jueves, 28 de enero de 2016

Davos 2016 - 1 - Un jarro de agua fría al empleo en el mundo


Nadie podía imaginar en 1971, cuando el entonces joven economista alemán Klaus Martin Schwab propone, en una casi "reunión de amiguetes" a celebrar en la recóndita estación de esquí suiza de Davos debatir, analizar y buscar solución (siempre en el plano de la teoría) a distintos problemas de carácter mundial, que el evento iría evolucionando y creciendo hasta alcanzar el tamaño y difusión actuales (evolución a la que, seguramente, contribuyen "pequeños detalles" como que ya a la primera reunión acudiera, entre 440 personas de 31 países, el famoso economista John Kenneth Galbraith, que conocía a Schwab de su paso por la Universidad de Harvard), si pensamos que en la reunión de este año, celebrada entre los días 20 al 23 de enero, ya, como es conocido, bajo el nombre de Foro Económico Mundial (World Economic Forum - WEF), en la que ha sido su 46ª edición, ha contado con la participación de mas de 2.500 representantes del mundo de los negocios, la política, la sociedad civil, la ciencia y la cultura, entre los que cabe señalar  40 jefes de Estado o de Gobierno de todo el mundo,en un ejercicio en el que se combinan el deseo de compartir ideas, debatir de problemas comunes, estudiar posibles soluciones... o, no nos engañemos, simplemente "salir en la foto".

Cada año se convoca Davos alrededor de un tema principal, si bien, como es lógico, las diferentes conferencias y ponencias que se desarrollan abarcan una temática diversa. En la edición que acaba de concluir, los invitados han intentado abordar, sobre todo, los efectos en las sociedades de todo el mundo de la llamada "cuarta revolución industrial". En palabras del fundador del Foro Klaus Schwab en su comunicado/convocatoriaexisten muchos desafíos en el mundo actual y siento que uno de los más fuertes y con mayor impacto será el de dar forma a la Cuarta Revolución Industrial, dada la velocidad, la amplitud y la completa innovación en los sistemas del cambio tecnológico en marcha. Los desafíos son tan abrumadores como alentadoras son las oportunidades.

No es desdeñable como punto de partida fijarse en la opinión del Consejero Delegado de la empresa Autodesk (líder mundial en software de diseño 3D para entretenimiento, recursos naturales, fabricación, ingeniería, construcción e infraestructuras civiles), Carl Bass, la fábrica del futuro tendrá sólo dos empleados: un hombre y un perro. El hombre estará ahí para alimentar al perro y el perro para impedir al hombre tocar el equipo. Podemos imaginar un robot capaz de tratar a los pacientes de ébola o haciendo la limpieza de los residuos nucleares y es que, pese a que la opinión generalizada de los expertos nos intenta convencer de que la cuarta revolución industrial está todavía en estado naciente, que la sociedad aún no se ha dado cuenta de los escenarios increíbles que esta capacidad crea,.pero que con el paso rápido del cambio y la interrupción de los negocios y la sociedad, el tiempo para analizara en profundidad es ahora, cuando un informe del propio Foro lanzado al comienzo de la reunión prevé que, para 2020, cinco millones de puestos de trabajo se perderán como resultado de los cambios tecnológicos en los 15 países más industrializados (mala noticia para España si está entre esos 15 países, pero pésima noticia para del futuro si no lo está). En ese sentido. el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, participante del Foro, decía: Creo que, en conjunto, estas transformaciones son cambios para bien. Pero vienen con peligro real, y nos obligan a ser proactivos porque, ¿cómo hará el trabajador del almacén que utilizaba para enviar su orden, o el vendedor que solía contratar, para ganarse la vida, cuando él o ella ya no es necesario en esa empresa?


En el debate, diferentes expertos estiman que 47 por ciento de los empleos en Estados Unidos están en riesgo debido a la informatización, en una tendencia no sólo centrada en el mundo occidental; de hecho, menos personas trabajan actualmente en "fabricación" que en 1997, gracias en parte a la automatización. Basta recordar al respecto de la vigencia de la tendencia que el gigante chino de productos electrónicos Foxconn anunció en agosto de 2012 que iban a introducir un millón de robots dentro en tres años para remplazar el trabajo humano.

