domingo, 30 de octubre de 2022

En recuerdo de Miguel Hernández.

 


Sin palabras. Tal día como hoy era el cumpleaños de Miguel Hernández.

La representación de la muerte.


Ya tenemos encima otra vez el Día de Todos los Santos (el Día de los Muertos en otras culturas) y, como el año pasado, nos permitiremos reflexionar/elucubrar alrededor de la imagen de la muerte, siempre como parte de la vida. La elaboración de imágenes es un impulso propio de los seres humanos, que se acentúa ante situaciones que se califican como desconcertantes: la imaginación intenta transformar lo ininteligible en una representación que pretende hacer accesible a la comprensión aquello que parece evadirla. En el caso de la muerte, ninguna imagen puede captarla en todo su significado, pese a los variados modelos provenientes de la mitología, folclore, religiones, giros idiomáticos, arte y literatura. En la Edad Media y en el Renacimiento se consideraba la muerte desde cinco puntos de vista principales, que sin duda influyeron en las representaciones artísticas:

1) La muerte puede sobrevenir en forma brusca e inesperada a personas de toda edad y condición;

2) La fama terrena es transitoria (como sentencia poéticamente, entre otros, Jorge Manrique: “….¿Qué se hizo el rey Don Juan? Los infantes de Aragón ¿qué se hicieron? ¿Qué fue de tanto galán, qué de tanta invención como trajeron?… “

3) La belleza física, que decae con el envejecimiento, desaparece con la corrupción del cuerpo después de la Muerte;

4) Al fin de los tiempos habrá una liberación final (en prácticamente todas las religiones) desde la tumba para presentarse al Juicio Final, en el que se recibirá premio o castigo sin fin, según las obras de misericordia hechas u omitidas durante la vida;

5) En la religión católica, las oraciones, misas, buenas obras y donaciones obtienen indulgencias en sufragio de las penas del Purgatorio.


A través de los siglos que estamos considerando (la Edad Media y el Renacimiento), se aprecia que distintos artistas asignaron distinta categoría al personaje de la Muerte: algunos lo visualizan como un ente derrotado por la muerte y resurrección de Jesús1, otros como un enviado de Dios para castigar a los pecadores e instar a otros a que se enmienden, otros como un exterminador independiente que arrasa a débiles y poderosos, representándolo incluso como jefe de un ejército o llevando corona y séquito como un rey, a quien los poderosos rinden pleitesía. Por otra parte, en nuestra cultura estamos acostumbrados a la imagen de la muerte como femenina; sin embargo, en distintas épocas o regiones se la ha representado como hombre2, mujer3 o de sexo no reconocible4. Entre las posibles explicaciones para esta variación en el género de la personificación de la Muerte se mencionan las siguientes:

El sexo del personaje de la Muerte puede estar asociado al género gramatical de la palabra muerte en cada idioma. Por ejemplo: la palabra para muerte es masculina en alemán, y femenina en otros. Sin embargo, como veremos, en la Edad Media se visualizaba a la Muerte como un hombre, pese a que el sustantivo latino mors es femenino;

Consideraciones teológicas sobre quién trajo la muerte al mundo por el pecado original.

La imagen de la Muerte como un ‘doble’ de la persona viva: en este sentido, a veces se la representa como del mismo sexo que la persona que va a morir;

Sexo de los personajes que inspiran las imágenes, surgidos de la Biblia, de la mitología o de la creatividad de los artistas.



Tal vez la manifestación más destacada respecto a la representación de la Muerte en la Edad Media y el Renacimiento es la denominada ‘cultura macabra’ o ‘sensibilidad macabra’, o simplemente ‘macabro’. El término macabro, cuyo origen se discute, designa a aquello que participa de lo feo y repulsivo de la Muerte. La cultura de lo macabro se desarrolló en la Edad Media tardía, especialmente en el norte de Europa. Entre los factores que la condicionaron se pueden enumerar los siguientes:

Costumbre de ver morir. La Muerte era un aspecto de la vida diaria mucho más presente en el Medioevo que en los países modernos. La expectativa de vida era baja, con una alta tasa de mortalidad. Los funerales y las ejecuciones eran frecuentes y públicos.

Noción cristiana del cuerpo como un signo. El cristianismo destaca al cuerpo como objeto de veneración, tanto en su signo central, la crucifixión, como en la devoción a algunos santos. Aunque la mayoría de los conceptos de la religión son profundamente espirituales, su imaginería es paradójicamente somática.

Desmembramiento del cuerpo. Se produce una costumbre de considerar el cuerpo separado en partes: separación en trozos del cuerpo de los mártires para multiplicar las reliquias, división del cuerpo de Cristo, en la Misa, en el enfoque en sus llagas. Devoción hacia las partes, como representantes del todo, y atracción por lo cruento.

Dicotomía. En las manifestaciones de la cultura de lo macabro se representa al individuo vivo o con sus atributos de vida y relación social, enfrentado y contrastado con un “doble”, que es un cadáver, ya sea el de otra persona, o el suyo propio. Y este ‘doble’ ulteriormente pasa a ser considerado como la representación de la Muerte.

Repetición y cuantificación. Este rasgo está en consonancia con otros caracteres de los ritos religiosos: periodicidad del sacrificio de la Misa, del calendario litúrgico en las diversas épocas del año, el oficio de las Horas, la repetición de oraciones para ganar indulgencia de las almas del Purgatorio, las siete obras de misericordia, los siete pecados capitales, las cinco llagas de Cristo.

Decaimiento, conflicto y disolución de la sociedad. A medida que se empezó a considerar la imposibilidad de que el gran proyecto de la Filosofía, el intento de llegar a una síntesis de todo conocimiento y experiencia, tanto humanos como divinos, se experimentaba una declinación, el otoño de la Edad Media, que según Huizinga5 determinó una cultura de los extremos: violencia y sofisticación, amor por la vida (hedonismo) y temor de la muerte.

Esperanza de una muerte y una vida ultraterrena igualitarias. Ya enunciada por moralistas romanos y desarrollada en la Edad Media. A nivel del cuerpo se manifiesta en que todos tienen que morir, a todos se les descompondrá el cuerpo y serán reducidos a cenizas.

Cultura de culpa. Sentimiento de responsabilidad por los pecados, que dio origen a formas de automortificación a todos los niveles sociales. Como se verá, esta tendencia a la humillación se extendió incluso a las disposiciones acerca del propio cadáver después de la muerte.

La peste negra. Epidemia que en los años 1347 al 1351 exterminó entre uno y dos tercios de la población en las zonas afectadas. Fue considerada por muchos como un castigo de los pecados.

Énfasis en la preocupación por un Juicio Particular al que sería sometida el alma inmediatamente después de la muerte, que implicaba alternativas de premio (cielo), castigo (infierno) o una instancia de purificación (purgatorio).



