jueves, 31 de enero de 2013

Sobre la corrupción

Es imposible sustraerse hoy día a lo que puede definirse como el mayor daño a la "marca España", tan trabajosa de construir y que tantos esfuerzos y sacrificios está costando, como es el hedor generalizado que produce el cúmulo de noticias alrededor de la corrupción,
Duele que el New York Times publique en portada que España es un país corrupto, porque eso no se ajusta a la realidad: ni TODA la clase política es corrupta ni, por supuesto, el país lo es.
Sin embargo, la famosa frase de "el poder corrompe" parece cobrar actualidad a la vista de la evolución de los últimos casos conocidos. La ciudadanía está legítimamente indignada y los partidos políticos han de entender que con esa indignación y la exigencia de explicaciones no se está atacando a ninguna sigla en concreto (al menos no sólo a ella) sino que se está poniendo de manifiesto el hartazgo que representa el descubrimiento de que, mientras parece entonarse un requiem al estado de bienestar, algunas elites han aprovechado para enriquecerse de manera obscena. No son opiniones gratuitas: recientemente, en organizaciones supranacionales se ha asimilado la corrupción al crimen organizado, lo que demuestra la importancia que se le da.
No vamos a entrar en estas líneas en el análisis, ni económico ni político de casos concretos, sino, simplemente, recordar algunas ideas básicas acerca del problema.
La  corrupción corresponde a la moralidad de  las personas y podemos definirla como la práctica y utilización de las funciones y medios, especialmente públicas, en provecho, económico o de otra índole,
de sus gestores y genera una repercusión de gran calado en la percepción social del fenómeno cuando se conoce dado que es el  erario, propiedad de todos, el atacado, frente al caso de la corrupción de entes privados en los que dicha corrupción es de ámbito limitado y no público.
Ciertamente, todos los sistemas de poder son susceptibles de corrupción dado que su origen radica en la propia condición humana de corruptibilidad. En mayor o menor medida, pues, cualquier grupo o grupos de individuos puede acabar siendo atacado por el fenómeno de la corrupción, en cualquier ámbito y nivel ya que el grupo depende en última instancia del funcionamiento de todos y cada uno de sus miembros, lo cual implica, paralelamente, la evidencia de que no puede mantenerse de forma indefinida, y menos aún en grupos abiertos donde los miembros se van sucediendo de forma continuada (a través de elecciones por ejemplo).


La corrupción que no se erradica oportunamente se vera propagada e impregnará todas  las esferas y estructuras de la sociedad. Y quienes más sufren las consecuencias son los sectores mayoritarios de la población, que son los que poseen menos recursos.



Actualmente, diferentes fuentes muestran que el fenómeno ha adquirido dimensiones preocupantes porque las altas esferas de la política y los negocios se han visto (se ven) afectadas por escándalos muy importantes. Además las recurrentes acusaciones mutuas de corrupción entre los políticos de diferente color no han cesado de aumentar, invalidando su conversión dudosa en "líderes naturales". La ética, sin duda alguna, ha cobrado una extraordinaria importancia como medio para enfrentar la inexistencia de valores comunes y la expansión de la corrupción. Una de las razones del aumento de la corrupción es la falta de transparencia y la necesidad de rendición de cuentas en los sistemas de administración pública, que es un hecho evidente y reconocido y que ha causado una mayor sensibilidad por parte de la comunidad al fenómeno de la corrupción.
Hay un amplio sentimiento de que el servicio público ha perdido su función original, que muchos elementos dentro de él son corruptos, y que también lo son muchas de las empresas del sector privado que comercian con el Estado.
Nos tememos que sea un tema sobre el que habrá que volver.

lunes, 28 de enero de 2013

Cuando las barbas de tu vecino....

Empezábamos a tener asumido que nuestra banca es, de alguna manera, algo así como el "pelotón de los torpes" en el contexto europeo, después de haber caído estrepitosamente del pedestal en el que nos habían dicho hace pocos años que estábamos (sí hombre, aquello de "solvencia fuera de toda duda", "el mejor sistema financiero del mundo", "el espejo de Europa".... sobre lo que obviamente, conviene correr un piadoso velo después de pasar lo pasado).
El caso es que quizá era previsible, pero, sin que pueda aplicarse la metáfora de la caída de fichas de dominó, sí que podía pensarse que "los mercados" se muestran inexorables y señalan a aquellos países y entidades que, a su juicio (del cual no vamos a discutir en esta ocasión si es acertado, correcto e incluso ético) les representan problemas.
Y, después de los variados casos, algunos de ellos con llamativas soluciones, producidos en entidades españolas, parece que le toca el turno a Italia, lo que cabe deducir del anuncio del Banco de Italia de inyectar una ayuda en forma de crédito (a diferencia de lo publicado para la banca española, la entidad habrá de satisfacer un interés inicial del 9 % que puede ir incrementándose hasta el 15 %), de casi 4.000 millones de euros al histórico Monte dei Paschi de Siena (espléndida, por cierto, su sede central en Siena, en un auténtico "palazzo" renacentista), tercera entidad del país y, actualmente, la más antigua del mundo.
No deja de ser curioso, visto desde estas latitudes, observar que los problemas del Monte dei Paschi de Siena (MPS) empezaron a través de operaciones comerciales con la banca española, en concreto con la compra de la Banca Antonveneta al Banco de Santander en 2007 y las sospechas que levantaron en Italia el precio que MPS tuvo que desembolsar, considerado desorbitado, que han provocado la dimisión del Presidente de la Asociación Bancaria Italiana y que aún se halla en fase de investigación por la Justicia italiana. Pero, claro, las irregularidades  no son patrimonio de las entidades que conocemos entre nosotros, y en el caso de MPS debe añadirse, además de pérdidas por operaciones de derivados cuantificadas en más de 500 millones de euros, algunas perlas como la presunta falsificación de balances, cobro ilegal de comisiones, retribuciones irregulares a directivos e incluso, operaciones oscuras al fisco.
Sede central de MPS en Siena
Si a todo ello se le añade el fuerte componente político de la banca en Italia, ya tenemos un cuadro en ebullición que no podía escapar a la atención de los mercados. La pregunta es ¿cuánto tiempo deberá de transcurrir para que esos mercados fijen su atención en la banca francesa y, sobre todo, alemana?

