martes, 20 de agosto de 2013

La morosidad no es una serpiente de verano

Ya se sabe que en épocas de vacaciones, tradicionalmente menos intensas en tratamiento de noticias que otras, se admite que los periodistas se vuelquen en lo que se ha venido en llamar "serpientes de verano", es decir, noticias que se alargan y alargan para cubrir espacios informativos, partiendo de la base de que en otras épocas del año no generan tanta expectación cuando no es que son llanamente intrascendentes.
Sin embargo, algunas de estas noticias merecen detenerse y reflexionar, como es el caso de la publicación de las cifras globales y actualizadas de morosidad en la banca.
El Banco de España ha dado a conocer un leve repunte de la morosidad en las entidades financieras, que se sitúa en el 11,6 %. Si se considera que en el agotamiento económico de 1994, tras los fastos y alegrías del 92 (Olimpiadas, Expo, Capitalidad cultural), la banca alcanzó una cifra, que se consideraba récord, en morosidad, del 9,15 %, no es para estar ahora especialmente contentos, pero si además se considera que la cifra actual se ha visto "beneficiada" por el traspaso a la Sareb (recordemos, el "banco malo")  de préstamos problemáticos de Bankia, Catalunya Caixa, Novagalicia, BMN, Ceiss y algún otro, se han de mirar con lupa los números y su evolución.

Porque esa es otra: la banca ha de informar de una vez por todas de su situación real en préstamos dificultados, morosidad oculta y saneamiento necesario y eso porque, admitiendo que es humano conseguir primero la propia estabilización, parece obvio que la imprescindible vuelta a una cierta fluidez en la concesión de créditos para ir volviendo a la recuperación económica no se producirá hasta que la banca no considere adecuadamente encarrilado el tema de su solvencia (en el que, dicho sea de paso, también tiene algo que ver la actuación del Banco de España y su política de provisiones en las diferentes modalidades de morosidad que comunica la banca).



No constan datos desagregados de la evolución de la morosidad, pero si consideramos que la morosidad del sector inmobiliario ya estaba saneada cabe pensar que el incremento se debe a flecos en otros sectores, pymes y economías domésticas. Y aquí nace una reflexión en paralelo: si las economías domésticas no pueden asumir sus compromisos de pago (ni acceder al consumo,como es evidente, como paso a la normalización general) con sus actuales ingresos, alguien debería preguntarle a los gurús comunitarios cuál sería la repercusión en la morosidad (y en el consumo y la recuperación) de esa rebaja del 10 % en los salarios que tan alegremente proponen.

2 comentarios:

  1. Muy interesante artículo, está claro que los que son morosos lo son también en verano, por ello en Icired hemos desarrollado una herramienta para combatirlos, el primer fichero de impagos para empresarios, donde nuestros usuarios podrán consultar y denunciar los impagos que estén sufriendo. www.iciredimpagados.com

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