domingo, 29 de mayo de 2022

¿Qué significan los porcentajes en la enseñanza de una lengua?


La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (en inglés, United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization), conocida por sus siglas como Unesco, es un organismo fundado en noviembre de 1945, tras el final de la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de contribuir a la paz y a la seguridad en el mundo mediante la educación, la ciencia, la cultura y las comunicaciones, o sea, nada de fines políticos1 ni militares. La Unesco tiene una vocación pacifista, y, entre otros fines, se orienta muy particularmente a apoyar la alfabetización. En la educación, este organismo asigna prioridad al logro de la educación elemental adaptada a las necesidades actuales. En ese contexto, en la reunión de París del 10 al 12 de marzo de 2003, la institución aprueba y emite su documento CLT/CEI/DCE/ELP/PI/2003/1 (referencia para su búsqueda si se desea leer en su totalidad), encomendada su elaboración al Grupo especial de expertos sobre las lenguas en peligro convocado por la UNESCO y que, con el título de Vitalidad y peligro de desaparición de las lenguas, es adoptado por la Reunión Internacional de Expertos sobre el programa de la UNESCO “Salvaguardia de las Lenguas en Peligro”, la citada reunión de París.


El documento dice, entre otras cosas, en el Preámbulo, que Una lengua está en peligro cuando sus hablantes dejan de utilizarla, cuando la usan en un número cada vez más reducido de ámbitos de comunicación y cuando dejan de transmitirla de una generación a la siguiente….Alrededor del 97% de la población mundial habla aproximadamente un 4% de las lenguas del mundo; a la inversa, alrededor del 96% de las lenguas del mundo son habladas por aproximadamente un 3% de los habitantes del mundo .... Así pues, casi toda la heterogeneidad ingüística del mundo es custodiada por un número muy pequeño de personas. Incluso idiomas con muchos millares de hablantes ya no se enseñan a los niños; al menos el 50% de las más de seis mil lenguas del mundo están perdiendo hablantes. Según nuestros cálculos, cerca del 90% de todas las lenguas podrían ser sustituidas por lenguas dominantes de aquí a finales del siglo XXI. El peligro de desaparición de una lengua puede ser el resultado de fuerzas externas, tales como el sojuzgamiento militar, económico, religioso, cultural o educativo, o puede tener su causa intergeneracional de las tradiciones lingüísticas y culturales. Muchos pueblos ..., asociando su condición social desfavorecida con su cultura, han llegado a creer que no merece la pena salvaguardar sus lenguas. Abandonan su lengua y su cultura con la esperanza de vencer la discriminación, asegurarse un medio de vida y mejorar su movilidad social o integrarse en el mercado mundial.


La extinción de una lengua significa la pérdida irrecuperable de saberes únicos, culturales, históricos y ecológicos. Cada lengua es una expresión irre
emplazable de la experiencia humana del mundo. Por lo tanto, el conocimiento de una lengua cualquiera puede ser la clave para dar respuesta a cuestiones fundamentales en el futuro. Cada vez que muere una lengua tenemos menos datos para entender los patrones de estructura y función del lenguaje humano, la prehistoria humana y el mantenimiento de los diversos ecosistemas del mundo. Por encima de todo, los hablantes de esas lenguas pueden experimentar su desaparición como una pérdida de su identidad étnica y cultural original.


Es interesante constatar que el documento de la Unesco no hace distingos entre lenguas oficiales o no oficiales y que se limita a aspectos culturales; en efecto, que una lengua sea oficial es ajeno a su presunta riqueza, antigüedad, implantación, etc., y sólo hace mención a que su existencia está recogida en las leyes. Sin embargo, cuando se desarrolla el apoyo que deben tener estas lenguas, se puede leer: Las políticas lingüísticas nacionales deben favorecer la diversidad, sin excluir la conservación de las lenguas en peligro. En la formulación de políticas lingüísticas nacionales deberían participar activamente más sociólogos y especialistas en ciencias humanas, así como los hablantes de las lenguas amenazadas....es frecuente que la llamada educación en la lengua materna no signifique el empleo en la enseñanza de las lenguas ancestrales de las minorías .., sino la enseñanza de esas lenguas como disciplina escolar. El modelo educativo más extendido para la instrucción escolar de los niños de minorías sigue siendo el que emplea las lenguas dominantes a escala local o nacional como vehículo de instrucción. El empleo exclusivo de esas lenguas en la enseñanza favorece su propagación a expensas de las lenguas amenazadas.... Nosotros somos favorables a la inclusión de las lenguas dominantes en la educación formal, pero no a costa de las minorías (Recomendaciones de La Haya relativas a los derechos educativos de las minorías nacionales, 1996). Se ha demostrado convincentemente que la adquisición del bilingüismo no tiene por qué menoscabar la competencia en la lengua oficial.


En el caso de España, con sus lenguas minoritarias, la propia Constitución vigente desde el 29 de diciembre de1978, en el Artículo 3, dice: El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos2. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección.


Estos antecedentes, a riesgo de error si alguno de ellos se ha variado sensiblemente, nos llevan a expresar algunas reflexiones cerca de la reciente interlocutoria del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya por la que conmina a la Generalitat a variar de forma inmediata todo su sistema educativo (¡el mes de mayo, con el curso a punto de acabar en los colegios!) e impartir en todos los centros un 25 % de las asignaturas en lengua castellana. Se confirma así aquel dicho castellano de “Zapatero, a tus zapatos” porque se demuestra que, aparte del desprecio por las lenguas minoritarias3, los jueces que han intervenido no tienen ni idea de educación, pedagogía4,… ni de leyes si las citadas siguen vigentes, como parece, porque puede entenderse que quienes interponen recurso contra el sistema educativo por motivos únicamente políticos desconozcan las leyes, pero los jueces que lo admiten… La interlocutoria está trufada de argumentos jurídico-procesales para amparar la admisión del recurso, pero ni una mención a aspectos culturales, históricos, educativos, de cohesión social o de eficacia pedagógica del sistema contra el que se recurre5 en aras a proteger los derechos lingüísticos amenazados (!) de los hablantes de una lengua con más de 500 millones de usuarios, la cuarta del mundo. Y los jueces le dan la razón como lengua “amenazada”.


No se trata, pues, de elucubraciones fruto de las mentes calenturientas del actual gobierno de la Generalitat, "separatista y golpista", (sí lo definen fuerzas políticas extremistas pese a que se llaman a sí mismas constitucionalistas) sino de un propósito antiguo, de siglos, de preservar legalmente un valioso bien común como es la lengua, propósito reconocido en su legislación por el poder central. Claro, que si esas leyes citadas están derogadas...

