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domingo, 12 de julio de 2020
El Día Mundial del Rock.
Con esto de la pandemia, la obligación de clausurar, aún temporalmente, las actividades no
esenciales, una circunstancia desconocida en Europa desde la primera mitad del siglo
pasado por motivos muy diferentes, nos ha puesto delante de los ojos una realidad que no
siempre tenemos presente: la cultura es un bien de primera necesidad. Confinados en casa,
sentimos la urgente necesidad de oír música, leer libros, ver producciones audiovisuales e
incluso visitar museos, aunque sea de forma virtual. Cae por su peso la importancia de que
tengamos los medios para hacerlo así, virtualmente (y no ahondar en la brecha por la
pobreza, que ese es otro problema – y gordo – que nos ha mostrado la pandemia, pero eso
es otro tema), y por eso es una gran noticia que los teatros de ópera, las editoriales, las
productoras y distribuidoras de audiovisual y los museos hayan abierto generosamente sus
catálogos y sus plataformas, que están siendo muy visitados, lo que reafirma la impresión de
que esta crisis está cambiando nuestros hábitos más profundamente de lo que pudiera
parecer.
Zubin Mehta ensayando en Barcelona.
En circunstancias normales, el arte y las humanidades proporcionan un esparcimiento que
alivia la cotidianeidad, pero realmente sirven, además, para algo bastante más importante:
nos ayudan a desarrollarnos como personas y refuerzan los lazos que nos mantienen unidos
como sociedad. “No os limitéis a tocar, cobrar y volver a casa”, dijo el afamado director de
orquesta Zubin Mehta a los alumnos de una escuela de música; y añadió: “La música tiene el
poder de hacer que las personas convivan, incluso aquellas que no quieren convivir. ¡Usadlo!”
La música, como las otras artes, es un factor de cohesión social. Nos permite conocer el
mundo interior de otra persona —el compositor, el intérprete, el artista— y, en espejo,
conocer mejor el nuestro. De ahí, por otra parte, la importancia de apoyar a las escuelas de
música y reforzar la presencia de las artes en la enseñanza general. En estos días, todos apreciamos la importancia de la cultura y agradecemos a los músicos y
escritores que estén donando gratuitamente su trabajo, pero, además de darles las gracias,
tenemos que protegerlos para el futuro inmediato. La cultura no es gratis y no se hace sola.
La crean personas, que comen y pagan facturas como los demás. Compositores, intérpretes,
escritores, pensadores, actores, dramaturgos, bailarines, pintores, cineastas y demás
creadores van a necesitar el apoyo de todos, porque se avecinan tiempos difíciles. Es
imprescindible que, en los próximos meses, España mantenga vivas las estructuras de su
industria cultural y que, entre las medidas de emergencia que haya que tomar para poner en
marcha el país después de este obligado parón, nuestros gobernantes tengan en cuenta a la
cultura y le den la prioridad que le corresponde como el sector esencial que es. De nada
servirá cubrir las necesidades materiales de la población si no atendemos también las
morales, que son las que aseguran nuestra convivencia.Pero esta sensibilidad/dependencia también se da a la inversa y es notable el apoyo a la
sociedad (especialmente cuando ésta va mal) del, presentado siempre como casquivano,
mundo de la música. Ahora, que se dedican fechas a conmemorar prácticamente todo, no
podemos olvidar que mañana, 13 de julio, es el Día Mundial del Rock y, para acallar los
nacientes e ignorantes pitorreos de algunos al tacharlo de festividad liviana y volátil sólo por
su nombre, recordemos qué se conmemora y por qué en ese día. Vamos allá.
