miércoles, 5 de junio de 2013

Lucha contra las monedas virtuales

Hace poco tiempo nos hacíamos eco del fenómeno de las monedas virtuales en transacciones electrónicas y del uso delictivo que se estaba haciendo de esa operativa, cuyo uso por el crimen organizado se había denunciado por parte de organismos de supervisión e incluso por gobiernos.
Precisamente la moneda virtual vuelve a cobrar actualidad ya que los operadores de Liberty Reserve S.A, una compañía costarricense dedicada a la transferencia de dinero por  Internet y a proveer ”moneda virtual”, fueron acusados de conspiración para blanquear capitales por una valor aproximado de seis mil millones de dólares en ganancias de origen ilícito.
Según la acusación, Liberty Reserve es utilizada por delincuentes de todo el mundo para almacenar, transferir y legitimar el producto de sus actividades ilícitas incluyendo el robo de identidad, robo de tarjetas de crédito, fraudes en línea, y la difusión de software malicioso. Este sitio web opera con una de las monedas digitales más utilizadas en el mundo (bitcoin), lo que le permitió  a los usuarios enviar y recibir “dinero al instante y en tiempo real" ayudando a más de un millón de usuarios, muchos de ellos delincuentes, para procesar más de 50 millones de transacciones financieras, durante los últimos siete años.

Desde el punto de vista penal, cinco personas vinculadas al caso fueron detenidas recientemente, y hay que señalar que el fundador de la compañía y su principal ayudante (Budovsky y El Amine) lo fueron en España.

El caso ha permitido a la Red de investigación de delitos financieros (Fincen por sus siglas en inglés) proponer el exigir a las instituciones financieras la  aplicación  especial de medidas de diligencia debida a las cuentas corresponsales mantenidas en nombre de bancos extranjeros, para protegerse contra cualquier transacción de este tipo de empresas, de formas que, si se adoptan estas recomendaciones, queden aisladas del sistema financiero de, al menos, Estados Unidos.





Liberty Reserve, como se ha apuntado, tiene su sede en Costa Rica y venía funcionando desde el año 2001 con un sistema de contabilidad interna y una red de intermediarios o intercambiadores de fondos que financian a su vez a usuarios registrados que envían fondos, generalmente a través de transferencias bancarias, a un intercambiador, quien transfiere el valor correspondiente en moneda virtual. Una vez establecido una cuenta, se podían hacer transferencias de cuenta a cuenta instantáneamente y en forma absolutamente anónima, lo que impedía tanto el rastreo como la investigación de las transacciones..

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