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1Pero ya se ve que la cultura es TAMBIÉN política. En octubre de 2011, la Unesco aprobó la adhesión de Palestina como miembro de pleno derecho con los votos en contra, entre otros, de Israel, Estados Unidos, Canadá y Alemania. El 12 de octubre de 2017, Estados Unidos anunció su retiro de la organización, justificándolo el Departamento de Estado por el "continuo sesgo antiisraelí" de la agencia, y la decisión se hizo efectiva el 31 de diciembre de 2018. El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, "lamentó profundamente" la decisión del gobierno estadounidense porque se aparta "del gran papel" que ha tenido el país desde la fundación de la Unesco y la directora general saliente de la agencia, Irina Bokova, teme que afectará al “universalismo fundamental” para la labor de la organización en estos tiempos de “aumento del extremismo violento y terrorismo”. “El trabajo de la Unesco es clave para reforzar los lazos de la herencia común de la humanidad ante las fuerzas del odio y la división. En momentos en que la lucha contra el extremismo violento requiere de renovadas inversiones en educación, en el diálogo entre las culturas para prevenir el odio, es profundamente lamentable que EE UU se retire de la agencia de Naciones Unidas que lidera en estas cuestiones”. El nombramiento de la Ciudad Vieja del Hebrón (ciudad palestina, sita en Cisjordania, ciudad santa para cristianos judíos y musulmanes) como Patrimoni en Peligro de la Humanidad terminó por colmar la paciencia de la Administración que preside en esos momentos Donald Trump, que, seguramente, en paralelo estaría tratando de dar con vías para reducir sus aportaciones a Naciones Unidas. El anuncio del Departamento del Estado se justificaba también en el marco del proceso de reformas en marcha en la ONU. La retirada de Estados Unidos de la Unesco es un paso adicional en la dirección ya marcada tras el abandono del pacto del cambio climático de París y la amenaza de apartarse del acuerdo nuclear con Irán

2El Estatuto catalán, aprobado por las Cortes y publicado en el BOE-A-2006-13087 como Ley Orgánica 6/2006, de 19 de julio, de reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña,. en lo que se refiere a la lengua, su artículo 6 dice: La lengua propia de Cataluña es el catalán. Como tal, el catalán es la lengua de uso normal y preferente de las Administraciones públicas y de los medios de comunicación públicos de Cataluña, y es también la lengua normalmente utilizada como vehicular y de aprendizaje en la enseñanza.. El catalán es la lengua oficial de Cataluña. También lo es el castellano, que es la lengua oficial del Estado español. Todas las personas tienen derecho a utilizar las dos lenguas oficiales y los ciudadanos de Cataluña el derecho y el deber de conocerlas.... (En el idioma original no se registra ningún cambio en el redactado: La llengua pròpia de Catalunya és el català. Com a tal, el català és la llengua d’ús normal i preferent de les administracions públiques i dels mitjans de comunicació públics de Catalunya, i és també la llengua normalment emprada com a vehicular i d’aprenentatge en l’ensenyament. El català és la llengua oficial de Catalunya. També ho és el castellà, que és la llengua oficial de l’Estat espanyol. Totes les persones tenen el dret d’utilitzar les dues llengües oficials i els ciutadans de Catalunya tenen el dret i el deure de conèixer-les….). El resaltado de algunas frases es nuestro, sin olvidar que se trata de una Ley Orgánica vigente.

3En el conjunto de las quince páginas de la interlocutoria, redactada en catalán, son decenas los errores ortográficos y/o de expresiones que pueden encontrarse haciendo una lectura a fondo. El número de errores sube hasta más allá del centenar porque algunos se repiten varias veces. La pregunta pertinente a hacer es ¿sería aceptable tal número de errores en un documento oficial redactado en castellano? Luego, ¿cuál es la lengua a proteger? Si el uso social del catalán se ha reducido de manera ostensible en los últimos años, con especial incidencia, curiosamente, en la escuela, el ámbito de la justicia siempre ha sido un espacio donde el catalán ha estado en franca minoría. El número de sentencias que se redactan en catalán no llega ni al 8%, según el último informe de los servicios lingüísticos del departamento de Justicia de la Generalitat, y en el caso de autos como el que se cita se hace evidente que al menos alguna parte del mismo ha pasado torpemente por los filtros de algún traductor automático (buena parte de los errores son atribuibles a la traducción desde el castellano). De momento, siguiendo con el absurdo de los porcentajes en la educación, nadie ha obligado a los jueces a invertir un 25% de su tiempo en aprender la lengua propia del país. Y así nos va...

4Uno de los objetivos con cumplimiento riguroso demostrable del sistema educativo que aplica la Generalitat (originalmente a raíz de una petición de 1982 de los padres castellanohablantes de alumnos de centros públicos de Santa Coloma de Gramenet, uno de los “silos” de la emigración) es el conocimiento de ambas lenguas al final del ciclo educativo, luego, desechado el objetivo pedagógico, sólo queda el político de que, contraviniendo lo que dice la Constitución y la Ley Orgánica del Estatut de Catalunya y obviando el uso social, no se use uno de los idiomas en la enseñanza,.

5Por quienes se autoproclaman “constitucionalistas” olvidando los deberes que impone el artículo 3, ya aludido, de la Constitución de 1978, vigente.

 

domingo, 22 de mayo de 2022

La gran evasión... de un penal franquista.

 


¿Vamos al cine? La gran evasión (The great scape) es una película dirigida por John Sturges en 1963, hay que recordar que con música de Elmer Bernstein, con un elenco de actorazos en el que destacan Steve McQueen, Charles Bronson, Donald Pleasance, David McCallum, etc., basada en hechos reales sucedidos en 1944 en el campo nazi de prisioneros de guerra de Stalag Luft III, situado en las cercanías de la ciudad de Sagan (hoy Żagań, Polonia), en la que, durante la Segunda Guerra Mundial, un grupo de oficiales ingleses y norteamericanos, aviadores la mayoría, se proponen organizar una fuga en la que se verán implicados doscientos cincuenta presos. Para llevar a cabo su plan comienzan a excavar tres túneles simultáneamente. Después de que el primer túnel es descubierto por un guardia, abandonan el segundo y se dedican exclusivamente al tercer túnel. Consumada la fuga, la mayoría de los prisioneros que han participado son capturados o muertos. Solo tres se escapan.


La evasión de presos del fuerte de San Cristóbal, en el monte del mismo nombre de Navarra (monte Ezkaba en euskera), o fuerte de Alfonso XII (ya que la fortificación fue construida bajo su reinado), dentro del término municipal de Berrioplano y muy próximo, a unos 10 kilómetros, al norte de la ciudad de Pamplona, se produce tal día como hoy, el 22 de mayo de 1938, también domingo, cuando la guerra (in)civil va a cumplir dos años y se inclina a favor de los rebeldes. Considerada una de las mayores evasiones carcelarias de Europa, y quizá una de las más desconocidas, un nutrido grupo de republicanos presos en el Fuerte logró escapar. Tan solo tres1 (como en la película) llegaron a la frontera con Francia, y las consecuencias para el resto fueron devastadoras. El bando republicano agota sus posibilidades lanzando una postrera ofensiva en el Ebro, confiando en resistir lo suficiente como para que la guerra europea que se presiente, conllevase el apoyo de las democracias contra el fascismo, algo que no sucedió. Y, si comparamos con los hechos narrados en la película. Hitler mandó fusilar a 50 de los 76 fugitivos; los responsables de estas ejecuciones, miembros de la Gestapo, fueron localizados e identificados después de la guerra, juzgados y ahorcados en 1948 mientras que la fuga de San Cristóbal, seis años antes, presenta números más contundentes: 795 fugados documentados, de los que 206 fueron abatidos en los montes (las autoridades justificaron la elevada cifra de muertos alegando "su resistencia a ser capturados, por desobedecer las intimidaciones de la fuerza pública o hacer armas contra ella, la temeridad de la intentona y la fatalidad de los hechos producto de los combates entablados durante su busca y captura"); entre los capturados, 14 fueron fusilados en el centro de Pamplona como “promotores” (juicio sumarísimo 1916/38) y otros 45 murieron en el fuerte de enfermedad y malos tratos en los años sucesivos, hasta 1944… y también sólo tres escapan. Quienes dirigieron la mortífera persecución fueron felicitados y ascendidos2. Privilegio de los vencedores.


