martes, 3 de enero de 2023

Antibelicistas "ma non troppo".



A comienzos de los años setenta del pasado siglo triunfaba en España «A los que hirió el amor», una canción antibelicista con una letra lo suficientemente ambigua como para sortear la censura de la época, posiblemente por incluir eso de amor en el título. Aunque, dicho sea de paso, se utilizó más como recurso romántico en los guateques que como reivindicación pacifista; presentada en público por Pedro Ruy Blas, uno de esos músicos que, pese a la huella que ha dejado en la escena española, apenas es recordado más que por esa canción. Nacido en Madrid, Pedro Ample Candel, que este es su verdadero nombre, comenzó su carrera musical muy joven y en 1968 ingresó en Los Canarios -una de las mejores bandas españolas del momento-, como sustituto de Teddy Bautista mientras éste realizaba el servicio militar. Tras este periplo temporal, Pedro Ample, recién rebautizado Pedro Ruy-Blas, en homenaje a «Ruy Blas», una de las obras más importantes de Victor Hugo, llega y besa el santo. El productor musical Alain Milhaud le busca un tema que en Francia había supuesto un discreto éxito para un ya maduro Johnny Hallyday: “Ceux que l’amour a blessé”. La recreación supera al original de largo en fuerza y autenticidad, y logra una canción redonda. La voz grave y algo rota de Pedro envuelta por un órgano obsesivo, un bajo y una batería inmisericordes al estilo de Pop-Tops , grupo de moda entonces, con el añadido de unos metales agudos y un recitado en el intermedio logra una atmósfera inhabitual para un cantante melódico. La canción ocupa las listas en los primeros meses del 71 e incluso llega al preciado número uno en el mes de enero. Y, aunque se han hecho otras versiones, ninguna mejora la del madrileño; entre ellas podemos citar la de Bruno Lomas, la de los Briks, la más gamberra de Los Petersellers y la del grupo Medina Azahara, tal vez la más destacable de todas. Pedro ha pasado de ser un semidesconocido suplente de Teddy Bautista a uno de los cantantes españoles con mayor futuro. A mediados de los setenta lideró, como cantante y batería, un proyecto de los más interesantes que ha dado la música española, el grupo Dolores, donde el flamenco y el jazz-rock se daban la mano de manera magistral y en el que participaron músicos tan destacados como Jorge Pardo o Rubén Dantas. En 1980 reinicia su carrera en solitario, como cantante y como actor de musicales; aún continúa en activo. Pedro es hoy un superviviente de mil batallas que ha sobrevivido precisamente por mantenerse todo lo fiel a sí mismo que le ha sido posible, uno de los músicos más respetados de nuestro país y eso no lo ha conseguido por casualidad. En cuanto “A los Que Hirió el Amor”, es una canción distinta. Por un lado mama de las baladas que triunfaban en aquellos años; por otro la atmósfera opresiva del acompañamiento conducido por el órgano y el aire soul de la voz la acercan al pop más barroco. Todo ello al servicio de una letra imbuída de elementos trágicos que huyen del romanticismo ñoño al uso. El éxito no se hizo esperar y en enero del 71 ya está en el número uno de ventas de singles desbordando todas las expectativas previas. Se busca repetir triunfo con “Mi Voz Es Amor”, un tema de características similares que acentúa los elementos góspel en los coros y la voz solista. Fue bien acogido, pero pronto sería censurada su letra y, aunque no fue retirado de la venta, sí fue retirado de las emisoras de radio y televisión. Una pena.

 



 

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