La deseable mejora de comunicación del Gobierno

No es noticia a estas alturas decir que nuestro gobierno tiene un problema grave de credibilidad para la ciudadanía, no ya por su demostrada falta de veracidad en algunas cosas que comunica o sus sonoros silencios en otras sino por su estilo, en general, poco accesible y preñado de desmentidos y cambios de opinión sobre la marcha en muchas ocasiones. Pero,sin embargo, al ciudadano (y no es ninguna boutade) le gustaría confiar plenamente en lo que le dicen los poderes públicos, y en ese contexto sería deseable saber qué es lo que puede fallar en cómo se estructura la comunicación global (en el supuesto, claro, de que los poderes públicos persigan también conseguir esa confianza).
Acudiendo, como otras veces, a elementos habituales de gestión empresarial, intentaremos realizar una aproximación a la comunicación oficial utilizando para ello la conocida ventana de Johari.

La ventana de Johari es un modelo que se ha revelado extremadamente útil para analizar el fenómeno de la comunicación y la dinámica de las relaciones interpersonales (Johari no es más que una palabra formada por las primeras letras de los nombres de los autores de la teoría, Joseph Luft y Harry Ingham)

Se trata de un modelo que intenta explicar el flujo de información desde dos ópticas o puntos de vista; la exposición (cuánto se muestra a los demás) y la retroalimentación o feedback (cuánto se acepta de los demás), mostrando de esta manera la interacción entre dos fuentes de emisión;" los demás" y "el yo".
De este modo se define lo que los autores denominan “espacio interpersonal” al que dividen en cuatro áreas, que representan diferentes situaciones básicas.
Una característica importante que se observa al aplicar el análisis de la ventana de Johari a las comunicaciones que se pretende mejorar es que sus "espacios" no quedan ceñidos a personas físicas, de forma que la comunicación puede ser también entre organizaciones o entre éstas y personas físicas

En la ventana de Johari se representan escenográficamente 4 zonas del comportamiento humano, que son las siguientes:

I - El área Libre o abierta es la única clara y libre; incluye todo lo que conocemos de nosotros mismos y lo que los demás conocen de nosotros, las experiencias y los datos conocidos por la propia persona y por quienes la rodean. Se caracteriza por el intercambio libre y abierto de información entre el yo y los demás.
En ella, el comportamiento es público y accesible a todos.
El área Abierta aumenta o evoluciona de tamaño en la medida en que crece el nivel de confianza entre los participantes y también en la medida en que se comparte más información, especialmente si se trata de información importante de carácter personal.

II - El área Ciega Incluye todo aquello que los demás ven en nosotros y nosotros no vemos; es en la que se representan todas nuestras limitaciones de las que no somos conscientes, pero que los demás pueden observar y experimentar en el proceso de interacción.
La relación interpersonal puede hacernos concientes de los contenidos de área Ciega, aun cuando con frecuencia nos resistamos a admitir que somos así o tenemos tal o cual defecto o limitación. Esta zona puede ser reducida a favor del área Abierta en la medida en que aceptemos la retroalimentación que proviene de los demás en el proceso de interacción desarrollando una actitud de receptividad tal que incite a los miembros del grupo a darnos esa retroalimentación o lo comúnmente conocido como «feedback».

III - El área Oculta incluye todo lo que yo conozco de mí, pero los demás ignoran; abarca el mundo de todo aquello que Yo conscientemente no comunico a los demás. Los contenidos de esta zona pueden pasar con mayor o menor facilidad al área Abierta, pero es la consecuencia de la  relación la que tiende a reducirlos.
Es en este área donde se encuentra gran parte de lo que conocemos de nosotros mismos y que ocultamos a los demás. Es probable que tengamos miedo que si se llegara a saber nuestros sentimientos, percepciones y opiniones respecto del propio grupo, de sus integrantes o respecto de nosotros mismos, tal vez el grupo podría rechazarnos, atacarnos o ejercer respecto de nosotros algún tipo de acción. Consiguientemente, no revelamos tales informaciones.
Por otra parte, también tratamos de mantener el secreto cuando nos motiva el deseo de controlar o manipular a los demás.

IV - El área Desconocida representa aquellos factores de nuestra personalidad de los que no somos conscientes y que consecuentemente son desconocidos para las personas que se relacionan con nosotrosIncluye todo aquello que nosotros ignoramos y también ignoran los demás. Es el área de nuestras motivaciones inconscientes; área que representa nuestro aspecto “desconocido” o “inexplorado”, y que algunos teóricos de la Psicología denominan como “el potencial” o todas aquellas potencialidades latentes y recursos aún por descubrir.

No parece necesario enfatizar en que lo deseable es conseguir que el área abierta sea lo mayor posible, lo que puede conseguirse reduciendo las áreas colindantes:

a) – El área Ciega puede ser reducida en la medida en que se incremente la aceptación de la retroalimentación o, dicho de otra manera, de todo aquello que los demás pueden comunicar acerca de lo que perciben de nosotros, tomando medidas en consecuencia.

b) – El área Oculta puede ser reducida en la medida en que se incremente el grado de exposición hacia los demás y se esté dispuesto a compartir información relevante acerca de uno mismo. No hay que pecar de ingenuo: siempre habrá un porcentaje de información que queda secreta; únicamente es importante poder definir por cual de las razones apuntadas en el apartado correspondiente se mantiene en secreto.

 “En la medida en que exista un ámbito de seguridad y confianza mutuas se podrá desarrollar un equilibrado y óptimo balance entre exposición y retroalimentación y viceversa. Si no hay apertura no habrá seguridad y confianza, y si éstas no es posible lograr la apertura.”(Saturnino Herrero - La comunicación incomunicada)

Finalmente, se puede reducir también el área desconocida ya que en un contexto de seguridad personal y un ambiente que fomenta la participación es altamente probable que se pueda desarrollar el potencial de cualquier individuo y este pueda dar el máximo de su rendimiento.