¿Quién
se acuerda ya, con la escalada de noticias relacionadas que se producen diariamente, del escándalo de los “papeles de Panamá” y el
rosario de “patriotas” puestos al descubierto con él y a los que, pasado
el repentino impacto de los titulares de prensa en la ciudadanía, no
les pasó NADA porque lo que hacían estaba dentro de la Ley?. Una
Ley, por cierto, que hace convivir el aparente compadreo con el
chorizo vocacional con el que un juez identifique la discrepancia con la
rebelión, por poner un ejemplo, pero ese es otro tema, alineado con la triste evidencia de que
nuestra clase política ha perdido (si anteriormente el actuar sólo siguiendo consignas le permitía tenerla) totalmente su capacidad de
análisis si trata con un mismo rasero todas las leyes, sea cual sea
su objetivo y contenido. A lo que íbamos con lo de Panamá: resulta
que Mossack Fonseca, el bufete panameño de abogados
offshore cuyos 11.5 millones de archivos filtrados estaban en el
corazón de la investigación de los
papeles de Panamá,
se cerrará.
"El deterioro de la reputación, la campaña mediática, el asedio financiero y las acciones irregulares de algunas autoridades panameñas han causado un daño irreparable, cuya consecuencia obligatoria es el cese total de las operaciones para el público", según el comunicado de la firma de abogados. La firma dijo que "seguiría pidiendo justicia" y cooperaría con las autoridades para "demostrar que no se ha cometido ningún delito" siguiendo la máxima de que si lo que se hace está dentro de la Ley no es delito. ¿Para cuándo la equiparación real de "ley" y "justicia"?
Ya en un comunicado enviado a los clientes en noviembre de 2017, que parece haber presagiado el cierre de la empresa, Mossack Fonseca dijo que tenía que "reducir significativamente" a su personal debido a cambios en las leyes y un "entorno comercial adverso".
Haciendo algo de memoria, la desaparición de la firma de abogados llega casi dos años después de que la investigación de los papeles de Panamá revelara los lazos económicos de algunas de las personas más poderosas y corruptas del mundo. Los archivos internos filtrados de la empresa contenían información sobre más de 214,000 entidades offshore vinculadas a 12 jefes de estado actuales y anteriores, 140 políticos de primera fila y muchos otros. La investigación también derribó a los primeros ministros de Islandia y Pakistán. Más de 400 periodistas de 80 países han publicado cientos de historias desde la primera ola de revelaciones el 3 de abril de 2016.
A consecuencia de la información destapada, la policía y los investigadores allanaron las oficinas de Mossack Fonseca en Panamá y El Salvador, las autoridades en Venezuela arrestaron a un empleado local y a finales de 2016, se habían cerrado al menos nueve oficinas de Mossack Fonseca, incluida una en los Estados Unidos.
Fundada en 1986, la firma de abogados de Panamá se convirtió en un imperio offshore con más de 40 oficinas en todo el mundo, desde las Islas Vírgenes Británicas hasta Nueva Zelanda. En 2013, empleó a más de 600 personas y sus facturas excedieron los 42 millones de dólares.
"Durante
40 años, Mossack Fonseca ha operado sin inconvenientes en nuestro
país de origen y en otras jurisdicciones donde tenemos operaciones",
dijo un comunicado de la empresa cuando
saltó el escándalo . "Nuestra
empresa nunca ha sido acusada ni acusada en relación con una
infracción penal".
Eso cambió en febrero de 2017, cuando la policía en Panamá arrestó a los fundadores de Mossack Fonseca, Ramón Fonseca y Jurgen Mossack, por cargos de blanqueo de capitales como parte de las investigaciones sobre el escándalo de soborno más grande de Brasil. Por separado, los fiscales en Panamá iniciaron una investigación sobre la firma de abogados y los Papeles de Panamá.
Los gobiernos en Europa, África, Asia y las dos Américas, la del Norte y la del Sur, han recuperado más de 500 millones de dólares como resultado de las revelaciones. Pero en los territorios en los que se admite como excusa que los actos que envuelven corrupción están "dentro de la Ley"...
Eso cambió en febrero de 2017, cuando la policía en Panamá arrestó a los fundadores de Mossack Fonseca, Ramón Fonseca y Jurgen Mossack, por cargos de blanqueo de capitales como parte de las investigaciones sobre el escándalo de soborno más grande de Brasil. Por separado, los fiscales en Panamá iniciaron una investigación sobre la firma de abogados y los Papeles de Panamá.
Los gobiernos en Europa, África, Asia y las dos Américas, la del Norte y la del Sur, han recuperado más de 500 millones de dólares como resultado de las revelaciones. Pero en los territorios en los que se admite como excusa que los actos que envuelven corrupción están "dentro de la Ley"...
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