En palabras del fundador del Foro, Klaus Schwab, sensiblemente más cauto, estamos al borde de una revolución tecnológica que fundamentalmente va a alterar nuestra forma de vivir, trabajar y relacionarnos. En su escala, el alcance y la complejidad, la transformación será diferente de todo el género humano ha experimentado antes. Todavía no sabemos exactamente cómo va a desarrollarse, pero una cosa es clara: la respuesta a la misma debe ser integrada e integral, involucrando a todos los actores de la política mundial, de los sectores público y privado a la academia y la sociedad civil.
La gran pregunta que cabe hacerse ante este panorama social sombrío es si urge a darse prisa. Si hay dislocaciones sociales masivas ¿qué hacer? ¿"fumigarlas" directamente?


domingo, 24 de enero de 2016

Los nuevos zocos

A la espera de las conclusiones del Foro de Davos y el encaje de sus grandilocuentes, "buenistas" y efímeros discursos con, por ejemplo, la simultánea reunión en París para analizar cómo se enfocaría la difícil situación actual desde una mayoría de gobiernos de izquierda en Europa, bueno es tomar aire e intentar evadirse con temas de poca trascendencia.

A poco que uno se mueva por esos mundos, incluyendo los movimientos llamados "domésticos" (que, por cierto, no son el viaje desde la salita al dormitorio de la domus, la casa familiar), descubrirá que los aeropuertos, que hasta hace pocas fechas eran lugares con un cierto magnetismo (por el trasiego de gente, las emociones contenidas entre quienes marchan o llegan, el mosaico diverso de personas, las perennes prisas,...), se están convirtiendo, por un lado, en recintos peligrosísimos, en los que una simple sonrisa a destiempo, un guiño o una mirada de reojo puede desencadenar toda una tormenta en el numerosísimo personal de seguridad (?) que pulula, con y sin uniforme, por doquier. Y no digamos si a alguien se le ocurre decir en voz alta un inocente chiste que alguien interpreta que es sobre la seguridad …

¿No estaremos perdiendo el norte? Sí, sí, ya sabemos que las “normas de seguridad” a las que estamos sometidos aún son motivo permanente de debate sobre su legitimidad o no, pero, intenta decírselo al guardia de seguridad que te hace volver sobre tus pasos, quitarte el cinturón de plástico (pese a que, como es natural, no ha producido ningún pitido), depositarlo mansamente en el scanner y volver a pasar bajo el arco. Y luego recupera tus enseres, que esa es otra. La línea aérea o la terminal que patente un checklist para viajeros, se forra, porque lo que está claro es que siempre olvidas algo: ordenador portátil aparte con la batería cargada, que funcione (al que suscribe le costó en una ocasión Dios y ayuda convencer al empleado de seguridad de turno que una batería adicional de ordenador que llevaba era justamente eso: una bateriá de PC y no ningún artilugio que la fértil imaginación del probo empleado suponía) y solito en una bandeja mugrienta; por otro lado, a saber: monedas, relojes, anillos, teléfonos móviles, líquidos, la chaqueta, los zapatos, medicamentos, peligrosos bolígrafos, toallitas húmedas, ….todo ello en otras bandejas que también muestran “heridas de guerra” en su superficie en forma de trozos de etiquetas sucias adheridos, rincones pringosos, etc. Eso sí, el enojoso y lento trámite iguala a los viajeros de business y al resto de los mortales cuando ves que en la dichosa bolsita para líquidos, el encopetado y tirante viajero de clase business exhibe orgulloso que la marca de su colonia y champú coinciden con el nombre de una cadena de hoteles o que el dentífrico aún tiene visible la pegatina de “cortesía de …”
No usual pero normal
Y luego, una vez se ha conseguido superar el examen/inspección/registro de seguridad, facturado lo facturable, y ya camino de la puerta de embarque para entrar al avión, está el bonito juego de hacer entender a algunos/as que las matemáticas son ciencias exactas y que no cuela eso de que “un sólo bulto” no es exactamente igual que una maleta de dudosas dimensiones más un maletín de ordenador más una bolsa de trajes más un bolso rígido al hombro con vete a saber qué adminículos.

Dejamos para mejor ocasión el apasionante mundo de los trámites de conexión entre vuelos, los vericuetos que siguen los equipajes desde que uno los deposita cuidadosamente en el mostrador de embarque hasta que los recoge (o no) en una cinta cansina y tardía, que siempre es la más alejada de la puerta de desembarque.




miércoles, 20 de enero de 2016

Éramos pocos….



