martes, 28 de agosto de 2012

Las serpientes de verano


¿Qué pasa cuando no pasa nada?….. y Chavela Vargas

De todos es sabido que, en ambientes periodísticos, el verano es una época en la que tradicionalmente se origina un cierto relajo en el frenesí cotidiano de noticias y se aplica una cierta sordina a la actualidad con el fin, no confesado, de no perturbar en demasía el descanso del personal.
Esta situación ha propiciado frecuentemente la aparición en los medios de algunas pseudo noticias, generalmente intrascendentes aunque convenientemente amplificadas y prolongadas en el tiempo para cubrir espacio, en minutos o papel, en esos medios; eso era lo que se conoce como serpiente de verano, que era buscada amablemente por el lector/oyente/televidente para estar al día sabiendo que era la forma perfecta para no estarlo.

Este año, sin embargo, no ha habido ocasión de diseñar serpiente alguna toda vez que la situación por la que atravesamos nos mantiene ojo avizor sean o no vacaciones, y así, registrando cosas que han sucedido en este mes de agosto, debe empezarse, quizá, por una pérdida: a primeros de mes nos dejó la gran Chavela Vargas. Y alguien pensará: ¿Chavela Vargas en un blog de management? Pues sí, con todo merecimiento, si consideramos el valor de caer y volver a levantarse después de cada caída, pese a que no pueda decirse realmente que fuera una figura ejemplarizante. El personaje protagonizó uno por uno todos los excesos, nunca ocultó ninguna debilidad ni buscó excusas ni culpables para ellas, pero, al final fue icono por su tenacidad, sinceridad y fortaleza…. reconocida incluso por sus detractores.

Sirva como homenaje y recuerdo una de sus últimas actuaciones en Madrid, ya con casi 90 añitos de nada, pinchando aquí.

Sin tiempo para digerir la ausencia de Chavela, nos desayunamos con una inadvertida y encomiable lección de respeto que, curiosamente, sólo se conoció en España y para los televidentes de un determinado canal televisivo. Resulta que, tras la primera proeza de las tres con que nos ha regalado Usain Bolt en estas olimpiadas, la periodista de TVE le estaba haciendo las, por fuerza, mismas cansinas y tópicas preguntas que se ven obligados a hacer los reporteros con carácter de urgencia; de repente, Bolt, con amabilidad pero con firmeza, le exige silencio a la periodista para respetar el himno que sonaba en ese momento, que, dicho sea de paso, ni era el de su país ni correspondía a pruebas en las que participara el atleta. Sólo después de finalizar el himno volvió a ponerse a disposición de la entrevistadora para continuar la serie de preguntas. ¿Es o no es una lección de respeto?

Los días siguientes son aquellos en los que, hablando de serpientes de verano, la posible culebrilla se convierte en anaconda y es que se precipitan algunas noticias que, si cada una por sí misma llama la atención, el unirlas en una misma reflexión poliédrica llega a poner los pelos de punta.

La primera es que, con la premura de iniciar las vacaciones, el gobierno ha olvidado tratar en Consejo de Ministros la prórroga (o no) de la prestación conocida como Prepara, que consiste en el último recurso, por 400 euros mensuales, de que disponen los parados de larga duración que han agotado todas las ayudas posibles. Ni que decir tiene que este hecho ha sido tratado por el partido que sustenta al gobierno con su habitual sensibilidad al tacharlo como la ayuda a los parados de Zapatero, que, si ha sido expresado de forma consciente, demuestra un grado de estulticia considerable. Posteriormente ha matizado las declaraciones en el sentido de poner en duda la conveniencia de la prórroga porque se ha demostrado que esa ayuda no sirve para encontrar trabajo. No es un tema que admita frivolidades: cuando, según hace público el Ministerio, hay 200.000 personas cuyos ingresos son solamente este subsidio, cualquier “ocurrencia retórica” pronunciada con ánimo partidista y como befa del adversario, resulta hiriente y, seguramente, define a quien la dice. Sólo por curiosidad: ¿sabe el señor portavoz del partido lo que es estar dos años  en el paro sin encontrar trabajo? ¿sabe lo que es que se agoten todas las ayudas y siga sin encontrarse empleo? ¿sabe lo que es presumir que, a veces, por algo tan natural como la edad, NUNCA se encontrará trabajo? ¿desconoce, tal vez, que el primer requisito para encontrar trabajo es, precisamente, que existan vacantes? ¿ha olvidado que su partido, en el gobierno, no ha tomado ni una sola medida para la reactivación de la economía y del empleo? Claro que, seguramente, sigue los pasos de su jefe de filas cuando insulta al colectivo afirmando que rebaja el montante del subsidio porque así alienta la búsqueda de empleo…
Y el gobierno, de vacaciones.

