miércoles, 29 de junio de 2016

Se confirma el déjà vu con las reuniones del GAFI



Hace unos días,  con motivo del inicio de la Reunión Plenaria del GAFI en Busan (Corea) nos hacíamos eco en este blog de esa sensación incómoda, generalizada en muchas personas, de que, al final, pase lo de siempre, que todos los miembros del GAFI lleguen a “sólidos y decididos” acuerdos y compromisos en la lucha contra el blanqueo de capitales, financiación del terrorismo y delitos relacionados que queden, una vez más, en papel mojado. Por eso, esa entrada en el blog se llamó Déjà vu con las reuniones del GAFI  temiendo que esta reunión anunciada fuera a la postre un calco de las anteriormente vividas.

Y algo de eso hay, a juzgar por la lectura del documento de síntesis, Resultados de la reunión Plenaria del GAFI, Busan Corea, 22-24 de junio de 2016  divulgado por el GAFI en su web, y que reproducimos parcialmente.

Evidentemente, los temas que se habían anunciado como objeto de discusión y debate, figuran en el documento final, en especial la financiación del terrorismo que merece, lógicamente, una especial atención y que, por lo tanto, ocupa el mayor espacio en el citado documento. No ocurre igual con lo que pomposamente cita el documento como “Jurisdicciones sujetas a una llamada de atención del GAFI a sus miembros y a otras jurisdicciones para aplicarles contramedidas en orden a proteger el sistema financiero internacional de los riesgos que emanan de ellas como el blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo” como países que no colaboran en estos campos y que se reducen a dos: Corea del Norte e Irán, olvidando conscientemente que hay países que se sabe que financian de una forma u otra el terrorismo como Qatar o Arabia Saudí y que hay prestigiosos países que albergan entidades financieras cuyos clientes “white collar” son profesionalmente asesorados/guiados en operaciones que caen de lleno en el blanqueo y que siendo “legales” (¡!) realizan impunemente. Con la que está cayendo, alguien que necesite blanquear fondos o quiera financiar actividades terroristas ¿lo haría a través de Irán o Corea del Norte?

En el capítulo de la lucha contra el blanqueo de capitales obtenidos mediante la corrupción (sea debida a soborno político o empresarial), el GAFI es consciente de que una de las herramientas más usada por los delincuentes es la del testaferro, para ocultar la verdadera identidad del propietario de los fondos que se desean blanquear, por lo que en todas las reuniones del Organismo se aborda el tema con mejor o peor fortuna (hay quien apunta, y escándalos como el de los Papeles de Panamá o la lista Falciani parecen darle la razón, que mientras sean incluso miembros de los gobiernos que integran el GAFI los que se ocultan tras testaferros, y queden sin castigo, las iniciativas del Organismo serán papel mojado).


Por su importancia, reproducimos íntegramente este apartado del documento:


La mejora de la transparencia y la propiedad efectiva

El GAFI tiene una larga historia en la adopción de medidas y acuerdos legales para facilitar la transparencia y el acceso oportuno a la información sobre el beneficiario en las personas jurídicas. El GAFI sigue dando prioridad a esta cuestión, y así lo demuestra la gran cantidad de trabajos en esta área.

El GAFI estableció por primera vez las normas internacionales sobre la propiedad efectiva en 1990, y pasó a evaluar el cumplimiento de los países con esos estándares en su tercera ronda de evaluaciones mutuas cuyo objetivo principal fue asegurar que los países requieren a sus instituciones financieras para recoger y verificar información sobre el beneficiario como parte de su debida diligencia de conocimiento del cliente (DDC), y tomó medidas para impedir el uso indebido de personas jurídicas y/o acuerdos legales para el blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo. Esto incluye asegurar que la información adecuada y precisa sobre la propiedad real y el control de los fondos está a disposición de las autoridades competentes en el momento oportuno, de forma que la gran mayoría de los miembros del GAFI ahora tienen marcos legales adecuados para realizar la DDC.

