"Un
niño pobre es aquel que no puede soñar"
Niña, 9
años, Madrid
La realidad suele ser tozuda
y ajena a la que nos quieren pintar nuestros representantes (?)
políticos en un pueril intento de que creamos que la incompetencia
que demuestran cada día, en un obsceno ejercicio continuado de
"taparse las vergüenzas" unos a otros,varíe, no ya la
percepción de la realidad (que con muchos, no nos engañemos,
consiguen), sino la propia realidad.
Eso pasa, por ejemplo, con
el mantra de la famosa "recuperación", cuya existencia es
creída a pie juntillas por muchos ingenuos que, con la inexplicable
colaboración de los medios de comunicación "independientes"
y, por descontado, del propio gobierno, se encargan de desacreditar
ferozmente a quienes, simplemente, muestran datos, cifras, números,
estadísticas que acreditan que la cacareada "recuperación"
no pasa de ser, en el mejor de los casos, una mera falacia
macroeconómica.
En esta línea, ayer se hizo
público el informe de la ONG Save the children1
"Desheredados" - "Desigualdad infantil, igualdad de oportunidades y políticas públicas en España", al que pertenece la frase lapidaria que encabeza esta entrada y
cuya lectura íntegra recomendamos (para quien va justo de tiempo, la
ONG ha publicado también un Resumen ejecutivo),
pese a que, ciertamente, nos tememos que quienes realmente pueden
hacer algo positivo, ya saben lo que se denuncia en él, y a pesar de
ello....
Sin comentarios adicionales,
nos limitaremos a reproducir algunos extractos del contenido del documento que
tienen que tener el poder de remover conciencias porque el mensaje
que subyace es dramático para el hoy y apocalíptico para el futuro:
la pobreza es hereditaria.
Foto de portada del Informe |
La palabra“desigualdad”
reaparece sin descanso en titulares de periódicos, en discursos
políticos y en un sinfín de artículos académicos e informes de
ONG y de organismos internacionales. Es innegable, está ahí y
aumenta a buen ritmo. España está entre los países de la Unión
Europea con más desigualdad. Las personas más ricas en nuestro país
ganan siete veces más que las más pobres, cuando la media europea
es de 5,2 veces. Pero la desigualdad afecta con especial crudeza a
los niños: los menores de edad con menos recursos se
han empobrecido cinco veces más durante la crisis que los más ricos
-un 32% y un 6% respectivamente-. Entre 2008 y 2015 el número de
niños en situación de pobreza severa aumentó en 424.000.
En las sociedades más desiguales el
éxito de los niños está condicionado por la herencia económica y
social de los padres. En España, un niño que nace
en un hogar pobre está condenado de por vida a serlo. El Estado no
permite que los niños tengan las mismas oportunidades, al contrario,
les pone zancadillas a los que peor están.
Ni las políticas públicas de protección social ni
el sistema fiscal están diseñados para reducir la desigualdad y
acabar con la pobreza. Cuando precisamente una de las
funciones del sistema tributario debería ser redistribuir la
riqueza. Pero en España los impuestos tienen
limitaciones para reducir la desigualdad porque gravan más a las
personas más pobres en relación con las más ricas. Las
políticas públicas parecen no estar diseñadas desde la
equidad; la sanidad, la protección social, el empleo y, desde luego,
la educación. Estas políticas no facilitan como debieran la
igualdad de condiciones para la infancia en situación de
vulnerabilidad.
El informe se detiene en
aspectos tales como el empleo, la protección social, la vivienda, la
educación y la salud, y su influencia en el desarrollo y futuro de
la actual infancia. No nos resistimos a reproducir un párrafo acerca
de la educación, que es el pilar del futuro:
Titularse en educación
secundaria obligatoria y seguir estudiando son dos condiciones
imprescindibles para la futura integración laboral y social
de los niños y niñas. Sin embargo no todos los
niños están en igualdad de condiciones, ya que acabar
los estudios o dejarlos tiene que mucho que ver con el
nivel de renta y formación de las familias. Además
de que las familias con más recursos económicos dedican a la
educación de media entre 7 y 8 veces más de dichos recursos
que los del 33% más pobre, cuentan con recursos culturales que
influyen en un mejor resultado académico de niños y niñas.
El informe, que dispone
también de Anexos particularizados para las Comunidades Autónomas
de Andalucía, Catalunya, Euskadi, Madrid y Valencia, permite
visibilizar las diferentes dimensiones de la
desigualdad en las que hay que tomar medidas que, a medio y largo
plazo, incidirán en la desigualdad infantil. Es un problema complejo
que hay que solucionar desde distintos ámbitos.
Invertir en infancia es fundamental. Debemos
terminar con la desigualdad porque compromete el presente y
condiciona el futuro de los niños. Para ello, las políticas
públicas deben orientarse a dar soluciones en empleo, vivienda,
educación, salud y protección social. Debemos abordar todas las
dimensiones de la desigualdad pero sobre todo, priorizando el sistema
de protección. Es urgente.
En el informe incluimos 21 recomendaciones. Entre
ellas, destacamos la necesidad de apoyar a padres y madres a
encontrar empleos de calidad, y una intervención pública valiente
que reduzca el peso del precio de la vivienda entre los que menos
tienen. Pero hay una medida que, ante una situación de urgencia,
debe tomarse inmediatamente: hay que invertir más y mejor; y
empezar por una prestación por hijo a cargo que, en primer lugar,
llegue a todos los niños que viven en la pobreza y, en segundo,
aumente hasta los 100€ al mes.
¿Qué futuro estamos
construyendo?
------------------------------------
1Para
quien no la conozca, Save the children es una ONG creada en
Austria en 1919 para proteger a los niños víctimas de la Primera
Guerra Mundial. Implantada hoy en todo el mundo, su misión
declarada es que Todos los niños y niñas merecen ver
cumplidos sus derechos: crecer sanos, tener la
oportunidad de aprender, y estar protegidos de la violencia. En
situaciones de emergencia son los más vulnerables, por eso son
nuestra prioridad. Trabajamos para que sus necesidades sean
escuchadas y atendidas en las políticas públicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario