- fraude de servicio, es decir, porque han efectuado una compra por Internet y nunca han recibido la mercancía y
- robo de identidad y "vaciado" de cuentas subsecuente.
Sin embargo, en estas fechas se presentan otras modalidades que conviene recordar:
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Subastas y anuncios clasificados: los delincuentes intentan vender productos que han sido previamente robados a través de subastas fraudulentas con soporte informático y/o anuncios clasificados. Si se compra algo en subasta pero se recibe el producto de alguien que no sea el vendedor de la subasta, la mercancía pudo haber sido comprada con una tarjeta de crédito robada.
Tarjetas de regalo: suelen ser sustituto de posibles cambios posteriores en la compra, por lo que es importante conocer el emisor. pero hay otras que están concebidas como regalo a cambiar en una serie de establecimiento o cadenas de productos afiliadas al sistema; en cualquier caso, la manera más segura de comprar tarjetas de regalo es adquirirlas directamente de la compañía que las emite o de un comerciante autorizado. Si se compra una tarjeta fraudulenta, la empresa emisora puede deshabilitar el producto asociado, lo que conlleva la pérdida del dinero del "regalo".
Y hay que insistir una vez más en los Correos electrónicos: ¡Cuidado con el phishing! Cuidado con correos o mensajes de texto que dicen que hay un problema con la información financiera. Estos mensajes generalmente contienen enlaces que llevan a páginas fraudulentas en donde se solicita la confirmación o corrección de datos sobre las cuentas. La realidad, sin embargo, es que estos datos facilitados ingenuamente caen en poder de organizaciones de delincuentes que se aprovechan para robar la información.... y "ayudar" a disminuir ostensiblemente el saldo de la cuenta.
Tengamos la fiesta en paz.
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