Unos antecedentes: la construcción del fuerte comenzó luego de la Guerra carlista, formando parte de la defensa del Pirineo mediante campos atrincherados, junto a los de Oiartzun (Gipuzkoa), Jaca, Biescas y Canfranc (Huesca), y Sant Juliá de Ramis (Girona), ninguno de ellos terminado. El fuerte nunca llegó a ser usado con fines defensivos, no tanto por la aparición de la aviación, sino por la aparición también de cañones de acero con ánima rayada y proyectiles ojivales que duplicaban el alcance y la capacidad de penetración en los muros, lo que volvió obsoleto este tipo de estructura, con lo que en 1929 pasa a ser penal militar realizando las construcciones adecuadas para esta nueva función. Durante la Segunda República, a raíz de la revolución de Asturias de 1934, se convirtió en "Prisión Provincial", es decir, prisión civil, hasta julio de 1936. A partir del golpe militar, en el que Navarra quedó bajo el control de los sublevados, volvió a llenarse el penal y, en pocos meses, tenía una población de unos 2000 presos en unas condiciones de vida extremadamente difíciles, ya que los presos, según testimonios consultados, sufrían una mala alimentación, enfermedades, mucha humedad, frío y un hacinamiento espantoso, considerado así uno de los centros penitenciarios más duros de la Península. A muchos de los prisioneros se les anunciaba la "puesta en libertad" y cuando iniciaban el descenso del monte eran abatidos.


En 1938 había en el Fuerte 2487 personas detenidas, en su mayoría dirigentes políticos y sindicales y militantes revolucionarios y republicanos que sufrían de maltratos y vejaciones como palizas, hambre extrema y piojos, habiendo constancia documental de la muerte por esas condiciones de 305 presos, contabilizadas del 1 de enero de 1937 al 6 de julio de 1945, fecha del cierre como penal. La fuga fue preparada por una treintena de presos, que utilizaron el esperanto para poder comunicarse sin ser entendidos por los demás y el domingo 22 de mayo de 1938 había muy pocos militares en el fuerte, y los pocos que había se hallaban desarmados y se disponían a cenar. Fue entonces cuando los presos aprovecharon para intentar huir al grito de "¡Sois libres!, ¡A Francia!". Consiguieron desarmar a muchos de los guardias y hacerse con sus armas; durante la refriega, solo uno de los guardias opuso resistencia y perdió la vida al golpearse con una barra (no por arma de fuego). Pero recelando de lo fácil que estaba resultando todo, muchos de los presos, que vieron las puertas de sus celdas abiertas, pensaron que era una trampa de los funcionarios para matarlos una vez las cruzasen3. Unos 795 presos se lanzaron desesperadamente hacía la montaña, descalzos y mal vestidos, en dirección a la frontera francesa. Eran perseguidos sin tregua y abatidos uno a uno4, aunque algunos fueron detenidos de nuevo y pudieron salvar la vida. Un soldado que volvía de Pamplona percibió lo que estaba ocurriendo y bajó a la ciudad a dar la voz de alarma. Además, un falangista preso, Ángel Alcázar de Velasco5, también corrió monte abajo para avisar, con lo que el factor sorpresa pretendido en el plan de fuga, para contar con unas imprescindibles horas marchando hacia la frontera, se ve frustrado. Tras la fuga, el estupor se apodera de los militares golpistas. ¿Cómo ha podido pasar eso y cómo en Pamplona, ciudad puntal del levantamiento?, las noticias llegaron a Pamplona y las autoridades franquistas enviaron enseguida refuerzos al penal con la intención de dar caza a los fugados. Varios camiones militares equipados con reflectores consiguieron abortar parte de la fuga y capturar a un gran número de evadidos y de inmediato empezaron las batidas para detener al resto de huidos. Los prisioneros muertos fueron enterrados en poblaciones vecinas, en fosas comunes, pero el flujo de cadáveres era tal, que sus habitantes al final se negaron a recibir más cuerpos. Entonces las autoridades habilitaron cerca del fuerte un cementerio conocido como "el cementerio de las botellas", ya que cuando un preso era enterrado el sacerdote o bien el enterrador le colocaba una botella entre las piernas con su nombre, apellidos y procedencia. En ese cementerio fueron enterrados 131 presos.


Con los objetivos de rescatar del olvido las vidas de las personas que protagonizaron la fuga y desvelar un capítulo de nuestra historia claramente ignorado, se ha creado el “GR-225, La fuga de Ezkaba-1938-Ezkabako Ihesa” que une senderismo y memoria, reconstruyendo los senderos de los fugados hacia la frontera, las fosas que han sido localizadas, y dando detalles acerca del recorrido y sus etapas. La ruta también rinde un especial homenaje y sigue la histórica huella de Antxon Bandrés Alza, fundador de la Federación Vasco-Navarra de Alpinismo en 1924, quien el 26 de mayo de 1938, cuatro días después de la fuga, se lanzó a ciegas al monte tratando de localizar fugados y ponerlos a salvo, tal y como detectaron los servicios de espionaje franquistas. En cuanto al Fuerte, en 1941 se adapta para servir como sanatorio penitenciario de tuberculosos y, finalmente, el 6 de julio de 1945, se cierra como penal; desde 1946, tras las debidas adecuaciones, se convierte en depósito de municiones. El Ejército abandonó las instalaciones en 1987, quedando un retén militar de vigilancia hasta 1991. En los años 90 del pasado siglo fue utilizado ilegalmente como granja avícola por un breve periodo de tiempo. A fecha actual se encuentra abandonado, siendo propiedad del Ministerio de Defensa. En 1988, con motivo del 50 aniversario de la fuga, se erigió un monumento en homenaje a los fugados y caídos por la libertad y la República, escondido entre la maleza en un tramo descendente del monte, monumento vandalizado ya, al menos, en tres ocasiones, la última destruido a mazazos en agosto de 2009 por reconocidos miembros de la extrema derecha, en un ataque que fue condenado por todos los partidos políticos con excepción del Partido Popular.

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1Algunas fuentes citan cuatro, incluyendo un enigmático “hombre de California”.

2La multitudinaria fuga cogió por sorpresa al por entonces jefe de la guarnición, el alférez Manuel Cabeza, que había decidido pasar una tarde de domingo, que en principio se preveía muy aburrida, en Pamplona. Su negligencia le costó cara: veinte meses de cárcel pero, al final, fue sometido a un Consejo de Guerra en enero de 1945 y absuelto de todos los cargos.

3En un artículo del diario El País publicado el 21 de octubre de 2007 se recoge el testimonio de varios de los presos de San Cristóbal. Uno de ellos, con 89 años, dijo lo siguiente: "El desconcierto era total. Había rumores, pero nunca pensamos que la fuga fuera a llevarse a cabo. Cada uno tiró por su lado; algunos, que incluso pensaron que se había terminado la guerra, fueron directos a la estación de tren de Pamplona y trataron inocentemente de comprar un billete con los vales de la prisión. Naturalmente, los detuvieron enseguida. Yo calculo que estuve unos 15 minutos corriendo desorientado por el monte hasta que oí claramente el toque de trompeta de las fuerzas que venían de refuerzo desde Pamplona, así que decidí regresar a la prisión. Para cuando llegaron los refuerzos militares de Pamplona, yo estaba en mi sitio de siempre".

4En el mismo artículo del diario El País, otro de los antiguos presos recordaba: "Las tropas nos perseguían a tiros por el monte, nos iban matando como a conejos, al que veían lo mataban, así que nos fuimos dividiendo y dividiendo, y al final íbamos dos gallegos y yo, que soy de León, juntos. No sabíamos dónde estaba Francia. Por la noche avanzábamos y por el día permanecíamos agazapados, hasta que ya no aguantamos más el hambre y nos arriesgamos de día. Llegamos a un pueblo, Gascue-Odieta, y una mujer avisó a los militares. Vinieron a por nosotros, pero, antes de devolvernos al fuerte, la señora nos dio el mejor manjar que he probado en mi vida, un plato de sopa, ¡con fideos!. No nos teníamos que haber fugado. Salimos sin provisiones, muy débiles, sin conocer la zona. Fue un error, pero nos estaban matando de hambre y de frío"

5Falangista y pronazi, encarcelado porque, durante los conocidos como Hechos de Salamanca de 1937 (lucha por el poder en la Falange entre Franco y Hedilla), propone, al menos en dos ocasiones, el asesinato de Franco, es detenido, juzgado por “rebelión militar” y condenado a cadena perpetua, que se le redujo a tan solo dos años tras su aviso de la fuga.

domingo, 15 de mayo de 2022

El cine y el management.


Hoy, 15 de mayo, cumpliría años
el cantante e icono latino, al menos en Estados Unidos, Trini López, si no fuera porque, hace casi dos años, unas complicaciones del Covid-19 por el que estaba hospitalizado en un centro de Palm Spring, en California, se lo llevaron por delante, como a muchos otros, anónimos o no. Casi desconocido para nosotros, Trini López es recordado con afecto indeleble por los nostálgicos, reconocido casi como un héroe por los latinos de Estados Unidos. En enero de 1964 podían leerse en los diarios de París titulares que hablaban con entusiasmo del éxito fenomenal que tenía allí un cantante latino estadounidense llamado Trini Lopez. y se preguntaban al mismo tiempo quiénes eran esos cuatro muchachos de flequillo que no paraban de mover las cabezas mientras cantaban.¡Los Beatles eran los teloneros de Lopez, la atracción principal de aquellos conciertos en el famoso Teatro Olympia de la Ciudad Luz!.Poco después llegó el histórico desembarco beatle en Estados Unidos, coronado en el show de Ed Sullivan. El imponente e inmediato éxito de los Cuatro Fantásticos de Liverpool desplazó a Lopez (y a todos los demás) a un segundo plano. Pero su popularidad ya era enorme por entonces. Y se acrecentó a lo largo de esos años. Su tema más popular, "If I Had a Hammer" ("Si yo tuviera un martillo"), tema de Pete Seeger, llegó a estar primero en las listas de los singles más vendidos al mismo tiempo en 25 países. Había nacido como Trinidad Lopez en un suburbio de Dallas (Texas), en el hogar de una familia de origen mexicano en la que nunca alcanzaba la comida, en un barrio pobre llamado Little Mexico, Empezó a tocar la guitarra a los 11 años. Cuando estaba en la escuela secundaria comenzó a recorrer los alrededores con un grupo que él mismo había formado actuando en un circuito de clubes de la costa oeste de los Estados Unidos y una noche fue visto por Frank Sinatra. Trini había conseguido salir de una situación que en el momento del lanzamiento de su carrera artística, a finales de los años 50, forzó la expulsión de dos millones de inmigrantes mexicanos llegados a Estados Unidos sin papeles. Su padre era uno de ellos. De no haber encontrado en su camino a La Voz, junto a una mezcla casi providencial de talento y azar, a Trini Lopez le hubiese tocado una vida muy parecida a la de miles de emigrantes mexicanos pobres que intentaban llegar a Estados Unidos como única alternativa a un futuro de pobreza y necesidad. Precisamente, otro factor que parece haberle dado un rasgo de autenticidad a López fue haber acentuado, a diferencia de otros artistas, su origen latino y mexicano en su manera de interpretar. "Estoy orgulloso de ser un mexicano", dijo a The Seattle Times, en 2017.


El sueño de Trini Lopez ya era una realidad. Triunfó en Las Vegas (donde se hizo gran amigo de Elvis Presley) y Nueva York. Grabó más de 40 álbumes. Recorrió el mundo
(Holanda, España, Italia, Inglaterra, Canadá y hasta en Australia, Nueva Zelanda y... Beirut) con sus éxitos. Atrás habían quedado las frustraciones de que se negaran a grabarlo si no cambiaba su apellido por uno sajón, los maltratos en su ciudad que lo llevaron a contar en 2008 que por su condición de mexicano era tratado "peor que los negros", y los traspiés con varias grabaciones que no llegaron a buen puerto. Con una voz cristalina y una simpatía arrolladora, López se hizo ídolo de la mano de un repertorio en el que se fueron mezclando éxitos bailables del rock and roll con versiones de baladas y temas románticos en castellano. De la mano de Sinatra, fue dejando poco a poco los temas más encendidos para reinventarse como un intérprete dedicado sobre todo a las baladas románticas y los temas melódicos. Fue suya una de las versiones más populares de "La bamba", y también "Cuando calienta el sol", "Granada", "Cielito lindo" y muchos más. Su éxito musical fue aprovechado de manera fugaz en el cine con una aparición en la película Doce del patíbulo (1967), de Robert Aldrich, uno de los éxitos del cine bélico y de aventuras de esa década, junto a Lee Marvin, Ernest Borgnine, Donald Sutherland, Charles Bronson y Telly Savalas. La presencia de Lopez en la pantalla es mucho menor a la esperada en una estrella musical de repercusión inmensa como la que tenía en ese momento. Y ahí, a la película, queríamos llegar.


Dentro de la apasionante filmografía de Robert Aldrich, uno de los más aguerridos hombres de izquierdas de la posguerra en Estados Unidos (no en vano, dijo que estuvo a punto de hacerse comunista y de ganarse unos cuantos enemigos durante la Guerra Fría), hay sitio para muchos tipos de películas, algunos de los cuales le valieron no pocos ataques de los que proclamaron que se había traicionado a sí mismo, y había realizado proyectos que negaban sus ideales y su estilo de vida. Aldrich nunca fue un director muy dado a las concesiones. El responsable de
¿Qué fue de Baby Jane? es, sin lugar a dudas, uno de los más grandes de la historia del cine. Una leyenda forjada sobre una máxima: ni un paso atrás. No solo eso, sino que estamos ante uno creativo de esos que parecen haber nacido demasiado pronto. Algo que se ponía especialmente de manifiesto allá por 1967 con esa auténtica y salvaje maravilla titulada Doce del Patíbulo (‘The Dirty Dozen’), la película por la que recibió más ataques por parte de los más progresistas y también de los más conservadores (que le odiaban), que fue el gran éxito de su carrera, una película que, en sí misma, representa la cima y el resumen de cierta concepción del cine bélico norteamericano, que durante tres décadas había evolucionado contando las gestas del ejército norteamericano en la Segunda Guerra Mundial, con títulos más o menos interesantes, algunos más heroicos y otros más cínicos. Pero para cínica, Doce del patíbulo, que también posee una buena dosis de heroísmo, aunque sus héroes sean la panda de soldados más desastrosa, siniestra y contradictoria de la larga y magnífica historia del cine bélico. Basada en una novela de E.M. Nathanson, Doce del patíbulo propone una visión bastante sarcástica sobre la apestosa naturaleza de la guerra y el mamoneo que reina dentro de los estamentos militares.


