domingo, 11 de diciembre de 2016

Football Leaks y sus antecedentes

Es notorio que las Redes Sociales nos proporcionan a veces sobresaltos inesperados y, en concreto, cuando vemos que el nombre de una persona de edad avanzada se convierte en tendencia, lo primero que pensamos es que ha sucedido "lo peor" con esa persona: es lo que ha pasado al encontrar como tendencia el nombre de Kirk Douglas.


Afortunadamente hemos podido respirar con un cierto alivio al comprobar que si aparecía el nombre de Kirk Douglas era porque el actor (Issur Danielovitch Demsky de nombre real, hijo de eso que hoy llamaríamos "refugiados por razones económicas" originarios de la actual Bielorrusia) ha cumplido 100 años. Nuestra humilde felicitación por ello.


Pero esta circunstancia nos ha permitido recordar, eso sí, como en un flash, la amplia gama de papeles que ha interpretado, en un catálogo que ha contribuido a conformar esa pequeña historia cultural y visual que ha sido (es) nuestro marco de referencia, y nos ha venido a la mente su figura, siempre convincente, dando vida al jugador Doc Holliday de Duelo de titanes (Gunfight at the O.K.Corral), al Coronel Dax de Senderos de gloria (Paths of glory), al gladiador Espartaco de la película homónima, al pintor Van Gogh de El loco del pelo rojo (Lust for life),... o al boxeador Midge Kelly de El ídolo de barro (Champion), por citar unos pocos.


Esta última, precisamente, mira por donde, guarda cierta analogía con las razones que se esconden para dar lugar a eso del Football Leaks, de rabiosa actualidad, y es que, en la película, salvando las distancias que han salido a la luz con el tema del fútbol, su protagonista Midge, ambicioso, cae en la única opción que conoce porque no tiene ninguna otra capacidad: el boxeo. Seducido por multitudes que le animan, dinero fácil y una sucesión de rubias (en la película, repito), Midge se convierte cada vez más en un héroe en público ... y una fuente de ingresos para terceros en privado... Y hasta ahí puedo contar para no destripar la película, claro.


Lo que sí que es común a esta y otras películas sobre el tema es que no es inusual que se transite en el filo de la navaja de la delincuencia, casi siempre con un trasfondo económico, tanto los deportistas a título individual como el deporte en sí. Y esto es así porque, desde siempre, las sociedades de todo el mundo han dedicado considerables recursos al deporte, generalmente como elemento demostrativo de superioridad, del mismo modo que han admirado y elogiado las hazañas de los deportistas. La novedad de hoy es el crecimiento en la comercialización del deporte, la internacionalización sin precedentes de este mercado laboral, las considerables sumas de dinero que aportan empresas de radiodifusión, y las grandes inversiones transnacionales que realizan los patrocinadores, incluyendo la industria del deporte en sí misma y en ocasiones inversionistas privados “súper ricos” (basta repasar el listado histórico de bastantes dirigentes de clubes, dentro y fuera de nuestras fronteras), hasta el punto de que en junio de 2008 el GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional contra al blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo) decidió investigar el lavado de dinero en el sector del fútbol con el fin de comprender mejor el proceso del lavado de dinero, las maneras en que la criminalidad puede conectarse con las actividades económicas y el modo en que el dinero mal habido puede infiltrarse en actividades legítimas.

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Fruto de ese estudio fue el informe, publicado en junio de 2009, Money laundering through the football sector (Blanqueo de capitales en el sector del fútbol), ya aludido anteriormente en estas páginas, de lectura sosegada recomendable, y del que reproducimos algunos fragmentos de la presentación, tomados de una traducción de trabajo, no oficial, realizada por el GAFISUD:



El propósito de este proyecto es el estudio de un deporte específico, que podría revelar ardides delictivos para el blanqueo de dinero que posiblemente estén replicándose en otros deportes. Se eligió el fútbol por ser uno de los deportes más extendidos en el mundo. Se requería examinar el fútbol profesional al igual que el amateur. Aunque la escala de vulnerabilidades al lavado de dinero es potencialmente distinta, se estimó que los riesgos en ambas áreas eran probablemente similares.