Se confirma, o al menos todos los datos lo apuntan: nos esperan unos años en los que no ganaremos para sobresaltos, o sea, como estos últimos tiempos sin ir más lejos, pero anunciándonoslo ya para que no nos coja por sorpresa. Y no hablamos del sainete en que se está convirtiendo nuestra política doméstica (cuyo (pen)último acto, sobre el que no nos pronunciamos y que sólo mencionamos por lo que tiene de incoherente, es el de que cuatro formaciones anunciadas como tales por el Ministerio del Interior en la noche electoral, convocados en la rueda de consultas del Rey – que algo informado estará, digo yo – como cuatro formaciones políticas diferentes, la Mesa del Congreso discrepa y sólo les reconoce el derecho a un único grupo parlamentario), sino a las voces que vienen de fuera y que nos provocan cierto desasosiego solo oírlas.

En la entrada anterior a esta de este blog nos hacíamos eco de los negros nubarrones en el futuro económico inmediato que pronosticaba el Royal Bank of Scotia (RBS) en una nota a sus clientes. En tanto el RBS es una entidad privada, cabía pensar que su opinión podía pecar de parcial y que no debía tomarse demasiado en serio; el problema es que los acontecimientos se suceden a una velocidad de vértigo y corroboran el Principio de McGregor, ese que asegura que Murphy era un optimista. Nos referimos, claro, a sendos informes, casi simultáneos, divulgados estos días por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y por la Organización Internacional del Trabajo (OIT)

Respecto del primero, es cierto que, según informa el World Economic Outlook, boletín informativo del Fondo Monetario Internacional, la economía mundial crecerá este año y el próximo a mayor ritmo que en 2015. Sin embargo, no alcanzará los resultados previstos previamente "debido a los riesgos en los mercados emergentes"[1], es decir, que el FMI ha pronosticado un crecimiento del Producto Interior Bruto mundial del 3,4 por ciento para el año 2016 y del 3,6 por ciento para 2017, pero ha rebajado un 0,2 sus previsiones para ambos ejercicios. En definitiva, para el FMI, la desaceleración en China, el fortalecimiento del dólar estadounidense, los precios de las materias primas (el petróleo) bajos y las tensiones geopolíticas son algunos de los principales factores de riesgo para la economía global.

Reproducimos a continuación  el cuadro resumen del informe:
C:\Users\GBhatt\AppData\Local\Microsoft\Windows\Temporary Internet Files\Content.Outlook\ZCNPDUIX\weo_tble_012016.jpg

De los factores citados, no profundizaremos en el caso de China aunque sí en el resto que cita el informe de la organización. En cuanto al precio de las materias primas, lo considera un "viaje lleno de baches" ya que, como anunciaba el RBS, un nuevo descenso de esos precios puede empeorar las perspectivas ya frágiles de los productores pese a que pueda impulsar la demanda de los importadores. En palabras de Maurice Obstfeld, consejero económico y director de investigación del FMI, "Hay mucha incertidumbre ahí y creo que eso contribuye a la volatilidad. Podemos estar en un viaje lleno de baches este año, sobre todo en el caso de los países emergentes y en desarrollo".

En lo tocante a la tensión geopolítica, uno de los riesgos más importantes, según el FMI, es una "escalada de las tensiones geopolíticas actuales en una serie de regiones, lo que puede afectar a la confianza y perturbar el comercio mundial, los flujos financieros y el turismo. Nuevos choques económicos o políticos en los países que actualmente ya experimentan dificultades económicas podrían hacer descarrilar[2] sus planes de aceleración", advierte el comunicado.

En cuanto al dólar, como divisa de referencia, asevera el informe que "una mayor apreciación del dólar y un endurecimiento de las condiciones financieras globales, que podrían aumentar la vulnerabilidad de los mercados emergentes, pueden crear efectos adversos sobre los balances corporativos y aumentar los problemas de financiación para aquellas corporaciones que dependen del dólar por lo que destaca que el fortalecimiento de su moneda nacional es uno de los principales riesgos no solo para EE.UU., sino también para toda la economía mundial. 

No hace falta puntualizar la evidencia de la dependencia de la economía española de la evolución de la economía mundial habida cuenta de la relación entre la cacareada “recuperación” y aspectos tales como la iniciativa del BCE para con la Deuda, la bajada del precio del crudo,… , dicho sea sin ánimo de crítica.

Pero, por si no hubiera suficiente con el RBS y el FMI, se descuelga la OIT con un jugoso informe que no ayuda, precisamente, a combatir ese sentimiento de depresión y pesimismo que empieza a apoderarse de nosotros.

