viernes, 14 de junio de 2013

Messi y otros excesos

Ha saltado como una bomba en todos los medios de comunicación la noticia de la querella que ha presentado la fiscalía contra el futbolista Lionel Messi por un presunto delito de fraude fiscal, y debe admitirse que, más allá del posible morbo a favor o en contra, el hecho ofrece diversos puntos de vista.

El primero, el puramente fiscal debe de aplaudirse, se trate de quien se trate el cogido en falta porque demuestra la voluntad de luchar contra uno de los orígenes de esta crisis como es el "disimulo" de ingresos. De ahí, sin embargo, a creer a pie juntillas lo que dicen los voceros oficiales de que estos casos salen a la luz porque "la Ley es igual para todos" hay un trecho (¿Y los Millet, Bárcenas, Camps, Urdangarín y su entorno, ... ? ¿Seguimos? ¿No están dentro de esos "todos"? que se citan)

El segundo punto de vista es el detectado de los intoxicadores profesionales, que se han apresurado a esparcir su ponzoña en todas direcciones de forma que un caso que conviene investigar y sobre el que es necesario exigir responsabilidades se use para ensuciar (una vez más) el nombre del club en el que milita el investigado, toda Catalunya y, por supuesto, "los catalanes" sin distinción.

Hay un último matiz que resulta llamativo sobre todo este asunto y es el comprobar cómo mudan muchos tertulianos sus "acendradas convicciones" en función de la brisa que sopla: resulta que, hasta anteayer, uno de los dardos recurrentes de esos comentaristas (imparciales, faltaría más) para erosionar la figura de quien está considerado uno de los mejores futbolistas de la historia y una persona humilde y sensible, era su monotema futbolístico, sin que nadie de ellos le atribuyera suficiente criterio para nada ajeno al juego. ¿Cómo pueden presentarlo ahora, esos mismos tertulianos, poco menos que con rabo y cuernos, instigador de una trama económico/fiscal tan compleja como se ha publicado?

Para acabar, y relacionado de refilón con el tema, quizá sea momento de recordar que hace cuatro años publicó el Gafi un documentado informe llamado Blanqueo de capitales a través del sector del fútbol (Money Laundering through the Football Sector) cuyo original en inglés puede consultarse clicando aquí.
 Curiosamente, aparte del aplauso de los estudiosos y expertos en estos temas oscuros por la iniciativa, la reacción de algunos sesudos comentaristas/tertulianos/analistas en medios de ámbito nacional fué la de airado enojo por "intentar acabar con los clubes de la capital", a la sazón inmersos en vistosas operaciones de intermediación en jugadores del tipo de las citadas en el informe y, dicho sea de paso, absolutamente legales. Y es que el mezclar el deporte/pasión con la cotidianidad produce monstruos, como los sueños de la razón, de Goya.

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