Las representaciones iconográficas macabras que se han denominado El triunfo de la muerte, tienen sus primeras manifestaciones en Italia. El nombre se inspira en el poema del mismo título, terminado por Francesco Petrarca hacia 1369. El poeta describe cómo la Muerte triunfa sobre su amada musa Laura, quien en 1348 fue víctima de la peste negra. Petrarca describe el personaje la Muerte como una mujer iracunda envuelta en negros ropajes, que se ufana de ser importuna y fiera, e indiferente a los ruegos de los que van a morir. Las imágenes gráficas que han recibido el título de Triunfo de la Muerte, la personifican como mujer, o bien como el tradicional cadáver esquelético. La representación pictórica original del tema es el fresco pintado en el cementerio de Pisa presumiblemente antes de 1347, año en que llegó la plaga de la peste a Europa, y por consiguiente, anterior al poema de Petrarca. El cuadro fue dañado por un incendio en 1944, por lo que debe recurrirse a fotografías anteriores para apreciar los detalles. En su mitad derecha, la obra representaba un grupo de jóvenes nobles y damas que conversan, galantean y se divierten con libros y música en un naranjal. Del aire desciende una anciana de negra capa, cabellos sueltos y ojos desorbitados, que empuña una guadaña. Sus pies terminan en garras, no en dedos. Tiene grandes alas negras como de murciélago. Un rollo advierte que ni sabiduría, riqueza , nobleza o proeza lograrán protegerlos de los golpes de Aquella que llega, porque se han complacido más en las cosas mundanales que en las de Dios. En un cercano montón de cadáveres hay gobernantes coronados, un pontífice con tiara y un caballero confundidos con los cuerpos de los pobres, mientras ángeles y diablos se disputan en el cielo unas minúsculas figuras desnudas que representan sus almas. El tema de la dama alada que vuela en medio del aire blandiendo la hoz es una representación del todo nueva y típicamente italiana, según autores italianos. Otros han relacionado esta imagen con las arpías o furias, monstruos de la mitología grecorromana, mitad mujeres y mitad aves rapaces con alas y garras; su nombre significaba precisamente ‘raptoras’.



En síntesis, en esta breve exposición de la representación del personaje de la Muerte en la Edad Media y Renacimiento, en particular las de la cultura macabra, se pueden destacar los siguientes propósitos:

- Una intención moralizadora que evoca la penitencia, la resignación, el temor ante la muerte personal y el fin de los tiempos, para contrarrestar la tendencia del hombre al placer ante la brevedad de la vida.

- Un retrato sarcástico de la conducta de los hombres en aspectos político-sociales, económicos y religiosos, revelando una aversión por miembros de la sociedad aristocrática y de la alta jerarquía eclesiástica, a causa de su abuso de poder y su riqueza.

- A través de la ironía y la crítica, instar a llevar una vida conforme a las enseñanzas de los Evangelios.

-------------------------------------------------------

1Las pinturas medievales sobre la crucifixión de Jesús solían incluir al pie de la cruz el cadáver, el esqueleto o al menos el cráneo de Adán, para simbolizar que, al morir Cristo, vence a la muerte en este mundo, simbolizada por Adán. Desde el siglo VIII hasta el XIII hay imágenes de la Muerte como un hombre con barba, derrotado por la muerte de Jesús, ya sea ubicado al pie de la cruz o bajo el pie de Jesús. En algunas de esas obras, el carácter masculino de la Muerte –que posiblemente se refiere a Adán– contrasta con la representación de la Vida como una mujer.

2La representación de la Muerte como personaje masculino predominó en la Edad Media y Renacimiento. El contexto teológico en que se consideraba la Muerte se desarrolló a partir del relato bíblico de la caída de Adán y Eva y su expulsión del paraíso. San Pablo, en la Carta a los Romanos y en la primera epístola a los Corintios afirma que la muerte es el salario del pecado (Romanos 6, 23). El pecado original fue la desobediencia de Adán y Eva a Dios. Dios había advertido a Adán, antes de la creación de Eva, que el castigo de comer el fruto prohibido sería la Muerte. La enseñanza Paulina otorga la responsabilidad del pecado a Adán: ‘por un hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte’ (Romanos 5, 12). En una Biblia latina del siglo XIII conservada en la British Library se observa a la Muerte como un hombre algo faunesco, de piel oscura, con barba, que lleva una espada y una hoz y lanza miradas temerosas hacia atrás, escapando de un grupo de personas que le imploran angustiosamente que los deje morir. Durero publicó una xilografía en 1498 en donde ilustra el tema de los cuatro jinetes del Apocalipsis (1498), varones que simbolizan, respectivamente: la invasión de pueblos bárbaros, la guerra, el hambre y la Muerte siendo este último jinete un hombre musculoso enflaquecido, de rostro demacrado, semidesnudo, que lleva un tridente y va atropellando a hombres y mujeres de diversas condiciones sociales,

3En la Edad Media se hizo costumbre contrastar el papel de Eva como instigadora del pecado y de la muerte, frente a la función de María como mediadora hacia la vida eterna. En el contexto del pensamiento alegórico medieval, esto permitiría que la Muerte fuera visualizada como femenina. Posiblemente como resultado de esta línea de pensamiento, se hicieron en la Edad Media, aunque escasas, algunas representaciones de la muerte en forma de mujer. Por ejemplo, en el pórtico del Juicio Final de la Iglesia de Notre Dame de París, que data de alrededor de 1210, se observa en un arco la imagen del cuarto jinete del Apocalipsis en versión femenina: con los ojos vendados, con sus senos flácidos sobre las costillas, que siembra la muerte con las dagas que lleva en la mano, atropellando a un hombre con el galope de su caballo.

4La iconografía de la Muerte como esqueleto no se desarrolló hasta el siglo XIII, y desde el siglo XIV cuando el esqueleto se estableció firmemente como la forma de la muerte personificada. En la Antigüedad el esqueleto había simbolizado más bien un espectro o fantasma de la persona muerta. En el siglo XVI y siguientes se empieza a dibujar con mayor frecuencia el personaje de la Muerte como esqueleto puro.

5Johan Huizinga fue un filósofo e historiador holandés especializado en la Edad Media.

 

jueves, 27 de octubre de 2022

Una joya musical del barroco… del siglo XX.