miércoles, 23 de enero de 2013

Paraísos fiscales y otras desigualdades

Una amable lectora del blog, a raíz de la noticia referida al levantamiento parcial del secreto bancario en las Islas Caimán comentada hace pocos días, se pregunta si está cuantificado el volumen de los depósitos que se refugian en paraísos fiscales y similares.
Por razones obvias, no hay datos fehacientes que certifiquen las cifras, pero estudios creíbles de diversas organizaciones apuntan a que una cantidad aproximada podría ser del orden de los 24 billones (con B) de euros, equivalente a UN TERCIO DE LA RIQUEZA GLOBAL DEL PLANETA. .

Sin embargo, además de los paraísos fiscales, hay otra forma, menos llamativa pero igual de efectiva, de mantener las diferencias. Estos días se celebra en Davos (Suiza) el foro económico anual que reune a los primeras espadas mundiales en la materia para debatir problemática común y cómo abordarla.
Con motivo de estas jornadas, Intermon Oxfam, organizacion humanitaria que lucha para erradicar la pobreza del mundo, ha presentado un informe que, con el nombre de "El coste de la desigualdad: cómo la riqueza y los ingresos extremos nos dañan a todos", propone, no solo acabar con la lacra social que representa la existencia de los refugios financieros sino que también llama la atención sobre otros aspectos que están ahondando en la brecha entre pobres y ricos.

Respecto del primer punto, según la organización humanitaria, la desaparición de los paraísos fiscales "podría generar 189.000 millones de dólares (142.000 millones de euros) adicionales en recaudación impositiva".
 Y respecto al segundo, Intermon Oxfam denuncia en el documento que el 1 % de la población más rica del planeta ha incrementado sus ingresos en un 60 % durante las últimas dos décadas, pese a la crisis, que "no ha hecho más que acelerar esta tendencia". En concreto, afirma que "los 240.000 millones de dólares (180.000 millones de euros) que ingresaron durante 2012 las cien personas más ricas del mundo equivalen a cuatro veces la cantidad necesaria para poner fin a la pobreza en el planeta".

Ante estas situaciones, la organización ha hecho un llamamiento a los líderes mundiales, presentes o no en Davos, para que se comprometan a la reducción de la desigualdad, ya que considera que "los ingresos extremos no sólo no son éticos sino económicamente ineficientes y políticamente corrosivos", además de "dividir a la sociedad". El informe asegura que es posible actuar y apunta a casos como el de Brasil, "que ha crecido al tiempo que reducía la desigualdad", y acude a las experiencias históricas recordando el "éxito histórico" del New Deal de Roosevelt, que le sirve de argumento al director general de Intermon Oxfam, José María Vera, para señalar que "necesitamos un New Deal global" que implante un sistema que funcione "en el interés de toda la humana en lugar de hacerlo para una elite mundial".
También está entre nosotros

Propone también "revertir la tendencia hacia sistemas fiscales regresivos", aplicar un tipo mínimo global a las empresas o incrementar las inversiones en los servicios públicos, así como revisar al alza los salarios en paralelo con los rendimientos crecientes de capital.
"No podemos seguir fingiendo que la generación de riqueza por unos pocos beneficiará al resto. No podemos permitirnos concentrar activos en las manos de unos pocos y dejar a la mayoría pelear por lo que queda", señaló el Director General de Intermon Oxfam en la presentación del informe.

Se puede acceder al informe completo de Intermon Oxfam (en inglés) clicando aquí

lunes, 21 de enero de 2013

Boletín nº 20 - Actuaciones erróneas ante la crisis

¿Vencedores o vencidos?

Judgment at Nuremberg es una película de los años sesenta del pasado siglo, dirigida por Stanley Kramer y magníficamente interpretada por, entre otros, Spencer Tracy, Burt Lancaster, Marlene Dietrich, Montgomery Clift y Maximilian Schell, todos ellos parte de la historia del cine. El argumento de la película no es otro sino la dramatización de los históricos juicios celebrados en la ciudad alemana de Nuremberg, quince años después de acabada la Segunda Guerra Mundial, en los que se pretende centrar el tema en establecer la posición de determinadas personas, en especial jueces que aplicaban las leyes nazis durante el Tercer Reich, subyaciendo el dilema histórico de la posible responsabilidad del pueblo alemán con respecto al Holocausto. El juicio que desarrolla la película está basado en el verídico «caso Katzenberger» en el cual un hombre judío fue acusado de «relación impropia» con una mujer aria y sentenciado a muerte en 1942.

El título de la película en España, de ¿Vencedores o vencidos?, resulta, cuando menos, chocante, cuando no claramente ambiguo y confuso[1]. Lo cierto es que, al final, la óptica de análisis de un problema siempre es la de los vencedores en la contienda, lo que no resulta ninguna novedad y  pudiera afirmarse que es consustancial con la condición humana. Y seguramente es así, no solo por el proverbio cierto de que “la Historia la escriben los vencedores”, como se puede comprobar mediante la simple comparación de la forma de explicar, sobre todo en textos oficiales, por ejemplo, la batalla de las Navas de Tolosa desde el punto de vista musulmán y cristiano, o la batalla de Aljubarrota en libros portugueses o españoles, o visitando la Bretaña francesa, en la que el para nosotros histórico traidor Beltrán Duguesclin (ya sabéis, aquello de “ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor” para facilitar la eliminación del rey contrario al que le pagaba) es un auténtico ídolo, o, más recientemente, el observar los quebraderos de cabeza (auténticos y prolongados en el tiempo) que ha causado intentar definir el terrorismo ya que la consideración de terrorista o héroe depende de a favor de quién acabe el conflicto de que se trate.

Incluso en ámbitos aparentemente tan inocentes como el deportivo se cumple esta norma, de forma que, cuando un equipo gana, todo se le permite o perdona, mientras que cuando pierde, todo son críticas. Es la plasmación juiciosa que ha manifestado un jugador del Futbol Club Barcelona cuando un periodista (pseudo periodista, sin duda, a la busca de un titular truculento) le ha preguntado su opinión acerca de las dudas que está generando la actuación del entrenador del Real Madrid en la actual campaña. La respuesta ha sido simplemente que “Él siempre ha sido así. Sois vosotros, los periodistas, quienes, cuando ganaba su equipo, ensalzabais todos sus actos, aún los claramente sancionables, mientras que ahora, que no gana, ponéis en tela de juicio todo lo que hace”.
Lo dicho, ¿vencedores o vencidos? Es la misma actuación, pero…

Las decisiones formales ante la crisis

Recientemente se han levantado voces desde diferentes sectores que o bien cuestionan la actuación del Banco de España sobre todo en los albores de la crisis o, directamente, exigen determinar responsabilidades sobre las consecuencias de estas acciones o, según se mire, esta inacción.

De entrada, nuevamente se cumple aquello de que cuando “España va bien”, nadie se preocupa por saber si, además, también todo “se hace bien”, y es cuando las cosas resultan rematadamente mal cuando se echa la vista atrás, aunque, no nos engañemos, no siempre con la voluntad de saber qué falló realmente para corregirlo, sino para identificar en quién cargar el mochuelo…. hasta la próxima. Ya decía Ortega y Gasset que “España y yo somos así, señora” y cuando ocurren estas situaciones, la política, los eternos vencedores y vencidos, marcan la pauta de lo que se investiga o no y, eventualmente, lo que se aprovecha como enseñanza de lo investigado. Conviene, entonces realizar la reflexión sin sesgos partidistas, sin dejarse llevar por elementos que no sean propios del análisis estricto.

Para llegar a conclusiones válidas sobre las enseñanzas que pueden obtenerse con el análisis de hechos pasados, hemos de partir de la premisa de que se pensó que las decisiones que se tomaron fueron las adecuadas y éticas en cada momento, ya que, en caso contrario, la decisión errónea tomada a conciencia no suele hacer sino producir resultados adversos, y estas situaciones sí que se advierten en el momento en que se toma la decisión. Un ejemplo actual que confirma esta afirmación: en un banco al que se han destinado importantes ayudas públicas y en el que se está investigando vía judicial la gestión de sus dirigentes en el pasado inmediato, se está manteniendo en las oficinas la exigencia del mismo porcentaje de crecimiento en el mercado que tenían como objetivo cuando las cosas “iban bien”. Sin entrar a valoraciones detalladas, ésta aparece como una de las situaciones citadas en las que ya puede verse que no es la decisión adecuada al momento, por varias razones perceptibles incluso para un observador externo:

- la actividad bancaria se basa en la confianza, que en este caso está en entredicho.
- la clientela de entidades como la citada (la misma, en líneas generales, a la que se están ofreciendo continuamente nuevos productos) está públicamente esperando respuesta a sus reclamaciones en cuanto a productos inapropiados que les han ocasionado quebrantos de importancia.
- la situación del mercado financiero ha cambiado, tanto para las propias entidades como para la ciudadanía en general
- las posibilidades de ahorro de las familias, en general, han caído en picado.

En ese contexto, sólo a quien desconoce la realidad se le ocurre mantener los objetivos sin tener en cuenta ese cambio. Pero hay otro factor que abona la idea de que estas actitudes son inapropiadas, y es la codicia de algunos directivos, y su propensión a usar como herramienta de presión la consecución de estos objetivos y ligarla al mantenimiento del puesto de trabajo en momentos difíciles como los actuales, en una obscena ceremonia en la que se valora, no la validez del empleado ni la eficacia de su desempeño sino, simplemente, las cifras de venta alcanzadas, que no son ni siquiera totales, sino del/de los producto/s en campaña en ese momento. Quizá pueda pensarse que es excesivo, pero en estas actitudes puede reconocerse la teoría criminológica de Edwin Sutherland[2] ya que, a través de “formación interna”, los empleados aprenden técnicas de venta de productos en las que se incluye la justificación comercial de su bondad, es decir, por qué la competencia entre entidades, de la que se dice que sólo sobreviven las que se adapten a los mercados, exige vender, por ejemplo, preferentes, y se supeditan los ascensos, o el simple mantenimiento del puesto de trabajo, al cumplimiento de objetivos, en un ritual que suele ser público y periódico, premiando a las oficinas que más venden lo ordenado[3].

