lunes, 29 de octubre de 2012

Actualización GAFI países con deficiencias ante el blanqueo de capitales.

En el plenario del GAFI que tuvo lugar en París, del 17 al 19 de octubre se llegaron a acuerdos de interés detallados en el comunicado de prensa de la Institución del día 19 y que se resumen las decisiones siguientes encaminadas a la protección del sistema financiero y luchar contra su vulnerabilidad ante operaciones que encubren blanqueo de capitales o financiación del terrorismo:.

 - El GAFI ha divulgado dos documentos sobre el seguimiento continuado de países que puedan suponer un riesgo para el sistema financiero internacional:
    - Actualización del listado de países con deficiencias en la lucha contra este tipo de delito (FATF Public Statement)
    - Informe del seguimiento de aquellas jurisdicciones con deficiencias para las que en su día se diseñó un plan de mejora y de acción (Improving Global AML/CFT Compliance: on-going process)
- Actualización del progreso efectuado por Trinidad y Tobago
- Comunicado sobre Turquía en el que se le advierte la suspensión de su pertenencia al GAFI si no promulga legislación contra la financiación del terrorismo
- Actualización del progreso de Argentina
- Revisión del programa de cumplimiento fiscal voluntario en Curaçao
- Informe de seguimiento de la evaluación mutua China/Hong-Kong
- Puesta al día de diversos documentos sobre mejores prácticas (Confiscación, Conexión entre los programas de cumplimiento fiscal voluntario con los de PBC/FT)
Sesión plenaria del GAFI
- Revisiones y actualizaciones de las guías/recomendaciones para la lucha contra la corrupción, la recuperación de activos, la propias recomendaciones revisadas y el informe sobre el blanqueo de dinero basado en el comercio.

Para acceder al comunicado de prensa completo del GAFI (en inglés) desde donde se pueden obtener el resto de documentos citados, clicar aquí

sábado, 27 de octubre de 2012

Diferentes enfoques para un tema similar

Como es sabido, la Corporación Federal Aseguradora de los Depósitos (Federal Deposit Insurance Corporation - FDIC), es la agencia gubernamental independiente americana, creada en 1933, que tiene como objetivo principal garantizar la seguridad de los depósitos bancarios hasta una cantidad determinada  (actualmente 250.000 USD). No incluye fondos, productos estructurados, derivados ni similares. Además la FDIC también examina y supervisa a ciertas instituciones financieras para asegurar su solidez, realiza ciertas funciones de protección al consumidor, y gestiona los bancos fallidos. 

Es en este último capítulo donde se percibe con más crudeza el diferente criterio que se está empleando en Europa, y concretamente en España, ante la problemática de endeblez de algunas instituciones, y es que la FDIC informa puntualmente a través de su web (y también a listas de correo autorizadas) de todos los bancos que tienen que cerrar sus puertas, con varias particularidades que, comparadas con lo que se estila por estos nuestros lares, nos deberían causar, cuando menos, sonrojo:

- información a los depositantes de en qué situación quedan sus cuentas
- listado de bancos fallidos
- información de qué banco asume los depósitos del banco fallido (es realmente excepcional que la FDIC haya de asumir, ni que sea transitoriamente, la gestión de esos depósitos)
- listado de bancos en peligro de fallida
- forma de contactar, en su caso, con el banco fallido, facilitando, incluso, formulario-tipo
- instrumentos judiciales con que cuenta el depositante para eventuales reclamaciones (también incluyen memorándums-tipo)

Además obliga al banco fallido a facilitar información veraz y supervisada por la FDIC en un marco uniforme para todas las entidades y estructurado como sigue:

- Introducción
- Notas de prensa acreditativas de que se ha dado a conocer la situación del banco
- ¿Está asegurado mi depósito?
- Banco que adquiere y gestiona los depósitos del banco fallido
- Guía de preguntas y respuestas frecuentes
- Servicios bancarios
- Clientes de activo
- Posibles reclamaciones contra el banco fallido
- Prioridad en las reclamaciones
- Información sobre dividendos
- Depósitos de intermediación

Más toda la información que el banco estime oportuna y la supervisión de la FDIC lo autorice. Para los bancos establecidos en zonas con elevado uso del castellano, esta información debe publicarse también en ese idioma.

Certificación de la garantía de depósitos que los bancos deben divulgar

Hagamos ahora un penoso ejercicio de comparación, recordemos algún que otro nombre de entidad financiera española que se está salvando con dinero público, que nadie es responsable de su situación, que de los abultados emolumentos de los gestores que los han llevado a la quiebra, "Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita" y de las que el gobierno pretende aún hacer bandera de su viabilidad y solvencia.