En 2012, el GAFI reforzó sus normas sobre el beneficiario, y ahora está en el proceso de evaluar el cumplimiento de esas nuevas normas. La aplicación efectiva es el foco principal de la cuarta ronda. Esto coloca el GAFI en la vanguardia de los esfuerzos internacionales en este ámbito, como el primero en evaluar la eficacia de los países que están implementando medidas para asegurar que disponen de información precisa, adecuada y actualizada para conocer al beneficiario real y para redactar las disposiciones legales para que esta información esté disponible sin impedimentos para las autoridades competentes.

En 2014, el GAFI emitió una guía sobre la transparencia y la propiedad efectiva que incluye una guía paso a paso sobre cómo acceder a la información a disposición del público en las corporaciones, y cómo establecer procedimientos para facilitar las solicitudes de información de las contrapartes extranjeras. Actualmente el GAFI trabaja (como se describe en la Sección I de este documento) en cómo facilitar el intercambio más generalizado de información, que  también mejorará la transparencia y el acceso oportuno a la información sobre el beneficiario.

La revisión de los informes de evaluación mutua realizados en la 3ª y 4ª ronda revelan los siguientes desafíos principales de aplicación:

a)      la información básica relativa al registro de la empresa no siempre es suficientemente precisa y accesible en el país.
b)      los requisitos de DDC, incluyendo los requisitos para identificar y verificar los beneficiarios reales, están a menudo bien implementadas por los bancos, pero mucho menos por otros agentes clave (por ejemplo, formadores de empresas, abogados y auditores, asesores). Este problema se agrava debido a que la supervisión de estos sectores para el cumplimiento de estos requisitos es a menudo menos robusta de lo que es en el sector bancario.
c)       las empresas están obligadas a mantener registros de sus accionistas o socios. Sin embargo, a menudo los registros no verifican la información recibida. Esto significa que la información contenida en los registros no siempre es exacta o actualizada.
d)      las empresas a menudo no están sujetos a sanciones por no mantener su registro de accionistas exacto y actualizado como es necesario.
e)      la protección de datos y las leyes de privacidad pueden ser obstáculos para el intercambio de información, como se describe en la Sección I de este documento, y a menudo dificultan las autoridades competentes tengan acceso oportuno a la información sobre la propiedad adecuada, exacta y actualizada. Por ejemplo, incluso en el plano interno, las autoridades fiscales son a menudo incapaces de compartir información con las autoridades policiales. Estos problemas se amplifican en el contexto del intercambio de información a nivel internacional.
f)       incluso cuando la información básica y sobre la propiedad real es compartida de manera oportuna (a nivel nacional o con las autoridades extranjeras), dicho intercambio es de poco valor si la información no es exacta o actualizada.

Esto pone de relieve la necesidad de centrarse prioritariamente en la aplicación efectiva de los requisitos existentes.

Los acontecimientos recientes han colocado un enfoque adicional en estos temas. Para la aplicación efectiva de las normas del GAFI sobre la transparencia y la propiedad real de las personas jurídicas, los aspectos que se citan a continuación son cruciales. En primer lugar, la información sobre el beneficiario que se recoge y mantiene debe ser exacta y actualizada. En segundo lugar, esta información debe estar disponible para las autoridades competentes en el momento oportuno, y debe ser compartida con las autoridades rápidamente en el contexto de la investigación, y el enjuiciamiento del blanqueo de capitales, de los delitos  asociados y de la financiación del terrorismo. En tercer lugar, deben estipularse medidas proporcionadas y disuasorias para el caso de incumplimiento de estos requisitos.

Entre junio y octubre de 2016, el GAFI se compromete a llevar a cabo discusiones a nivel técnico con el Foro Mundial para discutir las propuestas iniciales sobre las formas de mejorar la aplicación de las normas internacionales en materia de transparencia, incluyendo la disponibilidad de información y su intercambio internacional. La Secretaría del GAFI se activará de forma bilateral con la Secretaría del Foro Mundial sobre estas cuestiones, según sea necesario, decidiendo el momento conveniente para ambas partes para discutir estos temas.

La consolidación de las normas del GAFI sobre el intercambio de información

Compartir eficazmente la información relativa a posibles casos de abuso del sistema financiero con las autoridades pertinentes es una de las piedras angulares de un sistema eficaz de Prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo.

