sea una realidad en 2013 y está previsto que incluya las identidades que se esconden detrás de compañías y fideicomisos que tienen por dirección un apartado postal o un buzón electrónico.

El imperativo económico y político de estas iniciativas es claro, y es que tanto en los EE.UU. como en la UE, que tienen serios problemas fiscales, está tomando cuerpo la idea de que no se pueden resolver con el simple y expeditivo recurso de recortar más el gasto en programas sociales, aunque a nadie se oculta lo delicado de la medida si tenemos en cuenta que, por citar un ejemplo, EE.UU. podría perder millones de puestos de trabajo como consecuencia de una disposición que ahuyentaría la inversión extranjera (calculada en 14 billones de dólares) con el objetivo de recaudar apenas un 1% de esa cifra (unos 100.000 millones), según declara Richard W. Rahn, director del Institute for Global Economic Growth. Por el lado opuesto, diversas ONGs y sindicatos reconocen que las iniciativas están llenas de rendijas legales que son hoy el eje de una feroz lucha político-diplomática.liderada por Suiza con el apoyo de Austria, Luxemburgo y Liechtenstein para forzar acuerdos bilaterales que permitan conservar el secreto fiscal. (vale la pena mencionar que, en todo este escenario, la posición del Reino Unido es ambigua; por un lado, está enfrentada a sus problemas fiscales y una economía que acaba de salir de una doble recesión, pero no del estancamiento y por el otro, es un centro financiero que se beneficia como metrópoli de la existencia de los paraísos fiscales. Tampoco puede olvidarse la asimetría que existe aún hoy en EEUU ya que la ley para que las instituciones financieras revelen las cuentas de sus ciudadanos en el extranjero se contradice con la absoluta confidencialidad que le otorgan al ahorrador o inversor extranjero cuando deposita su dinero en EEUU).

Para saber más del libro, clicar aquí. (en inglés) Particularmente interesante resulta el argumentario del autor para justificar algunas ideas vertidas en la publicación.






 

jueves, 6 de diciembre de 2012

Informe de Transparency International sobre corrupción

Coincidiendo con episodios domésticos llamativos, como el ingreso en prisión del modelo de entender la gestión empresarial que fue Gerardo Díaz Ferrán, la asignación de fianzas en la trama Nóos y otros, la Organización No Gubernamental Transparency International ha dado a conocer su informe anual sobre la corrupción en el que, ya de entrada, se relaciona el mayor o menor impacto de la crisis que nos azota con el mayor o menor grado de corrupción detectada.
Según el Índice de Percepción de la Corrupción 2012 (que así se llama el documento), Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda comparten el primer lugar como países menos corruptos, con una puntuación de 90 sobre 100 posibles, alcanzada gracias a eficaces sistemas de acceso a la información y normas regulatorias para funcionarios públicos y empresas privadas. Al extremo inferior de la tabla de calificación se ubican Afganistán, Corea del Norte y Somalia, países en los que la ausencia de instituciones públicas eficaces y la prácticamente nula rendición de cuentas abren espacio a la corrupción.
Lo grave, sin embargo, es que dos tercios de los 176 países clasificados en el índice de 2012 obtuvieron una puntuación inferior a 50 en una escala de 0 (percepción de altos niveles de corrupción) a 100 (percepción de bajos niveles de corrupción), lo que señala que las instituciones públicas deben incrementar su transparencia y que los funcionarios en puestos de poder deben rendir cuentas de manera más rigurosa.
En palabras de la Presidenta de Transparency International, Huguette Labelle, “Los gobiernos deben incorporar acciones contra la corrupción en todas las decisiones públicas. Entre las prioridades están normas más efectivas sobre lobby y financiación política, una mayor transparencia de la contratación y el gasto público, y mayor rendición de cuentas de organismos públicos a la población. Tras un año durante el cual la atención ha estado en la corrupción, esperamos que los gobiernos adopten una postura más firme contra el abuso de poder. Los resultados del Índice de Percepción de la Corrupción 2012 demuestran que las sociedades continúan pagando el alto costo que supone la corrupción” 

Mapa de la corrupción 2012
 Y a todo eso, ¿y España?. Pues ocupa un relativamente confortable lugar 30, con camino por recorrer para desterrar la lacra de la corrupción pero realmente alejada de lugares preocupantes  globalmente, lo que, por otra parte, no la libra de algunas recetas de mejora.
En resumen, Transparency International  ha advertido de que España no sanciona ni controla "suficientemente" la ineficiencia, el despilfarro y las corruptelas en el sector público. Además, recomienda la aprobación de un plan nacional de lucha contra la corrupción y de un código ético del diputado que actualice la normativa de incompatibilidades y conflictos de interés.

