Realmente sorprende que Amazon haya elegido precisamente este momento parra darle forma al proyecto, en que Bitcoin está siendo acusada por el gobierno de Estados Unidos de ser usada por terroristas por su opacidad y la velocidad de las transacciones efectuadas con ella. Hay que recordar que la moneda virtual por excelencia se ha convertido en centro de polémicas. Defendida por unos como el instrumento para liberar la economía del yugo de las grandes entidades financieras, es atacada por otros como una herramienta para el cibercrimen, el blanqueo de capitales y el crimen organizado, a lo que se suma la nueva acusación de Estados Unidos de ser también instrumento de terroristas.
En ese sentido, la Combating Terrorism Technical Support Office (CTTSO) ha
puesto en marcha un programa en el que pide al sector privado “soluciones
imaginativas para hacer frente a los nuevos desafíos” porque “la irrupción
de las monedas virtuales posiblemente configurará una amenaza de tipo
financiero, al incrementar la opacidad, la velocidad de las transacciones y la
eficiencia general de los ataques terroristas”, por lo que teme que el uso de Bitcoin y otras
monedas virtuales facilite el movimiento de capitales que se usen para
financiar atentados, puesto que permiten transferir cualquier cantidad de
dinero en unos segundos sin que se pueda conocer la identidad del emisor ni la
del destinatario.
Para colmo. todo parece indicar que la salud del bitcoin empeora. El último golpe ha llegado de parte de la Security and Exchange
Comission (SEC) de Estados Unidos, organización que se dedica a regular el
mercado de capitales y proteger a los inversores. La SEC alertó contra el
bitcoin y todas las monedas virtuales y, entre otros aspectos, señala que la tecnología con la cual se
distribuye el bitcoin puede dar lugar a numerosas ocasiones de robos, fraudes y
fallos. Entre las señales de peligro la entidad advierte: supuestas garantías
de altos retornos de inversión, ofertas no solicitadas, presencia de falsos vendedores, no necesidad de acreditaciones para inversores, presión para
comprar en el momento y el conocido brillo de lo que es demasiado bueno para
ser verdad. Las marcas de peligro son las mismas que las advertidas en otros
casos de fraude financiero por medios más tradicionales.
La entidad advirtió que pueden
existir problemas a la hora de investigar casos relacionados con la moneda
virtual. Esto implica que los inversores tienen un menor nivel de protección en
ese plano. La causa de estas dificultades es la no presencia de las entidades
bancarias y la ausencia de una autoridad centralizada.
Si con todos estos antecedentes, Amazon ha decidido lanzar su moneda en este momento, hay que reconocer que el hecho es, cuando menos, paradójico.
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