La compilación en las “40 Recomendaciones” del GAFI sobre el intercambio de información ayudará a aclarar cuáles la doctrina del GAFI en términos de los tipos de información que debe ser compartida, cuándo debería ser compartida y las garantías y protecciones que deben aplicarse a compartir información.

El GAFI seguirá trabajando para desarrollar mejores prácticas para facilitar el intercambio de información dentro del sector privado, y entre el sector público y privado (y entre las instituciones financieras que no forman parte del mismo grupo financiero en toda la empresa).


Una vez acabada la lectura (mejor si es de todo el documento), no sólo no nos ha abandonado aquella sensación de déjà vu que temíamos, sino que, lamentablemente, se confirma y consolida en el convencimiento de que todo seguirá el “guion previsto” de altisonantes frases lapidarias pronunciadas para que sean recogidas por los medios con honores de titular, pero sin ninguna iniciativa práctica para atajar los caminos que usan los delincuentes. Y esa conclusión se basa en la evidencia de la simpleza y lógica de las medidas sugeridas por el GAFI, la dificultad confesada para su implementación si nos atenemos a que aún se encuentra pendiente en general, como lo acredita el resultado de la CUARTA ronda de evaluaciones. Y, finalmente, corramos un piadoso velo y ahorremos comentarios sobre la escandalosa circunstancia de que el GAFI estableció por primera vez las normas internacionales sobre la propiedad efectiva en 1990, hace 26 (v-e-i-n-t-i-s-e-i-s) años. ¿Y qué se ha hecho de eficaz para perseguir el blanqueo de cuello blanco cuyo instrumento habitual es esconderla? NADA.

miércoles, 22 de junio de 2016

Déjà vu con las reuniones del GAFI



Resulta inevitable que uno sienta una cierta sensación de déjà vu  (ya  sabéis, esa impresión de que ya hemos vivido antes un acontecimiento que está anunciado para el futuro) ante el anuncio de que hoy mismo empieza la reunión plenaria del GAFI (Grupo de acción Financiera Internacional contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo), ya que, a la vista de los temas prioritarios incluidos en la agenda, a saber, la financiación del  terrorismo,  la transparencia y la propiedad efectiva, y la vulnerabilidad de las ONG’s, todos ellos abordados “con contundencia” cansina en las reuniones que se celebran año tras año y que, una vez recogidos en el correspondiente documento de resumen de actividad, concitan el mayoritario “compromiso inequívoco” de su implementación inmediata y cumplimiento por la mayoría de países miembros, permite verificar en la práctica que una cosa es predicar y otra dar trigo y que la lucha contra los paraísos fiscales, el blanqueo de capitales, la corrupción vinculada, etc. no pasan de ser titulares llamativos en la prensa del día que se disuelven como un azucarillo en el café al día siguiente.

De todas formas, en previsión (y anhelo) de que pueda cambiar la tendencia de su ineficacia práctica, reseñaremos que la  reunión plenaria de este año se inicia hoy, miércoles 22, y finaliza pasado mañana,  viernes 24, participan 190 delegados miembros del GAFI y de los órganos regionales, además de representantes de las Naciones Unidas (ONU), del Fondo Monetario Internacional (FM) el Banco Mundial y otros asociados.
La teoría...

Los principales temas a tratar, que ya hemos aludido, son:

Respuesta global a la financiación del terrorismo.- Los delegados discutirán los avances (si los ha habido) en la ejecución de la estrategia consolidada acordada en la última reunión plenaria, del pasado febrero, y el informe sobre la dificultad de implementación de los acuerdos sobre este tema, surgido de la reunión del G-20 en julio. Como parte de esto, se espera que los delegados, al finalizar, generen  un manual-guía sobre la solicitud de congelación de bienes de los países afectados miembros del GAFI y los indicadores de riesgo para ayudar al sector privado a detectar las operaciones que esconden la financiación del terrorismo.

La transparencia y la propiedad efectiva.- Los delegados discutirán propuestas de acción para mejorar la aplicación efectiva de las medidas para mejorar el acceso a la información sobre el beneficiario final. En este sentido, los ‘Papeles de Panamá’ son  un recordatorio oportuno sobre  la magnitud de los abusos de las empresas y fideicomisos para una variedad de propósitos ilícitos. La mejora de la transparencia se ha convertido en una prioridad mundial, y el GAFI hará propuestas al G-20 para mejorar la aplicación de las normas (así lo destaca la nota de prensa que informa de la agenda de la reunión).

Organizaciones sin ánimo de lucro.- Los delegados discutirán la norma del GAFI sobre la vulnerabilidad de las organizaciones sin ánimo de lucro para ser usadas como inadvertido vehículo de operaciones ilícitas (Recomendación 8 de las que se recogen en Las 40 Recomendaciones), para proteger al sector del abuso y apoyar sus actividades, de acuerdo con la aplicación efectiva del enfoque basado en el riesgo.

Asimismo, al finalizar la reunión plenaria se informará (una vez más) sobre la lista de países no cooperadores en la estrategia global contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.

Se admiten apuestas: ¿alguien  cree que las conclusiones a que se llegue no volverán a quedar en un grandilocuente catálogo de buenas intenciones?

domingo, 19 de junio de 2016

La nostalgia es un error



Se dice que fue la actriz y activista política[1] franco-alemana Simone Signoret (Simone Kaminker, 1921-1985) la primera en utilizar y popularizar la expresión “la nostalgia es un error”, precisamente en sus memorias, publicadas en 1978 con el título de  La nostalgie n'est plus ce qu'elle était[2] (La nostalgia no es lo que era), con un contenido altamente descriptivo y reflexivo de sus vivencias políticas en la izquierda, “como burguesa que despierta a la conciencia política”, revelando detalles inquietantes de su vida o la de sus amigos.

Pero, después de escribirlo Simone Signoret, más gente lo suscribió y lo suscribe, al margen de la adscripción política, y el ejemplo más palmario lo tenemos en el libro La nostalgia es un error, escrito por la antítesis política de la Signoret como  fue José Luis de Vilallonga[3] (al alimón, eso sí,  con el periodista Enrique Meneses aunque el nombre de éste desapareciera misteriosamente en la obra).

Está claro que si la expresión se refiere a hechos objetivos, no admite discusión en cuanto a su validez ya que difícilmente puede sostenerse la nostalgia en afirmar que los tiempos pasados fueran mejores, cuando, por ejemplo, no existían la anestesia ni los antibióticos, y mucho menos cuando algo como el Titánic se iba al garete y la gente se enteraba por una sola y primera estación de radio al cabo de un tiempo; en los bares de antaño hacía frío, y cuando salías de ellos, encontrabas un país sórdido, triste, gris, apesadumbrado,.. y eso hace valorar positivamente lo que tenemos ahora, sin nostalgias.

¿Por qué, entonces, nos incomoda internamente el que alguien defienda que la nostalgia es un error, y luchamos contra esa idea?

Sostenía el poeta Rilke[4] que la patria es la infancia, entendiendo aquí el concepto de patria despojado de connotaciones políticas; Rilke se refería a la patria como el lugar donde hemos llegado a ser lo que somos, donde, en esa época dura del crecimiento personal, nos hemos sentido confortables y arropados por familia, amigos, ambiente,… convirtiéndose, en palabras del poeta, en el destino anhelado al cual regresar a lo largo de nuestra vida. Pero ¿qué pasa si el lugar al que soñamos volver ya no existe´?, y no porque se cumpla inexorable la tesis de Heráclito de que el fundamento de todo está en el cambio incesante y que todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa, sino porque lo que marcó nuestra infancia, lisa y llanamente, ha desaparecido y sólo está en nuestro recuerdo.

Es lo que pasa con más frecuencia de lo que creemos. Sigo con atención, interés y sumo  respeto una página de Facebook llamada “A mí me gusta El Centenillo  ¿Y a ti?”, que es un ejemplo paradigmático para estas reflexiones, dejando bien sentado que no se trata en modo alguno de crítica a la encomiable y desinteresada labor ardua del administrador, dedicado a proporcionar un foro común para rememorar personas y vivencias que no volverán, y al que sólo cabe felicitar y elogiar.