¿Produce sonrojo o no?

miércoles, 24 de octubre de 2012

Ranking de riesgo ante el blanqueo de capitales

El Instituto de Basilea para la Gobernanza (Basel Institute on Governance) es una organización supranacional dedicada a la investigación, con sede en Basilea (Suiza) y conexa con la Facultad de Derecho de la Universidad de Basilea dirigida actualmente por Mark Pieth, también presidente del grupo de trabajo de la OCDE sobre el soborno.
Sus publicaciones se centran como su nombre indica, en temas de gobernanza pública y privada incluyendo en sus áreas de estudio la recuperación de activos, la corrupción y el blanqueo de capitales.

Precisamente sobre este último tema, y a través de su Centro Internacional para la Recuperación de Activos  (ICAR) ha desarrollado un Índice sobre riesgos de blanqueo de capitales (The Basel AML Index - Country Risk Ranking) que evalúa los niveles de riesgo de los países en relación al blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo y que se erige en el primer ranking global a disposición pública elaborado por una institución pública académica independiente.

El índice se ha elaborado incluyendo la valoración de los 144 países de los que se disponía de información suficiente (así, por ejemplo, no figuran países como Afganistán o Liechtenstein, por citar ambos extremos)
Según informa el propio Instituto, no ha generado sus propios datos para el Índice sino que ha realizado una labor de agregación técnica de los datos de terceros fiables para generar sus resultados.
Así el Índice ha tenido en cuenta la integración de 15 variables entre las que figuran como factores de riesgo el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, las corrupción, la transparencia financiera y los riesgos legales y políticos, destacando así mismo la ponderación de la información derivada de las evaluaciones del GAFI.

 La ponderación de las variables ha sido la siguiente:
65%  Riesgo de blanqueo de capitales y de financiación del terrorismo
10%  Riesgo de corrupción
15%  Estándares y Transparencia financiera
 5%   Transparencia Pública y Responsabilidad
 5%   Riesgo político y legal

Ya entonces se blanqueaba...(Mapa Mundi de Juan de la Cosa - 1500)

Y el resumen de los principales resultados (recordemos que limitado a 144 países) es el que sigue:

Los 10 países con mejor resultado  (del 144 al 134) o menor índice de riesgo son por este orden: Noruega, Estonia, Eslovenia, Suecia Finlandia, Nueva Zelanda, Lituania, Chile , Sudáfrica y Francia

Los 10 países con peor resultado (del 1 al 10 ) o mayor índice de riesgo son por este orden: Irán, Kenia, Camboya., Haiti, Tayikistán, Mali, Uganda, Paraguay, Belice y Zambia

A estas alturas, uno ya se pregunta: ¿Y España? Pues en un cómodo lugar 104, con un riesgo menor que Estados Unidos o Italia, pero mayor que Francia o Reino Unido, pongamos por ejemplo.

Para acceder al documento completo (en inglés) clicar aquí

lunes, 22 de octubre de 2012

Sostenella y no enmendalla

Acaban de celebrarse, como es sabido, las elecciones a los parlamentos gallego y vasco, con resultados que ya tendrán tiempo de analizar en profundidad los politólogos, pero que se resumen en un ascenso de las opciones pro-autodeterminación en el País vasco y un leve aumento de la mayoría absoluta en escaños (la cursiva no es casual) del partido del gobierno en Galicia. Es a raíz de esta última circunstancia la reflexión, como siempre con símiles de gestión empresarial, acerca de las triunfalistas declaraciones de dirigentes políticos, que aseguran que el resultado "es un aval a las políticas del gobierno". Humildemente me atrevo a preguntar a esos dirigentes: ¿Están seguros? ¿Serán capaces de obrar en consecuencia de los resultados de la votación y no del número de escaños?
No es un juego de palabras, y para argumentarlo, acudiremos a un símil empresarial.

Supongamos que el mercado de zumos de fruta se lo reparten varias marcas de fabricantes, de las que una, lógicamente, es mayoritaria. El mercado está convulso, se producen hechos que afectan a la fabricación, los precios cambian (sobre todo los de la marca mayoritaria), hay diferentes estrategias comerciales, etc. En ese contexto se realiza un nuevo estudio de mercado en el que resulta que, gracias a la atomización del mercado y a la forma de contar los porcentajes, se ha consolidado la marca que ya era mayoritaria, pese a haber perdido casi el 20 % de sus ventas. Ante esto, en clave empresarial, ¿cuál es el punto de atención? ¿La preocupación por haber perdido 141.000 clientes o el espejismo de seguir como número uno del ranking?
Elección de Trasibulo como líder de la resistencia democrática (Atenas, 412 A.J.)