Disparen a todos los oficiales que vean allí”

¿Nuestros o de ellos?”

Empiecen por los de ellos, si no les importa”


Doce del patíbulo es una película en la que nada sobra y nada falta, en un continuo secuencial dentro del cual caben varias películas: una comedia bufa en la que la camaradería sustituye a la desconfianza inicial entre todos los miembros del grupo, una fuerte crítica a la institución militar, como si asistiéramos a una película-denuncia y una película bélica en la que prima el suspense a la acción, aunque acción hay a raudales y muy intensa. Aldrich filma mostrando la crudeza infernal de la guerra, pero también un muy afinado estudio de caracteres, pues define a la perfección incluso a los personajes más secundarios, valiéndose simplemente de gestos y réplicas, dibujando con muy pocos trazos unos rasgos de personalidad y creando un verdadero grupo de rufianes a cual más peligroso y sanguinario, pero sin exagerar los elementos más oscuros, dándoles a todos la oportunidad de encontrar la redención. Es decir, no juzga a unos personajes a menudo terribles, sino que en parte les compadece y les da una oportunidad, aunque no comparta muchos de sus puntos de vista. Al comandante Reisman (imperial Lee Marvin), un oficial grosero, maleducado e insubordinado. (su mayor virtud no es la disciplina, lo que le condiciona a no mantener buenas relaciones con los militares de alto rango, todos ellos demasiado conservadores), le encargan, como castigo (o quizá porque es la persona ideal), la demente misión de entrenar a una docena de militares convictos para llevar a cabo una infiltración tras las líneas enemigas, colarse en una fiesta nazi, y asesinar a todos los altos oficiales que se pueda. Muchos de esos convictos están condenados a muerte y, como es lógico, harían cualquier cosa para escapar del entrenamiento y alcanzar la libertad, pero todos ellos, hasta los no condenados a muerte, son gente de cuidado, con escaso aprecio por la disciplina, y ninguno por los superiores. En realidad, se trata del relato más crítico con la cadena de mando que imaginar quepa, pues para ganarse la confianza y el respeto de sus hombres, el comandante Reisman tendrá que bajar al nivel moral de sus doce sucios elegidos, casi doce apóstoles con barbas y mugre incluida, jugando a su juego, sorprendiéndoles continuamente, participando de sus chanzas y llegando a respetar a cada uno de ellos. En la la parte final de la película, presidida por un sentido del suspense absolutamente excepcional, que se mantiene sin fallas durante más de veinte minutos, y en el que realmente nos importa el destino de los personajes con los que tanto tiempo hemos convivido, y nos quedamos sin respiración por su brutalidad, lo impredecible que resulta, el horror de la guerra y la masacre entre seres humanos, la dignidad en la muerte y la falta de dignidad en el asesinato. Mi secuencia favorita: Reisman demostrando a Jiménez, el de la guitarra, (Trini López), a tiro limpio, que puede subir la cuerda.


Doce del patíbulo
es una película de siempre gozoso visionado, que contagia un extraño optimismo (pese a que la mayoría de los protagonistas mueran) y que confirma que los nazis, siempre de actualidad, son los villanos más fotogénicos jamás ideados. La película se estudia en numerosas escuelas de negocio como un manual para la gestión de personas, pues, en ella, Reisman tiene que enseñar a sus hombres algo de lo que él carece, esa disciplina y respeto por los superiores, tan importante en el Ejército, y lo logra en cierta manera, haciendo que primero logren desprenderse todos de su individualismo, provocando que se unan en un mutuo odio contra él, para luego demostrarles que el Ejército Americano (representado por el odioso amante de la disciplina Coronel Breed, interpretado magistralmente por Robert Ryan) tampoco es plato de su gusto. Tanto si se ve por primera vez como si es un revisionado, la recomendación es observar más allá del mero argumento y acción de la película para intentar responder las cuestiones sobre management que suscita la postura de Reisman, que es lo que se estudia en las escuelas de negocio: ¿Cuándo y cómo usa el poder de forma coactiva? ¿Cuáles son sus fuentes de autoridad? ¿Cómo motiva a sus hombres? ¿Cómo los consigue integrar? ¿Cómo les da reconocimiento? ¿Les concede algún status? ¿Cómo los desarrolla? ¿Delega? ¿Cuál es su filosofía de mando? ¿Qué hace inicialmente para convertir el grupo en un equipo?…, y muchas más. Apasionante, ¿no? De visión obligada.

 

domingo, 8 de mayo de 2022

¿Siempre es fiable la historia oficial? ¿Qué recoge?


Desde el desconocimiento y la perplejidad que domina todo lo que rodea al, digámosle, conflicto armado actual entre Rusia y Ucrania, empezando por sus razones últimas, dictadas, al parecer, por la nostalgia melomaníaca del dirigente de una de las partes, pasando por las imágenes horribles, día sí y día también, de sus destrozos, humanos y materiales, las declaraciones inflamadas de unos y otros, etc., hoy, 8 de mayo, aniversario de cuando en 1945 la Alemania nazi firma la rendición incondicional (Día de la Victoria en Europa para los Aliados), nos atreveremos a reflexionar en voz alta, sin pretender que esas reflexiones sean las correctas, acerca de algún detalle al que, o no se ha prestado atención, o ha pasado auténticamente desapercibido. Al anunciar, acabadas unas supermaniobras militares junto con su aliado Bielorrusia, que iniciaría una "operación militar especial"(recuérdese que no pueden usarse los términos “guerra”, “invasión” y, mucho menos “agresión”, so pena de afrontar por ley hasta 15 años de cárcel; eso del imperio de la ley...) contra Ucrania durante la madrugada del jueves 24 de febrero de 2022, el líder ruso, Vladimir Putin, justificó su acción en la necesidad de "desnazificar1 y desmilitarizar Ucrania", según dijo en un discurso televisado, sin pruebas que lo respaldaran aunque inicialmente dijo que estaba preocupado por la seguridad nacional de Rusia, dada la expansión de la alianza militar de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en Europa del Este; quería garantías de que Ucrania no sería admitida en la alianza, lo que, en teoría, le permitiría a los Estados Unidos instalar bases militares en la región vecina al territorio ruso y, al acusar al actual gobierno ucraniano de ser nazi -sin ninguna prueba de ello-, Putin fue más allá de las preocupaciones prácticas por la seguridad del país y movilizó una serie de conceptos y hechos históricos para justificar, ante el mundo y en especial ante el pueblo ruso, las acciones militares contra un pueblo igualmente eslavo: evocó la memoria colectiva de los ataques de Adolf Hitler a Europa, especialmente la invasión nazi de la Unión Soviética, y la noción de genocidio y limpieza étnica contra un pueblo -que en este caso serían los separatistas prorrusos en Ucrania-, y trató de caracterizar sus actos no como una agresión contra otro país, como acusan Ucrania, EE.UU. y Europa Occidental, sino como una defensa. La Segunda Guerra Mundial sigue siendo una parte importante de la cultura y la política rusa, y la afirmación falsa de que el gobierno ucraniano actual es como el gobierno aliado de los nazis de Ucrania en la Segunda Guerra Mundial o el Ejército de Liberación de Ucrania (el grupo que luchó junto a los nazis) es un intento de moldear la opinión rusa. El uso por Putin de este tipo de argumento2 tiende a ser exitoso en la población rusa y es parte de una estrategia más amplia del líder para movilizar el apoyo popular porque esta retórica de desnazificación es muy poderosa pues evoca la memoria del inmenso sufrimiento y la victoria final del pueblo soviético durante la Segunda Guerra Mundial y en los últimos años, Putin ha intensificado deliberadamente la conmemoración de la 'Gran Guerra Patriotica', como la Segunda Guerra Mundial es conocida en Rusia, promocionando el Día de la Victoria (9 de mayo) como la fiesta más importante y utilizando la guerra para inflar el orgullo nacionalista, ya de por sí muy fuerte, entre los rusos.


