domingo, 13 de diciembre de 2020

“Donde no llega la historia llega la literatura”


No recuerdo en este momento a quién oí hace tiempo, en el contexto de unas charlas sobre la revisión de mitos en nuestra Historia a raíz del descubrimiento científico de que el venerado esqueleto de un afamado guerrero correspondía en realidad a una mujer (¿guerrera?), pronunciar la lapidaria sentencia de que donde no llega la historia llega la literatura, trascendiendo la racionalidad, obviando la realidad y desarrollando un nudo argumental donde no lo hay, y se crean situaciones históricas auténticamente ficticias fruto de la imaginación de entre las que algunas, por arte de birlibirloque, acaban por ser incorporadas sin ningún rubor a la historiografía oficial y ese hecho, que llama la atención del mero observador, se revela en la práctica como una verdad incontrovertible a poco que nos detengamos ante iniciativas “serias” que se dedican a elucubrar “sesudamente” acerca de temas históricos, frecuentemente sin confesar que hablan de meras posibilidades o hipótesis, acerca de lagunas conocidas en el estudio de parte de esa historia (no de la historia) con la que se sienten identificados y les hace envanecerse. Eso cuando no, directamente, inventan un relato “profusamente documentado” que suele tener el tufillo de hacer cumplir hoy como sea la “profecía” de ayer. 

Resulta curioso, además, comprobar que esos ejercicios histórico(?)-literarios se suelen dirigir a episodios o épocas del pasado lejano, que ya de por sí están envueltos en un insondable halo de misterio, para justificar la investigación sobre ellos, pero cuya sola mención provoca que el resorte de cierto orgullo patrio salte, especialmente si la publicación demuestra el paralelismo de la época evocada y el hoy del lector, y eso sucede aunque el autor declare, para curarse en salud, que lo que se está leyendo son conjeturas, hipótesis de su magín. En nuestro país son recurrentes los estudios que buscan nuestro pasado sobre nombres rimbombantes e ignorados sin darles realmente importancia como la Atlántida, Tartessos, la propia Iberia, etc. Ninguno de estos estudios es para debatir el futuro, pero esa es otra cuestión que no abordaremos. 


 Estas tentaciones de “buscar el pasado” no son privativas de nuestras latitudes aunque, en nuestro caso, son precisamente agentes foráneos los que, con su curiosidad, ayudan a que resurja el interés; algo así pasó cuando James Cameron1, el conocido director de películas como 'Titanic', 'Avatar' o 'Terminator' visitó Jaén para grabar parte del documental 'El Resurgir de la Atlántida', en concreto en los restos arqueológicos hallados en los terrenos de la Ciudad de la Justicia de la ciudad, y aunque se trata de una leyenda sin base científica ya hace unos años, ha hecho que se vuelva a hablar, y mucho, de ese sitio arqueológico, Marroquíes Bajos2, uno de los asentamientos más grandes de Europa del periodo Calcolítico (más de 4.000 años de antigüedad) con vestigios posteriores de épocas ibérica, romana y medieval islámica


 El documental, producido por el citado James Cameron y dirigido al final por Simcha Jacobovici3 para National Geographic Channel, fue estrenado en su original inglés el 29 de enero de 2017 con el nombre de «Atlantis Rising», y el 5 de marzo se estrenó en castellano. Comienza el documenal y la búsqueda en la isla griega de Santorini, examinando las ideas de Charles Pellegrino4 y continúa sucesivamente por Malta, para analizar la propuesta de Peter Ellul Vincenti5, y por Cerdeña para valorar la propuesta de Robert Ishoy6, que terminan siendo descartadas. La segunda parte del documental empieza en las Columnas de Hércules, el actual Estrecho de Gibraltar, donde se examina la propuesta defendida por el escritor cubano Díaz-Montexano7 y el teólogo y rabino Richard A. Freund8, que es la apoyada por el propio Cameron. Finalmente, el documental explora las islas Terceira y Pico del archipiélago de las Azores, y concluye considerando como más verosímil la propuesta del suroeste ibérico como punto central desde el cual se expandiría la civilización marítima atlante del Calcolítico y el Bronce, generadora de la leyenda, hacia otros lugares del Atlántico y el Mediterráneo. 

Tiene su importancia comprobar que todos estos estudiosos del pasado remoto suelen empezar sus trabajos admitiendo que, como muchos, se preguntan si la Atlántida, de la que se dice que era un continente (o la isla Atlantis) existió realmente y deducir con ello que actualmente es imposible afirmar si existió, o no para, seguidamente, poner en marcha su fértil imaginación arrimando el ascua a su sardina, sembrando sus obras de “evidencias” que “demuestran” lo acertado de su “investigación” a la vez que aprovechan para echar por tierra otras teorías. Es parecido a lo que nos tienen acostumbrados ciertos tertulianos que, después de confesar que “Yo no sé nada de física cuántica”, se pasan media hora impartiendo doctrina y dogmatizando… sobre física cuántica. 