Propone, entonces, al Gobierno la promoción de un plan estratégico contra la corrupción que involucre a partidos políticos, ONGs, sindicatos, asociaciones empresariales y medios de comunicación, sugiere la reforma en ese sentido de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim) y plantea que la investigación de los delitos de corrupción por parte de los fiscales podría hacer "más viable" el sistema.

"Es muy destacable la ausencia de preocupación por la educación de la ciudadanía frente al problema de la corrupción", argumenta y comparando las situaciones de crisis económica y social de España con Grecia, Portugal o Italia afirma que "Los vínculos entre la corrupción y la actual crisis financiera y fiscal en estos países ya no se pueden ignorar. En ellos la corrupción consiste a menudo en prácticas legales pero no éticas que son el resultado de unas normas opacas en lo relativo a los grupos de presión, del tráfico de influencias y del camino de ida y vuelta entre el sector público y el privado", precisa.

Transparency International también hace referencia a la situación de las fuerzas políticas para sostener que "ninguno de los dos grandes partidos" tiene "interés en mejorar profundamente el estado de las cosas" pues cuando llegan al poder "olvidan sus promesas" y la oposición tiene "poca legitimidad" para reclamar lo que no hizo en el Gobierno.
Como activos del sistema español cita la capacidad del poder legislativo de controlar al ejecutivo, aunque, recuerda, "cuando no existe mayoría absoluta" y precisa que "el mecanismo de control interno, a través de la disciplina de los grupos parlamentarios, dificulta la corrupción".
Respecto al poder judicial, contrasta la independencia de los jueces y magistrados con el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), un órgano que considera "fuertemente politizado". Llama la atención sobre la influencia política que pesa en los nombramientos de los miembros de tribunales superiores, la falta de recursos o la sobrecarga de trabajo.

El informe postula la conveniencia de mejorar el control financiero de los partidos políticos respecto a los ingresos que perciben de las fuentes privadas, así como de aprobar una ley de Rendimientos del Gobierno.
A su juicio, sería deseable que se mejoraran las normas de conflictos de interés de órganos como las Juntas Electorales, el Tribunal Constitucional (TC), el Defensor del Pueblo o el Tribunal de Cuentas. Estos órganos, añade, deberían hacer pública una auditoría de cuentas y de gestión anual.
Por último, la organización internacional estudia el funcionamiento de órganos como el Defensor del Pueblo o el Tribunal Constitucional, recomendando mejorar su normativa interna. Subraya el afán de los dos grandes partidos por controlar el supremo órgano fiscalizador del Estado.

Se puede consultar el Informe completo junto con los documentos anexos y la presentación a la prensa llevada a cabo ayer día 5 de diciembre en la web de Transparency International, clicando aquí,

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Flecos del "banco malo"

Antes de glosar las novedades producidas en cuanto a la puesta en marcha del "banco malo" (formalmente, Sareb) como inicio de reequilibrio de la banca española, conviene empezar recordando que el llamado "banco malo" es la institucióin encargada de transferir los activos tóxicos de las entidades bancarias (incluidos fondos de inversiones de pésimas condiciones que se crearon a partir de hipotecas o créditos a personas con poca solvencia económica) a un Organismo Público que se encargaría de liquidar los pagos.
En pocas palabras, el Estado compra aquellos créditos con alta probabilidad de resultar poco rentables para el banco, y lo hace a un precio que estaría entre el valor del mercado y el valor contable del activo, es decir, el Estado se haría cargo de una parte de la minusvaloración del crédito. Finalmente, estos activos al venderse causarían pérdidas, una cifra que dependería de la gestión de este tipo de bancos.
El principal objetivo de este tipo de bancos es el de proteger el sector bancario y de esta manera, en teoría, reactivar  la situación económica actual de España ya que, en caso de que los bancos se libren de los créditos tóxicos dispondrían de liquidez que, a su vez, la invertirían en nuevos créditos a personas solventes, especialmente empresarios, y de esta manera se conseguiría potenciar las empresas con el consiguiente posible descenso del paro, uno de los problemas más importantes actuales de España.
Hasta aquí la teoría. la aplicación pra´ctica se ha encontrado escollos de funcionamiento desde entidades (el BBVA, por ejemplo) que han declinado la oferta de participar en el banco malo hasta las exigencias planteadas por Bruselas para hacer efectiva la ayuda a los bancos nacionalizados que se van conociendo y que permiten pensar razonablemente que los resultados finales pueden diferir notablemente de la teoría. 
Bruselas, en efecto, ha impuesto planes de reestructuración basados en una importante reducción del volumen de crédito, en particular el referido al ladrillo, lo que puede repercutir en la financiación del banco malo que, recordemos, no puede dar préstamos y la venta de sus activos dependerá de las financiación que le ofrezcan las mismas entidades que están limitadas en la financiación de operaciones inmobiliarias.

