Algunos consideran a Ennio Morricone como el compositor más innovador de la música de cine. Y puede que no les falte razón. Aunque él, un trabajador incansable, renegaba del talento, pensaba que el esfuerzo, el trabajo, el tesón y la entrega es la que te convierte en un grande (hay que recordar que Ennio Morricone se había dedicado en cuerpo y alma a la música de cine durante 60 años; el hombre de las 500 bandas sonoras falleció el 6 de julio de 2020 a la edad de 91 años). Tampoco le faltaba razón en ello, pero hay que reconocerle que a su descomunal filmografía, se le puede sumar una gran popularidad, múltiples premios (eso sí, el Oscar, honorífico) y más de 40 millones de discos vendidos, 26 discos de oro, cinco de platino, un Grammy…, lo que avala que Ennio Morricone sea, sin duda, uno de los más grandes de la historia. Creó un genero musical con el spaguetti-western y sus trabajos en películas como El bueno, el feo y el malo o La muerte tenia un precio le subieron al cielo, pero aun faltaba la traca final, el director Sergio Leone iba a grabar otro spaguetti-western y en esta ocasión con el mayor presupuesto que nunca había tenido, con estrellas absolutas como Henry Fonda, Jason Robards, Charles Bronson y Claudia Cardinale, Leone le preparó el terreno a Morricone para que compusiera la mejor partitura posible sobre un western que era casi más que un western, era la muerte del propio género, la modernidad y la vida llegando a un lugar de muerte y de pistoleros vestidos de negro de la mano de una mujer fuerte. Esa muerte y ese nacimiento, y esa mujer en concreto, fue el motor y la inspiración de Morricone para la música de C'era una volta il west (Hasta que llegó su hora en España), una elegíaca partitura tan hermosa como triste, tan épica e implacable (esa armónica) como tierna, tan reveladora como réquiem. El tema principal sobrevuela el metraje y las imágenes en los momentos culminantes como un ángel que anunciara algo, tal vez el propio destino de sus protagonistas. Es posible que sea complicado decirlo y asegurarlo (teniendo en cuenta de donde venían y lo que vendría después), pero aquí, en C'era una volta il west, estuvo y está la cima de Leone y Morricone, que es como decir una de las cimas de la propia Historia del cine. Se cuenta que cuando el director le propuso escribir la partitura, Morricone aceptó de inmediato, aunque la composición debería hacerla basándose únicamente en el guion antes del inicio de la filmación. Aquello suponía un desafío para Morricone y por supuesto para el director. Pero Leone tenía tanta fe en el trabajo del artista Morricone, que adaptaría su filmación para apoyar las composiciones individuales. Y a la inversa sucedería algo parecido. El compositor conocía tan bien la sensibilidad de Leone en el género western que plasmaría en la partitura aquello que sabía que sería del agrado de Leone. Nada que decir. Una obra de arte. No se sabe si es una película de Sergio Leone con música de Ennio Morricone, o una composición de Ennio Morricone con imágenes de Sergio Leone. Si la película es grande, la banda sonora es sublime. El Director le pidió al Compositor que la interpretara directamente en el lugar del rodaje, para que los actores se impregnasen de ella. La película se nutre de la banda sonora, y viceversa. La partitura de Morricone es probablemente la favorita del cine de todos los tiempos. Morricone nunca deja de capturar a la perfección la trama y el escenario de la película, y convertirlos en algo tan memorable como la propia película. El trabajo innovador de Morricone siempre ha tenido mucho que ver con el atractivo general de las películas en las que ha compuesto la música, proporcionando a cada una su propia banda sonora única. La banda sonora presenta leitmotivs que se relacionan con cada uno de los personajes principales de la película, así como con el espíritu del oeste norteamericano. No debe ser casual que en más de una recopilación de música clásica figuren composiciones suyas como Nella fantasia (de la película La misión), La califfa, Cinema Paradiso o… Hasta que llegó su hora, entre otras, de temática del oeste o no. ¡Ah!, , la fabulosa voz femenina en la impagable escena final de la película es de una tal Edda Dell’Orso, habitual de las composiciones de su amigo Ennio.
Me gusta!! Recuerda los tiempos que creía en grandes ideales!!!
ResponderEliminarCreer en los ideales, SIEMPRE. Otra cosa son los proyectos.
Eliminar