¿Nadie recuerda, por ejemplo, aquellos días en que no llevar una chaquetilla corta de pana era casi motivo de excomunión? ¿O que quien no tenía un chaquetón de ante o similar era medio lelo?
Se ha conocido aquí una noticia (como ya estamos acostumbrados, no porque la divulguen los medios, sino a través de la Red) que da fe de dos cosas a la vez: que las modas afectan también al mundo financiero/digital y que el cacao mental de gran parte de los "expertos", usuarios y reguladores es de antología.
Vayamos por partes, y para situarnos recordemos el boom que hace unos años tuvo el portal "Second life", en el que, al igual que pasa en los ejemplo citados de la moda y la ropa, si no tenías un "alter ego" en el portal (y lo divulgabas, claro) no eras nadie. Hoy es bien sabido que el portal subsiste como puede, como tantos otros, una vez pasada la fiebre inicial. Pero fue pionero de las transacciones virtuales usando para ellas, naturalmente, moneda virtual, adquirida, por cierto, con moneda real.
A partir de aquí, ha habido varios intentos de usar en las finanzas REALES monedas virtuales que, dicho sea de paso, no tienen ninguna regulación ni supervisores, además de ser vehículo propicio para su utilización en transacciones no muy limpias. De todas ellas, la que más auge y aceptación ha tenido es la llamada Bitcoin, de la que nos hemos ocupado en entradas anteriores de este mismo blog, tanto de su implantación como del peligro de su uso en operaciones de blanqueo de capitales y financiación de terrorismo. No es un secreto que muchos organismos regulatorios y de supervisión de todo el mundo están preocupados
por el hecho de que las divisas digitales se puedan emplear fácilmente para blanquear capitales o o comprar armas y drogas ilegalmente, y han dado pasos para
controlar o prohibir su uso en el comercio ordinario.
Y aquí llega.,desde China, la noticia. Por un lado, dos de los más grandes operadores de bitcoin
en ese país informaron que algunos bancos del país cerrarán sus cuentas esta semana, en el
más reciente revés para la moneda virtual. El origen de tal medida viene de que en diciembre del 2013, el Banco Popular de China prohibió a
las instituciones financieras operar con bitcoin, argumentando que el gobierno
quiere prevenir riesgos de blanqueo de dinero de la divisa digital. No prohibió
las operaciones entre particulares.
Desde entonces los medios informaban periódicamente que el
banco central había ordenado a las entidades de crédito domésticas cerrar las
cuentas de los operadores de bitcoin en abril de 2014 pese al desmentido del banco central que en marzo publicó un
comunicado asegurando que no había dado
esas instrucciones a los bancos. Por eso es llamativa la segunda parte de la noticia, en la que se lee que, con ese escenario,
BTC
China, una de las principales casas de cambio de divisa digital del país,
instaló el primer cajero automático de bitcoin en el país además de lanzar una
aplicación online que permite la compra y venta de la moneda a través del
teléfono móvil, sorteando una regulación bancaria que es cada vez más hostil.
Y es que, se diga como se diga, eso que se llaman "los mercados" mandan, pero se adecuan a cualquier forma de economía que les sea beneficiosa, y no están ajenos a un nicho de negocio (ya se regulará...) que representa un elevado volumen de posibles ganancias, como demuestra el hecho de que el creciente interés de los especuladores chinos ha llevado
a un alza del valor del bitcoin el año pasado por encima de los 1,000 dólares
(mil dólares el bitcoin, habéis leído bien) en algunas casas de cambio.
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