Todo el mundo ha escuchado alguna vez el Adagio de Albinoni, posiblemente la composición musical más famosa del barroco (siglos XVII y XVIII). De hecho, habrá bastado mencionarlo para que muchos lectores se hayan puesto a tararear mentalmente (o quizá de manera audible, que hay gente muy impetuosa) su famosa melodía, esas líneas descendentes de melancolía casi devastadora. Existen tantas versiones de esta pieza, y ha sido empleada en tantas bandas sonoras, que escapar de ella resulta prácticamente imposible: fuera del mundo clásico, la han interpretado desde Rosa López hasta el guitarrista heavy Yngwie Malmsteen, pasando por Camilo Sesto, Dyango, Demis Roussos, Nana Mouskouri o The Doors, y en el cine nos vienen con ella escenas de 'Flashdance' o 'Gallipoli', por citar dos largometrajes de ambiente y tono muy diferentes. Se trata de una obra tan conocida y tan sobreexplotada que, para los más exigentes, su capacidad para emocionar está ya agotada y reducida a un tópico pasteloso, pero a la mayoría de los oyentes les sigue induciendo un respetuoso silencio y cierta congoja de ánimo. Podríamos decir, en fin, que hablamos de una de las composiciones más famosas del siglo XVIII, si no fuese por ese pequeño detalle de que ni pertenece realmente al periodo barroco, ni la escribió Tomaso Albinoni. Vamos, que lo único cierto es que se interpreta con 'tempo' de adagio. Hace ochenta años, absolutamente nadie había escuchado el Adagio, por la sencilla razón de que no existía. Lo publicó en 1958 (y lo compuso en 1945) el reputado musicólogo italiano Remo Giazotto, biógrafo de Albinoni y catalogador de su obra, que lo identificó como un arreglo propio a partir de un brevísimo esbozo manuscrito que, decía, había encontrado entre los papeles del compositor veneciano.(al tiempo que completó una biografía y una clasificación de la obra de Albinoni). Según aclaró, se trataba de unos cuantos compases que formaban parte de una sonata datada en torno a 1708. Nadie pudo examinar jamás ese legendario fragmento, aparecido supuestamente entre los fondos del músico barroco, que se conservaban en la Biblioteca del Estado de Sajonia, en Dresde, y habían acabado destrozados por los bombardeos aliados de la Segunda Guerra Mundial. ¿Existió alguna vez aquel germen no apócrifo del Adagio? El propio Giazotto se acabó atribuyendo en exclusiva el crédito de la pieza (que sigue sujeta a un rentabilísimo 'copyright', dado que su autor falleció en 19981), pero también es verdad que su última ayudante aseguró que, al organizar el archivo del musicólogo, vio una transcripción del famoso fragmento con el sello de la biblioteca alemana. En cualquier caso, ni siquiera así habría duda de que la práctica totalidad de la composición se debe a Giazotto y viene a ser, por tanto, un pastiche neobarroco confeccionado en el siglo XX. Musicalmente, Albinoni se dedicó sobre todo a hacer sonatas y conciertos para instrumentos concretos (violín, oboe), y cambió ligeramente de género cuando contrajo matrimonio con una cantante de ópera y su producción se llenó entonces de óperas -medio centenar- que le otorgaron bastante éxito en casi toda Italia y Alemania. Sin embargo, con el paso del tiempo las óperas de Albinoni pasaron a segundo plano y se valoró fundamentalmente su obra instrumental, que influyó sobre otros músicos como Corelli o el mismísimo Bach. El compositor está reducido hoy casi prácticamente a equívoco 'one hit wonder', como autor de un único éxito que ni siquiera le pertenece.



El Adagio no está solo, ni mucho menos, en el universo de las obras atribuidas falsamente a un compositor famoso. En ese negociado destacan, por ejemplo, los hermanos franceses Henri y Marius Casadesus, de origen catalán y miembros de una insigne dinastía de músicos, que fueron los autores reales de piezas 'redescubiertas' de Mozart, Haendel y varios miembros de la familia Bach. O el violinista austriaco-estadounidense Fritz Kreisler, que asignó creaciones suyas a figuras como Vivaldi, Couperin o Boccherini; en 1935, con ocasión de su 60º cumpleaños, un crítico le preguntó en broma si no las habría compuesto todas él, y Kreisler reveló inesperadamente que, en efecto, eran suyas. «No debería importar quién haya escrito las obras en tanto gusten a la gente –argumentó–. El nombre cambia, el valor permanece».

---------------------------------------------------------

1Los expertos musicales de todo el planeta coinciden en señalar que el famoso Adagio en sol menor es una composición enteramente original y compuesta en su totalidad por Remo Giazotto, quien falleció el 26 de agosto de 1998, quedando como el descubridor de la misma y sin recibir ni disfrutar en vida de los debidos reconocimientos como autor de tal magna composición.

 

martes, 25 de octubre de 2022

Cantar sólo fonemas.



Adiemus
, la canción de Enya que no es de Enya, es el título de una saga de discos del compositor galés Karl Jenkins en la que cada disco es una colección de piezas con la duración de una canción en la que se presentan voces melódicas armonizadas con una orquesta como acompañamiento. No hay letra en las canciones, sino que los cantantes recitan sílabas y palabras inventadas por el compositor. Sin embargo, en vez de llamar la atención a base de patrones de fonemas, el lenguaje de Adiemus está cuidadosamente estilizado a fin de no distraer la atención del oyente del timbre y el tono de la voz; por ejemplo, lo mismo que sucede con los idiomas africanos, las sílabas que terminan en consonante son inusuales. El concepto central es que la voz tendría que funcionar como un simple instrumento musical, una postura moderna que se ha convertido en una cierta tendencia, como ejemplifica la música compuesta por Vangelis para la película 1492: Conquista del Paraíso. El propio término de Adiemus se escribe de forma similar (pero se pronuncia de forma distinta) a una palabra en Latín que significa "Nos reuniremos cerca", aunque Jenkins asegura que lo desconocía. Entre la neoclásica y la world music, entre la música vocal y la de cámara, entre la incertidumbre y la sorpresa, así llegó el grupo Adiemus al gran público en 1995, por medio del disco "Songs of sanctuary", en el que el santuario es interior, un refugio privado al que poder escapar, que estaba dentro de cada oyente, de cada degustador de la magia desprendida por las notas de este disco. Como base de este trabajo, Jenkins elaboró una pieza de música orquestal y coral pero con elementos étnicos, cantada pero sin letra definida, en un lenguaje inventado particular del que importaba más la modulación que el sentido, al efecto de utilizarlo como un sonido más, recurso que si bien de ningún modo era exclusivo de Jenkins, este utilizó de manera impoluta. En las notas interiores del disco se destaca el hecho de esta indispensabilidad en un contexto cercano a lo religioso. La energía que desprende Adiemus va más allá de clasificaciones, pero en su fusión de influencias consiguió confundir a muchos en el negocio de la música, e inspirar a otros para seguir caminos paralelos. Eso sí, donde fuera que se escuchara o se encontrara la versión original de este disco, dejaba sin ninguna duda una marca de calidad, la de un concepto que cambió comletamente la vida de un galés llamado Karl Jenkins, una música extraordinaria que se ha desarrollado a lo largo de varias décadas y que tomó vida en este prodigioso "Songs of sanctuary".


 

domingo, 23 de octubre de 2022

Esa puntualidad...


Tengo un muy buen amigo, una persona cercana, que suele decir por ejemplo cuando quedamos: “Pues nos vemos mañana, en tal sitio, a las cinco o a las cinco y media”, y de nada vale que se le explique, una y otra vez, machaconamente, que una cosa son las cinco y otra muy distinta las cinco y media, más que nada pensando en la espera que le espera (valga la redundancia) a quien acude a la primera hora de las mencionadas. Esta anécdota (real) nos da pie para reflexionar hoy, de manera amplia, sobre eso de la puntualidad, sin duda uno de los hábitos sociales más importantes, pues el estar a tiempo a diferentes compromisos o el simple hecho de estar apegado a un horario nos ayudara mucho en la vida. Quiere decir que cuando una persona va a ir a algún lado con otras, ya sean familiares, amigos, compañeros, entre otros, y quedaron de encontrarse a la 1 p.m. (se ha de defnir con exactitud), se debe estar a esa hora exactamente, ni un minuto menos, ni un minuto más, puesto que eso se define como una persona impuntual. La puntualidad es cortesía, educación y respeto mientras la impuntualidad es una muestra de falta de cultura, es no apreciar el tiempo de los otros ni el propio. El valor de la puntualidad es la disciplina de estar a tiempo para cumplir nuestros compromisos adquiridos deliberadamente: una cita del trabajo, una reunión de amigos, un compromiso de la oficina, un trabajo pendiente por entregar, una cita médica…, y la puntualidad es necesaria para dotar a nuestra personalidad de carácter, orden y eficacia, pues al vivir este valor en plenitud estamos en condiciones de realizar más actividades, desempeñar mejor nuestro trabajo, ser merecedores de confianza.


