jueves, 21 de agosto de 2014

Jugarse la vida por...



La noticia ha sido publicada por los medios (no españoles) como sigue:

Agentes de la Policía Nacional detuvieron en el Aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-(Barajas) a una venezolana, de 43 años de edad, que  ocultaba 1,7 kilos de cocaína en dos prótesis mamarias que le habían implantado y que llegaba en un vuelo procedente de Bogotá (Colombia).



Durante el control de los pasajeros del vuelo, la actitud y el comportamiento de la supuesta turista hizo sospechar a los agentes antidroga, quienes procedieron a controlar la maleta que había facturado, así como las pertenencias que portaba consigo. Como el resultado de esta revisión fue negativo, se procedió a realizar un cacheo personal. Durante esta inspección, las agentes de la policía observaron ciertas irregularidades y malformaciones en los senos de la mujer, que comenzó a mostrarse nerviosa y acabó confesando que llevaba unos implantes con cocaína dentro de las mamas. De inmediato, y ante el grave riesgo para su vida, fue trasladada, ya detenida como presunta responsable de un delito contra la salud pública, a un hospital madrileño, donde fue debidamente atendida por los servicios médicos para extraerle los implantes.

La publicación se extiende después en la actividad policial y cita que los objetos en los que los narcotraficantes ocultan droga para intentar introducirla en España son muy diversos. En las múltiples incautaciones realizadas, la Policía Nacional ha intervenido cocaína en lugares tan singulares como las tapas de libros, el líquido refrigerante de jarras de cerveza, ocultos bajo pelucas, en una pierna escayolada con un armazón de cocaína, formando una vajilla, entre pañales, dentro de juguetes o en alimentos.
Desde el primero de enero hasta el 15 de julio de 2014, los agentes se han incautado en el aeropuerto de  493 kilos de cocaína que eran transportados por 189 personas, que han sido arrestadas. Asimismo han sido detenidas durante este periodo dos personas que transportaban 6 kilos de heroína.
Hasta aquí la noticia.  Ya es conocido que las redes utilizan "mulas" para sus negocios, intentando pasar por la frontera, según se trate, dinero (sucio) en metálico, componentes de armamento o de tecnología de doble uso, o droga. En este último caso la droga se transporta en paquetes adheridos al cuerpo o introducidos en el mismo en forma de cápsulas que se tragan y después se expulsan por el recto.
Y atajar un problema así requiere coordinar múltiples enfoques, no solo el policial y administrativo. Dice el reconocido experto Moisés Naim que hay que considerar la doble vertiente económica y social de estos temas para intentar llegar a acciones coordinadas y, repito, no solo policiales.
No es revelar ningún secreto decir que el crimen organizado se vale de la necesidad de las personas para conseguir su "colaboración" en formas en las que, incluso, arriesgan su vida, por lo que no está fuera de lugar afirmar que contemplar con desdén oficial el desmoronamiento de las clases medias es jugar a favor de las mafias, y acudir siempre a la represión policial (que ¡ojo! es necesaria pero no única) para estos casos. La doctrina de la ONU es actuar antes, creando el escenario para limitar la acción de los criminales, y no después castigando a quien, por otra parte, tiene todas las trazas de ser también víctima.
Una última reflexión en un tema paralelo: si la gente esta dispuesta a arriesgar su vida (no ya su libertad, sino su vida) por lo que entienden que puede ayudarle a solucionar ciertos problemas, ¿cómo no pensar que un inmigrante que simplemente busca VIVIR no la arriesgará cuantas veces haga falta, con vallas o no, y con cuchillas o sin ellas? Es un error descomunal de cualquier sociedad, que, además, la define, el aplicar únicamente soluciones policiales a determinados temas sensibles y, de acuerdo, incómodos, pero de imprescindible afrontamiento.

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