Un poco (sólo un poco) de historia. Érase una vez….  un entorno geográficamente privilegiado, en el corazón de la Sierra Morena jiennense, cuya riqueza en mineral de plomo y plata ya era conocida (y explotada) por los romanos hace 2.000 años. Dando un gran salto en el tiempo, en  el siglo XIX, los ingleses, que estaban en la zona explotando las minas de Linares, deciden reanudar los trabajos, entonces abandonados, en los yacimientos de El Centenillo con dos particularidades:
-            -    en las prospecciones se descubre la gran cantidad de mineral que puede obtenerse
-              -  las minas se encuentran en un paraje que está “lejos de todos sitios” y eso hace imposible que los mineros puedan ir a trabajar desde algún pueblo relativamente cercano.

Deciden entonces acometer, siguiendo el ejemplo de las colonias textiles catalanas, la construcción de un pueblo para todas las personas vinculadas a la mina, de forma que se estructuró con construcciones de viviendas para obreros solteros, para casados, para capataces y, en las zonas más lujosas y apartadas, para ingenieros y directivos, en  un  proyecto que, urbanísticamente, se asemejaba bastante a un pueblo minero de la campiña inglesa, tal como lo evocamos en la película Qué verde era mi valle, de John Ford, y nada al típico pueblo andaluz.

Los servicios comunitarios del nuevo pueblo eran básicos y, como la vivienda, estaban organizados por la empresa[5] y había escuela (y parvulario), farmacia, economato, hospital, iglesia católica, iglesia protestante  (“el culto”), biblioteca, cuartel de la Guardia Civil, cine,… y un casino alrededor del cual giraba la vida social del pueblo. En lo deportivo, había campo de fútbol y pista de tenis[6], como no podía ser de otra manera al haber habitantes ingleses.

A primeros del siglo XX, las minas pasaron íntegramente a ser de capital español y, tras la Guerra Civil, “Minas del Centenillo S.A.” pasa a ser propiedad de la empresa “Sociedad Minero y Metalúrgica Peñarroya”, cuando ya la actividad va a la baja, los filones de mineral se agotan y la sociedad entra en pérdidas, por lo que en 1964 se clausuran definitivamente las minas después de 100 años de actividad continuada, lo que se traduce en la obligada diáspora de TODA la población y el abandono del pueblo.

Tras  el cierre de las minas se desmonta toda la maquinaria y solo quedan en pie las casas como testigos mudos de todo lo que ha pasado a través del tiempo, puestas a la venta libremente por unos precios, en su día, irrisorios (1.000 pesetas el “hueco” o habitación) por lo que hoy las minas de El Centenillo son un recuerdo y el pueblo de El Centenillo un enclave turístico ligado al desarrollo  de la actividad rural que atrae una importante cantidad de visitantes totalmente ajenos a su historia. ¿O no? Pues, seguramente, no, porque tanto las minas como las casas, algunas remozadas y otras convertidas en ruina, son solamente recuerdos que no permiten el ejercicio de la tesis de Rilke, de volver con ellos a esa zona de confort de la infancia añorada.

La primera gran diferencia entre recuerdo simple y nostalgia lo marca la evidencia de que cada vez son menos personas las que pueden identificar el lugar como “mi pueblo” y cada vez más los que hablan del “pueblo de mis padres”, “de mis abuelos”, “del que oía hablar en casa a mi familia”, observándose la aparición del comentario, cada vez más normal, de “`pueblo donde yo también he comprado una casa”. Pero esa no es la historia personal; ya no hay niños que crezcan ni vayan a la escuela allí, ni que corran tras sufrir una caída bajando del Mirador a que los cure D. Mariano el médico o D. Napoleón, el practicante, ni parejas que, para tener tiempo de pelar la pava, iban paseando con parsimonia hasta la Fuente Pilé (y luego tenían que subir el largo repecho, claro), ni gente que, para buscar eso que no encontraba en el economato, montaba en la traqueteante pava que la llevaba a La Carolina a ver tiendas, ni de los que, con influencias, conseguían que los invitaran a cazar alguna perdiz por Nava-El-Sach (“navarzáh” se decía) o hacia Ministivel, ni…
Hoy y ayer
 No, todo eso se ha perdido y forma parte del recuerdo, pero sería un error que formara un núcleo de nostalgia. El Centenillo, como algo vivo, dejó de existir y dentro de un tiempo nadie podrá referirse a él como “mi pueblo”, y actualmente, guste o no, sólo hay un conjunto de casas de esparcimiento que ocupan su lugar, y eso pese a la buena voluntad de algunos por recuperar alguna vieja costumbre… el día que hay afluencia de veraneantes para los que, dicho sea de paso, esa costumbre recuperada les resulta totalmente ajena.