En efecto, la OIT ha publicado su informe World employment and social outlook (Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo, del que también han editado un resumen en español) que indica que la desaceleración del crecimiento económico mundial en el 2015, debido al pinchazo de los países emergentes, ha dejado un rastro de desempleo que ha alcanzado a cerca de un millón de personas en todo el mundo; el año pasado ha terminado con casi 200 millones de parados en el planeta, un millón más que el año pasado y 27 millones más que antes de la crisis y el efecto negativo se va a mantener este año y el próximo por lo que la OIT pronostica 3,4 millones de parados más en los dos próximos años: 2,3 millones en el 2016 y 1,1 millones en el 2017.

Según el informe, sólo EEUU y los países el centro y norte de Europa van a poder presentar datos positivos en el mundo laboral, en niveles de empleo de antes de la crisis, ya que el sur de Europa, en donde aún colea la recesión, se mantendrán tasas altas de paro.

La OIT alerta sobre el empleo vulnerable, que alcanza al 46% de la población mundial, la mayoría por cuenta propia o familiar, mal pagado y sin protección social. La previsión es que en los dos próximos años aumenten este tipo de subempleo, sobre todo en las economías emergentes, y que se haga más temporal y más involuntario; una buena parte de la población se encuentra en la disyuntiva de tener empleo pero ser pobre.
Cuando gran parte de los gobiernos dan por concluida la crisis originada en el 2008, la OIT recomienda aplicar medidas distintas a las conocidas en vista de que se platean nuevas amenazas al crecimiento. "Es probable", dice el informe, "que la bajada de los precios de las materias primas empeore la situación fiscal de los países exportadores, pero unos recortes del gasto a gran escala de estas economías tendrá repercusiones negativas a escala mundial, empeorando las perspectivas del mercado laboral".

Este organismo sugiere que las reformas financieras garanticen que los bancos presten dinero a la economía real y que se aproveche esta etapa de bajos tipos de interés para financiar infraestructuras que creen empleo y tengan costes mínimos para el erario.

¿Y España? 
El informe incluye un apartado sobre España en el que se especifica que "se espera una modesta mejora de la tasa de desempleo en España durante 2016, aunque aún quedan muchos desafíos que afrontar".

El informe recuerda que en 2015 la tasa de desempleo para personas mayores de 16 años en España disminuyó en 2 puntos porcentuales hasta situarse en el 22,4% y, de acuerdo a las proyecciones de la OIT, se espera que esta tendencia a la baja continúe durante los años 2016 y 2017, alcanzando un 21,5 % en 2016 y un 21,3 % en 2017.

Sin embargo, las proyecciones para el crecimiento del empleo son bien pesimistas, dado que la OIT estima que será del 0,9 % en 2016 y que será nulo en 2017, mientras que fue del 1,8% en 2015.

Por otro lado, el informe advierte que el desempleo juvenil sigue siendo elevado: por encima del 63% para jóvenes entre 16 y 19 años y del 42% para lo que están entre 20 y 24 años, por lo que "dada la tendencia observada en la tasa de desempleo en los últimos años, el país tardará al menos 10 años en volver a los niveles de antes de la crisis". Los economistas de la OIT alertan, además, que la recuperación del empleo observada hasta la fecha se ha basado, esencialmente en contratos temporales. "Uno de los principales problemas del mercado laboral español es que en muchos casos con contratos cortos, a veces empleos temporales de una semana. En junio se supo que uno de cada cuatro contratos que se firmaba dura una semana o menos. En España se da desde hace ya muchos años una situación en que más o menos la tercera parte de aquellos que tienen un trabajo lo tienen en situaciones de cierta precariedad, con empleos temporales, o empleos también a tiempo parcial".

El informe alerta del elevado número de familias en riesgo de situarse por debajo del umbral de pobreza, una cifra que aumenta: del 27,3% de la población en 2013 al 29,2% en 2014[3]. "El elevado porcentaje de trabajadores pobres en España es muy preocupante y hay que destacar que ese aumento es más importante que en la media de los países europeos".