A mediados de los años 80 del siglo pasado, las comunidades situadas en el cuerno de
África vivían una situación de hambruna atroz, siendo Etiopía y Somalia los países más
perjudicados hasta el punto que casi un millón de personas perdieron la vida solo en Etiopía
entre los años 1984 y 1985. La cadena británica de televisión BBC mostró al mundo lo que
ocurría, lo que impulsó al músico y actor irlandés Bob Geldof (vocalista de la banda The
boomtown rats) a viajar para conocer sobre el terreno lo que estaba pasando en África y,
cuando lo vio, se propuso volcarse en el problema y trabajar para dar forma a un plan de
ayuda a esta región del mundo y, junto con su amigo Midge Ure, cantante del grupo Ultravox,
lograron comunicarse con la mayoría de los grandes y reconocidos artistas, en principio,
europeos de la época que, sin problema en participar, manifestaron de manera voluntaria su
predisposición a colaborar y así Geldof y Ure fundaron la organización "Band Aid Trust", la
cual grabó en 1984 Do They Know It's Christmas? (¿Saben que es Navidad?), canción de
gran éxito mundial que, junto a We Are the World (Somos el mundo), grabada en 1985 por
los grandes artistas de Estados Unidos que se les unieron, fueron los grandes himnos del
proyecto que terminó llamándose Live Aid (traducido en español, Ayuda en Vivo),
consiguiendo que se sumaran a la causa humanitaria artistas muy reconocidos del panorama
musical.El proyecto se cimentaba en reunir sobre un mismo escenario a las bandas y artistas más
convocantes e influyentes de los géneros del rock y el pop, teniendo una presencia
mayoritaria del primer género mencionado. Asimismo, Geldof tendría pensado el desdoblar
su idea organizando dos escenarios en simultaneo, eligiendo para ello el Wembley Stadium
de la capital del Reino Unido y el John F. Kennedy Stadium, de Filadelfia en los Estados
Unidos. Al final lo que resultó este megaevento, contó con la participación de artistas
reconocidos de ambas márgenes del Atlántico, tales como Queen, Led Zeppelin, Black
Sabbath, Judas Priest, Duran Duran, Sting, Scorpions, Billy Joel, Mick Jagger, Carlos
Santana, Stevie Wonder, Paul McCartney y varios otros que se convertirían en iconos del
género con el paso de los años, hasta un total de 74 artistas o grupos.Con todos estos ingredientes el Live Aid finalmente se inauguró el 13 de julio de 1985,
desarrollándose a lo largo de 16 horas en simultáneo, entre Londres y Filadelfia (se sumaron
a última hora Sidney y Moscú), siendo a su vez retransmitido en vivo y en directo a 72 países,
convirtiéndose en uno de los eventos más vistos y asistidos en la historia. Gracias a la unión
de los artistas y el aporte de los espectadores del evento, Live Aid consiguió superar la suma
de los 100 millones de dólares, los cuales fueron destinados al fondo de salvación para las
víctimas de la hambruna del África. La trascendencia que tuvo el acto benéfico, más la
importancia en la organización del evento, la asistencia del público en general y la presencia
mayoritaria de artistas del género del rock en este evento, terminó por fijar a partir de este
evento al 13 de julio como fecha conmemorativa del Día Mundial del Rock.
Para la pequeña historia queda que en Wembley salieron ese día Sade, Spandau Ballet,
Ultravox, Elvis Costello, U2, Phil Collins (que realizó la machada de tomar un avión cuando
acabó su actuación y plantarse también en Filadelfia para actuar, siendo el único que lo hizo)
y otros que hoy forman parte de la historia de la música tras romper el fuego Status Quo;
según el público presente, la mejor de todas fue la participación de Queen, quien se lució
tocando versiones recortadas -para ajustarse a los quince minutos por artista- de seis de sus
mejores clásicos, de los que We Are The Champions fue interpretada, como ya era
costumbre, como un himno por todos los presentes. Freddie Mercury también dio un
impresionante duelo vocal con el público, muy característico en sus conciertos. La actuación
de Queen en Live Aid fue elegida a través de una encuesta musical como el mejor concierto
de rock de todos los tiempos, logrando el 79% de los votos. Después de casi nueve horas de
concierto, el último artista en escena fue Paul McCartney, interpretando Let It Be al piano,
acompañado en coro por Pete Townshend, Bob Geldof, David Bowie y Alison Moyet,
logrando uno de los momentos musicales más emocionantes del concierto.Por lo que se refiere a Estados Unidos, 4 horas más tarde del inicio del concierto de
Inglaterra comenzó el de Filadelfia, siendo el afamado actor Jack Nicholson el presentador
de dicho evento y abriendo el show el consolidado artista canadiense Bryan Adams. Luego,
una gran cantidad de artistas y bandas se hicieron presentes con sus actuaciones y después
de una interpretación de Blowin' in the Wind por Bob Dylan, Lionel Ritchie aparece en escena
invitando a todos los artistas presentes, como lo hizo Geldof en el concierto de Londres, para
interpretar la canción que fue el gran himno de Live Aid - America: We Are the World,
compuesto el año anterior por Ritchie y Michael Jackson, quien no pudo estar presente en el
evento por motivos de trabajo. La interpretación de We Are the World por todos los artistas y
por un coro de niños sobre el escenario (que después se grabó también en estudio para su
comercialización), fue el momento de mayor emoción de todo el concierto, logrando el
aplauso general de todos los asistentes y del mundo entero, dando paso al cierre final del
evento. Live Aid, duró en total más de 16 horas y fue visto por más de 3.000 millones de
personas en todo el mundo.