Aplicando esta interpretación a los resultados políticos, caben varias reflexiones:
- Si la preocupación, como todos dicen hasta la saciedad, es los ciudadanos, parece evidente que de ninguna manera puede interpretarse este resultado como aval a una gestión que ha hecho perder 140.000 votos. Cualquier iniciativa adoptada sobre esa premisa está por tanto, viciada de raíz y sería indicativa de que quien lo hiciera, o no ha entendido lo que ocurre o engaña, con altas posibilidades de que concurran ambas características.
- Se consolida que el sistema imperante es la partitocracia, no siempre coincidente con la democracia. Eso lleva a paradojas hirientes como la sucedida últimamente en el Parlamento en la que una iniciativa presentada por la mayoría de grupos parlamentarios no prosperó por no recibir el apoyo de los dos mayoritarios, y eso provocó que los comentaristas (seguramente bienintencionados) proclamaran que "había sido derrotada por la mayoría de la Cámara" cuando había sido derrotada por la votación de dos partidos.
- Parece conveniente pensar en que ha llegado el momento de revisar alguna de nuestras leyes, como, sin ir más lejos, la ley d'Hont, la propia Constitución (que nadie se rasgue las vestiduras: cuando a los dos partidos mayoritarios y, por cierto, feroces antagonistas en otras cosas, les conviene, se cambia lo que haga falta en un fin de semana, sin debate, sin consenso y casi sin trámite parlamentario), la ley hipotecaria, etc.

El problema de fondo es que los políticos desconocen los rudimentos de la gestión empresarial y la importancia que tiene en ella la opinión del cliente.

sábado, 20 de octubre de 2012

El blanqueo chino

Estos días se está informando de la desarticulación en España de una red, encabezada por empresarios chinos y con ramificaciones importantes en empresarios nacionales y funcionarios que había conseguido blanquear mas de 1.200 millones de euros en pocos años.
Hay que felicitar a los cuerpos y fuerzas de seguridad por el resultado positivo de su trabajo callado, fuera de los focos mediáticos (no siempre sus esfuerzos son coronados por el éxito, y cuando esto ocurre, hay que celebrarlo) en una investigación que, según se ha publicado, se inició en 2009.
Las acusaciones, tras una primera rueda de declaraciones, incluyen contrabando, blanqueo de capitales, fraude a la Hacienda Pública, falsedad en documento y algunas otras, pero, al margen de las investigaciones y su desarrollo, hay un par de aspectos que merecen la atención

1.- Se ha publicado que se han intervenido más de 11.000.000 (once millones) de euros en efectivo.Vale la pena pensar que esa suma iría destinada, total o parcialmente, a su inmersión en los circuitos legales del dinero, con lo que la reflexión de algunos agentes económicos que a veces tienden a pensar que eso de que deba vigilarse el origen de los fondos no pasa de ser un incordio legal, es imprescindible. A nadie se le ocurre pensar que este grupo delictivo acudiría a blanquear DE GOLPE los 11 millones, luego cae por su peso que la precaución de tener constancia del origen legal del dinero que se emplea en inversiones o transacciones debe tenerse siempre, sea cual sea la cantidad que se maneja (parte de los repetidos 11 millones del caso)

2.- También se ha publicado que se han cursado diferentes órdenes de detención a China, Israel, etc., además de España, de personas relacionadas con la trama, lo que viene a confirmar la doctrina y la recomendación del GAFI de que la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo es estéril si se ciñe a las fronteras interiores de un país, sea cual sea. Si la globalización es un hecho (y positivo, debemos apuntar), debemos todos ir trabajando en la búsqueda de caminos que eliminen barreras en la represión del delito, ahora decididamente transnacional.

martes, 16 de octubre de 2012

Boletín nº 17.- Planes de contingencia



Cuestión de escalas

D. Ramón de Campoamor fue un poeta de finales del siglo XIX cuya obra se adscribe al movimiento literario del Realismo. Fue autor de numerosos ensayos filosóficos y políticos, obras de teatro (por las que fue permanentemente comparado con su contemporáneo Zorrilla) y poesía, siendo conocido hoy día sobre todo por estas últimas, que él mismo clasificó en humoradas, doloras y pequeños poemas.

Definía Campoamor la dolora como “una humorada convertida en drama”, y no deja de ser curioso que sea identificado como dolora (la LVIII) el poema llamado “Las dos linternas” que incluye en su primera parte los conocidísimos versos

“Y es que en el mundo traidor
nada hay verdad ni mentira:
todo es según el color
del cristal con que se mira.”

Gran verdad. Dando forma a la idea antigua de botella medio llena o medio vacía y precursora sin pretenderlo del concepto de relatividad.