La puntualidad, en principio, es una cualidad adquirida por los seres humanos, que es considerada como la virtud de cumplir con un compromiso u obligación dentro del tiempo estipulado y comprometido. En algunas culturas, el tiempo no es tan importante como en otras y, por lo tanto, algunas personas dentro de dichas culturas se encuentran en la libertad de no cumplir con los plazos, como así tampoco con los horarios. En estas culturas no está mal visto llegar tarde a las reuniones, ni incumplir con los plazos de entrega; sin embargo, en las culturas donde la puntualidad es valorada, la falta de la misma es considerada una falta de respeto y consideración con otra persona u obligación; que hasta puede ser tomado como un insulto. Efectivamente, en muchas culturas, el ser impuntual es algo mucho más tolerado que en otras; por ejemplo, en países como Inglaterra o Alemania, la puntualidad es casi una tradición (un “sí o sí”) mientras que en otros lugares como Italia, España o Latinoamérica, la impuntualidad simplemente es algo que pasa “normalmente” sin poder hacer nada al respecto. Pero, en los primeros, quien llega tarde o no cumple con los plazos preestablecidos, se excluye de las reuniones o se le rechazan los trabajos; casi, de esta manera, penándolos socialmente por lo que se considera un incumplimiento de palabra. La puntualidad es una disciplina que consta de estar a tiempo para cumplir nuestras obligaciones: una cena familiar, una reunión de amigos, un trabajo que entregar, una reunión en la oficina, etcétera. Incluso hay empresas que les exigen a sus empleados, mediante la firma de un acuerdo, el hecho de llegar puntuales a sus trabajos cotidianos, siendo penados por la acción contraria. Como tal disciplina, con el paso del tiempo, se puede lograr alterar un estilo de vida impuntual e ir, poco a poco, convirtiéndose a la puntualidad. Esto es tan necesario para crear nuestra personalidad de carácter, orden y eficacia, debido a que nos permite disfrutar más los momentos de la vida cotidiana, organizados y sin estar a las corridas para llegar a horario. La puntualidad requiere de una organización que va desde el nivel más pequeño de la vida en sociedad, hasta el nivel más grande y nos permite recuperar el valor del tiempo, así como realizar nuestros trabajos y actividades en condiciones adecuadas para poder hacerlas. La impuntualidad indica un desinterés que muchas veces genera un puntaje negativo, en el caso de empleos y grandes actividades, así también como la molestia de los que se relacionan con nosotros. Obviamente hay actividades que generan un mayor interés y atracción, por eso el valor del tiempo varía dependiendo de la situación, pero el resultado de querer vivir siempre de acuerdo a nuestros gustos es la pérdida de formalidad en nuestro actuar y poco a poco se reafirma el vicio de llegar tarde. Además, la falta de puntualidad tiene un cierto grado de egocentrismo, es decir, partir de la base de que el tiempo de los otros es menos valioso que el propio, así que no importa llegar tarde porque la otra persona no es tan “importante” como lo soy yo. Además de ser una actitud egoísta es totalmente irrespetuosa.


Poca broma. En los medios de transporte suele tomarse la puntualidad como valor importantísimo, ya que para los viajes de placer o de negocios muchas veces las combinaciones de medios de transporte son necesarias y eso, lamentablemente, no siempre depende de cuán puntual sea el usuario, sino que es responsabilidad de las empresas que nos brindan estos servicios. Muchas compañías de aeronavegación se esfuerzan por crear una imagen de respeto al usuario, ofreciendo, entre otras cosas, puntualidad entre sus valores principales, asemejándose a las garantías que ofrecen los trenes, que sí se jactan (algunos) de tener una gran puntualidad en cuanto a las llegadas y partidas de sus formaciones. Pero, la “culpa” de la impuntualidad siempre es “de los otros”: se culpa al deficiente sistema de transporte: “El tráfico me hizo llegar tarde”, “No llegué a subirme en el tren”, “Había mucha gente en el bus y tuve que esperar el siguiente”, se culpa a gente inocente: “La maestra de mi hijo me citó de imprevisto”, “Mi esposo estuvo horas en el baño y tuve que esperar”, “El vecino aparcó en mi puerta y no podía salir”, se culpa a esas casualidades de la vida inexplicables: “No sonó mi despertador”, “Todos los semáforos estaban en rojo”, “Cuando vi el reloj ya era muy tarde”, se culpa a situaciones que no tienen nada que ver: “Tuve una pesadilla anoche”, “Me quede sin luz y no pude cargar mi teléfono”, “El calentador de agua se descompuso”,… o se culpa descaradamente a la persona que nos hace sentir culpables: “Pensé que habíamos quedado a esta hora”, “Yo recuerdo que me dijiste que más tarde”. En realidad no importa cuál sea la justificación, porque el hecho de llegar tarde en varias ocasiones (a pesar de hacer aparentemente todo por evitarlo) puede tener estás consecuencias en tu vida:

- Genera sentimientos de culpa y frustración

- Diminuye la credibilidad frente a las demás personas

- Desencadena estrés y ansiedad

- Fomenta la procrastinación en otras áreas

- Puede afectar las relaciones personales y/o laborales


¿Por qué no somos, pues, puntuales? La falta de puntualidad denota desorden, mal manejo del tiempo, falta de planeación en las actividades, y por supuesto carencia de una agenda, pero no nos volvemos puntuales de la noche a la mañana. Para querer corregir este error se necesita voluntad, disciplina, determinación, compromiso y responsabilidad como en todos los propósitos y, antes de empezar a poner alarmas, llenar agendas, programar recordatorios, etc., se tendrá que hacer un cambio de mentalidad. Debemos ser conscientes que toda persona, evento, reunión, actividad o cita tiene un grado particular de importancia. Nuestra palabra deberá ser el sinónimo de garantía para contar con nuestra presencia en el momento preciso y necesario. A renglón seguido, se tendrá que encontrar la causa que provoca nuestra impuntualidad (interés, gustos, importancia, orden, egocentrismo, pereza, olvido, falta de concentración…). Establecer un orden y delimitar prioridades es básico, como lo es concentrarse en la actividad que estamos realizando, procurando mantener nuestra atención para no divagar y aprovechar mejor el tiempo. Para corregir esto, se tendrá que echar mano de algunas ayudas, como son las alarmas del computador, agenda electrónica, celular, pedirle a un familiar o compañero que nos recuerde la hora (sólo algunas veces para no ser molesto y dependiente) y, por último, habrá que hacer algunos ajustes en nuestro nuevo estilo de vida enmarcado en la puntualidad. Quizá levantarse un poco más temprano, adelantar el reloj unos minutos, establecer un horario, entre otros. Vivir el valor de la puntualidad es una forma de hacerle a los demás la vida más agradable, mejora nuestro orden y nos convierte en personas dignas de confianza. Con todo esto no hay que convertir el tiempo en una obsesión; es importante conocer el balance entre ser puntual y ser un maniático del reloj ya que a veces nos convertimos en los prisioneros de los horarios, tratando de forma compulsiva terminar todo a tiempo y estar a la hora prevista en cada actividad planeada. Lo más importante es comprobar que el hábito de ser puntual contribuya a tu bienestar.


jueves, 20 de octubre de 2022

Música "oriental".



