Está claro que uno no gana para sustos, tanto en lo político como, sobre todo, en la recuperación social y económica. Por eso asalta la duda de si es mejor para la estabilidad emocional saber o no saber lo que realmente se cuece en el mundo, acudiendo para ello generalmente, a lo que se publica más allá de las fronteras y que se supone no contaminado por las posibles directrices de un gobierno que está demostrando una mayor preocupación por difundir noticias que contenten al resto del mundo que por dedicarse a conocer y solventar los problemas de sus ciudadanos-votantes.
Datos de la semana pasada mostraron que la economía alemana se contrajo un 0,2% en el segundo trimestre, más que los economistas pronosticaban. Francia eliminó su objetivo de déficit para 2014 después de que su PIB se estancara por segundo trimestre consecutivo. Italia se deslizó de forma inesperada en la recesión, y la zona del euro en su conjunto se ve estancada. Y, de España en el contexto global, ni hablemos pese a los últimos buenos datos económicos dados a conocer.
Pues qué bien. Nos asomamos entonces, para aprender, a países que parece que están capeando la crisis de mejor manera, como son los Estados Unidos, y nos encontramos con el artículo publicado por el economista Harry Dent en The Market Orange (y que puede leerse, en inglés, clicando aquí)
en el que afirma que el lamentable estado de la economía estadounidense, que acabará
estallando como una burbuja, llevará a una confrontación inevitable entre los
ciudadanos de a pie y la elite. y que las manipulaciones de los bancos y los esfuerzos por aplazar
una crisis financiera de una manera artificial han distorsionado el ciclo
natural económico, lo que desembocará en la ruina del mundo occidental. Dice Dent que la burbuja extendida de la economía de EE.UU. ya se ha hinchado tanto como
podía y está a punto de estallar, lo que evidencia la vuelta de la
desigualdad extrema en los ingresos de la llamada clase media y la élite
norteamericana. "Nos estamos acercando rápidamente al punto en que, a
menos que algo cambie, las personas corrientes iniciarán una revuelta". El autor supone que, debido al descontento de la mayoría de la población
por las ganancias extremas de la clase alta, los Estados Unidos no será el único país en vivir "la rebelión de las masas", sino que
"la gente común empezará a rebelarse en todos los países
desarrollados". "Sin duda, la próxima revolución occidental no será
agradable, pero va a marcar el comienzo del próximo gran resurgimiento de la
clase media en los países desarrollados y acelerará la nueva oleada de clase
media en los países emergentes".
A estas alturas, la camisa ya no llega al cuerpo y uno ve que más de uno se toma en serio las protestas, el 15-M, el Occuping Wall Street y, en definitiva, el clamor para diseñar políticas que orbiten alrededor del ciudadano y no sobre otros ejes. Pero aún así queda el rescoldo de que esos augurios sean fruto de la mente calenturienta de un analista. ¿Qué pensarán los empresarios?
Y salimos del fuego para caer en las brasas, porque el representante de la élite estadounidense, el
multimillonario Donald Trump, coincide con Harry Dent en que la economía de
EE.UU. está a punto de alcanzar la ruina financiera. En el marco
de una entrevista con Fox News, citada por Money News (y que puede consultarse, también en inglés, clicando aquí), Trump aseguró que los inmensos
niveles de deuda, la alta tasa de desempleo y la inevitable reducción de la
calificación crediticia son todos los ingredientes necesarios para una pronta
ruina financiera del país.
Según el multimillonario, EE.UU. ya no es un país rico. "Cuando no
eres rico, tienes que salir a pedir dinero prestado. Estamos pidiéndoles
prestado a los chinos y a otros. Muy pronto nuestra deuda será de más de
16 billones".
Por otra parte, Trump sostuvo que la tasa de desempleo real en EEUU es más del doble de
lo que se informa en este momento, y señaló que la cifra de desempleo de 8,2%
"no es un número real. La tasa verdadera ha ascendido a 16%, e
incluso algunos creen que la tasa de desempleo es tan alta como un 21%". En
otras palabras, "EE.UU. pronto podría llegar a ser como Grecia o España,
pero en una escala mucho más grande", concluyó el multimillonario.
Decir que empieza a invadirnos el desasosiego es poco, y necesitamos buscar algo que levante el ánimo. Seguimos indagando en el ámbito empresarial, vacunado contra el alarmismo y... encontramos una carta abierta dirigida a sus "queridos compañeros" que el millonario estadounidense Nick Hanauer ha publicado en la revista Político Magazine (que puede consultarse, en inglés, clicando aquí) en la que
les advierte que si no solucionan las desigualdades en la sociedad, serán
linchados por quienes más padecen la crisis.
"Si no hacemos algo para arreglar las desigualdades en esta economía,
vendrán a por nosotros. Ninguna
sociedad puede sostener este tipo de crecimiento de la desigualdad. De hecho,
no hay ningún ejemplo en la historia de la humanidad donde veamos una riqueza
acumulada como la actual y la sublevación no haya hecho acto de presencia.Ustedes me muestran una sociedad muy desigual y yo les mostraré un
levantamiento […] No se trata de si ocurrirá, sino de cuándo ocurrirá. Ustedes viven en un mundo de ensueño", y recuerda que "las revoluciones, como las quiebras, se aproximan poco a
poco y estallan de repente. ",
sostiene este millonario que asegura haber fundado, cofundado y financiado más
de 30 empresas en una amplia gama de industrias. El autor de la misiva lamenta
que tan solo el 0,01% de sus compañeros privilegiados entienda que ellos no son
inmunes.
Este empresario, aplicando lógica empresarial, teme que si las diferencias sociales siguen aumentando, la clase media pase a ser clase baja, las empresas dejen de tener clientes a los que vender y, por consiguiente, los ciudadanos se desquiten con los ricos. En ese sentido, Hanauer se dirige a todos los que han sido "recompensados obscenamente" con el éxito y los insta a reajustar sus políticas a fin de anticiparse "a los revolucionarios y locos" si no empiezan ya a luchar por las desigualdades.
Este empresario, aplicando lógica empresarial, teme que si las diferencias sociales siguen aumentando, la clase media pase a ser clase baja, las empresas dejen de tener clientes a los que vender y, por consiguiente, los ciudadanos se desquiten con los ricos. En ese sentido, Hanauer se dirige a todos los que han sido "recompensados obscenamente" con el éxito y los insta a reajustar sus políticas a fin de anticiparse "a los revolucionarios y locos" si no empiezan ya a luchar por las desigualdades.
Y ahora, calma y a respirar hondo. Análisis y comentarios, otro día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario