lunes, 19 de marzo de 2012

En el día de "la Pepa"

Hacíamos una reflexión en el último boletín de los publicados sobre lo importante que es adecuar el mensaje con los contenidos de apoyo que se usan con el fin de evitar distorsiones en la interpretación y conseguir resultados diferentes a los buscados. Lo hacíamos referido a la formación de personas.
Pero el mismo esquema de racionamiento es extrapolable a numerosos aspectos; hoy, sin ir más lejos, se conmemora la promulgación de la Constitución de Cádiz, más conocida como "la Pepa" por el día en que se promulgó (19 de marzo, festividad de San José). Y se tiende a ponerla como ejemplo de lo que debe ser la base legal de un marco de convivencia y como fuente de la actual Constitución de 1978.
Pues bien, sin ánimo de crítica ni de ensayo comparativo, en honor a la verdad hay que decir que, tal como afirma el larguísimo Discurso preliminar presentando en las Cortes el proyecto, que se incorporó al propio documento a modo de prefacio, la Constitución política de la Monarquía española, promulgada en Cádiz el 19 de marzo de 1812, lo que pretende es "... recoger con toda diligencia ... de entre todas las leyes del código godo, y de los demás que se publicaron desde la restauración hasta la decadencia de nuestra libertad, los principios fundamentales de una Monarquía moderada...", y en la presentación, antes del Título I se dice que ".. decretan la siguiente Constitución política para el buen gobierno y recta administración del Estado."
O sea que no es marco de convivencia, sino pautas para la administración, tal como se deduce de su estructura:, en la que después de un rápido articulado inicial sobre qué es la Nación, quiénes son españoles, el territorio, la religión, el gobierno y el concepto de ciudadanía, se desgranan en sendos Títulos mucho más detallados.las Cortes, el Rey y los Tribunales. Nada de derechos y deberes, como se dice a veces.Sólo alguna mención interpretativa en el discurso preliminar citado.
No es critica: los tiempos históricos mandan y, a la vista del documento, el guirigay de la época era considerable y convenía sobre todo unificar criterios para el buen gobierno; basta apuntar que, en la relación de diputados firmantes, coexisten por ejemplo, el de la Junta de Andalucía, el del reino de Jaén, el de la ciudad de Cádiz, el de la provincia de Cádiz, el de la provincia de Zacatecas, el de la ciudad de Tlaxcala, el de Costa Rica, ....
Es en las nuevas Constituciones cuando se introducen aspectos que tocan a la convivencia, o, simplemente, que se refieren a derechos y deberes de la ciudadanía.
Portada edición original

Por todo ello, "¡Viva la Pepa!", sí, pero adecuando el mensaje al contenido real, como con todo.

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