El miércoles 23 de febrero por la noche, tras intentar comunicarse con Putin y ser repetidamente ignorado, el presidente de Ucrania, elegido democráticamente tras la deposición en 2014 del prorruso Viktor Yanukovych, el judío Volodomir Zelensky, cuyos tíos- abuelos y otros miembros de la familia fueron asesinados durante el Holocausto, hizo un llamamiento a la población rusa para que evitara que el Kremlin procediera con un ataque y, en su discurso, abordó las acusaciones de que su gobierno es nazi, las cuales serían repetidas por Putin horas después, al momento del anuncio de la operación militar.: "¿Cómo puedo ser nazi? A ustedes (los rusos) se les dice que somos nazis. Pero, ¿puede un pueblo que dio más de 8 millones de vidas por la victoria sobre el nazismo apoyar a los nazis? ¿Cómo puedo ser nazi? Explíquele eso a mi abuelo, que pasó por la guerra en infantería en el Ejército soviético y murió como coronel en la Ucrania independiente", lo que no quita para que, ciertamente, cuando el Ejército nazi entró en las zonas ucranianas en 1941, una parte de la población optó por colaborar con los alemanes, mientras que gran parte del país se vio asolado por el sufrimiento y la destrucción y más de 5 millones de ucranianos murieron luchando contra los nazis, que mataron a la mayoría de los 1,5 millones de judíos ucranianos. La ocupación alemana duró hasta 1944, y los ucranianos que cooperaron con los alemanes nazis trabajaron en la administración local, se convirtieron en parte de la policía nazi o en guardias en los campos de concentración; el gobierno civil alemán nazi fue bautizado como Reichskommissariat Ucrania o RKU, y comprendía lo que ahora se divide entre el territorio de Ucrania, Bielorrusia y Polonia.


Para intentar buscar un poco de luz en este guirigay nos apoyaremos en un escritor soviético nacido, precisamente, en Ucrania, Vasili Grossman, cuya obra estuvo completamente condicionada por la realidad que vivió: el antisemitismo institucional en Rusia; la hambruna en Ucrania; las purgas y sus desastrosas consecuencias, no solo humanas, sino culturales y militares, la Segunda Guerra Mundial, con la Batalla de Stalingrado y el Holocausto. Grossman, que se entusiasmó como muchos otros con la construcción del socialismo, pronto se dio cuenta de la divergencia entre las promesas del poder y la realidad de la vida cotidiana de los trabajadores. Acabó sus días empobrecido y sólo por escribir lo que hoy parece innegable, que nazismo y stalinismo son dos caras de la misma moneda. La vida de Grossman fue, como la de muchos otros de sus colegas, una batalla para publicar, para conservar sus obras íntegras frente a la censura y para dar a conocer la verdad de lo que veía. Su suerte fue que no acabó deportado en el Gulag o directamente fusilado. Su tragedia, la de la miseria cotidiana de tantos de sus compatriotas, desposeídos, espiados, amenazados, minados por la falta de porvenir. Vasili Grossman sigue siendo impopular en Rusia aún después de su muerte en 1964 porque, como en cualquier estado totalitario, es más fácil creer en un pasado glorioso que admitir, en su caso, que el estalinismo y el nazismo fueron un espejo el uno del otro.


Grossman nació en 1905, bajo un sistema zarista en el que la revolución de Lenin de años después no era sino un sueño utópico para la mayoría de los campesinos y obreros, en Berdychiv (Ucrania), en el seno de una familia burguesa y cultivada de origen judío, cuya madre fue masacrada por los nazis (por tradición familiar nace con el nombre de Iósif Solomónovich Grossman, pero una niñera rusa cambia su nombre por el de Vasili, modificación que gusta a la familia de Grossman y acaba así). Su extraordinario trabajo como corresponsal de guerra, en especial en la batalla de Stalingrado y en el descubrimiento del campo de exterminio deTreblinka (en la Polonia ocupada por los nazis) que sirvió como prueba en los juicios de Núremberg, una vez finalizada la guerra, le hicieron conocido por el público ruso y cuando pasó de periodista a escritor, su amistad con Máximo Gorki engrasó sus relaciones siempre tensas con el mundo editorial pero la obra de su vida, Vida y destino, una de las novelas más extraordinarias del siglo XX, y no solo de la literatura rusa sino de las letras universales, comparada a veces con Guerra y paz, de Tolstoi, a la que dedicó 16 años, fue considerada “una sucia calumnia contra la sociedad y el Estado soviético3”, la KGB asaltó la casa del escritor, confiscó tanto el manuscrito como todo el material relacionado con la novela por hablar (sus personajes4) del antisemitismo de Stalin5, de la política agraria que desposeyó a los kulaks; los inhumanos viajes hasta Siberia, que se alargaban un mes a temperaturas de 40 grados bajo cero y de la vida en el Gulag y las detenciones en la Cheká y en la Lubianka, en las que los propios detenidos tenían que formular su acusación. De un estado inhumano hasta el delirio, que no solo no ha sido juzgado, sino que está siendo rehabilitado en la Rusia actual6. Como predijo Grossman, “el nombre de Stalin ha quedado asociado a la victoria en la Segunda Guerra Mundial y ayudará a borrar el pasado junto con el recuerdo de lo millones de personas que perdieron la vida durante la colectivización, la hambruna y las purgas”. Y, al parecer, Putin ha utilizado este mito de la victoria bélica de Stalin para fortalecer su propio poder político pues si bien en octubre de 2017 inauguró el Muro del Duelo, el primer monumento de iniciativa estatal a las víctimas del terror soviético, en diciembre del mismo año, el estado celebró asimismo el centenario de la creación de la Cheká, la policía secreta bolchevique, responsable de toda una matanza de ciudadanos soviéticos y el director del FSB (la nueva KGB) declaró que su agencia se consideraba con orgullo la heredera de Cheká, mostrando que en la Rusia moderna conviven dos versiones de la historia soviética, lo que significa que el estado nunca ha asumido la responsabilidad por haber asesinado a millones de personas y nunca ha admitido de forma clara y definitiva sus crímenes.


Volviendo a Ucrania, curiosamente, la referencia a los nazis y los neonazis se volvió muy prominente en los medios rusos alrededor de diciembre de 2013, similar a lo que el Kremlin hizo con noticias que se demostraron falsas en 2008 con Georgia y en 2014 con Crimea, porque en el momento de las protestas antirrusas de la plaza Maidan de Kyiv, algunos de los manifestantes estaban haciendo cosas como levantar una bandera de Stepan Bandera7 (valga el juego de palabras). Hay un segmento de la población ucraniana que recuerda esos intentos de lograr la independencia de Ucrania bajo Stalin aliándose con Hitler, no como una colaboración con el nazi-fascismo, sino como actos propios de patriotas y héroes nacionales ucranianos. Detrás de la colaboración con los nazis había un deseo de independencia por parte de los ucranianos y la creencia de que los alemanes podrían ser la forma de deshacerse del líder soviético Joseph Stalin. Ucrania no está controlada por nazis o fascistas, a pesar del crecimiento de grupos ultranacionalistas y fascistas en los últimos años, un problema global que no es exclusivo a Ucrania. La afirmación de ser el protector del mundo ruso, por así decirlo, es una justificación común en la política exterior de Putin, añorando el Imperio ruso, y esta acusación infundada de desnazificar refuerza su afirmación ante audiencias nacionales de que él es el protector de los rusos étnicos en toda la ex Unión Soviética.


