Hay que recordar a Campoamor y aquello de que "todo es según el color del cristal..." porque los líderes están satisfechos sólo por haber llegado al consenso para avanzar hacia esta revisión. Sí que es cierto que ese acuerdo implica, por ejemplo, que Austria y Luxemburgo se comprometan a levantar el veto sobre tal iniciativa de revisión, que tenían vigente desde 2008, y admiten, en teoría, un
mayor intercambio de información entre los Estados miembros, aunque a nadie se le escapa que estarán vigilantes de los progresos en las negociaciones con países vecinos y no socios de la UE, como
Suiza o Liechtenstein, para no quedar en desventaja.
En palabras del presidente del Consejo, Van Rompuy, “Es el momento de dar un paso adelante
en la lucha contra la evasión y el fraude fiscal", y recordó la pérdida para las arcas públicas de los 864.282 millones de euros (según un informe del Parlamento Europeo) originados por las prácticas con paraísos fiscales. Van Rompuy destacó que las noticias sobre fraudes y evasiones
fiscales, además, alimentan la “indignación pública” y que en el actual contexto
en el que los países están haciendo esfuerzos de austeridad,
luchar contra estas prácticas es “una cuestión de justicia y
credibilidad”. Van Rompuy afirmó que la lucha es más necesaria “ahora
que en el pasado, y si se pregunta qué es lo que ha cambiado, la
respuesta es que la crisis económica marca la diferencia”, para acabar felicitándose porque el acuerdo “es un precedente, no podíamos hablar en estos términos
sobre esto hace dos meses”.
En la misma reunión se autorizó a la CE para negociar con Andorra, San Marino, Mónaco, Suiza, y Liechtenstein de cara a revisar los convenios para
aumentar el intercambio de información bancaria, como ya habían acordado días atrás sus ministros de Economía y Finanzas.
Otro avance "de intenciones" es que Gran Bretaña (precisamente Gran Bretaña, metrópoli de no pocos territorios que son paraísos fiscales), Francia y Alemania
pidieron normas más estrictas para evitar que compañías como Google,
Apple y Amazon sigan aprovechando las “lagunas” fiscales para evitar
pagar impuestos. En palabras del presidente francés, Francois Hollande, “No podemos aceptar que un determinado número de
empresas se aprovechen de normativas que les permitan no pagar impuestos y que eso sea legal. Hay que coordinar actuaciones a nivel europeo, armonizar nuestras normas
y elaborar estrategias para detener esto”, intención corroborada por la cancillera alemana, Angela Merkel, que, aseguró, “Trabajaremos para asegurar que las compañías tengan que pagar más donde
estén radicadas”.
En definitiva, como catálogo de intenciones no está mal, pero triste resultado es, realmente, que el acuerdo para hablar, sea aireado como el más positivo de los logros.
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