El caso del Banco de España, sin embargo, debe analizarse en otro contexto, del que no es ajeno el momento global en que, en teoría de Greenspan (ayer endiosado y hoy vilipendiado con igual fuerza), no era necesaria una vigilancia y supervisión estrictas ya que los mercados tendían a autorregularse.
Solamente bajo esa óptica, y sobre la evidencia de que la entidad tiene un fuerte sesgo político en su actuación (el gobernador del Banco de España, en teoría autónomo en su gestión, suele ser nombrado por el gobierno de turno), puede entenderse que en mayo de 2006, antes, como se ve, del inicio de la crisis, un número importante de inspectores de la Institución remitiera al Ministro de Hacienda Pedro Solbes (PSOE) una carta en la que criticaban la actuación del gobernador Jaime Caruana (PP) con, entre otros, los siguientes argumentos: “Los inspectores del Banco de España no compartimos la complaciente actitud del gobernador ante la creciente acumulación de riesgos en el sistema bancario, derivados de la anómala evolución del mercado inmobiliario nacional durante sus seis años de mandato….. Sólo su pasividad explica… que no se pusiera freno a los crecimientos del crédito que considere inadecuados”, basado todo ello en el criterio de que “El Banco de España cuenta con los medios normativos necesarios para ello”. A la vista del contenido, fundamentos técnicos y procedencia de esta carta cuesta creer que el nuevo gobernador Miguel Ángel Fernández, nombrado dos meses después por el PSOE, tampoco pusiera en marcha ninguna iniciativa en el sentido denunciado.
Parece poder afirmarse, pues, que se tomaron decisiones erróneas, habida cuenta de que la denuncia de los inspectores reflejaba una realidad ante la que hubo una inacción manifiesta. Aún en la distancia del tiempo transcurrido no acaba de entenderse cómo se permitió llegar a ese punto que podría calificarse como de no retorno y cómo se aplicaron finalmente soluciones inadecuadas.

En la generación anunciada de una situación de dificultad, España proclamaba que las cajas de ahorro eran la columna vertebral del sistema financiero, tanto por su vertiente financiera como por la obra social que mantenían. Prueba de ello era su inveterada voluntad de financiar el acceso a la vivienda de los particulares. Hay que señalar en este punto que esta voluntad de financiación a la vivienda particular por parte de las cajas se adulteró cuando también se empezaron a financiar a promotores: efectivamente debe distinguirse una operación de la otra, pese a que ambas son del mercado inmobiliario e influenciadas por la insensata euforia del momento, toda vez que en la financiación a la compra de una vivienda, el titular del crédito defiende su vivienda, cuya adquisición suele ser de primera necesidad para él mientras que en la financiación de una promoción, el titular del crédito defiende un negocio puramente mercantil, representado generalmente por una sociedad. Cuando estalla la burbuja inmobiliaria se pone de manifiesto que la inversión en el segundo sector de clientes comporta un riesgo mucho mayor que la inversión en el primer sector[4], lo que comportó serias dificultades para la mayoría de las cajas, de mayor o menor importancia en función de su agresividad previa, y hay que decir que con cierto disimulado regocijo de los bancos, que de esta forma “se resarcían” de los efectos de la crisis bancaria de 1974/1984 por la que las cajas les arrebataron una cifra importante de cuota de mercado.

Con este escenario se antoja como no muy acertado el no saber valorar la dimensión de la crisis que se avecinaba, particularmente cuando en 2008 se produce la quiebra de Lehman Brothers y, a su rebufo, la nacionalización parcial o total de grandes entidades financieras, no solo norteamericanas sino  también italianas, holandesas, británicas, belgas, alemanas o irlandesas. Sin dejarse influenciar por esta cadena casi coordinada de reacciones, el gobierno español continua proclamando ingenuamente que el sistema financiero español es de los más sólidos de Europa y, por lo tanto, casi inmune a la crisis. Este criterio “escaparate” cambia radicalmente cuando el Financial Times se hace eco en su primera página de la intervención por el Banco de España de la Caja Castilla-La Mancha y, para demostrar ante los ojos del exterior que se controla la situación de las entidades financieras españolas, se apuesta entonces apresuradamente por la solución de alentar las fusiones de cajas (de repente, las “malas de la película”) para ganar volumen y afrontar mejor la crisis, olvidando algo tan simple como que lo que marca la diferencia no es el volumen, sino la gestión y que la suma de dos o más entidades con problemas no es el equilibrio sino la suma de problemas.
Esta política, errónea ya cuando se planteó, propició el nacimiento de nuevas entidades que, en lugar de ganar, mostraban mucha mayor flaqueza al sumar las carencias de cada una de las componentes; si además se suman los aspectos políticos de las luchas por mantener las cuotas de poder en cada una de las fusiones de entidades de diferentes comunidades, no es difícil deducir que la solución de las fusiones contribuyó claramente a la ceremonia de la confusión y al caos económico en que se convirtió el proceso.

A estas alturas no parece necesario, aunque sí conveniente, recordar que, posiblemente, el mantenimiento del criterio de calidad de gestión por encima del volumen, podía haber permitido acciones y soluciones diferentes. En ese sentido no puede olvidarse que, con la excepción de la Caixa, Unicaja y el conglomerado de cajas vascas, debería de tomarse muy en consideración el ejemplo de las dos únicas cajas que han permanecido casi indemnes en el naufragio general, y no precisamente por su volumen de negocio sino por su estilo de gestión: la Caixa de Ontinyent (no debe ser casual que mantenga su logo de “la caja de las comarcas”) y Colonya, Caixa de Pollença.

Para acabar de redondear la cuestionabilidad de las decisiones de las autoridades financieras españolas en la crisis, cuando a mediados de 2010 la European Bank Authority pidió a los bancos centrales de los países miembros que sometieran a una prueba de resistencia a las entidades que representaran más del 50 % del sistema financiero del país (Santander, BBVA, la Caixa y Popular en nuestro caso), y el Banco de España, en actitud, sin duda, quijotesca pero difícil de entender conociendo los problemas de solvencia que iban apareciendo en los movimientos que se estaban produciendo entre las entidades, anunció que TODAS las entidades se sometieran a las pruebas. La publicación de los resultados de esos stress tests en el Financial Times, nuevamente en la portada, en la que se daba cuenta que no habían superado la prueba siete entidades bancarias europeas de las que cinco eran españolas, provocó un nuevo cataclismo, y el hecho de que de esas entidades con problemas dos fueran producto de fusiones, ni ayudaba a resolver el problema de credibilidad de la eficacia de las soluciones propuestas ni justificaba su inclusión en las pruebas.