¿Más comentarios?
Pues quizá sí; en el Foro Económico de Davos que se inicia hoy (habrá que estar atento a su evolución estos dias), el tema estrella es que la automatización y robotización de los procesos industriales provocará en los próximos años que unos 5 millones de trabajadores pasen a engrosar las listas del paro en los países industralizados. Como contrapartida a este jarro de agua fría, el citado Maurice Obstfeld, del FMI, apunta en las conversaciones previas del Foro que debe lucharse contra el crecimiento de la desigualdad "antes de que pase de ser un problema social a uno de la economía.
Ya lo dijo bien, a su forma, Atahualpa Yupanqui, hace décadas: "El estanciero presume / de gauchismo y arrogancia; / él cree que es extravagancia / que su peòn viva mejor / mas no sabe ese señor / que por su peón tiene estancia" (en donde 2estanciero" equivale a "hacendado" ya que una estancia es una hacienda agrícola o ganadera)


[1] "Los riesgos para las perspectivas mundiales, perspectivas que siguen tendiendo a la baja, están vinculados a los actuales ajustes en la economía global: una desaceleración generalizada en las economías emergentes, un reequilibrio en China, los bajos precios de las materias primas y la salida gradual de las condiciones monetarias extraordinariamente cómodas en EE.UU. Si no se gestionan con éxito estos desafíos clave, el crecimiento global podría descarrilar",
[2] La importancia de las palabras en los documentos oficiales: el uso del vocablo “descarrilar” indica estadísticamente, analizando textos históricos, una preocupación rayana en el pánico.
[3] Son datos objetivos y no, como sostienen “ilustres” tertulianos, informaciones para atacar al gobierno.

domingo, 17 de enero de 2016

¡Que viene el lobo!



Las casualidades, a veces, hacen que se produzcan convergencias temáticas curiosas en un mismo período de tiempo. En el último post de este blog hacíamos una reflexión, casi rayana en el divertimento, sobre el no-paralelismo efectivo entre la Bolsa y la economía real, sin ningún rigor analítico, referido sólo a España y sólo como pensamiento superficial. Sin embargo, un buen amigo (gracias, Jaime) nos hizo notar que, justamente por esas fechas, se estaban lanzando avisos casi apocalípticos desde entidades financieras del Reino Unido acerca de la inminencia de una crisis ante la cual la que se inició en el 2008  y que estamos aun sufriendo quedaría en pañales en una correlación  perversa entre la evolución de los índices de las Bolsas de todo el mundo y la macroeconomía.


Efectivamente, según recogen los medios de comunicación británicos (y algunos, pocos, españoles) esta misma semana, entre otros, The TelegraphThe Guardian, la reputada entidad financiera Royal Bank of Scotland (RBS, que junto con el National Westminster Bank y el Ulster Bank forma el Royal Bank of Scotland Group. El  RBS tiene unas 700 sucursales de banca minorista - en un mapa bancario financiero y de servicios que no se parece en nada al español  - principalmente en Escocia pero también en Inglaterra y Gales), la misma que se atrevió a predecir que se avecinaba la actual crisis, ha advertido que los mercados muestran unas señales de alerta similares a las de los meses anteriores al colapso de Lehman Brothers, en 2008.


El jefe del crédito de RBS, Andrew Roberts, prevé que Wall Street y las bolsas europeas pierdan este año entre el 10 % y el 20 % y vaticina que los precios del petróleo Brent seguirán bajando, hasta alcanzar incluso el umbral de 16 dólares por barril, algo que no se ha visto desde 1999.


El RBS lanzó sus primeras advertencias en noviembre; sin embargo, los acontecimientos han evolucionado más rápido de lo esperado (basta pensar que el índice de la Bosa española, el Ibex 35, ya acumula en lo que va de año unas pérdidas superiores al 10 %). Así, el banco británico, como dato de referencia, estima que la economía estadounidense se ralentizará a una tasa de crecimiento de 0,5 % en el primer cuatrimestre.


No obstante, la entidad financiera advierte que el epicentro de la tensión global es China, cuya expansión, estimulada por la deuda, ha alcanzado su punto de saturación. De este modo, el país asiático se enfrenta a una fuga de capitales masiva y necesita que su moneda tenga un valor "considerablemente más bajo", por lo que en una  Nota a sus clientes, el banco les aconseja: "Venda todo lo que tenga invertido en Bolsa excepto los bonos de alta calidad y hágalo rápido porque en una sala llena de gente, las puertas de salida siempre son pequeñas” toda vez que, augura, ya el año 2016 "será catastrófico".


La desaceleración económica de China y, consecuentemente, una menor demanda global de crudo, ha provocado que los precios del petróleo se hayan desplomado por esa menor demanda y un exceso de oferta, especialmente por casos como el de Irán, que como ya “vuelve a ser un buen chico” podrá reiniciar las exportaciones cuando se levanten definitivamente las actuales sanciones[1] y porque la OPEP es reacia a reducir la producción para frenar la caída de los precios.


