Wolf es actualmente Juez de distrito en Massachusetts fue asistente del fiscal general de Estados Unidos entre 1975 y 1977 y fiscal federal anticorrupciĆ³n de Massachusetts entre1981 y 1985.
La idea de trabajar en la creaciĆ³n de ese Tribunal Penal la presentĆ³ este aƱo en el Foro Mundial de Gobernanza, celebrado en Praga en el mes de abril y es el resumen de un informe completo divulgado a travĆ©s de Brooking Institution (centro de investigaciĆ³n -think tank- sin fines de
lucro, fundado en 1916 y con sede en Washington, que se dedica a la funciĆ³n
pĆŗblica a travĆ©s de la investigaciĆ³n y la educaciĆ³n en las ciencias sociales,
especialmente en economĆa, gobernanza y polĆtica exterior, declarando que su objetivo principal es "ayudar al
desarrollo de polĆticas pĆŗblicas sĆ³lidas y promover la comprensiĆ³n del pĆŗblico
de cuestiones de importancia nacional." La organizaciĆ³n se describe a sĆ
misma como independiente, pero a menudo es descrita por los medios de
comunicaciĆ³n como liberal). Puede consultarse el documento de Brooking presentado en el Foro de Gobernanza (en inglĆ©s) clicando aquĆ.
Transcribimos a continuaciĆ³n las lĆneas maestras de la conversaciĆ³n que, a raiz de la publicaciĆ³n en el Washington Post, mantuvo el magistrado Wolf con el periodista Adrian Bono, del periĆ³dico digital argentino Infobae (en cursiva las declaraciones de Wolf)
Juez Mark Wolf |
“La corrupciĆ³n, una prĆ”ctica que afecta al 5 % del PIB mundial, es algo que ocurre en muchos paĆses del mundo
debido a una cultura de impunidad, en la que funcionarios en puestos de poder
no permiten que se investiguen los hechos que ellos mismos cometen y entendĆ que habĆa que crear una amenaza real de enjuiciamiento y castigo para
erosionar esta cultura de impunidad”.
Wolf opina que existe un “desafortunado vacĆo legal” que no
permite enjuiciar en un foro internacional a aquellos involucrados en “grandes
actos de corrupciĆ³n, aquellos lĆderes que abusan de su poder en la
administraciĆ³n pĆŗblica para provecho personal”.
En la era de la transparencia y el acceso a la informaciĆ³n
gracias a las nuevas tecnologĆas, la corrupciĆ³n tiene mayor exposiciĆ³n y la
ciudadanĆa tiene mayor acceso a herramientas para combatirla en conjunto con el
apoyo de medios independientes.
“La gente que usa las nuevas tecnologĆas para exponer la
corrupciĆ³n es de vital importancia pero la mayorĆa de los
paĆses no posee medios independientes. Usar Internet para documentar y
divulgar informaciĆ³n sobre actos de corrupciĆ³n es muy importante porque crea
evidencias acompaƱadas de la indignaciĆ³n de la ciudadanĆa; sin embargo hay un vacĆo legal
porque no hay nada que se pueda hacer pese a esa evidencia; hay un crĆtico eslabĆ³n perdido, ya que no hay
fiscales imparciales e independientes que puedan utilizar esa evidencia en un tribunal”.
Este vacĆo es el que llevĆ³ al juez norteamericano a buscar
el apoyo de la comunidad internacional en su proyecto de crear un instrumento
legal que pueda lidiar de manera efectiva con la corrupciĆ³n salvaje que se da
en muchos paĆses del planeta. Y si bien Wolf es quien lleva las riendas de la
propuesta, su idea ya cuenta con el apoyo de colegas y ONG como Not in my
country, encargada de proporcionar herramientas anticorrupciĆ³n a ciudadanos en
paĆses que carecen de apoyo interno a la hora de denunciar a funcionarios
gubernamentales.
Sin embargo, la creaciĆ³n de un TPIA requiere de un gran
esfuerzo y de apoyo de la comunidad internacional, en especial de aquellos paĆses
en los que la corrupciĆ³n es moneda corriente y en los que someterse a su
jurisdicciĆ³n significarĆa correr el riesgo de verse afectados por ella. Lograr
un apoyo activo a la causa no serĆa tarea fĆ”cil. Pero Wolf se mantiene
optimista.