Los hechos posteriores son demasiado recientes como para incluirlos en este análisis, pese a su relevancia: adjudicación de Unnim al BBVA, el escándalo de Bankia,  la adjudicación de la CAM al Banc de Sabadell, la adquisición de Banco de Valencia por la Caixa, etc.
Lo realmente importante es ver la repercusión de unas decisiones tomadas en momentos en los que ya se percibe que no son las adecuadas y cuando los criterios para hacerlo están viciados con elementos ajenos (en estos casos) a la economía.


[1] Algunas fuentes sostienen respecto del título en España (que no en la América de habla hispana, donde se mantuvo El juicio de Nuremberg) que, como Franco había sido aliado de los alemanes, y estos bombardearon y probaron sus armas en nuestro país durante la Guerra Civil, como está ampliamente informado y reconocido, se vieron obligados a poner un título ambiguo que jugando con alguna de las ideas de la película diera a entender que efectivamente aunque los alemanes habían sido vencidos, los americanos terminarían por darse cuenta de que tenían razón en su lucha contra el comunismo. En todo caso, el título para España es un eufemismo que trata de ocultar la verdadera dimensión ética de esta película.

[2] Edwin H. Sutherland (1883-1950), sociólogo americano, considerado como uno de los criminólogos más influyentes del siglo XX. Muy conocido por la definición de "asociación diferencial", que es una teoría general del delito y la delincuencia que explica cómo los marginados han llegado a aprender las motivaciones y los conocimientos técnicos para cometer actividades criminales de forma que el comportamiento se halla completamente modelado, en un proceso que atraviesa todas las biografías, por las experiencias adquiridas mediante procesos de enculturación permanentes.

[3] Conozco el caso muy cercano de un director de oficina bancaria que, en la época de las “primas únicas” (debe explicarse a las nuevas generaciones que era éste un producto que, merced a una laguna legal subsanable de interpretación de la Norma se ofrecía como opaco cuando no lo era), se negó a venderlo porque el producto no era como se decía, lo que le produjo incontables problemas con sus superiores. Cuando Hacienda solicitó las listas de titulares, se produjo un terremoto en todas las entidades que habían comercializado el producto… y el director que hemos citado recibió una felicitación pública del Director General de la entidad por el resultado de su actitud.

[4] No deja de resultar chocante hoy, seis años después del inicio de la crisis, que se sigan cargando las tintas sobre los impagados de las hipotecas de particulares, criminalizándolos por la situación de las entidades, cuando los porcentajes de impago de las promociones inmobiliarias triplican los de particulares.

sábado, 19 de enero de 2013

Paraísos fiscales o el mundo al revés

Según informa el Financial Times, las Islas Caimán, uno de los paraísos fiscales más conocidos y utilizados, incluso por empresas y entidades españolas, están dispuestas a introducir una serie de reformas en su normativa que4 desembocarían en el fin de la opacidad que protege a las entidades domiciliadas en su territorio y empezar a dar pasos para quitarse de encima la consideración de paraíso fiscal.
Esta información está basada en un documento remitido por la autoridad monetaria local a los Hedge Funds (ya sabéis, fondos de fondos) que están domiciliados en este territorio, no olvidemos que de jurisdicción británica., y de acuerdo con él, la Autoridad monetaria de las Islas Caimán (CIMA, en su original inglés) propone la creación de una base de datos, en principio de carácter público, a través de la que se conocería, por primera vez en la historia, la información sobre los citados Fondos... y sus directivos.

El origen de la iniciativa se encuentra en el inicio de la crisis financiera global, y cabe recordar que, en los primeros momentos tras el estallido de las crisis, las principales economías e instituciones internacionales incrementaron la presión sobre los paraísos fiscales, que se tradujo en un nuevo modelo de acuerdo de intercambio de información a nivel de la OCDE y en la implementación de un nuevo protocolo de actuación con paraísos, emitido desde el G-20 con gran publicidad.

Fruto de todo ello es que el Banco Central de Irlanda, la Comisión de Servicios Financieros de Islas Vírgenes, la Comisión de Servicios Financieros de Jersey, el Consejo de Servicios Financieros de Bahamas y la Comisión de Supervisión de la Isla de Man accedieron a actualizar sus códigos y regulaciones. A estas jurisdicciones se añade ahora el territorio de las Islas Caimán.

Localización del territorio, súbdito de Su Graciosa Majestad

Lo paradójico, sin embargo, es que la iniciativa para este movimiento no se ha debido, como cabía esperar (y felicitarse por ello) a las presiones de los países del G-20, de la OCDE ni de ningún otro de los que abanderaban ese presunto objetivo, ahora descafeinado, de la lucha contra los paraísos fiscales; es más, ni siquiera puede afirmarse que la iniciativa sea de las autoridades de la Islas Caimán sino que, en el fondo, los promotores y gestores del cotarro han sido los propios inversores en los hedge funds, que hasta ahora no contaban con la posibilidad de verificar los detalles de sus inversiones. El mundo al revés:quienes siempre han sido celosos defensores del anonimato, son capaces de girar la tortilla con el único fin de no encontrar sorpresas, que sí han encontrado el resto de los mortales, en sus inversiones. Y aquí sin saber aún quién hay detrás de tantos fiascos financieros.