Vayamos por partes, porque corremos el riesgo de considerar que la situación en China y el caso del petróleo, aunque vinculados, son una misma cosa.  En cuanto a la primera, ciertamente los inversores se han asustado por los temores de una desaceleración severa de la economía china y una caída en el valor de su moneda, el yuan, lo que tiene su reflejo en el accidentado mercado de valores del país, a pesar de los intentos de las autoridades chinas para controlar la estampida. Las inversiones en China se han visto justificadas durante un tiempo por las bajas tasas de interés fuera de ella, las medidas de estímulo de los bancos centrales, y las esperanzas de recuperación económica global. A corto plazo, sin embargo, habrá que estar atento a la previsible decisión de la Reserva Federal de subir los tipos, decisión a la que sumaría el Banco de Inglaterra, lo que, si se produce, además, quitaría atractivo a destinar las inversiones a la China. Pero tampoco hay que darle tanta importancia para el pequeño inversionista, ya que la nota del RBS no hace más que poner al día el viejo consejo, a menudo olvidado, de que invertir en renta variable y en valores sustentados en el crédito (¿a quién?) suele ser muy peligroso.

Y no olvidemos que en estos embrollos no puede descartarse la aparición de la Ley de Murphy en forma de "daños colaterales" y ya se habla de la posibilidad de una guerra de divisas. En efecto, en opinión de los analistas de Bloomberg es un riesgo no descartable ya que "el fortalecimiento del yen y del euro activaría la política del llamado estímulo monetario en Japón y en Europa" mientras se vuelve más evidente la tensión en la economía china.
Mientras tanto, la política monetaria de Estados Unidos se ha estancado en medio de señales de que la economía estadounidense no puede quedar indemne ante una desaceleración en China. Eso es, precisamente,"lo que está pesando sobre el dólar, lo que, a su vez, obstaculiza los objetivos económicos del Banco de Japón y del Banco Central de Europa, que se benefician cuando sus monedas se deprecian".



Otra cosa muy diferente es el tema del crudo, que se ha de tomar con pinzas. Es indiscutible que la rebaja del precio del petróleo puede beneficiar, en principio, a los países importadores y que el alza en paralelo del valor del dólar, divisa de referencia en las transacciones con esa materia prima, no perjudica esa mejora. Pero ¿qué ocurre con las potencias exportadoras? Hay que recordar que, en general, los presupuestos de la mayoría de países se habían elaborado para unos precios de crudo de entre 50 y 60 dólares por barril y, por ejemplo, Morgan Stanley ha dicho que el precio podría caer a 20 dólares por barril, e incluso Standard Chartered ha pronosticado un tobogán aún mayor, hasta un mínimo de 10 dólares, argumentando para ello que "los precios se mueven casi en su totalidad por los flujos financieros causados ​​por las fluctuaciones en los precios de otros activos, incluidos los mercados del dólar y de renta variable de Estados Unidos”. Lo cierto es que, con la evolución actual, se salvan del colapso (por ahora) Arabia Saudita, Iraq e Irán, y las demás productoras tienen auténticos problemas: Venezuela ha decretado emergencia nacional, Rusia ha anunciado una reducción del 10 % en su presupuesto nacional (excepto Defensa), EEUU no ha anunciado medidas aún[2], Qatar, directamente afectada, no ha dicho ni pio (¿peligran sus inversiones en España?), etc.
 

Por cierto, que RBS no es la única voz negativa sobre el momento actual. Con él coincide también UBS, y los analistas de JP Morgan han asesorado a clientes para vender acciones.

Un último apunte de perfil casero. No tienen desperdicio las páginas (26 a 30) que la Nota a sus clientes del RBS dedica a España como destino de inversiones, de alto (casi único) análisis político. Exceptuando que el análisis está confeccionado sobre la hipótesis de elecciones en Catalunya en marzo, que no se harán, el resto de aspectos que contiene mantienen su validez y su atención (aunque con matices, naturalmente)





[1] Hay que pensar que forma parte de esta estrategia el hecho de que Irán tiene en estudio la construcción de refinerías fuera de su territorio (se habla, incluso, de España, junto con inversores españoles) para dar salida a sus excedentes y facilitar su comercialización. 

[2] Algo positivo en este guirigay: en EEUU se está replanteando la continuidad del fracking, inviable económicamente en este escenario de precios. Eso sí se pasa de puntillas sobre la agresión al medio ambiente que representa y sobre sus efectos negativos en la salud de la población