domingo, 21 de julio de 2024

Poco más que un trabalenguas.



Nuestra civilización occidental es hija de un padre que es el cristianismo y una madre que es la filosofía griega, una combinación de sentimientos y de razón que hace que nuestra existencia esté regida por normas que tratan de controlar nuestros impulsos, unas veces para bien y otras para mal. Así hay quien nos hablará de que somos fruto de instintos de nuestro cerebro reptiliano y demás, y otros que nos alentarán a seguir lo que nos dicta un alma que nos hace más que meros animales. Y sin duda todo es tan verdad como mentira, ya que si es misión imposible el comprenderse un
o mismo, ya generalizar al resto de la raza humana es de una soberbia supina; hay ocasiones en la vida en la que te encuentras entre medias de dos males o teniendo que elegir entre dos opciones que sabes que te van a dar más disgustos que alegrías. Ojalá el mundo fuese algo más sencillo, un sistema matemático en el que dos más dos sólo tuviera como resultado cuatro, mas esta realidad nuestra no es así y hay momentos en los que no hay más remedio que ir de Guatemala a Guatepeor. Cuando empecé a estudiar inglés, tarea en la que llevo embarcado casi cincuenta años sin demasiado avance, estaba como número uno de las listas de música la versión que de La Bamba de Ritchie Valens hicieron Los Lobos, y al oir a los irlandeses masacrando la lengua de Cervantes me di cuenta de lo penoso que es intentar cantar una letra en un idioma que desconoces. Eso mismo hacemos la mayoría con los demás idiomas, y sólo la bondad del ser humano para con los ignorantes hace que no se cometan asesinatos en defensa de las lenguas del mundo. Esta situación se ha dado desde siempre, pero hay que ser un genio para convertir lo ridículo en sublime tal y como vemos en la canción de hoy. Adriano Celentano, el artista (porque llamarle sólo cantante, compositor, actor, literato… es poco) milanés buscará adaptar rock y el blues de su idolatrado Elvis Presley a la música tradicional italiana. Al principio realizará versiones de clásicos de Ben E. King o Fred F. Sears pero rápidamente se decanta por sus propias canciones en las que mezclará el humor con el amor, lo ligero con la denuncia social, los sueños con la cruda realidad. Es sin duda la figura del mundo del espectáculo más importante de los últimos cincuenta años y en él se han inspirado todas las figuras de la península itálica. Él ha sido uno de los principales culpables de que la música trasalpina haya sabido adaptarse a las modas que venían de allende de sus fronteras creando estilos híbridos entre la riquísima tradición musical autóctona y las nuevas músicas como el blues, el rock o el pop. Sus actuaciones televisivas congregaban a toda la población ante las pantallas, sus películas eran devoradas, y sus discos esperados con ansia. En 1972 rompe todos los esquemas mentales con esta Prisencolinensinainciusol que será o bien un antecedente del rap y muestra de la más atrevida experimentación musical o directamente una locura que te engancha. La letra no significa nada porque es un sucesión de fonemas que parecen inglés sin tener correspondencia con palabra alguna por mucho que te suenen, y en la música es una de las canciones con más ritmo de la historia con la sección de viento, y la percusión marcando el paso con la ayuda del bajo y la guitarra que dan paso a la macarra y potente voz del cantante y los coros. Termina con unas notas de armónica.



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