martes, 15 de enero de 2013

Los "Egmont" de oro

Eso de los Oscar, los Globos de Oro y similares, propician que, al final, casi todo se mire con ojos de analista competitivo, Viene esto al caso porque el grupo Egmont acaba de divulgar los "caso de éxito" en el seguimiento y colaboración internacional en operaciones de blanqueo de capitales.
Hagamos un poco de memoria: el Grupo Egmont es un organismo internacional conformado por las Unidades de Inteligencia Financiera de los países miembros, que fue creado en 1995 en el palacio de Egmont-Aremburg (de ahí  su nombre) de Bruselas, donde se celebró la primera reunión, y cuya misión es el intercambio de información, conocimientos y tecnología en la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. En su labor, ha conseguido crear un modelo unificado de Unidad de Información Financiera (UIF), ha fijado los principios para el intercambio de información entre UIFs de diferentes países (basados en la confidencialidad, reciprocidad, celeridad, seguridad e informalidad) y ha establecido un modelo de memorando de entendimiento aceptado tanto por las UIFs de los países miembro como por los gobiernos de países que aspiran a serlo. Es importante señalar que el Grupo Egmont consiguió que el GAFI reconociera la importancia de la actuación coordinada de las UIFs en la lucha contra el delito.

Para dar a conocer la eficacia de su labor, el Grupo Egmont divulga periódicamente casos exitosos ante el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo en la que la acción de las UIFs ha sido determinante, y en ese sentido, en su última publicación, correspondiente a 2012, se ofrecen los resultados de someter a examen 18 casos comunicados por 16 de las 127 UIFs miembros. Los casos fueron analizados por un panel de representantes de UIFs que participaron de forma voluntaria y debían de reunir una serie de requisitos comunes:
  • Prueba de que el papel de la UIF fue determinante para el desarrollo del caso;
  • Prueba de que la colaboración nacional o internacional contribuyó para un resultado más efectivo;
  • Uso de información retroalimentada para el desarrollo del caso y la consecución de resultado positivo;
  • Un alto nivel de complejidad del caso, que incluía variadas técnicas y métodos de blanqueo;
  • El volumen y origen de los fondos implicados; el número de jurisdicciones involucradas;
And the winner is....

Los casos de investigación que resultaron ganadores correspondieron, curiosamente, a jurisdicciones que están en entredicho por el Gafi, como son Rusia, que obtuvo el primer premio, y Filipinas, que consiguió el segundo.
Lo que llama la atención es común en ambos casos, y es que el delito de blanqueo fue fruto de la corrupción, con esquemas similares, cimentados en que miembros de un grupo delictivo organizado que incluía funcionarios públicos de corporaciones locales y empleados de entidades de crédito habían creado falsa deuda pública a favor de empresas locales de titularidad pública.
Sin más comentarios sobre la relación entre la corrupción y otros delitos.

Para ampliar información, clicar aquí para acceder a la página web del Grupo Egmont (en inglés)

jueves, 10 de enero de 2013

La burbuja salarial

La consultora de Recursos Humanos ICSA, en colaboración con la escuela de negocios EADA han dado a conocer un informe con el revelador título de "Evolución de las retribuciones 2007-2012", como resultado del estudio multisectorial llevado a cabo en el período que llevamos de esta malhadada crisis.
Si el estudio, ya de por sí, arroja datos reveladores en cuanto a las diferencias entre los diferentes sectores de actividad, suficientemente aireados por los medios y que no repetiremos, sí que nos merece una reflexión particular algunos aspectos que suelen quedar ahogados por la frialdad de los datos.

1.- Durante 2012, de las tres grandes categorías consideradas, esto es, Directivos, Mandos intermedios y Trabajadores, los únicos que registran un descenso del sueldo medio estadístico son los Trabajadores, situándose el poder adquisitivo por primera vez desde el año 2008 por debajo de la inflación, es decir, con pérdida neta de poder adquisitivo. Este hecho permite deducir dos conclusiones apresuradas. La primera es que, seguramente, la puesta en vigor de la Ley de Reforma Laboral ha influido negativamente en el poco poder de negociación de sueldos en convenios (aparte de otros efectos, básicamente en los EREs) y la segunda es la evidencia de que, de seguir esta tendencia, se agrandarán cada vez más las diferencias entre unas clases y otras.

2.- Si la media de incremento de los sueldos de los directivos, aún así, se mantiene en el 3,16 % en 2012, es por una particularidad citada en el informe que estriba en que los nuevos directivos se contratan a un sueldo mucho menor que los actuales (se cita el caso de un directivo bancario que, al jubilarse, cobraba 200.000 euros anuales mientras que la persona contratada para substituirlo cobrará  120.000), Si esto es así, lo que se pone de manifiesto es que en los años en que "España iba bien", no sólo se perdió el norte con el sector inmobiliario, en las empresas punto.com, en la concesión de hipotecas, sino también en los sueldos disparatados que se ofrecían a muchos seudoprofesionales (y a algunos excelentes profesionales, por supuesto); es decir, no es que ahora se "rebajen" las expectativas salariales de este segmento, sino que nunca debieron llegar a las cifras que se consideraban normales.
En época de crisis, no nos cansaremos de repetir que la vuelta al necesario sentido común (y no sólo la idea monotemática de la austeridad) ayuda a superar la situación, y analizar estos informes (y otros estudios similares) contribuyen a la necesaria contrición.

domingo, 6 de enero de 2013

Verdades que se disfrazan

A mediados del mes de diciembre pasado tuvo lugar la comparecencia ante la Subcomisión de Transparencia de Productos Financieros e Hipotecarios del Congreso de los Diputados del Sr. Santos González, presidente de la Asociación Hipotecaria Española, precisamente para hablar de transparencia en productos y procesos del Mercado Hipotecario en un momento como el actual.
Dejando de lado el escasísimo eco que ha merecido la noticia, lo realmente llamativo es el análisis de los argumentos esgrimidos por el Sr. González en la defensa de que nada cambie en aras, básicamente, de la transparencia, cierta, que domina este tipo de operaciones.