Por motivos quizá insondables, la llamada “Marcha turca” de Mozart es una de las composiciones más populares de la música clásica. También, es cierto, ha sido la selección más o menos previsible de cientos de concertistas, maestros de música y otros intérpretes, quienes parecería que aprovechan a su favor la fascinación que ejerce la pieza. Dicho con precisión, esta “marcha” se trata del tercer
y último movimiento de la Sonata para piano No. 11, K. 331, el cual Mozart compuso bajo la forma de un allegretto, Rondó alla turca, es decir, al estilo de la que se conocía como música turca de la época, especialmente las marchas de los jenízaros1 que en las últimas décadas del siglo XVIII se escuchaban en las cortes europeas. Este último movimiento es frecuentemente escuchado por separado, y es uno de los más conocidos de todos los trabajos de Mozart y auténtico “caballo de batalla” para los pianistas aficionados, y la vasta coda mayor, aquella en la que se parece ver entrar al Gran Sultán con ruido ensordecedor de tambores, fue añadida por el compositor en el momento de entregar la sonata a la editorial Artaria, en 1784, el mismo año que se hizo masón, por cierto. La mirada hacia el Oriente más cercano, el mundo árabe, ha creado un gran número de imágenes, de estereotipos, de clichés y hasta de prejuicios que han sido muy claramente estudiados y puestos en cuestión en el siglo XX. Esta mirada ha ido variando a lo largo de los siglos; el Romanticismo, por ejemplo, adoptó la literatura de viajes, de crónicas sobre estos países y sus culturas, como un territorio de enorme importancia. Tierra Santa, Turquía y sobre todo Egipto se convirtieron en lugares de primer orden para la fantasía, en símbolos de lo exótico, lo primigenio y mítico que van a influir en numerosos aspectos de la visión europea sobre la arquitectura, la ornamentación, la escritura, la música, la arqueología o el paisaje., el Oriente significó una realidad exótica, un territorio para la aventura, un campo para explorar. La colección de relatos de Las mil y una noches constituyó un monumento literario del mismo nivel que la Biblia, Homero, Plutarco, Shakespeare o Molière.



E
n cuanto a la música, resulta complicado hablar de la música oriental como algo general, ya que, igual que hay religiones y culturas variadas, también hay manifestaciones musicales muy distintas, pese a lo cual se puede hablar de rasgos comunes que la diferencian de la occidental de forma clara. Gran parte de las formas musicales orientales surgen a partir de sus textos sagrados y el sonido alcanza, pues, una cierta dimensión “espiritual”. Además, mientras que en la música occidental encontramos armonía, la oriental sólo tiene melodías. Esto es debido a que hay distancias entre sonidos menores a un semitono, lo que dificulta la formación de acordes. Lo más parecido a la armonía que encontramos es la polifonía y la heterofonía (ejecución simultánea de diferentes versiones de una misma melodía). Podemos ver influencias de lo oriental en occidente, sin ir más lejos, en la música española, principalmente por su relación con al-Ándalus . Un ejemplo de ello es El Albaicín, de la Suite Iberia de Isaac Albéniz. Otro artista es Jordi Savall, un violagambista, director de orquesta y musicólogo español, especializado en música antigua. Fuera de España, uno de los músicos que mejor ha integrado la música de Oriente en sus composiciones es Giacomo Puccini que, en óperas como Madame Butterfly o Turandot los toques orientales están perfectamente integrados en la obra. Podríamos decir que, en general, toda la música europea del siglo XIX (Romanticismo) y principios del XX tiene cierta inlfuencia asiática debido al exotismo que se buscaba en la época. Descatan compositores franceses como Debussy, Messiaen, Roussel o Boulez, ya que fue en Francia donde lo chino y japonés empezó a estar de moda. Otro ejemplo son los Temas Hindúes de Maurice Delage (pupilo de Ravel), que fue influído por sus viajes a Asia, especialmente a la India. Muy nuestro es el “dignificador” de la guitarra clásica Francico Tárrega quien, de vuelta de un viaje a Granada escribió el famosísimo trémolo Recuerdos de la Alhambra, y en Argelia, donde conoció a Camille Saint-Saëns, le llegó la inspiración para componer Danza mora. A su querido amigo y compositor Tomás Bretón le dedicó el hermoso Capricho árabe. La música es sin duda una de las artes más hermosas que nos lleva a conocer el sentir de un pueblo, y en la cultura árabe-islámica constituye junto con la poesía una de las formas de expresión más importantes de su civilización. El artista árabe encontró en la música y la poesía esa evasión que le permitiría plasmar el genio que encerraba en su interior, de ahí que su patrimonio musical sea una de las más bellas huellas que ha ido dejando a través de su andadura histórica como un auténtico museo oral. Dentro de este patrimonio, la música andalusí, dadas sus características, es un hecho cultural imprescindible para el conocimiento de la civilización árabo-islámica en su rama hispano-árabe.



Un caso curioso es el del compositor inglés Albert Ket
èlbey que, sin salir nunca de Inglaterra, escribió un buen número de piezas para piano con el seudónimo de Antón Vodorinski. Con su propio nombre y al menos seis seudónimos, Ketèlbey compuso varios cientos de obras, unas 150 de ellas para la orquesta, pero la música por la que se le recuerda en la actualidad es la serie de piezas orquestales atmosféricas que comenzó con La melodía del fantasma. Siguió con En el jardín de un monasterio, un "intermezzo característico", estableciéndose así un modelo para el resto de obras, representaciones musicales de escenas exóticas, como En un mercado persa2, una "escena intermezzo" (Ketèlbey buscó repetir el exotismo de En un mercado persa en varias piezas posteriores) o En el jardín de un templo chino, una "fantasía oriental". Tal fue la popularidad de Ketèlbey que sus obras se podían escuchar varias veces al día en restaurantes y cines (establecimientos de moda) y las tiendas de té de una conocida marca gastaron una fortuna en los permisos para reproducir su música en sus establecimientos. Incluso en nuestros lares hay que recordar la versión sui generis de Los sonor. Tim Page , el crítico musical de The Washington Post , considera que el trabajo de Ketèlbey expresa un "orientalismo adornado, perfumado y elegante [que] encontró expresión en miniaturas"; agrega que "toda la música de Ketèlbey es bastante extraña, profundamente derivada pero inconfundiblemente personal, ordenada en la forma pero grandiosa en la ejecución, amable y a menudo conmovedora a pesar de su descarada sensibilidad". El exotismo de Ketèlbey había dejado una impresión inamovible de la música oriental en los oídos occidentales, "la música oriental es música de Ketèlbey: los platillos que chocan, las campanillas, los modos menores, el paso picado increíblemente gráfico creado por notas rápidamente reiteradas; los tímidos golpes en el bloque de madera".