Se puede reprimir el ansia de la libertad, pero es imposible destruirla por completo”, advierte Grossman en uno de sus cuentos. Aviso para navegantes.

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1La desnazificación, que realmente existe, fue una iniciativa de los ejércitos aliados después de su victoria sobre la Alemania nazi. Reforzada por la Conferencia de Potsdam, junto a Berlín, debería resultar en «la depuración» de sociedad, cultura, prensa, justicia y política de Alemania y Austria de toda influencia nazi.

2El investigador Robert Horvath, de la Universidad La Trobe de Melbourne, Australia, asegura que mientras Putin habla de "desnazificar Ucrania", el presidente ruso "cultiva sus propios nazis".En un artículo reciente en The Conversation, el investigador dice que el Kremlin tiene vínculos con Russkii Obraz, un grupo neonazi que ha acudido a frecuentes debates televisados en medios altamente controlados por el gobierno y, en los últimos años, el gobierno de Putin se ha distanciado del grupo, pero algunos de sus miembros siguen siendo influyentes en la vida política del país. Uno de los problemas para Putin es que algunos de estos radicales han adquirido experiencia de combate en la región de Dombás y esto podría ser útil contra el mandatario ruso en caso de que alguna vez haya una gran disidencia contra el gobierno ya que no queda casi nada del movimiento nacionalista; no tienen su propio espacio en la arena política.

3Vida y destino fue publicada en 1980 en Francia gracias a una pequeña red de disidentes soviéticos: el físico Andréi Sajárov fotografió secretamente las hojas de un borrador preservado por Semión Lipkin, y el escritor Vladímir Voinóvich consiguió pasar de contrabando los microfilms al extranjero. Dos investigadores, profesores y escritores disidentes copiaron el texto a partir de los microfilms, con algunos errores debidos a la mala calidad de estos. El libro fue finalmente publicado en la Unión Soviética en 1988 de resultas de la implementación de la política de Glásnost iniciada por Mijaíl Gorbachov y un año más tarde, en 1989, el texto volvió a ser publicado al ser encontrados nuevos manuscritos originales.

4 El antisemitismo de Estado, subrepticio al principio, sale a la superficie en enero de 1949, cuando la prensa lanza la campaña contra el "cosmopolitismo sin raíces". Para Grossman, aquel suceso supone la demostración del paralelismo entre los regímenes nazi y soviético, que finalmente se tocan en el antisemitismo. Grossman expondrá más tarde sus opiniones al respecto en las páginas centrales de Vida y destino, en la conversación de sus personajes Liss y Mostovskói en un campo de concentración alemán.

5Vasili Grossman fue el único que se atrevió a comparar el estalinismo y el nazismo: "Pese a las diferencias ideológicas —de raza y de clase—, estos dos sistemas totalitarios se asemejaban en su completa falta de humanidad, en el rechazo a la noción fundamental de que toda vida humana individual es valiosa".El propósito de Grossman era comparar los gulags con el Holocausto, que la Rusia posestalinista afrontara el pasado igual que había hecho Alemania después del nazismo.

6Grossman escribió al Kremlin. En esos momentos, su inquilino era Nikita Jruschov, a quien Grossman se dirigió: “En este libro he escrito lo que consideraba, y sigo considerando, que era la verdad. Solo he descrito las cosas que he pensado, sentido y sufrido”. Y le interpela: ¿Por qué se ha prohibido mi libro, que de alguna manera puede corresponderse con las necesidades espirituales del pueblo soviético, y que no contiene ni falsedades ni calumnias, sino verdad, dolor y amor por las personas? Naturalmente, el Kremlin hizo caso omiso de la protesta. No iba a permitir que otro intelectual no siguiera las consignas oficiales, y pusiera en cuestión su “paraíso” en la tierra, negándose a cantar sus “bondades”.

7Una de las figuras más destacadas -y controvertidas- del nacionalismo colaboracionista ucraniano, quien primero actuó para facilitar el dominio de la región por parte de los nazis y luego se volvió contra ellos cuando se dio cuenta de que su plan para la independencia de Ucrania no llegaría a buen puerto. Bandera pasó años en un campo de concentración nazi y finalmente fue asesinado por un agente de la KGB en 1959.

 

domingo, 1 de mayo de 2022

La Via Laietana de Barcelona como ejemplo.


Dentro de las medidas tomadas para cumplir el mandato de las instituciones europeas acerca de luchar contra el cambio climático (y contra alguna incomprensible sentencia de la ¿justicia? española en sentido contrario a lo que ordena Europa) reduciendo las emisiones contaminantes, el Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado las obras de remodelación para que la Via Laietana, una de las principales arterias de la ciudad, sea más del peatón en detrimento del automóvil, como está diseñada ahora. No es la única; las ciudades a la vanguardia en cuanto a sostenibilidad intentan ofrecer siempre un entorno más verde y adecuado a sus habitantes aunque al mismo tiempo, el crecimiento económico genera una mayor presión para que haya más transporte, lo que provoca atascos en carretera, estrés, pérdida de tiempo y la contaminación del aire. Diversas ciudades del mundo están tomando ya medidas con un objetivo muy claro: reducir la cantidad de autos en circulación. Una de esas ciudades, por no repetir Barcelona, es Birmingham, en el Reino Unido, que acaba de anunciar un plan de transporte que pretende una ciudad más limpia y ecológica, con calles sin coches, mejor transporte público, más carriles de bicicletas y la prohibición del tráfico de paso. Sus partidarios afirman que el plan abordará el peligro del aire tóxico, muy preocupante en Birmingham, y ayudará a la ciudad a cumplir su objetivo de ser neutra en carbono para 2030. Los críticos temen que pueda disuadir a la gente de visitar la ciudad. Al poner los coches en el punto de mira, Birmingham forma parte de un creciente movimiento mundial para mover a los vehículos privados fuera de las zonas urbanas; un giro de 180 grados que los planificadores urbanos están llevando a cabo para embellecer los espacios públicos, reducir el CO2 y hacer frente a la contaminación atmosférica, que ha disminuido desde que la pandemia de coronavirus nos obligó a todos a encerrarnos, pero que suele estar relacionada con unas 30.000 muertes prematuras al año en el Reino Unido. La tarea es enorme. Casi todas las ciudades del planeta (Venecia, con su laguna y sus canales, es una notable excepción) han sido construidas o adaptadas para los coches porque se consideraba que esa era la forma moderna de desarrollarse pese a que ahora, ante la realidad del cambio climático producido por la actividad humana, lo veamos como un gran error.