Para empezar, el Sr González cita en su comparecencia como clave del escenario actual que "hay una primera situación de marcado carácter social que viene determinada por las consecuencias brutales de una crisis económica sin parangón que ha destrozado millones de empleos y varios cientos de miles de pequeños y medianos negocios, lo que ha provocado un gran deterioro en las capacidades de pago de las familias, trasladándose una parte importante de esta cuestión a la situación de cobro del préstamo hipotecario y, más aun, al debate sobre el efecto más lamentable del deterioro económico: el abandono del hogar por impago del mismo". Sin discutir, por supuesto, el impacto de la crisis, olvida el Sr. González los datos oficiales que demuestran que la gran bolsa de impago corresponde a promotores y no a comprador finalista, y no consta que se haya desahuciado de su chalet a ninguno de estos promotores.

Más adelante afirma el Sr. González que "desde distintas instancias de nuestra sociedad se ha venido tildando al Mercado Hipotecario como un mercado apoyado en la ilegalidad, prácticas abusivas, contratos poco transparentes, procedimientos de ejecución injustos, etc., etc., todas ellas cuestiones muy gruesas que han vertido sobre nuestro mercado hipotecario un halo de “ilegitimidad” sin duda incierto y muy injusto, además de atentar contra la tradicional solvencia patrimonial de nuestras carteras de crédito que han permitido la emisión solvente de títulos hipotecarios, tanto en cédulas hipotecarias como titulizaciones, necesaria para la financiación del crédito durante estos últimos diez años". y en estas afirmaciones se juega con las palabras porque la Ley hipotecaria, evidentemente, es legal. Otra cosa es que sea justa.No habla,además, del caballo de batalla de la necesidad de la reforma de la Ley como es la validez de las tasaciones en las que se ampara el crédito. Y enfatiza en el deterioro de las titulizaciones y cédulas en el que, dicho sea de paso, el cliente no tiene absolutament4e nada que ver: se bastan y sobran las entidades con su mala praxis para desprestigiar ese mercado secundario.

Sigue el Sr. González haciendo un repaso exhaustivo del cumplimiento histórico de la transparencia de la Ley para afirmar, con ese único argumento, que la Ley Hipotecaria no necesita reforma.

Yo no sé si el Sr. González ha solicitado alguna vez un préstamo con garantía hipotecaria, pero, si lo ha hecho y el trato de la entidad fnanciera se ha guiado por el mismo patrón (sin duda, por supuesto) que con el resto de clientela, habrá observado que en un aspecto fundamental para la concesión como es la tasación del inmueble, el cliente no interviene, ni tampoco interviene con la fluctuación que pueda tener este valor de tasación con el discurrir del tiempo, luego, si hay deterioro no imputable al cliente, parece excesivo hacer recaer SOLO EN EL CLIENTE el impacto negativo del valor actual del inmueble.Fíjese que aunque solo sea por ese pequeño detalle, la Ley debería cambiarse. Hay más, naturalmente, pero no vale la pena insistir por hoy.

Las Leyes están para adecuarse, y si la Ley Hipotecaria ya no responde a la realidad social, con más motivo de acometer con urgencia su revisión. Otra que tal, que en otro momento tocará hablar de ella, es la Ley cambiaria y del cheque en cuanto a la preeminencia de la obligaciòn cambiara frente a la obligación comercial. Son leyes que, posiblemente en su momento fueran eficaces, pero que se revelan que juegan descaradamente a favor de una parte, lo que abona que sean legales, claro, pero injustas.

sábado, 5 de enero de 2013

La Santa Sede y las normas antiblanqueo de capitales

Se ha hecho pública la prohibición que he efectuado el Banco Central de Italia a los bancos que operan dentro del perímetro vaticano de gestionar pagos con tarjetas de crédito, prohibición de la que se excluye, precisamente al Banco Vaticano (Instituto para las Obras de la Religión, IOR), lo que parece una paradoja que intentaremos explicar.
La Santa Sede es un Estado Soberano en cuyo territorio pueden operar bancos que no sean propios del país, además de, en este caso, el Banco Vaticano. ¿Por qué la prohibición no se hace extensiva al IOR? Pues, en términos generales, porque este banco ya está sometido a una vigilancia estricta por parte de las autoridades italianas habida cuenta de su historial y los episodios que le han afectado y le afectan. Otra cosa es que los bancos no vaticanos que operan en su suelo están sometidos a la legislación vaticana, y ahí reside el quid de la cuestión en esta ocasión; esa legislación, por lo que se refiere al blanqueo de capitales, es lo suficientemente laxa como para que el Consejo de Europa haya recordado en su examen del pasado junio que la Santa Sede "debe fortalecer su régimen de vigilancia" pese a reconocer los avances normativos conseguidos. (pendientes de implementación muchos de ellos)
Hasta ahora, el servicio de pagos electrónicos del Vaticano estaba confiado a Deutsche Bank Italia, y el problema, según el portavoz vaticano Federico Lombardi, se reduce a "buscar un nuevo proveedor" sin mencionar para nada la necesidad de revisar sus leyes internas.

