jueves, 2 de marzo de 2023

Knife o navaja.



Pocas canciones tienen una historia tan larga y rocambolesca como Mack the knife. De una ópera del siglo XVIII a la Alemania de Weimar, de ahí a Louis Armstrong y… La primera vez que apareció este personaje de este tema fue en La Ópera del Mendigo, una obra escrita por John Gay en 1728 y protagonizada por un bandolero llamado Macheath. Pero no fue hasta dos siglos más tarde, cuando el dramaturgo alemán Bertolt Brecht decidió hacer su adaptación, que el relato de la vida de este criminal empezó a popularizarse; Brecht la tituló La Ópera de los Tres Centavos y, en colaboración con el compositor Kurt Weill, actualizó el guión y la música para convertirla en una crítica marxista del mundo capitalista. Al personaje del bandolero Macheath le mantuvo el nombre, pero le dió el apodo de Mackie Messer (Mackie, el Navaja) a la vez que lo presentaba como más cruel y siniestro que el original. Brecht optó por escribir un Moritat, un tipo de canción medieval que relata un crimen, y que en este caso explicaba al público que se encontraba ante un auténtico hijo de puta con todas las letras. Para seguir la tradición de este tipo de baladas, la interpretaba, no el propio Macheath, sino un cantante callejero. El poeta escribió la letra en una sola noche, se la dio a Weill por la mañana y éste trajo la música al día siguiente. El musical fue un gran éxito, quizá el mayor del género durante la República de Weimar, la canción lo fue aún más, rara era la noche en que no sonaba en los cabarets. Sin embargo, con la llegada de los nazis al poder, Weill y Brecht huyeron y como tantas otras cosas la canción quedó relegada al olvido. Lo asombroso es que fuera rescatada dos décadas después en Estados Unidos, sobre todo porque el musical no había tenido eco alguno en el mundo anglosajón, quedando relegado a doce míseras representaciones en Londres. Pero, pese a que un productor la ofreció a varios artistas reconocidos, nadie quería hacerla, hasta que la propuesta llegó a Louis Armstrong, quien se entusiasmó tanto con el tema que, aparte de tocarlo con la trompeta, también lo quiso cantar. Al final la versión de Armstrong no fue la primera que se grabó, pues al enterarse de sus planes MGM sacó una versión instrumental del pianista Dick Hyman antes, lo cierto es que fue la que se usó como base a partir de entonces. Fue Bobby Darin quien la llevó al número uno en 1959 y la cantarían estrellas como Bing Crosby, Ella Fitzgerald o Frank Sinatra, que la empleó frecuentemente en sus últimos años de carrera para cerrar sus conciertos. En España la historia tendría un recorrido extra. Porque fue en Mack the knife en quien se fijó el dibujante Ivá para dar nombre a su famoso delincuente de cómic Makinavaja, a través de una versión muy dulcificada de José Guardiola (en uno de los tebeos un personaje canta una canción punk que es básicamente una traducción de la canción al castellano), y en el mundo latino, el músico panameño Rubén Blades fue quien hizo la versión en español con un Pedro Navaja delinquiendo a ritmo de salsa (pero no es lo mismo).





 

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