Sin entrar en el falso y recurrente debate (alimentado por los ¿políticos?¿de verdad son
políticos = servidores del pueblo?) que gira alrededor de cómo se manipula el ”de dónde es”
uno para endilgarle según la respuesta determinada etiqueta clasificatoria que determina la
“casilla” en la que se ubica e “indica” el trato que por ella “le corresponde”, que no siempre
coincide con el trato ligado a la ubicación que le correspondería atendiendo al “quién es”, y
teniendo en cuenta la idea estéril pero convenientemente magnificada, de que el pasado
(pese a la multiplicidad y disparidad de percepciones que lo registran) se puede repetir, nos
atrevemos a proponer una somera reflexión sobre todo ello. Y para ello acudimos a la música. Claude "Curly" Putman, Jr. fue un militar, compositor y
letrista norteamericano cuyo mayor éxito fue la canción de música country publicada en 1965
"Green, green grass of home" (algo así como “La verde verde hierba de mi hogar”),
popularizada rápidamente y grabada, entre otros, por Elvis Presley, Kenny Rogers, Don
Williams, Burl Ives, Joan Baez, Jerry Lee Lewis, The Grateful Dead, Johnny Cash, Dean
Martin, Joe Tex, Nana Mouskouri, Tom Jones,.… (toda una nómina). La canción cuenta la historia de un hombre que regresa al hogar de su infancia en lo que
parece que es su primera visita a casa desde que se fue de ella en su juventud. Cuando se
baja del tren, sus padres están allí para saludarlo, y su amada, Mary, viene corriendo para
unirse a ellos. Todo es bienvenido y en paz; todos vienen a su encuentro con "los brazos
extendidos, sonriendo dulcemente". Con Mary, el hombre pasea a gusto entre los
monumentos de su infancia, incluido "el viejo roble en el que jugaba" y declarando que “es
bueno tocar la hierba verde, verde de la casa". Pero la canción no tiene un final feliz. Ese
retorno feliz a su hogar no es más que un sueño, pues, bruscamente, el hombre se despierta
en la cárcel: "Entonces me despierto y miro a mi alrededor, a las cuatro paredes grises que
me rodean. Y me doy cuenta de que solo estaba soñando". Está, de hecho, en el corredor
de la muerte. A medida que se reanuda la canción, nos enteramos de que el hombre se está
despertando el día previsto para su ejecución ("hay un guardia y hay un cura viejo y triste, y
brazo junto a brazo, caminaremos al amanecer"), y él volverá a casa solo para ser enterrado:
"Sí, todos vendrán a verme a la sombra de ese viejo roble, mientras me ponen debajo de la
hierba verde verde de mi hogar".
Musicalmente, “Green green grass of
home” es una bella canción country con un sueño maravilloso en
ella pero que, al final de la misma, despertamos sobresaltados y
dejamos atrás las bellas imágenes del ansiado regreso a casa, de
los recuerdos, los primeros amores, la familia, el olor de la hierba
del hogar. Todo ha sido no más que un último sueño, que sin tener
el trágico final de la canción, de un condenado a muerte, nos hace
pensar que, sea cual sea el presente, el pasado no pasa de ser un
sueño irrepetible si fue bueno o una pesadilla que ojalá no se
repita si no lo fue. El futuro es otra cosa y es un error vincularlo
sólo al pasado. En definitiva, el pasado, inalterable, modeló lo
que eres, mientras que el presente encarado al futuro marca lo
que haces conscientemente, aunque en ello, sin duda, nos
auxiliemos de alguna interpretación de algún aspecto del pasado.
Nada más. Alentar lo contrario es engañar y manipular.
Pero
hablábamos de la manipulación a través del lenguaje. Veamos:
cuando el protagonista de la canción inicia su evocación, lo hace
refiriéndose al “old home town” (que podríamos traducir como
“el viejo pueblo-hogar”), donde se aglutinan familia, amores,
paisajes, sensaciones, etc., que conforman su identidad; la
traducción de esa expresión al castellano es la “vieja ciudad
natal”. Y no es lo mismo porque el lugar de nacimiento es una mera
circunstancia en la vida de una persona, que no siempre coincide con
dónde considera esa persona que está el hogar (con todo lo que ello
representa) de sus raíces. Acudiendo a temas de actualidad para un
ejemplo: los mismos que reivindican que el sardanista catalán Pep
Ventura es andaluz por haber nacido en Alcalá la Real (Jaén)
rechazan de plano que el actual Presidente de la Junta de Andalucía, Juanma
Moreno, sea catalán por haber nacido en Barcelona. ¿Es o no es
manipular? Dejémoslo aquí pese a que es realmente un tema de largo
debate, pero sólo con eso ya resulta evidente que el apelar,
generalmente por motivos políticos partidistas, al lugar de
nacimiento, tiene todas las trazas de ser una manipulación basada en
la exaltación de ciertos criterios identitarios.
The old home town looks the
same
...
It's good to touch the green, green grass of home
...
It's good to touch the green, green grass of home
...
Then I awake and look around me
at four grey walls that surround me
and I realize, yes, I was only dreaming
...
and I realize, yes, I was only dreaming
...
No hay comentarios:
Publicar un comentario