miércoles, 30 de noviembre de 2022

El amor es brujo.



El amor brujo
es un ballet de Manuel de Falla (Manuel María de los Dolores de Falla y Matheu para los amigos) que en 1915 lo transformó para convertirlo en una de sus obras más importantes. Ambientado en un barrio gitano de Cádiz, el argumento cuenta la historia de Candela, una muchacha gitana, joven viuda, cuyo amor actual por Carmelo se ve atormentado por el espectro de su celoso antiguo amante. La obra es de carácter marcadamente andaluz, tanto en lo musical como en lo literario; el libreto fue escrito por Gregorio Martínez Sierra en dialecto andaluz, si bien se ha llegado a poner en duda su autoría, en favor de su mujer, María de la O Lejárraga García, feminista apasionada que, sin embargo, publicó obras bajo el nombre de su marido. La música contiene momentos de gran belleza y originalidad, e incluye las famosas Danza ritual del fuego, la Canción del fuego fatuo y la Danza del terror. Una historia de hechizos, de brujería, donde el espectro del amante muerto de Candela se le aparece celoso ante sus amores con Carmelo. La solución estará en manos de su amiga Lucía…Falla estudiaba el cante jondo en la época de El amor brujo, y cada aspecto musical de la obra revela la influencia de ese estudio; Falla no citó canciones folclóricas reales, sino que se basó en su conocimiento del idioma para crear un "arte folclórico" original asombroso en su poder y autenticidad. Una pizca de historia: tras estallar la Primera Guerra Mundial, en 1914, Falla, que se hallaba en París, regresó a Madrid. Y lo primero que hizo fue aceptar el encargo de una artista gitana, Pastora Imperio (cuya madre, Rosario la Mejorana, sugirió una antigua leyenda andaluza para el tema), quien le solicitó que compusiera para ella algo tan sencillo como "una canción y bailes", a lo que Falla respondió con una "gitanería" en dos escenas para pequeño conjunto orquestal, que cuenta la historia de una muchacha gitana que reconquista a un amante indiferente con la magia del amor; la historia, en el libreto, termina felizmente pero no sucedió así con la "gitanería". Estrenada en el Teatro de Lara, de Madrid, en abril de 1915, con el título de "El amor brujo", la obra no gustó nada y, en vista del fracaso, al año siguiente Falla reescribió la obra para orquesta sinfónica, dividiéndola en dos cuadros y agregando tres canciones para voz de mezzo-soprano. Llegó a realizar más de diez versiones diferentes, incluyendo en ellas arreglos para música de cámara, orquestas tanto sinfónica como de cámara, baile pantomima, ballet y suite concierto. A fines de 1930, tomó cuatro piezas de la "gitanería" original y las convirtió en una suite para piano. Pero antes, en 1924, había hecho el arreglo que ha llegado hasta nuestros días. Es la versión de ballet, un "ballet-pantomima" de un solo acto, que resultó la más exitosa de todas y la que comúnmente se escucha en las salas de concierto como pieza orquestal, conformada por trece piezas, entre ellas la popular "Danza ritual del fuego". Tal vez el fragmento más conocido sea, precisamente, el frecuentemente transcrito "Danza ritual del Fuego", el componente central del ritual de Candela a medianoche. Igualmente impresionantes, sin embargo, son las canciones y otros bailes. No se trata de lo que transcriben muchas de las famosas partituras "españolas" francesas y rusas, sino más bien de una destilación terrosa de impulsos autóctonos. Aunque es una obra teatral muy viva, El amor brujo es tanto una serie de intensas reflexiones musicales sobre el poder del amor como una mera narración de historias.




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