domingo, 14 de abril de 2019

In memoriam Neus Català


Casi coincidiendo con la conmemoración del 14 de abril, día de la República, un día antes, nos ha dejado Neus Català, una figura señera en la lucha y la resistencia ante los regímenes totalitarios, desde el fraquismo, que la hizo huir de España cuando ya la ocupaban las tropas que ella siempre llamó rebeldes y nunca nacionales hasta el nazismo, que la hizo prisionera de sus campos de exterminio, de donde fue liberada al final de la Segunda Guerra Mundial para seguir luchando desde Francia contra el franquismo.

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Se pueden extraer a vuela pluma algunas conclusiones de su muerte, además de lamentarla: por razones que serían muy complejas de analizar pero que, cuando menos, hacen pensar, su figura fue sólo reconocida en Catalunya, no en el Estado Español: la Generalitat la galardonó con la Cruz de San Jordi en el año 2005 y, posteriormente, fue escogida Catalana del Año en el 2006 por su defensa de la memoria de las más de 92.000 mujeres que fallecieron en campo de concentración de Ravensbrück. En 2014, el Ayuntamiento de Barcelona le otorgó la Medalla de Oro al Mérito Cívico como reconocimiento por su tarea de preservación de la memoria histórica, la lucha antifascista y la defensa de los derechos de las mujeres. En el año 2015 recibió la Medalla de Oro de la Generalitat por su lucha por la justicia y las libertades democráticas, la memoria de los deportados y deportadas a los campos de exterminio nazi, y la defensa de los derechos humanos.

A raíz de esta diferencia en el ámbito de los reconocimientos (he oído a algún analista decir que eso "es comprensible porque el nazismo fue derrotado en Alemania, el fascismo lo fue en Italia pero el franquismo no sólo ganó en España sino que tejió los mimbres del actual Estado Español"), una anécdota: sólo la Televisión pública de Catalunya, TV3, abrió los informativos con la noticia de su traspaso mientras que para otros medios fue una noticia "de relleno" y otros, simplemente la ignoraron. Y, como quiera que Neus Català, el 1 de octubre de 2017, participó en el referéndum de independencia de Cataluña, no ha faltado algún descerebrado (siendo benévolo en el calificativo) que ha reaccionado en las Redes (sin que la Fiscalía, por cierto, aprecie delito de odio ni que se "rasguen las vestiduras" quienes, por mucho menos de otro signo, arman una escandalera mediática) con un miserable (siendo también benévolo) "Una independentista menos"

Para finalizar esta brevísima semblanza, reproducimos a continuación, sin ningún comentario adicional, el artículo que el periodista Domingo Marchena ha publicado sobre el tema en el diario La Vanguardia, de Barcelona:


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Neus Català: la presa que ganó a Hitler

Muere a los 103 años la última superviviente del campo nazi de Ravensbrück

La memoria de Neus Català , que ha fallecido a los 103 años, es hoy desgraciadamente más necesaria que nunca. Superviviente del horror nazi, la llama de esta luchadora antifascista se apagó ayer para siempre en el geriátrico de Guiamets, el pueblo de la comarca tarraconense de El Priorat donde nació en 1915. Su adiós se produce cuando aún resuenan los ecos por la burla que unos descerebrados realizaron de la imagen de Ana Frank en un campo de fútbol.

Hay cosas con las que no se puede bromear, decía siempre Neus Català. Quienes quieran acercarse a su legado tienen a su alcance libros como Testimoni d’una supervivent, coeditado por la Generalitat, o Cenizas en el cielo: una historia de solidaridad, coraje y supervivencia (Roca editorial), de Carme Martín, que noveló los recuerdos de esta figura inquebrantable. Sin quitarle ni un ápice de mérito a la escritora, el lector coincidirá en que debe haber muy pocas vidas más novelescas y épicas que esta.

Hija de campesinos, vinculada desde muy joven a las Joventuts Socialistes Unificades de Catalunya, tuvo que huir a Francia como tantas otras republicanas en 1939. Ella no lo hizo sola, sino con 180 huérfanos que estaban a su cuidado en una casa de colonias, Las Acacias, de Premià de Dalt. Ese detalle refleja la generosidad que marcó toda su existencia. Al otro lado de la frontera, conoció a su futura pareja, Albert Roger, con quien pudo convivir muy poco. Ambos se unieron al maquis y fueron detenidos por la Gestapo.

Ella acabó, entre otros campos nazis, en el de Ravensbrück; él, en el de Bergen-Belsen. En 1945 los dos fueron liberados en estado crítico: Neus Català pudo recuperarse, él no: fue uno de los miles y miles de prisioneros que murieron días después de que los aliados descubrieran el horror de las fábricas de la muerte.

En Ravensbrück, Neus coincidió con Mercè Núñez Targa (1911-1986), que también nos ha legado un testimonio conmovedor sobre Ravensbrück, El carretó dels gossos (Edicions 62). Quizá esta obra no tenga la fuerza literaria de Si esto es un hombre, del italiano Primo Levi (1919-1987). O de cualquiera de los títulos del húngaro Imre Kertész (1929-2016) o del español Jorge Semprún (1923-2011), entre otros supervivientes de la barbarie, pero gracias a mujeres como ella o como la propia Neus Català sabemos que hay seres humanos que jamás renuncian a sus ideales.

Tratada como mano de obra esclava, Neus fue la presa 27.534 en Ravensbrück y la 50.446 en Holleischen. Obligada a trabajar en la industria de guerra hitleriana, formó un comando clandestino que boicoteaba la fabricación de armas. Cada bomba que no explotaba, cada bala que se encasquillaba, era una victoria. Todas sabían que se jugaban la vida. Si las hubieran pillado, las hubieran matado en el acto o algo todavía peor. Pero pese a ello, nunca cejaron en su empeño y se convirtieron en una pesadilla para la Wehrmacht justo cuando más necesitada estaba de refuerzos.

Presidenta de la Amical de Ravensbrück, recibió numerosos premios y reconocimientos a lo largo de su vida. Creu de Sant Jordi, medalla de oro del Ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat, los homenajes que más le gustaban eran el silencio y la atención con que los escolares la escuchaban cuando acudía a explicar su historia en alguno de los muchos colegios que visitó. Una vez explicó que, cuando se marchaba de una de estas conferencias, una niña se refirió a ella como “la mujer que derrotó a Hitler”.

Que la tierra te sea leve, Neus.




1 comentario:

  1. Lamentablemente y como has oído a algún analista decir solo se comprenden ciertos hechos porque efectivamente "el nazismo fue derrotado en Alemania, el fascismo lo fue en Italia pero el franquismo no sólo ganó en España sino que tejió los mimbres del actual Estado Español".
    Y sonará mal, pero como si no, se explica que no sea posible para el poderoso Reino de las Españas quitarle las medallas y el dinero que conllevan al nuevamente tapado Billy el Niño.
    Como es posible tal diferencia de trato entre vencedores y vencidos.
    Efectivamente te confirmo que para los que habitamos allende Cataluña la muerte de Neus fue solo una noticia en el mejor de los casos "de relleno" cuando no ignorada.
    Debe ser que la Memoria Hiastorica esa es selectiva ¿no?.

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