Viene a cuento la obra de Campoamor por su aplicación a acontecimientos que van sucediendo en estos días convulsos que nos ha tocado vivir, en los que es tan fácil asumir posturas radicales precisamente cuando es más necesario buscar caminos de concordia, de empatía, de negociación, para llegar a encontrar soluciones (que las hay siempre) satisfactorias y no lesivas.

Dentro de estos acontecimientos, uno al que debe concederse la importancia que merece es el de las próximas elecciones en Catalunya. No utilizaremos esta entrada para efectuar un análisis político, evidentemente, sino, como siempre, para tratar de acercar/comparar/asimilar el mundo de la gestión empresarial al mundo de la política. Es por eso que prescindiremos de valorar cuánto hay de cierto en posturas tan radicalizadas de uno y otro signo como se están observando pero sí llamaremos la atención, imprescindible en acciones futuras, de las razones esgrimidas para el adelanto, dentro de la que no debe obviarse ni ocultar tras una cortina económica la gran manifestación ocurrida semanas atrás en la que se percibía la expresión de insatisfacción colectiva.
Las razones económicas deberán analizarse fuera de los focos mediáticos y, simplemente, evaluarse son o no ciertas para obrar en consecuencia, pero ¿cómo calibrar lo que no son razones económicas? No es fácil, pero puede ayudar un símil arriesgado a otra escala: es evidente que los estados actuales están en un proceso de dilución dentro de una comunidad de mayor ámbito, la europea. Hagamos, pues, un ejercicio de empatía. ¿qué pasaría si dentro de X años, el alto tribunal europeo dictaminara que va contra la ley mantener el sentimiento nacional, que la enseñanza no puede hacerse en el idioma  propio  sino en el hegemónico (aunque se demostrara que, al final del ciclo de enseñanza, los objetivos se han alcanzado para ambos), que….?
Cuestión de escalas, simplemente, para analizar esas razones.
Sin embargo, lo auténticamente importante en estas situaciones es el día de después. Los gestores de empresa están acostumbrados a manejar planes de contingencia cuando se prevén necesarios para abordar la eventualidad de que determinado hecho empresarial desemboque en situaciones de signo contrario. Sin embargo, en el plano político, y a juzgar por las reacciones de nuestras dirigentes (ya es un tópico decir que esto de Catalunya los ha cogido a todos con el paso cambiado, pero la economía, las medidas de austeridad y/o crecimiento, etc. van en la misma línea), los planes de contingencia se revelan como poco menos que desconocidos. Y deben conocerse, por ejemplo, para saber qué hacer en el caso de que se hiciera hoy una consulta soberanista y saliera por mayoría que SI (¿blandir la Constitución, sin más?)…. O saliera por mayoría que NO (¿desdeñar a los votantes del SI, sin más?).

Los gestores de empresa lo analizarían sin pasión y lo tendrían claro, con toda seguridad, porque del acierto en el tratamiento puede depender la continuidad o el hundimiento de la empresa.



Planes de contingencia

Cuando, dentro de un tiempo, los estudiosos de entonces analicen, con el desapasionamiento que permite la lejanía histórica, las razones y reacciones de la actual crisis, y cómo la Economía ha influido en un posible cambio de enfoque de las relaciones empresariales, laborales e incluso sociales, es posible que, no solo se adjudiquen responsabilidades que hoy, por aquello de la “corrección política” es difícil hacerlo, sino que podrá observarse también cómo en el paso de una época en la que aparentemente todo valía a otra por determinar con precisión hoy día, la inercia de muchos de los que pensaban que el crecimiento de las sucesivas burbujas era eterno propició muchas situaciones de pequeña escala que, sumadas, también crearon un escenario cuya autoría tiene nombres y apellidos; seguramente sólo conocidos a pequeña escala, pero identificables por los estudiosos.
Es objetivo, además, de los sociólogos, el analizar las reacciones al inicio de la crisis; en el momento en que se constató que el problema no era un constipado que afectaba a un banco de inversión americano y a unas entidades, también americanas, que habían concedido alegremente unas operaciones hipotecarias dudosas, sino una pandemia que se extendía rápidamente y que afectaba a prácticamente todos los niveles de la sociedad, conocida como “del bienestar”
En el día a día, la primera señal de alerta fue la contención, el esperar acontecimientos y mientras tanto reducir a la mínima expresión las inversiones y eliminar en lo posible los gastos prescindibles, con lo que el marco operativo de muchas empresas y negocios, particularmente del sector de servicios, se encogió súbitamente, es decir, se presentó una situación diametralmente opuesta en algunos casos a las previsiones cuidadosamente estudiadas.
Dejando de lado la actuación de los empresarios (que los hubo) que aprovecharon el momento para llenarse los bolsillos con los restos del naufragio y “bajar rápidamente las persianas” sin ni siquiera evaluar la posible continuidad del negocio ni las acciones a tomar para ello, lo que es bien cierto es que pocos dedicaron algún esfuerzo a diseñar planes de contingencia que les ofrecieran diferentes posibilidades de acción (entre las cuales, no seamos  puristas, es justo que estuviera también la del cierre del negocio, toda vez que en muchas ocasiones, realmente, la situación escapaba totalmente de las manos del gestor) para intentar afrontar las dificultades sobrevenidas.
Tal vez lo primordial antes de establecer cualquier medida prudencial que permita sortear las contingencias futuras sería saber de qué tipo pueden presentarse, pero ese aspecto rayaría la consulta al oráculo de Delfos sobre las múltiples causas que pueden originar una desviación  de las previsiones; pueden ser de tipo legislativo, normativo, tecnológico, comercial, financiero, y prácticamente todas pueden abordarse (lo que no quiere decir que puedan solucionarse sin más) desde la constancia de que existen.
De cualquier forma, el marco de actuación en el diseño, desarrollo y seguimiento de un pan de contingencias es válido para todo tipo de ellas, teniendo en cuenta, eso sí, las características particulares de cada caso.

¿Qué es un plan de contingencia?

La definición de contingencia está vinculada al concepto de riesgo y puede entenderse como la posibilidad de que pueda suceder alguna cosa adversa no prevista inicialmente en el desenvolvimiento normal de una empresa u organización (o país, por extensión). De acuerdo con esto, un plan de contingencia es el diseño de unas reglas de actuación alternativas que permitan la continuidad de la empresa cuando alguna de sus funciones se viera afectada por acontecimientos imprevistos y desfavorables, internos o externos. Un plan de contingencia, también conocido como plan de continuidad de negocio, tiene, pues, como objetivo garantizar la continuidad de la actividad de la empresa, eliminando o reduciendo vulnerabilidades y haciéndola más solvente ante situaciones críticas, preparándola para volver a un modo de funcionamiento normal con una respuesta adecuada en la gestión de la crisis.
 Hay que señalar que el hecho de que se acuda al diseño de un plan de contingencia no significa admitir que la empresa esté funcionando inapropiadamente y busca variar su estrategia sino que da cuenta de su determinación de superar posibles adversidades futuras. De igual modo debe considerarse que un plan de contingencias ha de contener no sólo medidas económicas (como se entiende con frecuencia, erróneamente) sino también, en su caso, organizativas, formativas, técnicas,… detallando los procedimientos relacionados con cada una de ellas con el fin de asegurar razonablemente que, efectivamente, se busca la continuidad superando satisfactoriamente las eventualidades sobrevenidas. Por ello, un plan de contingencia debe contemplar tanto aspectos preventivos, para evitar o minimizar la posibilidad de que los riesgos se produzcan, como aspectos reactivos, para dar una respuesta adecuada si éstos llegan a producirse.

¿Que contiene un plan de contingencia?

Si el objetivo principal de un plan de contingencia es el de asegurar razonablemente la continuidad de la empresa, su diseño se puede dividir en etapas secuenciales:
1. Identificación y evaluación de los riesgos que pueden afectar a esa continuidad.
2. Planificación de las diferentes soluciones según el tipo de riesgo detectado
3. Ensayos y pruebas de viabilidad de las soluciones aportadas.
4. Ejecución.
5. Seguimiento y análisis de desviaciones

Como se observa, las tres primeras hacen referencia al componente preventivo y las últimas a la ejecución del plan una vez sobrevenida la eventualidad adversa.
No son estas líneas las adecuadas para profundizar en los procedimientos, que en la realidad dependen, en definitiva, del tipo de contingencia que se afronte, de la filosofía de la empresa, de sus medios, de las circunstancias particulares… y de la creatividad en la manera de encarar desafíos, pero sí nos permitiremos algún apunte deslavazado sobre algunos aspectos fundamentales de cualquier plan de contingencias.
Un diseño eficaz empieza con el análisis real del impacto esperado en la organización identificando en ese paso los puntos críticos o procesos esenciales y su repercusión en caso de que no se adapte la solución propuesta, es decir, la base de un plan de contingencia es identificar adecuadamente el riesgo, lo que conduce a  una evidencia práctica cual es la necesidad de un proceso de seguimiento del plan si finalmente ha sido necesario implementarlo ya que el mejor plan de contingencias siempre es cuestionado cuando se materializa una amenaza, actuando de la siguiente manera:
  • Si la eventualidad era previsible y las contramedidas adoptadas fueron eficaces, en el seguimiento se corrigen solamente aspectos menores del plan para mejorar la eficiencia.
  • Si la eventualidad estaba anunciada pero las contramedidas adoptadas fueron ineficaces debe analizarse la causa del fallo y estudiar nuevas contramedidas más ajustadas al problema real.
  • Si la eventualidad no estaba prevista  debe promoverse un nuevo análisis y evaluación de riesgos y, posiblemente, abordar un nuevo diseño del plan, incluso en el caso posible de que las soluciones adoptadas inicialmente fueran eficaces para eventualidades no previstas, lo que no debe servir de excusa para no analizar lo ocurrido.
Esta conclusión, además de demostrar la importancia de una correcta evaluación de los riesgos, aconseja en la práctica trabajar con anticipación y planificar cuando todavía no es necesario, teniendo en cuenta que los responsables  deben evaluar constantemente sobre los planes ya diseñados sin descuidar el pensar en otras situaciones que se pudiesen producir. Un plan de contingencia estático se queda rápidamente obsoleto y alimenta una falsa sensación de seguridad y solo mediante la revisión y actualización periódicas de lo dispuesto en el Plan las medidas preparatorias adoptadas seguirán siendo apropiadas y pertinentes.
Un par de ejemplos sencillos: si una empresa presume que habrá un cambio legislativo que pueda afectar a la continuidad de su actividad tal como la lleva a cabo actualmente, deberá diseñar un plan de contingencia adecuado a ese posible cambio ANTES de que éste se produzca a no ser que asuma el riesgo de que la previsión se cumpla sin haber tomado las medidas necesarias para asumir sin traumas ese cambio legislativo ya que esa eventualidad no depende de las voluntad de la empresa; de igual manera, si la eventualidad es debida a una evolución técnica, aspecto éste que la empresa ha de contemplar en su día a día, parece fuera de discusión que una empresa bien gestionada se anticipará todo lo que pueda al impacto de esa evolución técnica en su actividad.

No debe olvidarse que la planificación de la contingencia implica trabajar con hipótesis y desarrollar los diferentes escenarios posibles sobre los que se va a basar la planificación de las acciones ya que la planificación de objetivos ya se conoce el punto de partida y se basará en la evaluación de las necesidades y recursos para afrontar la eventualidad.

Un plan de contingencia debe ser exhaustivo pero sin entrar, en principio, en demasiados detalles que, lógicamente, estarán supeditados al hecho adverso concreto al que se de ha de hacer frente, debe ser de fácil lectura y de actualización, en su caso, cómoda.

Toda planificación debe tener en cuenta al personal que participará directa o indirectamente en ella desde el personal que lo planifica hasta aquellos que operativamente participarían en el desarrollo, por lo que un plan eficaz, por definición, debe ser Operativo y debe expresar claramente lo que hay que hacer, por quien y cuando.

En un ejercicio en el que, posiblemente deberá echarse mano de la intuición y el conocimiento profundo de la situación previa al análisis de los riesgos, deberán valorarse los diferentes escenarios, para sentar las bases sólidas de cualquier planificación posterior. Y para establecer escenarios variados es necesario formular distintas hipótesis (no sólo la más previsible), ya que aunque estas se basen realmente en todos los conocimientos disponibles y aparentemente controlados, nunca se debe eliminar el elemento de imprevisibilidad.

El plan de contingencia debe ser un documento “vivo”, actualizándose, corrigiéndose, y mejorándose constantemente. No se trata de un documento que deba ser revisado exhaustivamente con periodicidad marcada y fecha fija, sino de un documento que esté en permanente estado de cambio en función de los acontecimientos de todo signo que vayan sucediéndose.

No debe olvidare, sea cual sea la circunstancia que origina la situación de riesgo que los planes de contingencia deberán ser siempre realistas, eficaces y, naturalmente, susceptibles de poderse ejecutar. No tiene sentido ni ocultar la cabeza ante el problema como un avestruz ni cometer errores, de evaluación de riesgo o de diseño, que provoquen que no pueda ejecutarse el plan. Tampoco debe caer en saco roto que lo que se busca son alternativas de acción dentro de un  plan global, lo que induce a pensar que deberá existir un mecanismo para determinar qué subplan de contingencia alternativo se instrumentará, tomando en consideración la eficiencia con respecto a las variables de solución que intervienen que, repetimos lo que se apuntaba al comienzo, no son solo el costo. En situaciones de crisis es cuando mejor se observa que, el rendimiento económico con respecto a otros objetivos es secundario; es más, la historia demuestra que, una vez solucionada satisfactoriamente la contingencia presentada, el rendimiento económico viene añadido.

miércoles, 10 de octubre de 2012

De la prensa extranjera...

