lunes, 29 de diciembre de 2014

Una reflexión (entre muchas) al acabar el año



A primeros de este diciembre que se acaba, se publicó por el GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo), institución supranacional responsable de la creación y supervisión de las normas internacionales sobre la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, que había finalizado la evaluación a la que estaba sujeta España acerca del sistema que tiene implementado para la lucha contra estas amenazas globales.

En ese informe (que puede consultarse clicando aquí) se reconoce que España ha creado un sistema potente para combatir esos graves delitos, pero también se reclama la necesidad de mejorar en ciertas áreas clave. Durante el desarrollo de los trabajos encaminados a completar la evaluación, el GAFI  ha podido comprobar que España dispone actualmente de leyes, reglamentos e instituciones sólidas para la lucha contra este tipo de amenazas, lo que ha permitido lograr éxitos importantes en la investigación y enjuiciamiento de casos de blanqueo de capitales, si bien, las penas de prisión impuestas son bajas, según el informe.
Aunque las autoridades españolas han sido eficaces en la lucha contra la financiación de grupos terroristas, sigue habiendo deficiencias en la aplicación de las sanciones financieras específicas, para permitir la congelación de activos relacionados con el terrorismo.
Las medidas aplicadas por entidades financieras y fedatarios públicos, resultan muy decisivas en el sistema preventivo español, para prevenir el uso indebido de las empresas como vehículo para llevar a cabo estos delitos. Sin embargo, su aplicación en otros sectores es variable.

En el acto de presentación del informa, el día 5 de diciembre en París, el Presidente del GAFI, Roger Wilkins, dijo:
“Felicitamos a España en los progresos que ha realizado desde su Evaluación 2006. El gobierno español ha hecho grandes esfuerzos para actualizar sus leyes e instituciones para hacer frente al blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo. Esta evaluación del GAFI reconoce que, en general, su enfoque está funcionando. Pero, por supuesto, siempre hay algo más que hacer, y el GAFI ha puesto de relieve una serie de acciones prioritarias para España a tomar “.

Hay que decir que el GAFI, en la Evaluación sobre España, considera que dentro de las medidas adoptadas, la aplicación de la ley de supervisión financiera, supone la primera revisión integral de lucha contra el blanqueo de capitales y financiación del terrorismo de un país, y que es, además, el primer sistema en completar las Recomendaciones del GAFI revisadas y adoptadas en 2012. 

Viene a cuento en este punto resaltar algunos de los párrafos que expuso el citado Wilkins  unos días después, el día 18, con motivo de la celebración de los 325 años del GAFI: 

"En un mundo donde las fronteras son cada vez menos relevante, y donde hay menos restricciones a los movimientos de mercancías, capitales y personas, es critica la tarea de establecer y garantizar la aplicación uniforme y coherente de las normas en todo el mundo.
 Los países tienden a confundir la congelación y confiscación de activos de origen delictivo, y la congelación de los fondos y bienes de los terroristas. No son la misma cosa. Las sanciones financieras específicas bajo sus resoluciones no requieren ninguna prueba o sospecha de un delito predicado. Pero, por desgracia, muchos países han tratado de utilizar los dispositivos de confiscación criminal para hacer el deber de las sanciones financieras específicas. Las normas revisadas del GAFI que estamos aplicando en esta nueva ronda de evaluaciones dejan claro que esa forma de proceder no es aceptable.

En un sistema global, las instituciones y las prácticas de cada persona son relevantes. Como se conoce bien, bajo nuestras nuevas normas, los países tendrán que hacer una evaluación adecuada  del riesgo país, que se vea la posibilidad si  participa en los flujos financieros ilícitos que puedan afectar a otros países o regiones”.

Creo que en algunos países son reticentes a la aplicación de una regulación firme sobre la base de las preocupaciones relacionadas con los derechos humanos. Nuestras normas dicen claramente que los derechos humanos, el Estado de Derecho, y terceros inocentes deben ser respetados,  a fin de aplicar las sanciones financieras específicas. Pero, yo creo que necesitamos colectivamente realizar más trabajo, para  una  demostración de cómo hacer esto”.

Visto lo cual, y traducido desde el lenguaje solemne de la ceremonia al lenguaje de la calle, cabe la reflexión de que, si estamos en un país en el que un alto responsable judicial ya admite que la ley está promulgada para los "robagallinas" (sic), y del que un organismo supranacional e independiente como es el GAFI alerta, además, de que las normas no deben ser paquetes bonitos de regalo envueltos en celofán (o en papel de embalar, según a qué se refieran), sino que se han de cumplir y.en su caso, sancionar debidamente, no debe extrañar el desapego ciudadano hacia toda aquella "clase" que exhibe la ley sólo para aquello que le conviene pero que se revela inmune a lo que no le conviene

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