lunes, 16 de julio de 2012

"Cuarto y mitad" de despropósitos

Está visto que últimamente nos desayunamos cada día con noticias que nos ponen los pelos de punta y que los despropósitos de la gestión del gobierno empiezan a medirse al por mayor.
Para pensar. Es evidente que la crisis que padecemos no puede tomarse a la ligera y que cualquier gobernante con un mínimo de sentido común y de sentido de Estado debe abordarla con medidas que alienten el trabajo en un futuro mejor. Pues bien, para explicar las razones de las medidas que se avecinaban, hace una semana declara el Ministro de Hacienda que debe plantearse la subida del IVA en base a que es un impuesto que no pagan todos los que debían , que en el resto de Europa es superior, y apuntó que "más claro no puedo decirlo".
No hace falta recalcar que algo chirría en el argumento, pero, como todo el mundo puede tener un día de pájara y no acabar de explicarse, y como estaba prevista la comparecencia del presidente del gobierno en el Parlamento a detallar las medidas, decidimos esperar pacientemente esa comparecencia. Lo grave es que la comparecencia no aclara los argumentos y el BOE santifica las medidas.
Y hay de todo: subida del IVA, reducción de prestaciones al desempleo, desaparición de subvenciones,  recortes a los funcionarios, etc., en noticias suficientemente aireadas y conocidas.
En resumen, son medidas que tienen como objetivo, al parecer, controlar el déficit público sin plantear ni una sola medida en la senda de la imprescindible reactivación, pese a que el nombre del decreto incluye también lo de "...fomento de la competitividad".
Más allá del análisis, unas simples reflexiones: en cuanto al IVA se confirma la idea del gobierno de hacer que LOS MISMOS QUE PAGAN, PAGUEN MÁS, olvidándose de la importancia de analizar por qué hay el elevado porcentaje de fraude y darle solución (que no es sólo la sanción, por supuesto). Al hilo de esa reflexión, si alguien tiene dificultades para pagar un 8 % (o un 18 %), si ha de elevar el porcentaje al 21 %, cabe la posibilidad de que, simplemente, deje de pagar, incluso asumiendo la posibilidad de inspección. Recordemos que, en esta línea, los inspectores de Hacienda, que algo saben de esto, ya se han posicionado en el sentido de declarar como prioritaria la lucha contra el fraude, pero tomada en serio y no la chapuza cara a la galería que ha pergeñado el gobierno con los capitales en paraísos fiscales.
Las prestaciones al desempleo: el argumento es sencillamente humillante e insultante.Es una lástima que el gobierno no tenga tiempo de leer los informes de SU Ministerio de Trabajo sobre el particular donde se lee que la oferta de trabajo es cada vez más escasa y que los parados de larga duración están en crecimiento casi exponencial. Ante esto, decir que se rebajan las prestaciones para incentivar la búsqueda es sencillamente hiriente. Debería de estar legislado que, aunque sea solo como experiencia, el trámite del paro (con sus colas de espera y su acopio de documentos justificativos de la situación) fuera obligado para TODOS los niveles, incluso ¿por qué no? ministros y altos cargos. Sería una forma de evitar dislates.
Los funcionarios: es evidente y sabido por todos que la función pública tiene la asignatura pendiente de su racionalización, pero de ahí a recortar indiscriminadamente la retribución y condiciones de todo un colectivo va un abismo. En términos claros, no sobran bomberos, ni médicos, ni profesores, ni policías, ni.... Lo que sobran, seguramente, son mandos de oscuros despachos (aunque muy iluminados) contratados con sueldos con muchos ceros, a veces como respuesta al "¿qué hay de lo mío?", y visible por el hecho de que, con la recesión en marcha, con la destrucción de empleo en caída libre, el funcionariado seguía creciendo en número de empleados. Me lo expliquen...
Podríamos seguir en una marathon agotadora si lo que se pretende es aclarar cada una de las medidas de un BOE de 91 (!) páginas, pero, con todo, lo realmente inquietante, mucho más que las medidas en sí, es la reacción posterior de algunos personajes afines al gobierno.



De entrada, nadie en su sano juicio puede pretender que unas medidas de tal calibre pasen desapercibidas y que sean aplaudidas por todos aquellos a los que afecta. En ese sentido, era previsible que, de forma automática, los sindicatos y movimientos ciudadanos expresaran su rechazo anunciando manifestaciones de repulsa. Y aquí viene lo inquietante: una persona DEL PARTIDO, no del gobierno, y en sede DE SU PARTIDO, lanza amenazas veladas ante estos anuncios. Esta persona, junto con todos los de su partido que tienen la desfachatez de aplaudir las medidas, no tiene ni idea de política ni de democracia, entre otras cosas porque confunde la mayoría social con la parlamentaria, error mantenido, por cierto, por este gobierno, pero, si se escuchara a sí mismo, incluso podría llegar a conclusiones ciertas. Dice que "la calle no es lugar para expresar el rechazo" Y yo le pido que sea consecuente y lo jure como afirmado por él, porque , efectivamente, el lugar es el Parlamento como lugar de debate previo de las leyes por todos los grupos. Claro que si ahora es un cortijo en el que vale decir (hay sobrados ejemplos) ante la corroboración de alguno de los decretos que son la herramienta de este gobierno que ya saben el rechazo pero que tienen la mayoría de votos y no cambiarán ni una coma,,,

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