Eso de que, al final, uno se tenga que acostumbrar a buscar las noticias domésticas en la prensa extranjera, habida cuenta de la costumbre de nuestros gobernantes de hablar solo en la sede del partido (con discurso adaptado al auditorio) o a través de declaraciones a los medios foráneos, ofrece hallazgos interesantes.
No recuerdo haber visto ni oído en ningún medio de comunicación español una noticia, curiosamente divulgada por la agencia EFE, que da cuenta de la preocupación de la ONU en el tema de la aplicación de fondos públicos en el rescate de entidades privadas. En concreto, la relatora especial sobe la pobreza extrema de la ONU, Magdalena Sepúlveda, junto a otros expertos sobre la deuda externa y sobre la promoción de un orden internacional democrático e igualitario (no os riáis, esos departamentos existen en la ONU aunque no salgan en los diarios) ha instado a los gobiernos europeos a “asegurar que los fondos públicos no se utilizarán en el futuro para rescatar a entidades financieras en quiebra”.
Ya antes, el gobernador del Banco de Finlandia, Erkki Liikanen, recomendó a la UE que se obligue a los bancos europeos a separar ciertas actividades de inversión de alto riesgo de la banca comercial para evitar futuras crisis y blindar a los contribuyentes y ahorradores.
En palabras de la señora Sepúlveda, “Los Estados tienen la obligación de esforzarse al máximo para asegurarse de que ciertos recursos se emplean para satisfacer el cumplimiento de los derechos humanos de las personas viviendo en la pobreza, creando un marco regulador que garantice que esos recursos no se destinen a entidades financieras en quiebra”.

En los últimos tres años, los países de Europa han destinado al rescate de entidades una cantidad tal de recursos "que han originado una importante crisis de sostenibilidad de la deuda y han obligado a poner en marcha planes de austeridad que, ocasionalmente, contradicen derechos de las personas"

“Existen soluciones a la crisis financiera perfectamente viables y alternativas a la austeridad, como la reducción del gasto militar”, afirma Alfred de Zayas, experto sobre la promoción de un orden internacional democrático e igualitario, al tiempo que apuesta por poner en marcha un marco regulador del sistema financiero “que realmente funcione”.

O sea que las "utopías" tan denostadas del movimiento 15-m, por ejemplo, no son tan utópicas.
Y nosotros sin enterarnos por la prensa nacional....

viernes, 5 de octubre de 2012

La imagen y la reputación en economia

Se ha divulgado por diferentes medios el episodio que tuvo lugar ayer en la London School of Economics, de Londres, cuando el Ministro de Economía, Luis de Guindos, desarrollando la ponencia sobre la Estrategia económica de España contestó con un NO rotundo a la pregunta de si España pediría o no el tan traído y llevado rescate, y la mitad de los asistentes reaccionaron con risas no disimuladas.
Coincide prácticamente este hecho con la utilización por Romney del dato del porcentaje de gasto público en la economía española  como ejemplo de lo que, a su juicio, está haciendo mal Obama y que, desde luego, es pernicioso. Al hilo de este último hecho, ¿por qué Romney no habló, por ejemplo, de la economía alemana, con una ratio de gasto público superior al de la española?

La respuesta, junto a la reflexión sobre las risas londinenses se debe buscar en la evidencia de que la tan cacareada por algunos (precisamente los que deberían aplicar mayores esfuerzos a promocionarla y defenderla) como "marca España" está en peligroso declive; lo que dicen nuestros gobernantes, en general, no genera confianza, no se ve que se diga la verdad en muchos aspectos (y no me refiero sólo al oscurantismo de que se hace gala en las informaciones domésticas), hay desmentidos continuados, cambios de rumbo constantes falta de sintonía entre ministerios sólo amortiguados por el seguimiento público del "pensamiento único"....

Quizá el ejemplo que resume estos aspectos pueda hallarse en la evolución, a los ojos de los dirigentes extranjeros, del repetido rescate:
1.- España afirma que necesita ayuda perentoria para evitar la fallida de su economía, y así lo declara.
2.- España moviliza a todos los organismos internacionales para conseguir la ayuda, llámesele como se llame.
3.- Los organismos internacionales acuerdan finalmente prestar la ayuda sugerida publicando que ponen a disposición una cantidad determinada.
4.- A efectos prácticos, estos organismos comunican que, para disponer de esos fondos, España debe pedirlos formalmente.
5.- España dice entonces que los pedirá o  no dependiendo de las contrapartidas (hay que recordar, por cierto, que el gobierno mantuvo y prometió, por activa y por pasiva, que el rescate, o lo que sea, no incorporaba contrapartidas)

Y ahí estamos. Lo primero que yo me preguntaría si fuera Junckers, Draghi, etc. sería: Pero bueno, ¿necesitas o no la ayuda? Porque nos hemos movilizado TODOS, y si ahora estás jugando al gato y el ratón, tu actitud no genera confianza precisamente.

