jueves, 25 de abril de 2013

El "bitcoin", ¿nueva burbuja?

En momentos en que empiezan a perderse las referencias de valor de los patrones tradicionales y el miedo acecha en cualquier ámbito, surge, como de la nada, el asidero de los mundos virtuales que, con el beneplácito de una sociedad confusa crecen desorbitadamente sin que nadie sepa exactamente ni el origen ni el funcionamiento ni la utilidad final. Así ha nacido el "bitcoin", que podría traducirse como "moneda electrónica" o "ciberdivisa" y que se entiende como forma prometedora de efectivo electrónico, fuera del control de los bancos centrales y muy bien visto por los hackers, que generó enormes expectativas en su nacimiento en 2009, pero que podría enfrentar enormes problemas y tiene nerviosos a los especuladores.

Para profesionales con conocimientos de tecnología, fanáticos de las divisas y especuladores de la Internet, bitcoin era una gran promesa, creada, distribuida y autenticada sin la intervención de bancos ni gobiernos. Sus características criptográficas, además, hacen que resulte prácticamente imposible falsificarla y el relativo anonimato de su uso permite su flujo por Internet sin temor a interferencias de censores ni reguladores.
En medio de la crisis europea de divisas, un creciente número de empresas dijeron que aceptaban bitcoins para determinados bienes y servicios, lo que provocó la subida del valor del bitcoin hasta más de 250 dólares.Pronto, no obstante, se vino todo abajo. y la pasada semana, según bitcoincharts.com, que observa las transacciones por Internet, el precio del bitcoin cotizaba a 40 dólares, lo que hizo que los expertos se preguntaran si la divisa puede sobrevivir a todos estos vaivenes feroces.

 Un elemento clave en el uso de esta divisa es un volumen y conexión de usuarios que permiten a la red de bitcoin contar con la capacidad procesadora necesaria para mantener una operación transparente y continua. (Estos usuarios son compensados periódicamente con bitcoins nuevos).
Los criptógrafos discuten acerca de si el bitcoin está bien diseñado, pero lo que realmente cuenta es si puede ser usado para comprar cualquier cosa, y los datos demuestran que muchos comercios los están aceptando para vender medicinas, música, artículos de consumo e incluso coches.

Es llamativa en ese punto la experiencia que un programador argentino relató a Associated Press sobre cómo cambió bitcoins por dólares a una pareja de turistas australianos que querían dinero con la cotización del mercado paralelo, pero sin  tener que ir a una “cueva” de cambistas ilegales para obtenerlo. El programador, por su parte, quería más bitcoins para proteger a sus ahorros de la inflación que hay en Argentina.
Símbolo de la nueva moneda cibernética

Pero no todo es tan limpio en los bitcoins: uno de los destinos más llamativos de los bitcoins es un portal en el que traficantes de droga anuncian sus productos en un ambiente "relajado" similar al de Amazon o eBay, con carrito para las compras incluido y la posibilidad de hacer comentarios sobre el servicio y de leer los que han hecho otros. El sitio usa una red que permite el anonimato, para ocultar la ubicación de sus servidores, y los pagos con bitcoins hacen que no haya nada escrito.
No son éstos usuarios, por otra parte, los únicos interesados en los bitcoins. Los hackers de una campaña para distorsionar el tráfico online en 2011 recibieron miles de dólares en bitcoins tras prometer a sus partidarios que el dinero sería usado para lanzar ataques cibernéticos al FBI.

Y precisamente un informe de ese organismo (aunque hay dudas sobre su autoría) y que fue filtrado por Internet el año pasado decía que “dado que el bitcoin no tiene una autoridad centralizada, detectar actividades sospechosas, identificar a sus usuarios y obtener registros de transacciones resulta problemático para las  autoridades” y añade que la red podría transformarse en “una herramienta útil para actividades ilegales que trascienden el mundo cibernético”, como la pornografía infantil, al tráfico de drogas y el terrorismo.

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