martes, 28 de enero de 2014

Emergencias, burbujas y otras lindezas

Para el espectador poco avisado de la actualidad económica global (que, al final, es la que marca la pauta de la situación en el mundo), puede causar asombro que la aparente repetición cíclica de problemas dinerarios en determinados países de nuestra cercanamente lejana América Latina tenga esta vez, al parecer, un mayor impacto en la estabilidad de la confortable Europa, dejando claro que nos referimos a la Europa macroeconómica y de ninguna forma a la Europa social, cada  vez más depauperada.
La primera reacción es culpar de esta novedad a la socorrida crisis, paño de lágrimas de todo lo que sucede, ya sea de índole política, social, laboral, económica o cualquier otra, pues ya se ve que esta crisis da para todo, empezando por el disimular manifiestas ineptitudes e incompetencias de unos y otros.

Sin embargo no debe olvidarse, sin tener que echar la vista demasiado atrás, que crisis de un solo país o zona, han impactado de manera importante en el devenir económico del resto, de modo que, además, las crisis que originaron reciben el nombre del país que las inició: de Japón, de México, de los "países tigre",...Hasta ahí, nada nuevo. Lo llamativo esta vez es la prevención con que se toman esos problemas sobrevenidos en países, por otra parte, con un peso poco representativo en el concierto mundial.

Quizá el miedo que suscita todo esto hoy es que empiezan a haber no pocas voces autorizadas que cuestionan sin disimulos el actual sistema, claramente dirigido por los países "ricos", y en que la anhelada igualdad con los países "pobres"no pasa de ser un espejismo alentado durante un tiempo por los países dirigentes en tanto se benefician de esa bonanza (y no hace falta decir que hablar de igualdad, no ya entre países, sino entre personas dentro de un mismo país, raya la utopía). Pero no parece descabellada esa hipótesis, a la vista de la evolución y situación actual de los hasta hace poco envidiados "países emergentes", con espectaculares caídas de sus índices de crecimiento, o simplemente, su valor en Bolsa: México, Brasil, India, Argentina, incluso la todopoderosa China,,,

Eso se ha de añadir a la estructura interna de alguno de estos países, como Argentina, con una economía sumergida realmente desbocada, y, lo que es peor, en esquemas productivos contagiosos a otros estados, de su entorno o no. (Queda al arbitrio de cada lector establecer o no paralelismos con situaciones conocidas)

Lo sintomático, con todo, es que la solución, hoy por hoy, está en las soluciones están más en manos de países como Estados Unidos o Alemania, en la medida de que mantengan o no la política de estímulos... o dejen caer la economía global para salvaguardar hoy sus intereses (mañana, ya se verá).

Silo que se busca, no obstante, es una solución duradera que conceda una razonable estabilidad en todos los países entre sí y dentro de cada país, se nos antoja que empieza a llegar el momento de abordar serenamente la validez de los sistemas actuales antes de llegar al nunca deseado punto de no retorno

No hay comentarios:

Publicar un comentario