El Sr. Rajoy quiso explicar esta demora (que nos está costando a todos una cantidad importante en base a intereses a pagar) acudiendo a un símil inadecuado en cuanto a que cuando uno necesita una hipoteca pide saber las condiciones para que, si no son los que le conviene, cambia de banco o no la formaliza, lo que no es ni de lejos aplicable porque en este caso DEBE formalizarla y NO PUEDE cambiar de banco.



Sería penoso y de consecuencias por ver, si se confirma que la demora en la decisión está condicionada por las elecciones gallegas y vascas, como ya sucedió con las elecciones andaluzas en la presentación de presupuestos a Europa que, recordemos, originó un rapapolvos curioso de los organismos internacionales.

Y para el final: ¿cómo es que España se está convirtiendo en el pim-pam-pum de todo el mundo, mientras que la figura de Mario Monti, que tomó las riendas del país en condiciones difíciles y que ha tenido que tomar decisiones también dolorosas, está ganando prestigio día a día? ¿por qué si se introduce en Google el término "bailout" (rescate financiero), un porcentaje importante de las respuestas se refieren a la situación de la economía española? Ya se sabe: cosas de la actualidad...

martes, 2 de octubre de 2012

¿Falta de formación o picaresca?

Hoy toca reflexionar alrededor de un hecho, no por habitual menos importante, y se refiere a uno de los aspectos de la mala fama (adquirida a pulso) por las operadoras de telefonía en España.
Me contaba un amigo que hace tres meses contrató con la operadora de la que es cliente hace años un nuevo servicio, adicional al que ya tenía, porque le aseguraron en la tienda que el hecho de ser cliente antiguo le proporcionaba una bonificación importante en la tarifa del nuevo. Me explicaba que este factor fue el que hizo decantar la balanza hacia esta operadora, que ni es azul ni roja, frente a otras, con lo que firmó sin problemas el contrato con un compromiso de permanencia importante.
Recibidas las primeras facturas sin que apareciera por ningún sitio la bonificación prometida, mi amigo quiso comprobar si se había producido algún problema de índole administrativa que impidiera aplicarla. Aquí hay que hacer un inciso acerca del via crucis de teléfonos (primero de respuestas mecanizadas y los últimos con respuestas de personas) por el que me asegura que tuvo que pasar hasta que finalmente le aseguraron que no cumplía los requisitos (diferentes de los que le dijeron de inicio) para obtener la bonificación.
Prescindo de detallar el jeroglífico que tuvo que resolver hasta descubrir oculto en un rincón de la página web de la operadora la forma de presentar una queja por el trato recibido., en un formulario, por cierto, en el que no hay espacio para explicar mínimamente el motivo de la reclamación.
Cursada finalmente la queja, la educada respuesta de la compañía se limita a afirmar que no se cumplen los requisitos y que puede contactare con uno de los teléfonos de la "rueda del mareo de perdiz" inicial para ampliar información.

Hasta aquí el relato. Y uno, que mantiene el gusanillo de la ética en los negocios, de la adecuada atención al cliente y de la necesaria formación de los empleados, no puede por menos que señalar que, en el caso de esta compañía, y a juzgar por esta incidencia, la nave hace aguas por los tres factores.
Si el empleado que tramitó el nuevo contrato desconocía los requisitos para la dichosa bonificación porque no recibió la formación necesaria, y si eso es aplicable a más de un empleado, la compañía tiene un problema serio.
Pero si el empleado lo sabía, la compañía puede tener un problema grave, porque  el abanico de posibilidades que se abre es como salir de Guatemala para caer en Guatepeor: ¿primó la captación como fuera del nuevo servicio ante la eventualidad de no hacerlo si se informaba correctamente? Y si es así, ¿fue a iniciativa propia del empleado pensando en sus comisiones? ¿Había indicaciones de hacerlo?
Y un detalle adicional, que no menor: ¿Qué política de atención a clientes es la que no expone visiblemente el formulario para presentar reclamaciones o quejas? ¿Qué política es la que no permite explicar cuál es la queja? ¿Qué política es la que despacha al cliente exponiendo sin más sus normas internas cuando la queja se sustenta precisamente en la no información previa de esas normas?



Lamentablemente, se consolida esa mala fama de este tipo de compañías. Me decía mi amigo que se siente engañado una vez, pero que no habrá una segunda, y que esperará pacientemente el vencimiento del plazo de permanencia para cambiar de compañía de todos los servicios relacionados. Me dice que tiene un año para, tranquilamente, analizar competidores.