jueves, 2 de octubre de 2014

La necesidad y la ética

Recientemente me ha llegado la noticia (curiosamente, me la han comunicado directamente) de aquellas que suelen pasar desapercibidas dentro del cúmulo de cosas de todo tipo con las que nos bombardean a diario pero que, en el fondo, si por la razón que sea te detienes a analizarla, da que pensar.

Resulta que una consultoría especializada en la búsqueda y selección de personal para terceros ha puesto en marcha una nueva rama de actividad consistente en el ofrecimiento de un servicio, no a sus clientes/empresa sino a los demandantes de empleo que acuden a ellos en respuesta a las ofertas que publican. En síntesis, el servicio que ofrecen es la mejora (?) del CV que les entrega el candidato, su inclusión en determinadas (y contadas) redes sociales y la propuesta de eliminar información negativa que pudiera haber en los buscadores.

Algunas reflexiones: estamos de acuerdo que la forma de redactar y presentar el CV es importante, y que no es igual informar en él, pongamos por caso "fui el responsable de la catástrofe del Prestige" que poner "durante mi mandato se produjo un vertido de crudo desde un barco que, de todas formas, se habría hundido" y luego está la interpretación que haga de esa información quien la lea, en cualquiera de sus formas (que de todo hay en la Viña del Señor). Pero si una empresa de selección ve la valía del candidato, ¿no es lógico que le asesore sin cargo para él en esos detalles? ¿O presentará a sabiendas a su empresa cliente un candidato peor por un simple detalle estético/administrativo?


No hace falta recordar que estamos en tiempos difíciles, que no son pocos los casos de paro de larga duración en profesionales de gran valía y que la desesperación induce a actos que, en situación de sensatez no serían ni siquiera bien vistos. Digo esto porque un parado al que se le ofrece un servicio CON COSTE que presuntamente mejora las oportunidades de encontrar empleo, y se le ofrece desde una empresa seria, que está, precisamente, canalizando una parte de las demandas laborales del mercado, puede considerar ventajoso hacer esa inversión, y hay que admitir que de ahí a jugar con la desmoralización e impotencia de la gente necesitada en beneficio propio, va un hilo sutil. No digo que sea el caso de esta empresa, sólo digo que son temas muy delicados que conviene analizar en todos sus extremos demostrando que cumplen un mínimo sentido de la ética.

En último extremo, vamos a suponer que esta empresa "ha hecho los deberes" y puede confirmar que su labor de "maquillaje" del CV se revela positiva, así como la extensión a las redes del mismo (la eliminación de antecedentes negativos creemos que es más compleja y no debe ceñirse a los datos a incorporar o no en un CV de búsqueda de empleo). En ese caso, cabe recordar las ancestrales costumbres (hoy olvidadas) del Japón tradicional, en el que el médico cobraba del paciente sólo si sanaba, y pensar que si la empresa está tan segura de la bondad del servicio, tanto como para hacer de él una rama autónoma de negocio, no es descabellado que lo ofrezca para cobrar sólo DESPUÉS de que el candidato encontrara un empleo que, con su CV antiguo, no hubiera encontrado. Otra cosa es alimentar la sospecha de que juegan con los necesitados en beneficio propio. ¿O no?

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