No es esta la única vez que el mundo de la música se ha puesto al lado de la sociedad
(incluso en cuestiones políticas) y, sin ánimo de ser exhaustivo, como en el Live Aid, en la
historia se han producido conciertos benéficos por distintas causas en los que las mejores
bandas se han unido para conseguir un objetivo común:
- The Concert for Bangladesh (1 de agosto 1971).- Organizado por el exbeatle George
Harrison, en el Madison Square Garden de Nueva York, este evento pretendía recaudar
fondos para la ayuda humanitaria en Bangladesh. Se recaudaron 250.000 dólares en el
propio concierto y hasta 12 millones de dólares posteriormente con las ventas de la cinta del
mismo.- The concert for the New York City (20 de octubre de 2001).- Tras los ataques terroristas del
11M en las Torres Gemelas de Nueva York varios artistas dieron un gran concierto en el
Madison Square Garden de la misma ciudad. Fue organizado por el también exbeatle Paul
McCartney y participaron más de 60 artistas.- Live 8 (2 de julio de 2005).- Este concierto se organizó para presionar a los líderes del G8
para que se comprometieran a combatir la pobreza en regiones como África. Participaron
bandas como U2, Paul McCartney, Deep Purple, Coldplay, o Madonna. Y tuvo lugar en varias
ciudades del mundo: Londres, Filadelfia, París, Berlín, Roma y otras.- Live Earth (7 de julio de 2007).- Organizado por el documentalista y exvicepresidente de los
Estados Unidos Al Gore tuvo lugar este concierto en distintas partes del mundo para crear
conciencia sobre el cambio climático. Algunas de las bandas participantes fueron Génesis,
Bon Jovi, Linkin Park, The Smashing Pumpkins…
Los artistas serán esenciales para “reconstruir” mejor después de esta crisis, en la que, por
otra parte, ha habido un gran acceso a contenidos culturales en línea gracias, precisamente,
a la generosidad e iniciativa de artistas e instituciones. Mostrando con ello su papel
fundamental como fuente de resiliencia para el ciudadano confinado. Además, las industrias
culturales representan, según la UNESCO, el 3 % de la economía global y generan 29,5
millones de empleos en todo el mundo. Por todo ello, larga vida al Día Mundial del Rock.
Buenas tardes Miguel, joder como te agradezco la oportunidad de haberme hecho rememorar aquellos tiempos. Al escuchar de nuevo "We are the world" no he podido por menos de emocionarme al escuchar de nuevo esas voces unidas por encima de sus posibles, inevitables y lógicos desencuentros personales por una misma causa. Como tu bien dices larga vida al Día Mundial del Rock. Un abrazo
Buenas tardes Miguel, joder como te agradezco la oportunidad de haberme hecho rememorar aquellos tiempos. Al escuchar de nuevo "We are the world" no he podido por menos de emocionarme al escuchar de nuevo esas voces unidas por encima de sus posibles, inevitables y lógicos desencuentros personales por una misma causa. Como tu bien dices larga vida al Día Mundial del Rock. Un abrazo
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