Agudeza de Forges

En el caso, por ejemplo, de Bankia, ya en marcha, la Comisión Europea exige que el volumen de crédito  pase de los 182.000 millones actuales a 125.000 para 2015. La cartera de préstamos a promotor que se traspasará de forma inminente a Sareb -exceptuando solo los créditos inferiores a 250.000 euros- aligerará su carga hasta los 144.600 millones con lo que el peso de la financiación a promotores pasará de ser el 19% a 2% del total, pero las previsiones de la entidad no contemplan porcentaje alguno asignado a esta cartera para dentro de tres años.
Y es que el nuevo crédito tendrá otros usos. Los vencimientos previstos hasta 2015 permitirán rebajar crédito y conceder 51.700 millones de euros en nuevos préstamos, pero el 84% de dicho montante irá destinado a pymes y empresas no dedicadas a la promoción inmobiliaria.
El banco malo, por su parte, necesitará financiación para vender paquetes de activos tóxicos a grandes inversores; fondos para desarrollar los suelos y promociones en curso e hipotecas para que los particulares terminen haciéndose con las viviendas que absorba.
El hecho de que Sareb no tenga capacidad para ofrecer crédito ha sido destacado por los potenciales inversores como uno de los principales problemas del instrumento.
Hay que estar atento a los primeros pasos del invento para evaluar acertadamente si serán necesarios cambios apresurados que permitan recuperar inversión, dar fluidez al sistema crediticio y salvaguardar la carga al contribuyente.Resultará interesante, además, ver cómo se armonizan los bancos, lógicamente interesados en dar salida, en primer lugar, a inmuebles de su cartera antes que los cedidos al "banco malo".

martes, 4 de diciembre de 2012

Las escuelas de negocios españolas

Como no todo van a ser siempre malas noticias, hoy toca tomar nota de la alta calificación que han obtenido las escuelas de negocios españolas en el ranking de calidad de Europa.
Cuando nuestros políticos son la cuchufleta de los foros internacionales, cuando nadie sabe muy bien el rumbo de la economía española (y no digamos de la industria y del mundo laboral en general), cuando la preocupación del ejecutivo es inundar la sociedad de decretos que van denunciándose uno tras otro por presunta inconstitucionalidad con la virtud de ir creando problemas para cada solución anterior, es un soplo de aire fresco que el Financial Times publique que el primer lugar del ranking de las escuelas de negocios europeas lo ocupa el entrañable (permitidme la expresión, toda vez que quien suscribe es profesor asociado de la institución, y es legítimo sentirse también reconocido, en la parte que toca) Instituto de Empresa, ahora IE Business School. Lo auténticamente llamativo es que dentro de las seis primeras escuelas analizadas por la publicación citada se encuentran también Esade, en quinta posición, e Iese en sexta, figurando también en el lugar 23 Eada.
Para la elaboración del ranking se han tenido en cuenta la calidad de los programas desarrollados, tanto si son abiertos como a medida, variedad de procedencia del alumnado y profesorado, las propias encuestas de satisfacción de los alumnos y las valoraciones ofrecidas por las empresas que reclutan personal procedentes de esta formación. En momentos convulsos en nuestro país en materia de enseñanza de lenguas propias, y ante la evidencia contrastada de que tres de las escuelas citadas son de Barcelona y en ellas se imparte la formación en inglés, castellano.... o catalán, dependiendo de cada particularidad concreta, no deja de ser curioso que uno de los puntos fuertes valorados por la encuesta del Financial Times es, precisamente, la internacionalización de las escuelas españolas, lo que demuestra que, incluso a este nivel, la lengua propia no es un escollo.



