Pero la pregunta sigue siendo pertinente: en la banca, en general, ¿exste algún sistema efectivo para prevenir que el cliente que llama a la puerta no sea un delincuente que lo único que pretende es utilizar el banco y la operativa que pueda desarrollar en/con él en beneficio de oscuros manejos?
Partimos de la base de que la mayoría de relaciones banco-cliente comienzan con el procedimiento de apertura de cuenta, por lo que la información de los clientes recogida y verificada en esta etapa es crucial para el banco con el fin de dar cumplimiento a sus obligaciones de prevención del blanqueo de capitales uy de la financiacion del terrorismo, tanto al inicio de la relación con el cliente como posteriormente, pero también es útil en el sentido contrario, en la protección contra abusos potenciales a clientes, tales como el fraude o robo de identidad. Fruto de los trabajos evolutivos del GAFI fue la publicación en octubre de 2014 de dos documentos de ampliación de sus Recomendaciones: Guidance for a risk-based approach: The banking sector (Orientaciones para un enfoque basado en el riesgo: El sector bancario) y Transparency and beneficial ownership (Transparencia y propiedad efectiva), que han servido de base para la última iniciativa, ésta ya del sector bancario.
Efectivamente, el Comité de Basilea (conviene recordar que ésta es la denominación usual con la que se conoce al Comité de Supervisión Bancaria de Basilea - BCBS en inglés - organización mundial cuya función es fortalecer la solidez de los sistemas financieros. Entre las normas de importancia que el Comité ha emitido, se encuentran precisamente las recomendaciones sobre blanqueo de capitales) publicó el pasado 4 de febrero la versión final revisada de la guía general publicada por primera vez en 2003. Considera el organismo que vale la pena emitir esta guía como un anexo (el número 4 del documento) a las directrices sobre la gestión racional de los riesgos relacionados con el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, publicado por primera vez en enero de 2014.
La guia, de larguísimo nombre, ya indica en el subtitulo la diferencia importante respecto de la anterior como es la inclusión de la Guía para la apertura de cuentas: Sound management of risks related to money laundering and financing of terrorism This document comprises the Guidelines issued in January 2014 unchanged except for the addition of Annex IV - General Guide to Account Opening) Buena gestión de los riesgos relacionados con el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo Este documento comprende las directrices publicadas en enero de 2014 sin cambios a excepción de la adición del Anexo IV - Guía general para la apertura de cuenta.
La Guía no pretende reforzar, debilitar o modificar los estándares GAFI en que se basa, sino que se dirige a apoyar a los bancos precisamente en la implementación de esos estándares que exigen la adopción de políticas y procedimientos específicos para la apertura de cuenta que todas las entidades deben establecer para prevenir el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.
O sea, que no se hacía así si es necesaria la edición de este documento para recordarlo. Y hay que pensar que se distribuyò a principios de 2015 a las entidades una versión de carácter consultivo, y en el documento final se han recogido algunas sugerencias recibidas desde algunos bancos. El paso siguiente es conseguir, con la implementación efectiva de la Guia, el concienciar de la vulnerabilidad de las personas con responsabilidad pública y que la banca (también) obre en consecuencia.
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