------------------------------------------

1Los jenízaros era un cuerpo de elite, entre cuyas muchas misiones se destacaba la de ser los encargados de la custodia y salvaguarda del sultán otomano, así como de las dependencias del palacio imperial de Edirne y, más tarde, del nuevo palacio imperial Topkapi de Estambul; eran considerados la guardia personal del sultán. . Maquiavelo los nombra en su libro Il principe y los adula como una excelente guardia con mucho poder, tanto que ni una rebelión de todo el Imperio Otomano los podía detener. No debe olvidarse que, en principio, eran niños de entre 8 y 12 años raptados de sus padres o también “cobrados” por el conocido como el impuesto de sangre.

2Pese a su inmediata aceptación popular, la obra no estuvo exenta de críticas “La intención del compositor es convencer al oyente de que todo está bien en las colonias donde hay mujeres hermosas y exóticas, los frutos maduran juntos, donde mendigos y gobernantes son amigos, donde no hay imperialistas, ni proletarios inquietos

 

martes, 18 de octubre de 2022

Es ameno...

 


«Ameno» fue el primer sencillo de Era —acrónimo de Eminential Rhythm of the Ancestors— proyecto musical del compositor francés Eric Lévi, que mezcla cantos gregorianos y ocasionalmente músicas del mundo con arreglos electrónicos y pop-rock contemporáneos, reminiscencia de proyectos musicales de la nueva era, una suerte de pop etéreo, gótico, oscuro y elegante, música para amantes de la épica literaria de un Tolkien, pasado de rosca. Las letras, algunas se basan en las creencias del catarismo y algunas canciones incluye estrofas escritas en un idioma imaginario inspirado en el latín, pero sin significado como, sin ir más lejos, la Historia Domini Quijoti Manchegui, traducta in latinem macarronicum per Ignatium Calvum, curam misae et ollae, de principios del siglo XX, del escritor Ignacio Calvo Sánchez: “In uno lugare manchego, pro cujus nómine non volo calentare cascos, vivebat facit paucum tempus, quidam fidalgus de his qui habent lanzam in astillerum, adargam antiquam, rocinum flacumtres et perrum galgum, qui currebat sicut ánima quae llevatur a diábolo…”. Volviendo a la canción, su videoclip de promoción está ambientado en la época medieval, aparentemente con ls cátaros. La trama es de tres niños que van de excursión, la niña ve un monumento y al tocarlo parece tener recuerdos de una vida pasada. En su visión se ve a una niña (podría ser ella misma) con un grupo de niños y un águila en el brazo. Aparentemente son vagabundos y buscan un lugar para acampar; el lugar que eligen es el mismo monumento del inicio del video. Casi simultáneamente un caballero va hacia el mismo lugar, cuando llega trata de "decapitar" el monumento con su espada, pero no lo logra. La espada cae cerca de la niña, quien sí logra romper el monumento. En su interior hay un medallón con forma de cruz. La niña del inicio del video vuelve a aparecer y lleva puesto el mismo medallón, por lo que podría suponerse que el medallón hizo una conexión entre dos épocas distintas. Debido a su sonido combinado con música electrónica, la canción Ameno es usada en situaciones sobrenaturales o de extrema tensión y dificultad. La traducción al español (?) de su letra escrita en ese latín macarrónico viene a decir: “revela, llévame, revela el soldado, señales imperceptibles y espíritu martir”. “Dorime Ameno” es usado para reflejar la dificultad de conseguir algo teniendo que recurrir al rezo para poder sobrellevarlo.

domingo, 16 de octubre de 2022

¿El fin del dinero en efectivo?


No sabemos si esta crisis sanitaria mundial
por la pandemia del coronavirus acabará o dará un empujón para la eliminación del dinero en efectivo pero si es cierto que ha puesto de nuevo el tema en el asador. El Covid-19 ha cambiado los hábitos y la manera de consumir. Durante meses, hemos comprado por Internet y pagamos lo menos posible en efectivo, en muchos casos por miedo al contagio. Se trata de la primera crisis en la que la demanda de efectivo disminuye, en lugar de aumentar. Suecia, por ejemplo, ya muestra en muchos establecimientos minoristas que no se aceptan pagos en efectivo; la mayoría de los suecos utilizan una aplicación de pagos a través del móvil y dados estos hábitos en la mayoría de los ciudadanos ya se han planteado la eliminación del efectivo, pero en este caso, sustituyéndolo por una criptomoneda de curso legal. Hablemos de los antecedentes del dinero: en el neolítico, con la aparición de la agricultura y la ganadería, apareció la primera economía de producción y se produjo un excedente; una cantidad de bienes que no necesitan ser consumidos, lo que dio lugar a la posibilidad de también alimentar a personas que no necesitaban trabajar la agricultura o la ganadería para su propia subsistencia, y que por tanto podían dedicarse a producir otros productos, como ejemplo la cerámica o las armas, e intercambiarlos por el excedente producido, que permitió la primera forma de comerciar, el trueque, intercambiando directamente bienes y servicios por otros, basándose en el consenso de los participantes acerca de la valoración de los objetos a intercambiar, aunque con el tiempo, esta forma de intercambio se consideró ineficiente. Pese a ello, hoy día sigue siendo la base de intercambio en momentos de gran carestía (por ejemplo, por conflictos bélicos o por catástrofes) llevando a situaciones de estraperlo, y la esencia del funcionamiento de los bancos del tiempo1 que han aflorado a nivel local en muchos lugares, en diferentes países y diferentes momentos. El dinero tal como lo conocemos hoy debe estar avalado o certificado por la entidad emisora, para su aceptación necesita de la construcción de mecanismos de legitimidad y de confianza, de forma que actualmente son los gobiernos, a través de las leyes, quienes determinan cuál es el tipo de dinero de curso legal, pero son otras entidades, como los bancos centrales y las casas de la moneda (ceca), los que se encargan, primero, de regular y controlar la política monetaria de una economía, y segundo, de crear el volumen en circulación de las monedas y billetes según la demanda y la necesidad de tener dinero físico. Los billetes y monedas en euros son hoy en día los únicos medios de pago de curso legal en España y dentro de la zona euro y ningún establecimiento comercial, banco, administración u otro acreedor puede oponerse al pago en efectivo, aunque sí podría rechazar otros medios de pago, como cheques personales y tarjetas de crédito. Hay que matizar que los billetes deberán ser utilizados de acuerdo con el importe del bien o servicio a pagar, es decir, que un comercio podría negarse a aceptar un billete de denominación alta (por ejemplo, 500 euros) como pago de un importe muy inferior (10 euros) y además, un acreedor no tiene por qué aceptar legalmente más de 50 monedas para un mismo pago si no lo desea. La eliminación del dinero efectivo en España lleva mucho tiempo en boca de todos, pero, ¿es esto viable? ¿el pago en efectivo tiene fecha de fin? Hay mucha controversia sobre el tema y no todo el mundo cree que la eliminación del efectivo sea algo positivo para la sociedad, igual que hay mucha gente que cree que es un paso adelante y necesario. Sin tomar partido, estos son los argumentos más comunes de entre los que se posicionan a favor y en contra de la erradicación del dinero en efectivo.