Pero no todo han de ser malas noticias: mira por dónde, Goldman Sachs ha hecho público un estudio de la solvencia y viabilidad futura de la banca europea cuando amaine el actual chaparrón y todo indica que la pole de salida la copa en su totalidad la banca española, de la que se afirma que, tocho aparte, es la mejor gestionada de entre todas las entidades europeas. No, si será verdad lo que se decía de que el sector privado era infinitamente mejor que el público y que lo que realmente fallaba era éste. Si eso se confirma, viene también a confirmar en parte la creencia, cada vez más extendida y consolidada, de que la salida de la crisis estará protagonizada por el sector privado…. siempre que el público no siga poniendo palos en las ruedas y tome las oportunas medidas de aliento y apoyo.

Otra serpiente de verano especialmente delicada ha sido la acción del alcalde de Marinaleda encabezando el asalto a unos supermercados para “requisar” alimentos y “entregarlos a los pobres”. Como es natural, la acción ha merecido titulares de todo tipo en los medios, pasando por entrevistas a los protagonistas y sesudos editoriales en los periódicos de mayor difusión.
Hay que dejar claro que de ninguna manera es una acción para aplaudir,  particularmente cuando ya hay organizaciones que, callada y discretamente, casi sin publicidad, están llevando a cabo una encomiable labor en favor de los desfavorecidos llegando a acuerdos con supermercados y cadenas de alimentación para aprovechar alimentos en buen estado pero que están a punto de quedar fuera de la cadena de ventas.
El tema de fondo es otro y se reduce al error de considerar esta acción sólo desde el punto de vista policial. Es evidente que hay indignación general, disconformidad, manifiesto cabreo, rechazo razonado a muchas de las decisiones comunicadas a través de decretos, y eso no es un tema sólo de represión policial. Si se toman referencias con otras situaciones, lo que trasluce es una incomodidad creciente de la ciudadanía que, cuanto más se tarde en canalizar, peor se presenta el tratamiento. Ya no vale el sonsonete del gobierno de que “gobierna para todos los españoles” cuando, según encuestas oficiales, hay un 75 % de ciudadanos disconformes con las decisiones gubernamentales (y no sólo económicas). Conviene repetir que mayoría parlamentaria, en base al respaldo de un único partido político no tiene nada que ver con mayoría social.
No es un tema menor: de la disconformidad manifiesta y el desdén por ella a la instrumentalización de los disconformes va un trecho corto, y así se originan iniciativas anónimas, pero que tienen eco, como la reciente Ocupa el congreso, que esperemos que no prospere, por múltiples razones.

Final de una de las serpientes: el presidente de gobierno ha anunciado la prórroga del subsidio Prepara por otros seis meses, si bien anunciando el estudio de cambios en su aplicación. Habrá que ver lo que se cuece en los próximos decretos (que no leyes consensuadas) sobre el particular.

Cuando las cosas pasan lejos, parece que sus efectos nos llegan con menos intensidad que si nos son vecinas, lo que no les quita importancia. Y estos días ha ocurrido lejos una atrocidad seguida de otra de superior calibre que ha quedado, sin embargo, amortiguada por la primera. Recordaréis que en unas protestas de mineros de una mina de Sudáfrica, la policía ha abierto fuego contra los manifestantes y ha matado a más de treinta. No es momento de decidir si las protestas eran o no mayoritarias, si eran o no legítimas, y otros detalles (importantes, por supuesto) pero lo que no parece discutible es que la reacción de la policía ha sido desproporcionada. Pues bien, la segunda noticia, en ese escenario, es que la empresa minera amenaza con despedir de manera fulminante a quien no se reincorpore YA al trabajo. Sin más comentarios. ¿Necesita o no una revisión el modelo de sociedad que tenemos?



También nos ha dejado Scott McKenzie, del que se desconoce incluso su  apariencia física y solo conocemos su canción "San Francisco" que marcó una época con su llamada a lo que se conoció como el “Flower power”, antecesor del ecologismo y símbolo avant la lettre de los claveles portugueses en los fusiles durante, precisamente, la revolución de los claveles, que daba fin a la dictadura del país luso. Todo el mundo se queda con el sonsonete de “If you're going to San Francisco be sure to wear some flowers in your hair”  la letra de la canción  también dice “ All across the nation such a strange vibration People in motion There's a whole generation with a new explanation”. Casi lo mismo que ahora, en definitiva, esa extraña vibración colectiva, esa gente en movimiento, las nuevas generaciones que buscan respuestas….

Lo que no ha cambiado es que hay que acudir a los medios de comunicación extranjeros para saber lo que piensan nuestros dirigentes, que siguen sin informar si hay o no rescate (o como se llame), si dispondrán de 60, 100, 120 o 300.000 millones de euros, si es bancario o total, si….

Ánimo a todos en la rentrée.

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