Por otra parte, se amplió el título del proyecto, pasando de ‘clubes’ a ‘sector’, ya que un enfoque dirigido únicamente a los clubes resultaba demasiado limitado. Las vulnerabilidades se producen no solamente dentro de los clubes, sino que involucran también a otros interesados de relevancia dentro de la industria del fútbol. Por estos motivos, el alcance original del proyecto "lavado de dinero a través de clubes deportivos" se ha convertido en "lavado de dinero a través del sector futbolístico".



Este estudio analiza varios casos que ilustran el uso del sector futbolístico como vehículo para blanquear las ganancias provenientes de actividades delictivas. A continuación de este análisis, queda en evidencia que el lavado de activos constituye un problema más profundo y complejo que lo que se creía anteriormente. En efecto, este análisis parece revelar que existen pruebas, además de las de índole anecdótica, que indica que diversos flujos de dinero y/o transacciones financieras pueden incrementar el riesgo del lavado de dinero a través del fútbol. Estas operaciones se relacionan con la propiedad de clubes de fútbol o de jugadores, el mercado de transferencias, las apuestas, los derechos de imagen y los convenios de sponsoreo o publicidad. Otros casos demuestran que también se emplea el sector del fútbol para cometer otras actividades delictivas, tales como trata de personas, corrupción, tráfico de estupefacientes (doping) y delitos impositivos.



Es llamativo, sin embargo, que, pese a la claridad demostrada en la declaración del propósito y alcance del Informe, en España se ignoró o menospreció, con el argumento, difundido por un columnista de prestigio, que aún hoy sigue creando opinión, de que el Informe era un ataque contra el fútbol español, y en concreto contra un club (se puede decir: el Real Madrid, al que flaco favor hizo el columnista de marras al relacionarlo inconsciente e imprudentemente con los oscuros manejos que denunciaba el GAFI).



Centrados los focos de la investigación en "el sector" ampliando "los clubes", y ampliado el campo aaspectos impositivos, resulta obvio que el protagonismo de los futbolistas había de caer como fruta madura. Y ha llegado a través de las revelaciones del portal Football Leaks, que bien merece un inciso. Pese a que ha sido conocida ahora por el gran público, la web de Football Leaks irrumpía en Internet a finales de septiembre de 2015, como “una organización creada en busca de la verdad”, que manifestaba su intención de sacar a la luz documentos confidenciales referidos a la compra y venta de jugadores con intervención de terceros, los fondos de inversión, con el convencimiento de que “sólo a través de la presión pública se puede lograr la diferencia y destapar la parte oculta del fútbol”. Un portal, pues, hecho a imagen y semejanza del creado por Julian Assange, Wikileaks, que desde 2010 revela archivos y documentos secretos de políticos y Gobiernos de todo el mundo, en particular sus escándalos y actuaciones irregulares de los Estados.



La página web de Football Leaks ha venido operando a través del servidor ruso Yandex, hasta el cierre de su cuenta en la nube, aunque su origen se supone en Portugal ya que su primera revelación fue la del contrato del entrenador Jorge Jesús, que rompió su contrato con el Benfica para firmar por el rival lisboeta, el Sporting de Portugal con unas cifras escandalosas y desorbitadas para el volumen de negocio que mueve el fútbol luso y cuya revelación significó el inicio de las filtraciones de Football Leaks, que con el tiempo ha extendido su foco a todo el fútbol internacional.



Por lo que respecta al fútbol español, en el último mes, Football Leaks ha revelado distintas operaciones realizadas por equipos de aquí. Atlético de Madrid, Getafe, Granada, Real Madrid, Valencia y Zaragoza son algunos de los clubes que han aparecido.



Football Leaks tiene en su punto de mira tanto a personas físicas como a empresas, como puede ser el fondo de inversiones Doyen Sports, creado para la financiación de la compraventa de derechos de deportistas, con el fútbol como principal campo de gestión (inició su actividad en 2008, interviniendo como prestamista en diversas operaciones, o comprando directamente parte de los derechos de algunos futbolistas para rentabilizar su inversión en posteriores operaciones de traspaso), y perteneciente al Doyen Group, con sede en Estambul y oficinas en Londres, que opera prácticamente en todo el planeta en la extracción de minerales, metales, gas y combustibles.