Realmente, y centrándonos en España, son muchas las fuentes que soportan la posible existencia histórica de la isla Atlantis y su civilización, o cuando menos la existencia de una antiquísima tradición o leyenda histórica sobre una cultura marítima atlántica de considerable desarrollo que pudo florecer entre el Neolítico y la Edad del Bronce en una isla situada frente a Gibraltar, no muy lejos de Iberia y Marruecos. O bien en un archipiélago de islas y colonias distribuidas en regiones continentales de Europa y África. De ahí a afirmar que en caso de haber existido realmente una isla con una ciudad concéntrica circular como la que describen las fuentes, ésta solo pudo hallarse en el Atlántico, ante la boca del estrecho de las Columnas de Hércules (Gibraltar), y próxima a Gadeira (Gades o Cádiz), un paso. Es decir, afianzando la conjetura, en esa área del Atlántico que se extiende entre Iberia, Marruecos, las islas Madeira y quizás hasta las Canarias por su parte meridional. Tal civilización atlántica remontaría sus orígenes hasta hace unos 11.580 años, mientras que su final catastrófico sucedería en una fecha más reciente, entre finales del Calcolítico y la Edad de Bronce, aproximadamente entre el 2700 y el 1550 A.C. Todo lo anterior, se dice, está perfectamente documentado en las fuentes primarias escritas (códices, papiros, manuscritos, inscripciones, entre otros) en antiguas lenguas, pero sobre todo en los mismos escritos del Timeo y el Critias de Platón9, obviamente si son leídos e interpretados de modo correcto (es decir, como YO ordeno que se interprete para verificar mi idea).


Lo asombroso es que, tanto el Timeo como el Critias, son sólidamente válidos para justificar cualquier ubicación geográfica de la mitológica Atlántida, básicamente porque todas las conjeturas actuales se sustentan en similitudes del arte rupestre, en este caso, de la península ibérica (grabado o pintado en cuevas pero también hallado en vasijas de cerámica) con un símbolo que era exactamente el mismo esquema del patrón urbanístico de la capital de la isla de Atlantis descrita por Platón, abriendo el melón de si esto es mera casualidad o si realmente puede haber algo que vincule este símbolo esquemático descrito, de círculos concéntricos y canales, con la leyenda histórica de la Atlántida, y de acuerdo al conocimiento geológico que tenemos en la actualidad sobre la geomorfología de las islas (tanto emergidas como sumergidas), las ruinas que albergan, y el relieve de los fondos marinos del Atlántico. Y hasta varios grandes poblados o ciudades con exactamente el mismo patrón urbanístico usado en Atlantis y detallado por Platón consistente en alternar fosos circulares que eran inundados de agua con anillos de tierra o espacios inter-fosos, todos ellos rodeando concéntricamente a una zona central más pequeña donde, al igual que en la capital concéntrica de Atlantis, se hallaría la acrópolis o zona central con edificaciones de la jerarquía o realeza y el templo principal. 

La verdad, no obstante, parece ser que es que Platón fue, simplemente, el primero en hacerse eco por escrito de una leyenda mitológica de la antigüedad, muy anterior a él, en la que se menciona el reino mítico situado en una isla llamada Atlantis dentro de una península llamada Atlántida y en los "Diálogos" hace referencia de ella a través de la narración de su tío (o abuelo) Critias, discípulo de Sócrates; según el relato del propio Platón, Critias oyó esa historia contada también por su abuelo, que a su vez la había escuchado del político ateniense Solón y a éste último se la habían transmitido los sacerdotes egipcios de la ciudad de Sais, situada en el delta del Nilo. 


 

En el siglo I a.C., Estrabón10 y Posidonio11 están convencidos de que el relato de Platón no era resultado de la imaginación literaria del filósofo, sino que se ajustaba a una realidad de recuerdo impreciso. Plutarco12 (siglo II d.C) dará los nombres de los sacerdotes egipcios que habrían contado a Solón la historia de la Atlántida, haciendo mención de Psenophis (Sais) y Sonkhis (Heliopolis). Por su parte, Proclo13 hará alusión al viaje que hizo a Egipto Crantor, filósofo de la Academia platónica y como éste pudo ser testigo de la existencia de unas inscripciones en las que aparecía la historia que había referido Solón. Muchos son los historiadores, arqueólogos e investigadores de todos los tiempos que intentarán descifrar el misterio de la Atlántida, sobre todo, después de que el austríaco Heinrich Schliemann descubriera en 1873 las ciudades de Troya, Micenas y otras siguiendo las pistas encontradas en las lecturas de La Ilíada de Homero. Las hipótesis sobre su posible asentamiento han sido, en la mayoría de los casos, especulativas y con escasa base científica. Seguramente una de las que ha cobrado más fuerza es aquella que la relaciona con Grecia (cultura minoica) y España (cultura tartésica). En ese sentido, las teorías encontrarían afinidad con algunos topónimos mencionados por Platón y que hace referencia al Mediterráneo, África y a la que fuera colonia fenicia de Gades14.

