Mañana miércoles, 19 de octubre, la Comunidad Europea hará pública su decisión acerca de cuál, de entre las opciones de infraestructura presentadas considera prioritaria, si la que enlaza el resto de Europa con la cornisa cantábrica, con el centro de España hasta Lisboa o con el mediterráneo hasta llegar a Marruecos.
Todo indica que la opción escogida es la del corredor mediterráneo, de manera que, si eso al final sucede, representa un varapalo conceptual serio a los sucesivos gobiernos que se han empeñado en potenciar a toda costa el llamado corredor central en detrimento del más lógico económica y socialmente que es el del mediterráneo, y es llamativo que la decisión haya de venir de fuera de nuestras fronteras, lo que debería ser (que no será) un toque de atención a los gobiernos que, llenándose la boca de España, no han sabido, podido o querido ver que si se quiere alcanzar el bien común perseguido no valen cicaterías y rencillas internas por un quítame allá ese puñado de votos.
Se hizo famosa en la contienda electoral americana de Bush-Clinton la expresión "Es la economía, estúpido" para hacer ver qué era lo que decantaba la balanza a uno u otro candidato en un determinado momento. ¿Habrá que recuperarla entre nosotros con la que está cayendo? Más allá del centralismo histórico (expresión de dominio militar - político - económico, precisamente por ese orden, aunque ese es un tema que cae fuera de la presente reflexión), la tozuda verdad es que se ha de potenciar aquel territorio que contribuya más poderosamente a la estabilidad económica, y, por tanto, social, por lo que resulta palmario que ya internamente se ha de invertir en él y dejarse de luchas intestinas y/o de partido y no esperar que Europa, por la relación económico/social con el Estado español venga a refrendarlo.
Que tengan que venir de fuera a recordar esa evidencia....
No hay comentarios:
Publicar un comentario