Con todo, hay un factor que no puede ni debe olvidarse: estamos hablando de la desaparición de un pueblo minero, habitado por gente hecha al esfuerzo cotidiano y al sufrimiento callado, por gente que se dejaba la salud en unas minas en las que no había ni la protección ni la tecnología de hoy, para las que bajar al tajo en la jaula provistos del carburo para alumbrarse allí abajo era una aventura asumida. No basta con erigir una estatua de homenaje al minero (bienvenida sea, por supuesto) en La Corredera, sino que se ha de tener la constancia de que su labor abnegada y anónima ha sido la que ha permitido que haya recuerdos (que no nostalgia) de un tiempo que ya pasó en un lugar que ya no existe. Pero que dejó su huella. Los recuerdos y el aprender de ellos es vital, pero no deben confundirse con la realidad; aún hoy hay quien podrá pasar unos días (que no vivir) en la que fue su casa cuando  el pueblo era un ser vivo, sabiendo que no se cruzará en sus calles y campos con personajes (algunos incluso de reciente memoria) que forman parte de la pequeña historia, como el tío Risicas, el tío Callandico, Juanito Urda, los Bojos, las tropas de boy-scouts,… Por eso la nostalgia como fin es un error y debe, principalmente, recordarse que, como decía Pablo Neruda en su famosísimo Poema 20, “…Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos….”




[1] Formando tándem indisoluble con su marido, Yves Montand. "Simone fue la primera gran actriz que se comprometió públicamente en la batalla de los derechos humanos", explica el escritor Marek Halter, "estuvo a mi lado cuando lancé la campaña a favor de las locas de la plaza de Mayo, y todos los jueves, bajo la lluvia, con frío o con sol, se manifestaba delante de la Embajada argentina. Para Simone Signoret no bastaba poner su firma en un pliego: su compromiso era personal, directo y activo".

[2] La nostalgie n'est plus ce qu'elle était, Ed. Seuil, Paris, 1971; hay una traducción castellana que se publicó en la desaparecida editorial Argos-Vergara en 1983

[3] José Luis de Vilallonga y Cabeza de Vaca, (1920-2007), IX marqués de Castellbell, Grande de España aristócrata, escritor y actor español. Vilallonga entró en las filas del bando sublevado en 1936 como alférez provisional de requetés y contó que formó parte de un pelotón de fusilamiento pese a que, con el tiempo fuera portavoz de la Junta Democrática durante la Transición y coqueteara con el Socialismo. Un ejemplo de su criterio a veces inclasificable es que, con la oposición de su hermano gestionó con el Consistorio de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) la venta al municipio del palacio familiar, el palacio Falguera, destinado en esos momentos a albergar en sus jardines (previo pago) las francachelas de las clases pudientes.

[4] Rainer Maria von Rilke (1875-1926) es considerado uno de los poetas más importantes en alemán y de la literatura universal. Entre nosotros es conocido, sobre todo, porque en 1912 realizó un viaje a España, en el que visitó numerosas ciudades (Toledo, Córdoba, Sevilla), hasta recalar en Ronda (Málaga), que le fascinó y donde permaneció más de dos meses, al parecer trabajando en una de sus obras más conocida, las Elegías de Duino.

[5] No es un detalle baladí sino, al contrario, de gran impacto social aunque se evitara en las tertulias. La vivienda estaba asociada al trabajador, de forma que si alguien, afectado por ejemplo, de silicosis, no podía trabajar, se quedaba sin casa y había de trasladarse a la de algún familiar… o dejar el pueblo.

[6] Aún hoy se discute sobre si El Centenillo contó con el primer campo de fútbol de España (anterior al del Recreativo de Huelva) y la primera pista de tenis (en litigio con la de las Minas de Riotinto, también en Huelva)