Pero si se quiere creer sin más que eso es historia...
 

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1James Francis Cameron es un director, guionista, productor de cine, editor de cine, ingeniero, investigador y explorador marino canadiense

2Y del desconocimiento y la indiferencia más absolutos se ha pasado a la veneración de un yacimiento arqueológico urbano, promocionado por el Ayuntamiento como 160 generaciones, descubre los orígenes de los primeros pobladores de Jaén. Todo hay que decirlo, la “fiebre” por el pasado ha puesto de relieve otros descubrimientos como la recuperación de restos romanos de un pozo y un aljibe únicos en la Península por su acceso doble y una zona de enterramientos de época tardo romana que no se excavaron en su día, además de restos de una vivienda musulmana del siglo X. Junto a ello se ha excavado un foso del Calcolítico en el que se han hallado puntas de flecha y herramientas de silex, material probablemente obtenido en la zona de Otíñar por estos primeros pobladores de Jaén

3Director de cine israelí-canadiense, productor, periodista independiente y autor de bestsellers del New York Times, galardonado con varios premios, profesor adjunto de estudios religiosos en la Universidad de Huntington, en Ontario.

4Charles R. Pellegrino es un escritor norteamericano, autor de librosen algunas ocasiones polémicos en cuanto a arqueología se refiere, incluyendo "Vuelta a Sodoma y Gomorra", "Fantasmas del Titanic (Con James Cameron)", "Desenterrando Atlantis" y "Fantasmas del Vesubio"

5Peter Paul Ellul Vicenti es un director de cine de Malta volcado en los documentales de tipo arqueológico.

6Profesional de Seguridad americano, Director Ejecutivo de la "Society for Historical Exploration"

7Georgeos Díaz-Montexano se autodefine como epigrafista, escritor, asesor de National Geographic,

8Richard A. Freund es rabino y director del Centro Greenberg de Estudios Judaicos de la Universidad de Hartford. Es el autor de Digging Through the Bible en el que relata sus experiencias excavando en el Medio Oriente. Dirigió' una expedición de científicos españoles, estadounidenses y canadienses en 2009 y 2010 para investigar imágenes satelitales de las marismas de Doñana, que muestran características circulares y rectangulares, descubiertas en 2003. National Geographic ha incluido los hallazgos de la expedición en un documental de 2011 titulado Finding Atlantis, anterior al de Cameron.

9 Platón, filósofo griego seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles, fundó la Academia de Atenas, institución que continuaría a lo largo de más de novecientos años. Escribió sus obras, mayoritariamente en forma de diálogo, sobre los más diversos temas, tales como: filosofía política, ética, psicología, antropología, metafísica, cosmogonía, cosmología, filosofía del lenguaje, filosofía de la educación, etc. A diferencia de sus contemporáneos, se cree todo su trabajo ha sobrevivido intacto. El Timeo es un diálogo escrito por Platón antes que el Critias o La Atlántida, y está considerado como el pensamiento más influyente en toda la filosofía y ciencia posteriores. Critias o La Atlántida es uno de los últimos diálogos de Platón, continuación de La República y el Timeo, describe la guerra entre la Atenas prehelénica y la Atlántida, hipotético imperio occidental e isla misteriosa descrita por el filósofo sofista Critias, tío de Platón (aunque algunas fuentes aseguran que era su abuelo), que sostiene que la Atlántida existió en una época muy remota, y la sitúa «más allá de las columnas de Heracles». Dicha isla mitológica fue tragada por el mar y se perdió para siempre. Se admite que el Critias es una exposición platónica, en el sentido de mitológica, de la historia.

10Estrabón fue un geógrafo e historiador griego conocido principalmente por su obra Geografía.

11Posidonio fue un político, astrónomo, geógrafo, historiador y filósofo estoico griego aunque ninguna de sus numerosas obras puede leerse hoy en día, puesto que solo han sobrevivido fragmentos.

12Plutarco fue un historiador, biógrafo y filósofo moralista griego.

13Proclo fue un filósofo neoplatónico griego, el representante más importante de la escuela neoplatónica junto a Plutarco, Siriano y Domnino. Fue uno de los últimos grandes filósofos clásicos.

14 Incluso el universo de esos personajes televisivos entrañables, Los Simpson, es muy curioso, y parece que de manera oficial la Atlántida existe en ese mundo tan extraño. La Atlántida, aquí, es completamente real. El episodio donde se “demuestra” se llama “Homero el Grande”, en donde se puede ver, además, a una grupo secreto de la ciudad de Los Simpson, Springfield (y de todo Estados Unidos), que básicamente, es una parodia de los Illuminati o los Masones. Pero lo verdaderamente interesante de todo esto es la canción que todos cantan en grupo que, entre muchas otras cosas, dice que son ellos mismos quienes evitan que la Atlántida aparezca en los mapas, justo antes de decir que mantienen a los extraterrestres controlados.

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