P
ara los que están a favor de la eliminación del dinero en efectivo, su desaparición daría beneficios en la lucha contra el fraude y blanqueo de capitales, acabaría con los paraísos fiscales, con las transacciones bancarias de dudosa legalidad, con la creación de empresas “espejo”, con la evasión fiscal,…, se reducirían los costes, aunque estos son muy residuales: costes de producción, mantenimiento y gestión del dinero en efectivo, posible herramienta eficaz en la lucha contra pandemias (este punto no está claro, pero es cierto que desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Ministerio de Industria o la Autoridad Bancaria Europea recomendó durante la pandemia utilizar medios de pago sin contacto, se reducirían ciertos delitos como el tráfico de drogas o armas ya que en ellos se realizan los pagos en dinero en efectivo. Al eliminar el dinero en metálico aparecerían nuevos métodos de pago fomentando la innovación tecnológica del sector, se podría controlar completamente la política monetaria ya que el dinero y las transacciones serían simples movimientos contables, en situaciones de crisis bancarias o financieras, se elimina el riesgo de contagio entre bancos y países, en situaciones de pánico bancario, no se realizarían retiradas masivas en efectivo, simplemente se trasladarían los depósitos de un banco a otro. Por último, operar con dinero en efectivo abre la posibilidad de fraude. A pesar de los numerosos y sofisticados elementos de seguridad incorporados en los billetes en euros, es posible colar alguno falso ¡y no digamos los billetes de dólar!. Todo el mundo debería conocer cómo detectar billetes falsos. Ahorrar dinero en efectivo en casa también supone mucho riesgo, se puede extraviar o acabar en la basura o en la lavadora (en caso de robo, los seguros sólo cubren el dinero en efectivo hasta un límite pequeño; llevar encima mucho dinero en efectivo supone un riesgo alto de forma que si es evidente que usted lleva mucho dinero en metálico, puede estar comprometiendo su seguridad personal y si existen indicios externos evidentes de que usted guarda mucho dinero en casa, está poniendo en peligro la seguridad de su familia. Además, el dinero que está en su casa no genera intereses de ningún tipo – situación actual,con intereses negativos, aparte -. Aunque tener el dinero bajo el colchón pueda parecer una opción segura frente a los riesgos de otras inversiones, la inflación hace que su dinero pierda valor cada año).


Por el contrario, h
ay muchos que argumentan que la eliminación del efectivo provocaría una reducción de la libertad, una pérdida de privacidad y en el control directo que tendríamos con todos nuestros movimientos ya que existiría un registro financiero completo con todos nuestros movimientos a lo largo de toda nuestra vida, nuestros hábitos de consumo y ubicación geográfica con bastante precisión; nuestro banco conocería todo de nosotros, donde desayunamos, comemos, compramos, qué marcas usamos,…, y se puede añadir que se perdería la capacidad de decidir cómo se quiere pagar en cada momento, en efectivo o con tarjeta, los bancos tendrían más poder dado que aumentarían su liquidez y ganarían poder de negociación frente a los clientes, posiblemente se reduciría el ahorro toda vez que somos más consciente de nuestro gasto cuando lo hacemos en efectivo, nos hace más prudentes. Habría que afrontar la más que probable generación de nuevas desigualdades por la dificultad de determinados grupos en utilizar sólo tarjetas bancarias o medios de pago digitales (por ejemplo personas mayores o grupos económicos más vulnerables. Además de que mucha gente, simplemente se resiste a pagar con tarjeta). Dado que no en todos los territorios llega una correcta cobertura de datos para que sea operativo el pago de forma digital, se realizaría una brecha digital. Muchos comercios consideran que las comisiones que deben abonar por tener datáfonos o por permitir el pago con tarjeta de cualquier cantidad son elevadas y además hay intermediarios que cobran o bien en dinero o bien en datos. Al realizarse todas las transacciones de manera telemática, sería de esperar que aumentaran los delitos en la red o un aumento del coste para prevenirlo. La gran ventaja de utilizar dinero en efectivo es que siempre será aceptado como pago, si tiene que coger un taxi o un autobús, tomar una tapa o pagar un importe pequeño, puede ser el único pago admitido; pagar en efectivo es más rápido que pagar con tarjeta o cheque porque no hace falta presentar ningún documento de identidad* y esperar confirmaciones o aceptación aunque no debe olvidarse que en determinadas operaciones con efectivo, podrán solicitar que el pagador se identifique.


Al final, c
obrar y pagar de manera instantánea son los componentes más importantes de cualquier negocio y debe hacerse todo lo posible, con y sin efectivo, para facilitar el pago. De hecho, sería un gran error no considerar (y usar) diferentes métodos de pago, a saber, además del dinero físico en efectivo, tarjetas de débito o crédito (por cierto, en el año 2019, previo a la pandemia, había 85,6 millones de tarjetas entre crédito y débito solo en España; la tarjeta bancaria es la forma de pago más común en el mundo hoy en día), teléfono móvil y sus aplicaciones, pago electrónico por marca, etc. Pero, ¿cuál es la mejor opción? Cada método de pago tiene sus propias ventajas y desventajas. Y eso puede ser objeto de otras reflexiones.

--------------------------------------------------

1 Herramienta con la cual un grupo de personas puede crear una alternativa económica social. En un Banco de Tiempo se intercambian habilidades entre los miembros sin utilizar dinero, únicamente se contabilizan las horas de servicio prestado y recibidoe

 

jueves, 13 de octubre de 2022

¿Cobardía?