Bien, ahora sabemos que nuestras escuelas de negocio forman de manera exquisita a sus alumnos.... que tienen que marchar fuera del país a crecer trabajando y aplicar esos conocimientos excelentes.adquiridos. ¿Sabría tomar nota el ejecutivo de que de nada sirve el orgullo de tener la mejor formación del mundo si no se acometen de una vez y en serio políticas de reactivación económica con el fin de no perder ese enorme talento y calidad?
Eso sí, como conclusión, la más cálida enhorabuena a las instituciones citadas.

domingo, 2 de diciembre de 2012

"Alemania va bien"

Coincidiendo con la apertura formal de las ayudas a la economía española por parte de la UE, aunque pendientes de la decisión final acerca del rescate que es rescate o no, no se sabe, se ha conocido la noticia , aireada por el diario alemán Süddeutsche Zeitung, de la controversia creada en torno a un informe, de nada menos que de 500 páginas, sobre la pobreza en Alemania o, más de acuerdo con la expresión deseada por el ministro de economía germano, Philipp Rösler, de la distribución de la riqueza en Alemania.
No se trata de criticar o glosar en estas líneas la oportunidad y alcance del informe, ceñido, además, a un territorio que, pese a su indudable influencia en la salida común de la crisis, nos es ajeno, sino de llamar la atención sobre algunos puntos de la noticia conocida sobre el mismo, enfatizando en el hecho obvio de que, hoy por hoy, la economía alemana es el motor que lidera la lucha contra la crisis en toda Europa.

Hay que empezar diciendo que las cuestiones semánticas planteadas por el gobierno alemán en la revisión del borrador del informe tienen mas calado que el meramente gramatical teniendo en cuenta que, en palabras del ministro citado, "Si (el informe) contiene pasajes que puedan dar a entender que a la gente le va mal, que existe una agitación social, lo que sea, entonces se estaría transmitiendo la impresión equivocada. Y por eso dije que lo que sí tenemos que hacer es reflejar la realidad". El problema es que, con ese criterio se ha eliminado la mención a que "la riqueza está repartida de forma muy desigual"  en un país en el que el 10 % de la población tiene una tercera parte de los bienes de todo el país y que el 50 % de la población solo tiene el 1 %, o que una de las soluciones aportadas por el informe de "una mayor exigencia fiscal a las grandes fortunas" se haya eliminado de un plumazo por no obedecer a previsiones del gobierno (pensando, posiblemente, en las próximas elecciones de 2013).O que hayan desaparecido las menciones a la precariedad del empleo con cuatro millones de personas cobrando el trabajo por horas con salarios inferiores a los 7 euros por hora, o elimiar la cita de que entre el 20 y el 25% de los habitantes de la mayoría de grandes ciudades viven por debajo del límite de pobreza...

Insisto. No se trata de criticar o glosar el informe. Pero es inevitable la comparación con nuestra época del "España va bien" para empezar a sentir escalofríos. Efectivamente, una cosa es no crear alarma por el/los gobierno/s y otra muy diferente esconder la realidad que, al final, siempre es tozuda y acaba por manifestarse sin cataplasmas, tal como es. Y la realidad es que Alemania depende hoy de China, una vez visto que los socios del sur de Europa no pueden comprar productos alemanes, que los problemas internos de estabilidad empiezan a mostrarse con más claridad de la deseada por el gobierno, que las políticas económicas que imponen a sus socios están consiguiendo resultados opuestos a los buscados, y que un enfriamiento de la economía global echaría al traste todas sus previsiones.

Todos necesitamos una Alemania fuerte (sin olvidar, por otra parte, que eso no significa obediencia prusiana a sus indicaciones) pero también una Alemania que sepa decir cómo está realmente para anticiparse a problemas de todos.


Es por eso que la cuestión trasciende la semántica y que, pese a que empieza a ser moneda corriente de nuestra clase política hispana el escamotear información (excepto para Bruselas, Berlín o Washington) en espera de tiempos mejores, debe recordarse que la mejor medida para empezar a atajar una enfermedad es que el enfermo sepa exactamente cuál es el origen de su mal. Sin brusquedades, de acuerdo, sin alarmas innecesarias, también de acuerdo, pero informando SIEMPRE de la situación real, de forma que, si es necesaria una intervención, sea porque esa situación lo exige, y no comunicar que hay un constipado y, al cabo de una semana, diagnosticar la necesidad de una operación a corazón abierto.