sábado, 5 de diciembre de 2015

Baltasar Garzón: “La guerra no es el camino idóneo para acabar con el EI”

En unos momentos delicados por la presencia de la amenaza del terrorismo de ISIS (o DAESH, o EI, como se quiera) en todo el mundo y en los que, a raíz de los salvajes e indiscriminados atentados en París el pasado día 13 de noviembre. se ha impuesto en todos los países únicamente la solución militar para enfocar el problema, se han revestido de ardor guerrero en nuestro país la mayoría de candidatos a las inminentes elecciones generales (con alguna excepción, todo hay que decirlo, en una carrera de decisiones sin sentido: ¿hace falta suscribir un pacto para declarar que se rechaza el terrorismo? Un pacto ¿de qué? ¿de sumisión a un posible "pensamiento único" en la respuesta al yihadismo?), se han llegado de calificar de antipatriotas e incluso de filoterroristas (Mr, Cameron, premier de UK) a quienes abogan por estudiar soluciones que complementen a las acciones militares, es de agradecer el poder reflexionar sobre otros puntos de vista, como el de Reinoud Leenders,  holandés, analista en asuntos árabes del Departamento de investigación de Guerras en el King's College londinense, que alerta de que la lucha dentro de Europa contra el yihadismo no es sino una lucha de clases con la excusa de la religión, y se olvida que el verdadero problema de las barriadas en Europa es la pobreza, la marginación y la falta de oportunidades, religión aparte. También es de agradecer que se puedan sopesar las opiniones sobre el tema que un reconocido experto en la lucha antiterrorista y asesor el Tribunal Penal Internacional de La Haya como es Baltasar Garzón, exprese, no para coincidir o no con ellas (lo que pertenece al libre albedrío de cada cual) sino como elemento que hoy por hoy nos falta para llegar a tener una visión del momento desde diferentes puntos de vista, favorables a las tesis oficiales, contrarios a ellas o matizados en su complejidad.

Lo primero que hay que apuntar es que la entrevista, "La guerra no es el camino idóneo para acabar con el EI", de la que no hay referencia en los medios nacionales, se publicó el pasado día 30 en la agencia Sputnik Novosti (poca broma a pesar del nombre: es una agencia de noticias con poco más de un año de antigüedad que publica diariamente en 30 idiomas), y en ella afirma Garzón que para luchar contra el yihadismo es fundamental la investigación de los mecanismos financieros, del tráfico de armas, especialmente cuando hemos conocido que las armas se compraron en Alemania, y Alemania no es Irak.


Resumiendo el contenido del articulo, según el exmagistrado, “no se ha hecho lo suficiente para investigar el origen del Daesh, precisamente porque se ha dado prevalencia a lo más fácil, que es acudir a la guerra y a la acción militar. Es más difícil la cooperación, la coordinación, el poner en común las voluntades, y es más difícil porque existe desconfianza entre los distintos países y sus mecanismos de investigación, de información y de cooperación que tiene que ser superada”.
Opina que enfrentarse con las armas a un fenómeno como es el terrorismo yihadista, y en concreto el del Daesh, la comunidad internacional de alguna forma lo legitima “como un oponente equivalente”, es decir, con los atentados de París del pasado 13 de noviembre o las otras acciones que han hecho en distintos puntos “han conseguido que un gran número de países formen una coalición para luchar contra él, obteniendo esa legitimización de oponente que antes no tenían”.

Garzón alerta de que aun cuando se actúe militarmente “la dinámica de terror o de convicción por parte del Daesh va a continuar, se manifestará de una u otra forma, pero va a continuar, por tanto creo que la coordinación de esfuerzos no puede ser exclusivamente militar, sino que tiene que ir mucho más en profundidad”.

En el caso de España, Garzón estima que la ley antiterrorista vigente es capaz de hacer frente al fenómeno yihadista, y recuerda que, tras los atentados del 11 de marzo de 2004 que dejaron cerca de 200 muertos en Madrid “no hubo modificación de las leyes penales o procesales. Con los instrumentos que entonces se tenían se dio una respuesta ágil y contundente tanto en el ámbito policial como judicial, dictándose una sentencia con todas las garantías y habiendo llevando a prisión a los que tenían que ir.  Se respondió a la sociedad legalmente y desde entonces no ha habido más hechos similares, aunque el terror se puede repetir”.

Mal sistema es el que legisla al calor de lo que acontece”, advierte en referencia a las medidas que está aplicando y publicando el Gobierno francés tras los atentados de París. "Responder con modificaciones y con degradación de derechos consolidados es muy peligroso, porque nos deja en manos de la reacción más atávica”, afirma, desde el convencimiento de que se puede conseguir mayor seguridad sin detrimento alguno de las libertades.

Ya hablando de otras cosas, Garzón lamenta que la lista de políticos que deberían ser jugados en el Tribunal de La Haya no sea más amplia. "He criticado que en ocasiones los países y el Consejo de Seguridad de la ONU han visto oportuno acudir a La Haya para la investigación de los casos de Libia o de Sudán y en cambio no lo juzgó así respecto de Siria. Probablemente, de haber actuado de esta forma en Siria en su momento, hubiesen cambiado bastantes cosas”, aunque recuerda que Siria no es miembro del Estatuto de Roma (el instrumento constitutivo del Tribunal Penal Internacional), como tampoco lo son EEUU, Rusia o China. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario