martes, 13 de diciembre de 2022

Antecedentes del veranillo de Dassin.



Si Barry White era el rey de la canción empalagosa, Joe Dassin le arrebató el maillot amarillo durante el Tour de 1975, con una curiosa canción en la que ni se molesta en cantar, que habla de una bonita historia de amor que iba para ser eterna, pero que sólo duró dos telediarios. Dassin era americano, nacido en 1938 en Nueva York, hijo de Jules Dassin -uno de los grandes directores de la historia del cine-, y de Béatrice Launer, violinista virtuosa. A principios de los años sesenta del siglo pasado la familia entera tuvo que marcharse a Europa por culpa de la caza de brujas del mccarhysmo, habiendo pertenecido Jules al partido comunista de EEUU. En Francia, donde recalaron, Joe va a tener una carrera fulgurante aunque corta, ya que falleció con 42 años en 1980 en Papeete (Tahiti) y, posiblemente, sea el artista yankee con más éxito en Francia desde siempre. L’été Indien (lo que nosotros llamaríamos “veranillo de San Martín”; la letra de la canción defiende que este período es el mejor para enamorarse, porque recupera las fogosidades que provoca la canícula, pero también es la época adecuada para llorar por el amor perdido ) fue su mayor éxito, el tema lo invadió todo, las tiendas de discos, las radios, la tele, los bares, las discotecas,... y en la actualidad está considerado como un clásico del pop del país vecino del norte. Pero, asimismo, supo ganarse un público entre los hispanoparlantes, entre quienes esta obra se conoció como ‘Sólo puedo mirar atrás’ o ‘Aún vivo para el amor’ (inclasificable la versión, con este título, del gran actor Fernando Fernán Gómez). Pero este disco fue originalmente una canción italiana del grupo Albatros, titulada Africa y co-firmada por un tal Toto Cutugno. Muy conocido por los artistas franceses que acostumbran a adaptar sus canciones al francés, Toto Cutugno viaja regularmente a París para ofrecer su música a las editoriales francesas. En el caso de esta canción, no estamos en otoño sino en primavera y los letristas/traductores/adaptadores se aislaron en la ciudad normanda de Deauville para escribir. El sol brilla intensamente sobre el pequeño balneario de renombre internacional; el hermoso clima les hace pensar en el "Indian Summer", esa expresión americana que designa un período soleado y templado, después de las primeras heladas del otoño, que existe en América del Norte y Canadá, nuestro "veranillo de San Martín", ya digo, vamos. A partir de este “verano indio” los dos letristas, que eran Pierre Delanoë y Claude Lemesle, imaginan un texto que cuenta con nostalgia una vieja historia de amor. Su idea es acogida entusiásticamente por Joe Dassin, quien graba la canción que se convirtió en un gran éxito tanto en Francia como en otros 25 países, casi haciendo olvidar la versión original que aquí recordamos.


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