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viernes, 26 de diciembre de 2014
Serrat: los 71 años de un maestro
Mañana, día 27 de diciembre, cumple 71 años Joan Manuel Serrat, referencia indiscutible de toda una época para la poesía y la canción, tanto en lengua catalana como castellana. Ahí nos quedan Paraules d'amor, La tieta, Pare,... pero también Poema de amor, Lucía, Mis gaviotas,... sólo por citar algunas en cada lengua.
Pocos discuten hoy la valía de Serrat, aparte de como autor, como divulgador de otros autores que dio a conocer poniendo música a sus poemas, como Antonio Machado, Miguel Hernández, Mario Benedetti, etc. en castellano o Joan Salvat Papasseit o Josep Vicenç Foix en catalán.
Quizá no deba considerarse casual que el Serrat niño viviera en la duplicidad natural para el desarrollo emocional y social que representa tener un padre catalán y una madre castellana en un entorno humilde y, por tanto (lejos de afectaciones partidistas o grandilocuentes), absolutamente armónico en la convivencia y siendo capaz de aunar ambas culturas con normalidad. De ahí la aceptación general de su obra, que ha sabido aunar su propia sensibilidad en las letras con las influencias de la copla española (de la que siempre se ha considerado admirador respetuoso), el tango o el bolero junto a la música tradicional catalana. Emociona, por ejemplo, ver un paso de semana santa en una procesión de un pueblo andaluz acompañado por la música de su Saeta, de Machado, interpretada por la banda de música y perfectamente integrada en el recogimiento del momento (y no me refiero a las megaprocesiones montadas de cara al turismo sino a las que recogen en pueblos y ciudades una forma de expresar la religiosidad).
Uno de los capítulos que son más repetidos de su vida pública se sitúa en torno a la política, derivado únicamente del hecho de ser catalán, e iniciado por el famoso episodio de exigir cantar en catalán el eurovisivo tema La, la, la. (recordemos que su petición no fue admitida, el tema fue interpretado en castellano por Massiel y obtuvo el primer premio en el certamen de 1968). A raíz de ello se produjo un comprensible boicot por parte de TVE a sus actuaciones, lo que se vio agravado por su postura antifranquista en 1975, que originó que tuviera que exiliarse durante unos años.
Curiosamente, este exilio ayudó a "internacionalizar" el catalán, admitido con normalidad en sus actuaciones en Hispanoamérica y motivo de incomprensibles abucheos cuando esa actuación tiene lugar en algún escenario de España fuera de Catalunya, en un retorno de tics adornados de una agresividad en los defensores de la uniformidad a ultranza que uno creía que formaban ya parte del pasado.
Estos dìas, la misma TVE con la que se produjo el encontronazo hace casi cincuenta años le ha dedicado un homenaje público que celebra también sus 50 años de carrera, y parte de cuyo visionado puede recuperarse clicando aquí como prueba evidente de la intergeneracionalidad y actualidad de su obra
Habría que dedicar mucho más que esta modesta entrada para glosar mínimamente la figura del personaje y, sobre todo, de la persona. Por eso solo cabe decir: FELICIDADES, MAESTRO.
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