De cumpleaños.

Hoy cumple 80 jóvenes añitos de nada un tal Miguel Rafael Martos Sánchez, más conocido como Raphael, que nace en Linares (Jaén), compartiendo paisanaje, por cierto, con el gran Andrés Segovia, pero crece en Madrid, donde se había trasladado su familia y donde su voz le permite ganar numerosos premios nacionales e internacionales. En 1962 comienza su carrera profesional en la que combina una voz prodigiosa con una gran capacidad actoral, con una marcada gesticulación en el escenario que convierten sus actuaciones en espectáculos que atraen a las masas. Saltó a la popularidad al ganar el festival de Benidorm de 1962 con el tema Llevan, y participó en los festivales de Eurovisión de 1966 y 1967. Su primer gran éxito, sin embargo, lo consigue en 1965 con El Tamborilero al que sigue dos años después Yo Soy Aquél. Son años de temas de gran repercusión como La Canción Del Trabajo, Mi Gran Noche, Digan Lo Que Digan, o Balada Triste De Trompeta que le convierten en ídolo en todo el mundo hispano y de ahí da el salto al resto del planeta, destacando su popularidad en los países del otro lado del Telón de Acero siendo en los años setenta de los primeros artistas occidentales en actuar y vender discos en la antigua soviética URSS. Se producen actuaciones en el Madison Square Garden de Nueva York, la Ópera de Sidney, el Teatro de la Opera de San Petersburgo, el Olympia de París o el Universal Amphitheater de Los Ángeles. Los años ochenta suponen un resurgir del divo con temas como Como Yo Te Amo o, ¿por qué no citarla?, la “genial y macarrónica” versión de The Age Of Aquarius. En los noventa lanza Escándalo que será un ídem en todo el mundo y terminará como número uno en Japón (alucina, vecina). Es el primer poseedor de un Disco de Uranio, honor compartido sólo con Michael Jackson, AC/DC y Queen, y ha vendido más de 100 millones de discos. Hasta hace no demasiado tiempo decías que te gustaban las canciones de Raphael y ya te podías dar con un canto en lo dientes si la respuesta era una sonrisilla de superioridad cuando no una soflama sobre lo casposo del personaje y su música, pero hete aquí que ahora los modernos están reivindicando su figura, es la estrella de festivales indies y es uno de esos milagros que sólo el progreso y la fortuna es capaz de conseguir, y es que una estrella después de sesenta años de carrera (que pronto se dice) pueda salir a un escenario y, con las obvias limitaciones de la edad, realizar un espectáculo de una enorme calidad y de una emoción en carne viva; sin duda la técnica de nuestros días hace mucho para mantener la longevidad de muchas de nuestras estrellas, pero también el que una parte de l@s mejores han conseguido evolucionar de la genialidad absoluta a una profesionalidad increíble que les permite suplir con técnica lo que ya los pulmones no pueden. Su chorro de voz ya sólo lo podemos escuchar en sus múltiples grabaciones, pero el arte y el ansia de ser excepcional lo podemos seguir disfrutando de la mano de uno de los más grandes artistas de nuestra historia. En 2003 fue sometido a un trasplante hepático como consecuencia de una dolencia arrastrada desde hacía más de quince años, y tras su recuperación regresó a los escenarios con un nuevo disco, que promocionó en una gira. Todavía en 2006 vio la luz un nuevo trabajo con el que el cantante de Linares regresaba de nuevo a los escenarios para seguir reinando como gran clásico vivo de la música ligera hispana. A lo largo de toda su trayectoria, además del disco de Uranio, cuenta con 326 discos de Oro y 49 de Platino, además de prestigiosos reconocimientos como la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes, el Premio de Honor de la Academia de la Música por más de 4 décadas de éxito o su nombramiento como Excelentísimo Señor Comendador de Isabel la Católica, etc. Claro que, sobre gustos,...