Víctor Manuel (Víctor Manuel San José Sánchez
) es un cantautor, una de las figuras más emblemáticas de la canción protesta durante el final del franquismo y la transición. Empezó su carrera profesional a mediados de los sesenta, con composiciones de aire costumbrista, muy ligadas a la temática de su tierra asturiana. (La romería, El abuelo Víctor, Paixarinos o El portalín de piedra - tema con el que ganó el Festival de Villancicos Nuevos, de Pamplona -). Pero pronto el contenido testimonial e ideológico de muchas de sus letras chocaría reiteradamente con la censura; así ocurrió en 1968, durante el Festival del Atlántico celebrado en Puerto de la Cruz (Tenerife), tras interpretar la canción antimilitarista El cobarde. que, en palabras del propio Víctor Manuel, no nació para contar una historia de lo que sucedía aquí, no era un canto antimilitarista español… Yo había leído un reportaje de Oriana Fallaci sobre un soldado americano que se negaba a combatir en Vietnam, temblaba porque no quería disparar. Era un cobarde en Vietnam. Cuando salió la canción, Pilar Miró se empeñó en ponerla a mediodía en TVE; la suspendieron de empleo y sueldo”, el jurado del Festival la premió, pero el capitán general de Canarias, Héctor Vázquez, ordenó que se revocara la decisión. “Quedó luego la cuarta; hasta el tercer premio se retransmitía en la Península. Por eso la dejaron cuarta”. Víctor Manuel estuvo muy cerca de ser detenido. Un día se vengó, cuando estaba en el cuartel, en Valladolid. “Un grupo de oficiales borrachos me pidió que cantara algo. Canté El cobarde. No se enteraron. Era Nochevieja” . Un torbellino comenzó con El cobarde; fue la era de la militancia; “tiempo de mucho peligro, físico a veces; me sacaron una pistola en Argamasilla de Alba, pero había allí gente dispuesta a defenderte. Las cosas estaban cambiando. Yo no existía como cantante, estaba prohibido en todos los circuitos. Conocí, en el PCE y fuera de él, a gente excepcional que regalaba su energía”. Luego vino la Transición y decidí retirarme a componer… Nacen entonces Soy un corazón tendido al sol, Sólo pienso en ti,... pero estuvo también Canción de la esperanza, que hablaba de política, una canción enteramente dedicada a los últimos días de Franco… Pero las que funcionaron fueron las canciones sentimentales”. Algún tiempo después de El cobarde, prohibidas sus canciones, se fue a México con su mujer, Ana Belén; representaron allí una comedia musical (sin éxito), siguieron de gira, y alguien inventó para el diario Pueblo una historia: Víctor y Ana habían pisoteado la bandera española en el escenario. “El follón que se armó aquí fue espectacular. En el estreno de una película que hicimos con Gonzalo Suárez [que los descubrió para el cine] entraron los guerrilleros de Cristo Rey, rajaron las butacas; la película estuvo un solo día en cartel. Nos convertimos de apestados en apestosos. Y nos quedamos seis meses en México. Un contacto nuestro preguntó si tenían algo contra nosotros. No lo tenían. Volvimos. La DGS nos interrogó para nada, pues nada había”. Hay que decir que escribió Un gran hombre, dedicada al dictador Francisco Franco, aunque posteriormente tanto la temática de sus canciones como su ideología y su opinión sobre el dictador darían un vuelco radical. A su abuelo Ángel, lo habían matado en la cárcel de Oviedo, en 1941, donde estaba desde la guerra, lo sacaron y lo fusilaron. “Desde los cinco años mi madre me llevaba a la fosa común, el Día de Todos los Santos. Un día le pregunté por qué lo habían matado. ‘Por robar una cesta de huevos’, me dijo. Y de ahí no salió nunca. A los 12 años quise apuntarme a la OJE [la Organización Juvenil del franquismo] porque tenía bocadillos baratos. Me dijo: ‘Son los que mataron a tu abuelo’. No me dijo quién lo denunció, nada; hace cinco años encontré, gracias a la gente de la Memoria Histórica, el expediente del abuelo y de mi tío abuelo… Alguien los denunció por rojos. Y a partir de ahí fue donde yo me fui dando cuenta cabal, a los 18 ó 19 años, de lo que era verdaderamente la dictadura”.. Guerras...


 

miércoles, 12 de octubre de 2022

Canciones que son utopía.



Si hay una canción que ha traspasado fronteras, trascendido de forma espectacular y que se ha convertido en un himno que representa grandes valores y hasta una forma de vivir, esa es
Imagine, con un poder de seducción inconmensurable, que no solo no te cansas nunca de escuchar, sino que cada vez que suena se te clava muy hondo y logra activar emociones dormidas. John Lennon imprimió en su letra su clamor por un mundo más justo, y a medida que van pasando las décadas, y van más de cinco desde que se lanzó, aún hay que reivindicarla para seguir construyendo una sociedad más justa en la que vivir. Imagine es una declaración de amor incondicional hacia la especie humana, y lo mejor de todo es que no hay en ella el más leve fingimiento ni impostura alguna: propone una utopía, un mundo tan idílico como improbable, de acuerdo, pero está tejida con un resistente hilo de verdad: ausencia de religiones y comunismo "real". Desde su mismo nacimiento, Imagine, que el propio Lennon definió como una canción antirreligiosa, antinacionalista, anticonvencional y anticapitalista, se convirtió en un himno pacifista que invitaba a soñar con los ojos abiertos un mundo desprovisto de fronteras, religiones, codicia, posesiones, hambre, y en el que mujeres y hombres viven en armonía. En esa pieza infalible como una potentísima droga estaban reunidos todos los intereses del Lennon activista. Pero también los de su mujer, Yoko Ono, puesto que ambos compartían, y lo escenificaban a cada momento, idéntica filosofía de vida. Se cuenta que una mañana de 1971, Lennon, músico superdotado, estimable poeta, estrella mundial del pop, aristócrata del activismo político y pacifista, se sentó al piano e Imagine brotó como el agua de una fuente, lo que no significa que surgiera de la nada pues, tal y como el ex-Beatle reveló en la última entrevista que se conserva de él, realizada para la emisora Radio 1 de la BBC poco tiempo antes de su asesinato, la lectura del libro 'Grapefruit' de Yoko Ono fue la semilla a partir de la cual germinó; Lennon manifestó que en esa canción debería haber figurado su mujer como coautora, ya que tanto la idea como distintas partes de la letra provenían del citado libro, publicado en 1964, antes de que se conocieran, y en el cual abundaban los "imagina esto" e "imagina lo otro" pero Lennon explicó que en la época en la que fue compuesta él era "más egoísta y más macho" y se le "olvidó" citar la crucial contribución de su mujer, y en un alarde de sinceridad afirmó que si en vez de Yoko hubiese sido Bowie, habría puesto sin dudarlo "escrita por Lennon y Bowie", ya que ambos eran tíos. John Lennon compartió en otra entrevista en Playboy la inspiración para esta letra. "El concepto de oración positiva. Si puedes imaginar un mundo en paz, sin denominaciones religiosas, no sin religión, pero sin esta cosa de mi Dios es más grande que tu Dios, entonces puede ser verdad. La Iglesia me llamó una vez y me preguntó: '¿Podemos usar la letra de Imagine y cambiarla a 'Imagine one religion'?' Eso me demostró que no lo entendían en absoluto. Derrotaría todo el propósito de la canción, toda la idea". Además de este sentido religioso, no puede obviarse que el contenido de la canción es fuertemente político, centrado en el movimiento comunista. El mismo Lennon lo confirmó: "Imagine, que dice: 'Imagina que no hay más religión, no más país, no más política', es prácticamente el manifiesto comunista, aunque no soy particularmente comunista y no pertenezco a ningún movimiento". Con el paso del tiempo, el mensaje se ha unificado, y varias ideologías políticas han abrazado la premisa que contiene, en la que se busca eliminar la codicia y el hambre .A pesar de que el mundo es hoy un lugar un poco más civilizado y solidario que hace cuatro décadas (cuando mataron a Lennon), y a que existe una mayor concienciación con los derechos humanos y la ecología, si Lennon levantara la cabeza comprobaría que sus anhelos de un planeta edénico están muy lejos de cumplirse y que la "fraternidad de hombres" que tanto él como Yoko Ono ansiaban solo es posible materializarla en una novela, una película, una serie de televisión o, claro, una canción. La humanidad, en fin, tiene aún un largo camino por delante para hacer de este mundo un lugar más justo, pacífico y habitable. Imagine siempre será un bellísimo sueño, imposible, sí, pero es el mejor espejo en el que mirarnos. E imaginar es gratis.


Imagine there's no heaven

It's easy if you try

No hell below us

Above us, only sky

Imagine all the people

Livin' for today

Ah

Imagine there's no countries

It isn't hard to do

Nothing to kill or die for

And no religion, too

Imagine all the people

Livin' life in peace

You

You may say I'm a dreamer

But I'm not the only one

I hope someday you'll join us

And the world will be as one

Imagine no possessions

I wonder if you can

No need for greed or hunger

A brotherhood of man

Imagine all the people

Sharing all the world

You

You may say I'm a dreamer

But I'm not the only one

I hope someday you'll join us

And the world will live as one