“Este fue un tema muy importante durante la creaciĆ³n del actual Tribunal Penal Internacional”, y asegura que a pesar de la
reticencia inicial, muchos paĆses se unieron porque “hubo una
evoluciĆ³n en el consenso internacional al entender que los abusos a los
derechos humanos, el genocidio, y los crĆmenes de guerra eran intolerables. Y
cada vez mĆ”s se cree que el mundo podrĆa usar un Tribunal similar para combatir
la corrupciĆ³n. Hay una fuerte relaciĆ³n entre la corrupciĆ³n y el abuso de los
derechos humanos. El enojo de la poblaciĆ³n por la corrupciĆ³n causa
desestabilizaciĆ³n en los paĆses, como pasĆ³ en Ucrania, Egipto o TĆŗnez. Y a su
vez, esto desestabiliza al mundo, ya que no son mĆ”s fenĆ³menos aislados contenidos dentro
de sus propias fronteras.”
Y es ese descontento social liderado por las
generaciones mĆ”s jĆ³venes el
que, segĆŗn Wolf, servirĆ” para dar un impulso adicional a su propuesta.
“Los jĆ³venes alrededor del mundo y a travĆ©s del tiempo son
los que han estado a favor de los cambios. Ahora la gente tiene un acceso a
informaciĆ³n que antes no tenĆa. La gente sabe que hay gobiernos honestos en
otras partes del mundo y que la democracia funciona en otros paĆses y
consideran intolerable que no sea asĆ en sus propios paĆses”
Esto no significa que el TPIA tenga allanado el camino para
su creaciĆ³n porque si bien el apoyo de la ciudadanĆa ciertamente es positivo, se
necesita una coaliciĆ³n de respaldo que incluya organizaciones internacionales
activas en la lucha contra la corrupciĆ³n y en la defensa de los derechos
humanos, asĆ como tambiĆ©n del sector empresarial.
Wolf tambiƩn propone la necesidad de someterse a la
jurisdicciĆ³n del TPIA como requisito para pertenecer a organismos
internacionales como la OrganizaciĆ³n Mundial del Comercio. Por ejemplo, muchos paĆses
africanos en los que la corrupciĆ³n estĆ” fuera de control dependen de prĆ©stamos
internacionales, por lo que el juez considera que apoyarĆan la idea para no
quedarse fuera del sistema.
“Unos 140 paĆses han firmado la ConvenciĆ³n de las Naciones
Unidas contra la CorrupciĆ³n y han asumido la obligaciĆ³n de gobernar de manera
honesta. Si se pudiera revisar la convenciĆ³n para incluir como requisito la
obligaciĆ³n de someterse a la jurisdicciĆ³n del Tribunal, esto servirĆa como
incentivo para su creaciĆ³n”,
El juez Wolf, con vasta experiencia en derecho,
acepta que su propuesta tiene un largo tramo por recorrer y que “no es posible
predecir el resultado de ciertas cosas”. La corrupciĆ³n, a diferencia de figuras
legales como el genocidio o los crĆmenes de guerra, es un fenĆ³meno que se ha
extendido y enquistado por muchos paĆses y no serĆ”n muchos los lĆderes que
acepten enjuiciar a funcionarios de sus gobiernos por una corte internacional
en la cual se verĆan desposeĆdos de toda influencia.
“Hay gente que literalmente arriesga sus vidas para que sus gobiernos sean honestos. Ellos merecen el
apoyo de gente como yo y el de muchos otros” para finalizar diciendo que “No quiero vivir en un mundo en el que nadie se muestre
interesado por crear un orden internacional honesto”
Hasta aquĆ la noticia aparecida, entre otros, ademĆ”s del citado Infobae, en el Washington Post, en Radio Free Eurtope / Radio Liberty,... ¿por quĆ© NINGĆN medio espaƱol se hizo eco, no ya de la propuesta del juez Wolf sino de la celebraciĆ³n misma del Foro para la Gobernanza de hace ¡cuatro meses!
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