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Héroes para algunos, villanos para otros (en función,básicamente, de si las revelaciones afectan al "club de mis amores" o a los clubes rivales), Football Leaks ha removido profundamente el negocio futbolístico al poner el foco sobre operaciones, comisiones y actuaciones irregulares, cuya revelación ha puesto no solo al descubierto sino en duda la legitimidad de muchas de las prácticas habituales en el mundo del fútbol y de su “parte oculta”, entre las que no son de importancia menor las ya apuntadas en el citado Informe del GAFI, aquellas relacionadas con los aspectos impositivos.



En efecto, con las informaciones publicadas con anterioridad a que un juez prohibiera difundirlas1 se ha conocido al detalle que, en el mundo del fútbol, en algunos personajes, el sentido de la responsabilidad ética y social no es directamente proporcional, ni de lejos, a las pasiones y devoción que suscitan, tanto por su habilidad dando patadas a un balón como por su capacidad de "vender su imagen". Como no es cosa que nadie piense que se intenta soslayar en este blog la prohibición judicial de reproducir informaciones denominadas "sensibles" en este tema, dictada según el juez para no entorpecer las investigaciones en curso, no comentaremos nombres de personas afectadas ni ningún otro detalle identificativo ya conocido, pero sí que nos permitiremos reflexionar sobre algunas razones que justifican/amparan las actuaciones denunciadas.



Quizá lo más importante (y triste e indignante a partes iguales) es que, en materia de cumplimiento impositivo nulo para con la Hacienda española de personajes del sector que acreditan cifras escandalosas de ingresos, tanto de casos ya juzgados como de los que se conocen ahora, todos argumentancon aplomo que realizaban operaciones legales. Y es cierto, como ya se ha sabido en muchas investigaciones de Suiza, de Andorra, de Panamá,... y en otras puramente internas españolas como la sinvergonzonería de las tarjetas black (que quedará en nada, al tiempo).



Ciertamente, forma parte de la condición humana recortar gastos de cualquier tipo siempre que se pueda, y parece razonable establecer métodos oficiales que permitan al contribuyente pagar menos impuestos mediante el uso alternativo de herramientas financieras que conlleven deducciones o subvenciones; es lo que se llama elusión fiscal. Pero si estas medidas quedan al alcance sólo de unos pocos privilegiados quebrantando el principio de igualdad, el legislador no puede dar la espalda al problema, por impopular que esas elites privilegiadas y sus altavoces mediáticos quieran presentarlo. Y, rizando el rizo, si la pretendida elusión se convierte realmente en evasión merced al diseño de tramas financieras en las que participan sociedades creadas al efecto en territorios considerados paraísos fiscales y se acaba sin pagar ni un céntimo de impuesto en el país que corresponde, no debe darse por válida la excusa de que "estoy al día de mis obligaciones fiscales" porque eso es una mentira con argumentos pseudo legales que esconde la voluntad de montar el entramado justamente para no pagar impuestos ocultando unos abultados ingresos sujetos a tributación.



Como siempre, también en ésto, una cosa es predicar y otra dar trigo; una cosa es desgañitarse gritando que hay que combatir el fraude fiscal y los refugios financieros y otra dar pasos efectivos para combatirlos, Y si se mezcla con el fanatismo en forma de deporte...

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1En una muestra indiscutible, ésta, de que el tema ha cogido a la Justicia con el pie cambiado y no sabe cómo actuar, ya que otra opción que justifica la decisión representa una parcialidad en la que no cabe ni pensar (se llama prevaricación). ¿Cómo explicar que casos conocidos de un importe mucho menor, y ya devuelto, de otros divulgados ahora, cuya publicación se prohibe, hayan sido portada recurrente en los medios, objeto de sesudos análisis en tertulias e incluso motivo de que la justicia (con minúsculas en este caso) pida pena de cárcel al infractor, al que define sin despeinarse como "capo de una organización mafiosa", si hemos de creer eso de que "la Justicia es igual para todos"?

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