Un ejemplo es, precisamente, la Via Laietana de Barcelona; diseñada inicialmente por el arquitecto y urbanista, “padre” de la actual ciudad, Ildefonso Cerdá en 1859 para enlazar de forma directa el nuevo barrio del Ensanche con el puerto, vía de comunicación principal
de la ciudad en el siglo XIX, su construcción se llevó a cabo de 1908 a 1913 empezando por su parte baja y supuso abrir una brecha de 80 metros de ancho y unos 900 de largo. La, digamos, reforma urbanística comportó la destrucción de 2199 casas y muchos palacios medievales, afectando a unas diez mil personas. A pesar de las protestas de los vecinos, de artistas y personajes públicos, se perdieron lugares como el palacio del marqués de Monistrol, el palacio del marqués de Sentmenat (del cual el arquitecto Jeroni Martorell salvó una vidriera que utilizó en la restauración de la Casa dels Canonges -Casa de los canónigos -) o los conventos de San Sebastián y San Juan de Jerusalén. Pero, todo sea por el progreso. La nueva vía, tal como estaba previsto, supuso la creación de una nueva imagen de Barcelona. Sin embargo, hoy, la tendencia urbanística es muy otra por obligación ambiental y Barcelona la está experimentando con un plan de reducción del tráfico muy interesante que se basa en gran medida en la delimitación de unas superilles (superislas) o «supermanzanas» muy cómodas para los peatones que se pueden crear, por ejemplo, eligiendo una sección cuadrada de una ciudad compuesta por nueve manzanas (como un lado de un cubo de Rubik) e impidiendo el tráfico de vehículos a motor en la zona. De esta forma, la zona de la supermanzana es mucho más apta para los peatones.


El urbanismo orientado al motor había durado lo suficiente como para que la gente
de a pie estuviera harta del resultado y entonces llegó el desafío climático. Ciudades como Copenhague se adelantaron a los acontecimientos, y es difícil argumentar lo contrario: la ciudad lleva instalando carriles para bicicletas desde la década de 1960; casi la mitad de los desplazamientos se hacen en bicicleta, lo que podría explicar por qué se la considera regularmente la ciudad más habitable de Europa ya que en ella las condiciones para las personas son mucho mejores que en la mayoría de las otras ciudades. Los Países Bajos es otro lugar que da prioridad a las personas sobre los coches y en otros lugares, las ciudades se están poniendo al día, muchas de ellas con gran celo. Por ejemplo la capital noruega, Oslo, ha dado el extraordinario paso de eliminar la mayoría de sus plazas de estacionamiento y la propia Barcelona tiene un plan para convertir el 60% de las calles de la ciudad en «espacios ciudadanos»1. Estas estrategias no son inicialmente populares aunque las autoridades afirman que estos planes han estimulado la actividad empresarial, como demuestra el aumento en la apertura de restaurantes y bares (pese a la pandemia), así como el descenso en el número de cierres de tiendas; cualquiera que esté familiarizado con el concepto de afluencia de público no se sorprenderá. Incluso en Londres, donde predomina el coche, se ha comprobado que las mejoras en las infraestructuras para peatones y ciclistas aumentan la recaudación de los comercios, incrementan el valor de los alquileres y reducen el índice de cierre de tiendas. Al menos, esto es lo que se desprende de un estudio publicado por Transport for London, según el cual las personas que van a pie, en bicicleta o en transporte público gastan un 40% más en sus tiendas locales que los automovilistas.


Durante m
ucho tiempo los urbanistas se han centrado en diseñar ciudades adaptadas a los coches en detrimento de las personas. Pero la verdad es que, antes de que hubiera coches, las calles servían como espacio para reuniones sociales donde se daban cita los vecinos, los vendedores ambulantes distribuían sus mercancías y los niños jugaban. El mundo entero estaba libre de coches no hace tanto tiempo y a día de hoy sigue habiendo algunos bastiones modernos en los que nunca llegó a calar el uso del coche; lugares como la ya citada Venecia (Italia), la Isla Mackinac (Michigan, EE. UU.), Medina de Fez (Marruecos) y Zermatt (Suiza) nos recuerdan que es posible tener una sociedad sin coches. Pero, ¿pueden las ciudades establecer zonas sin coches de forma permanente? Numerosas ciudades de todo el mundo cuentan ya con zonas peatonales, pero suele ser una única zona en el centro. No obstante, lo que reclama la peatonalización es que haya muchas más zonas de este tipo, hasta el punto de que en la s ciudades vuelva a predominar la actividad humana y no el tráfico de vehículos.La idea principal detrás del movimiento de peatonalización es que debemos replantearnos la planificación urbana y empezar a diseñar ciudades para personas y no para coches. Los defensores de la peatonalización afirman que menos coches implica menos estrés y un uso más eficaz de nuestro tiempo, por no hablar de un aire más puro y unas ciudades más atractivas, lo que en última instancia beneficiaría también a las empresas. Sin embargo, cabe destacar que las zonas peatonales no funcionan tan bien cuando la legislación de urbanismo exige que los distritos sean exclusivamente residenciales o comerciales ya que este tipo de zonificación compartimentada hace que la vida sin coches sea muy poco práctica; las zonas sin coches funcionan mejor en zonas de uso mixto en las que se pueda llegar a pie prácticamente a cualquier sitio.


¿Y los coches eléctricos? No echan humo y pronto podrán conducirse solos, pero los críticos afirman que los vehículos eléctricos son defectuosos en las zonas urbanas.
Hay una corriente de urbanistas que afirma que los coches no se adaptan bien a las ciudades, y viceversa, toda vez que ocupan un espacio enorme para trasladar a un pequeño número de personas y requieren muchas infraestructuras; los coches son útiles en determinadas circunstancias; el problema con ellos es el número, y a medida que las zonas urbanas se vuelven más densas, deberíamos mirar a la historia, no a Silicon Valley, para el futuro del transporte urbano. Todo el mundo habla mucho del coche autónomo pero quizá la tecnología más emocionante para el transporte en el siglo XXI es la bicicleta. Está claro que prohibir los coches no es apropiado en muchas situaciones y alternativas peculiares como las «cápsulas sin conductor» de Singapur2 podrían ser una buena medida para reducir nuestra dependencia de los coches, así como otras soluciones de transporte como el Segway,3 los coches sin conductor y la práctica de compartir coche. En conjunto, estas soluciones conforman el transporte multimodal que precisamos para satisfacer las necesidades de la sociedad. No hay que deshacerse de los coches, sino hacer que otras opciones a más atractivas, sin olvidar la importancia de un buen servicio de transporte urbano y metropolitano. El pasillo de aceleración ACCEL4 es una opción para ampliar el alcance de los transportes suburbanos y cubrir los últimos cientos de metros que a menudo hacen que nos decantemos por los coches. Sea cual sea el futuro de los vehículos motorizados, hay que para inspirar nuestros sueños de un aire más puro y unas comunidades más sanas.


O
tra cosa que se deberá afrontar es qué hacer con los viajes y transportes de larga distancia utilizando vehículos terrestres a motor (coches, camiones, autocares, etc.), aéreos o marítimos (ferries, cruceros,…), pero esa problemática queda fuera de estas reflexiones sobre el urbanismo para personas o vehículos.

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1Un caso extremo es Bogotá, la capital de Colombia, en América del Sur, donde los coches están prohibidos en algunas calles principales todos los domingos desde los años 70 en el marco de una iniciativa llamada Ciclovía. Es el único día de la semana en que los ciclistas y los peatones tienen las calles para ellos.

2 Funcionan con electricidad, y son capaces de viajar de forma autónoma en las carreteras más pequeñas, como las que están dentro de un campus comunitario o escuela.

3Para nosotros, patinete eléctrico.

4Son procesos o servicios orientados a sistemas de transporte de pasajeros, peatones: escaleras mecánicas, pasillos rodantes, pasillos de aceleración, elevadores y sistemas de accesibilidad, entre otros.