viernes, 5 de julio de 2024

Dramón en ópera.



Giacomo Antonio Domenico Michele Secondo Maria Puccini (1858 - 1924), más conocido simplemente como Giacomo Puccini, fue un compositor italiano de ópera, considerado entre los más grandes, visionario, creador de los conceptos de música que regirían el cine durante el siglo XX, se le considera el sucesor de Giuseppe Verdi y algunas de sus melodías forman parte hoy día de la cultura popular. Nacido unos años antes de la Unificación de Italia y muerto cuando el régimen fascista estaba despegando rápidamente, Giacomo Puccini vivió conscientemente un período histórico muy agitado del que a veces daba en sus obras pistas extremadamente significativas como en su celebrada Tosca: el hecho histórico que sirve de escenario a la obra de Sardou en la que se basó el libreto sucedió a finales del siglo XVIII, cuando Napoleón entró por el norte tras derrotar al ejercito austriaco, llevando las ideas de la Revolución Francesa e instaurando la república. Este influjo se desparramó por todo el país, llegando a instalar la república hasta en los estados pontificios. Cuando Napoléon abandonó Italia para ir a Egipto, se disolvieron las repúblicas y se restauraron las monarquías, con la consecuente persecución de los republicanos; más tarde, Napoleón regresa a Francia y vuelve a invadir Italia en la batalla de Marengo, venciendo. Sin embargo, un bulo extendió la noticia de que el vencido fue Napoleón, hasta que al día siguiente quedó clara la derrota de los austriacos. En ese contexto, el día de la batalla , el republicano Angelotti se escapa de la cárcel del Castillo de Sant’Angelo en Roma, y se esconde en una iglesia, donde su amigo, Mario Cavaradossi, pintor republicano y simpatizante de las ideas liberales, trabaja pintando una Maddalena que simboliza a su amante, una cantante, Floria Tosca, la cual también aparece en el templo. El barón Scarpia, jefe de la policía borbónica, prende a Mario y le tortura para saber dónde esconde a su amigo. Tosca intenta engañar a Scarpia para salvar a su amado, proponiendo fingir el fusilamiento de Mario, y así se salva el honor de Scarpia. Éste firma un salvoconducto para que el pintor pueda salir ileso. Tosca mata a Scarpia mientras lo seduce y corre en busca de Mario para advertirle de la farsa de su ejecución, pero las armas del pelotón son cargadas con balas verdaderas y Mario muere. Tosca se arroja desde el Castillo de Sant’Angelo al vacío. Los afanes liberales y revolucionarios enfrentados al incipiente estado moderno totalitario, pugnas políticas y pasiones desatadas. Dos amantes, Tosca y Cavaradossi, frente al siniestro Scarpia. Existen pocas óperas tan voluptuosamente dramáticas como Tosca. Giacomo Puccini concentra la tragedia verista en Roma en un fulgurante tiempo narrativo que multiplica vértigo dramático. La ópera en tres actos se estrenó en un ambiente político tenso, surgiendo movimientos anarquistas en contra de la monarquía o los secesionistas. Roma además de reflejar esta tensión, tenía al Vaticano en contra de la creación del nuevo Reino de Italia. Al estreno acudieron grandes personalidades políticas, provocándose algunas amenazas de atentados que terminaron quedándose en algunas voces discordantes al inicio de la representación, permitiendo que se representara la obra sin ningún problema. En España se estrenó en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona solo unos meses después de su estreno mundial en Roma; fue muy bien recibida por el público y la crítica, y rápidamente se convirtió en una de las óperas más populares del repertorio del teatro. En la actualidad, es una de las óperas más famosas del compositor. La obra es célebre –claro- por su impresionante música: desde el desgarrado vissi d’arte hasta la despedida de la vida y del amor que es e lucevan le stelle, que hoy aquí recordamos (si queréis prescindir de la actuación previa de Josep Carreras, seleccionad a partir del minuto 3:48, que comienza con un melancólico y desolado solo de clarinete mientras despunta el amanecer; Cavaradossi evoca los momentos íntimos vividos con su amante, la diva Floria Tosca, entona el aria en su estancia como prisionero en el Castillo Sant'Angelo (Roma), las estrellas se disipan lentamente y en breves momentos el carcelero lo llama para su inminente ejecución), pasando por la bellísima recondita armonia y el espectacular Te Deum con el que se cierra el primer acto.




 

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