Además de constituir éste un argumento débil que suena a cínico, sorprende que lo haga coincidiendo con las declaraciones públicas del Pontífice en las que alertaba de los excesos financieros. ¿Tenía su día libre Federico Lombardi cuando las pronunció Benedicto XVI o sigue la consigna del "haced lo que yo os digo, pero no lo que yo hago"? Porque las palabras no ofrecen demasiadas dudas: "A pesar de los focos de tensión y de contraposición causados por crecientes desigualdades entre ricos y pobres, por el predominio de una mentalidad egoísta e individualista expresada por un capitalismo financiero disoluto, y de las diversas formas de terrorismo y de criminalidad, estoy convencido de que las múltiples obras de paz de las que el mundo es rico, testimonian la innata vocación de la humanidad hacia la paz" y equiparan ese capitalismo financiero disoluto (sin normas ni vigilancia, Sr,. Lombardi) ni más ni menos que al terrorismo.

miércoles, 2 de enero de 2013

El plan anual de formación en PBC/FT

Iniciado el año,es el momento de pensar en los "deberes pendientes" en el capítulo de necesidades formativas continuas; en este punto, recordando la clasificación que hacía Ignacio Palicio de los sujetos obligados respecto a la concienciación sobre su responsabilidad (ver entrada anterior), debe afirmarse con contundencia que la formación en prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo debe ser continuada y eficaz, si bien no debe confundirse el hecho de que la ley establezca la necesidad de diseñar planes anuales de formación con el hecho de que los marcos formativos sean de impartición anual para todos, ya que es evidente que no tendrá el mismo nivel de rigor quien está en una oficina en contacto con el cliente que quien está diseñando una campaña de marketing de un determinado producto.

Por ello, la eficacia del diseño de un plan formativo estriba en establecer el grado de conocimiento práctico para cada empleado en cada nivel de responsabilidad, con independencia de que la impartición de los planes formativos personales sea semestral, anual, bianual, etc., en función de desempeños particulares.
Hacemos hincapié en la eficacia práctica de la formación y para ello acudiremos a un ejemplo simple: es conocido que se exige una diligencia debida reforzada para el conocimiento de clientes que se encuadren dentro de los llamados "con responsabilidad pública". Pues bien, si la formación (y lamentablemente conocemos más de un caso de cursos exitosos en que es así) se limita a apuntar esta obligación, puede afirmarse que es formación inútil por mucho que comporte titulación, incluso como "Experto"; sería algo así como si al auxiliar de vuelo de una compañía aérea se le instruyera acerca de la obligatoriedad de que el avión cuente con puertas de emergencia pero no se le indicara cuántas, su ubicación en el aparato ni su funcionamiento.
Si hablamos de formación eficaz en este ejemplo, el empleado ha de saber cómo y quién en su entidad establece la adscripción a esa categoría de cliente, qué parámetros se utilizan, qué comporta la diligencia debida reforzada respecto de la normal, qué controles y con qué periodicidad ha de efectuar de seguimiento al cliente y/o sus cuentas, a quién ha de reportar, quién, en su caso, ha de autorizar operaciones de este cliente, etc., todo ello ligado a la operativa diaria.
De igual forma, la formación debe ir adaptada a aquellos departamentos que o bien no tienen contacto directo con el cliente ni su dinero o son sujetos obligados no entidades financieras. Es justamente en ese perfil donde ha de trabajarse la concienciación acerca de que en el proceso de blanqueo SIEMPRE hay una fase (muy difícil de identificar en la práctica)  de "ocultamiento" (“Layering” en término anglosajón) en la que cualquier sujeto obligado puede verse involucrado y utilizado en menor o mayor medida;  los delincuentes recurren a distintos métodos, técnicas lo que se le llama “Ingeniería Financiera”; y conocen la normativa, sus fortalezas y debilidades tanto o mejor que los que intentan combatir el delito.

Con estas ideas bien asumidas, ya puede empezarse a trabajar en el diseño de un plan de formación que, a grandes rasgos, podría apoyarse en los puntos o etapas que siguen.



(1) Formación de los nuevos empleados dentro del plan de acogida en “conocimiento” y “sensibilización”,  por la evidencia de que la obligación de conocer y aplicar la Ley 10/2010 forma parte de la obligación profesional en materia de prevención del blanqueo de capitales y de financiación del terrorismo, y eso se ha de conocer desde el mismo momento en que se forma parte de una organización que sea sujeto obligado

 (2) Formación específica para cada una de las áreas de negocio y departamentos. Considerando el nivel de riesgo (operacional – legal – tecnológico) por cada una de estas, e incluyendo contenidos, metodología, recursos,.. en temas particulares de cada área e incorporando aspectos relacionados de conocimiento general con temas actuales referentes a fraude, el bien llamado cibercrimen, delincuencia organizada, temas que tipifican actividades ilícitas, que puedan ser susceptibles de ocurrir  en el sector de negocio que opera.pero todo ello, vinculado a la operativa interna para cada aspecto, enfatizando en los canales de comunicaciòn y formularios necesarios en cada momento.

 (3) Formación con carácter especial para el Órgano de Control Interno, eventualmente para los formadores internos, y la Alta Dirección. Esta política  tiene connotaciones distintas a la del resto del personal y debe tener implícita una carga de sensibilización e implicación mucho mayor pues son ellos quienes gestionan, administran, controlan los protocolos de cumplimiento de esta normativa y de otras de igual calado.En el caso de los componentes del órgano de Control debe trabajarse especialmente el análisis de operaciones y la calidad de la información transmitida al Sepblac así como el seguimiento y asesoramiento a la red.

No siempre el blanqueo es de efectivo

No debemos olvidar que el “Plan Anual” de formación no solo se lleva a cabo para el cumplimiento de la Ley 10/2010, sino que también contribuye a cumplir  buena parte del Programa de “Política Conozca su Empleado” (Know your Staff – KYS, complementaria a la tradiciional de Know your customer - KYC) en la cual debería tener el Órgano de Control Interno una implicación activa en coordinación con el área de Recursos Humanos y Cumplimiento Normativo.