En algunas ocasiones la creación de una canción es tan simple como que de forma accidental una melodía entra en la mente de un músico y en quince minutos tiene hasta su letra compuesta y lista para convertirse en un himno generacional, y hay multitud de ejemplos de ello. Pero en otras ocasiones es un proceso complicado, lleno de accidentes, de desencuentros, de tensión y hasta de rupturas. Esta canción se lanzó en una versión que no gustaba a nadie… salvo a todo el mundo, convirtiéndose en un éxito que asombró a sus autores y que hoy es todo un clásico de su tiempo. Así que nunca sabe uno por dónde saltará la liebre. Que Diana Ross no haya aparecido en este blog hasta hoy es pecado mortal, es comprar un billete sin retorno a las calderas de Pedro Botero, pero así son las cosas. La diva nace en Detroit dentro de una pareja interracial lo cual no le hizo la vida fácil precisamente; ella quería ser diseñadora, pero junto con dos vecinas empieza a acompañar a unos amigos en sus actuaciones y les entró el gusanillo por la música, ellos eran The Temptations y ellas durante nueve años serán las niñas mimadas de la discográfica Motown y conseguirán doce números uno, pero en 1970 Diana decide empezar su carrera en solitario. En su primer disco ya consiguió un número uno con su versión de Ain’t No Mountain High. En 1972 debuta en cine con un biopic de Billie Holiday que tendrá gran éxito de crítica y público, aunque su siguiente trabajo The Wiz será un rotundo fracaso. A principios de los ochenta era una de las claras figuras femeninas del momento y decide contactar con Lionel Richie para hacer un dueto para la BSO de un película que será Endless Love, que será su sexto y último número uno en listas. Desde entonces su carrera se mantuvo con una menos presencia en listas, por lo que se ha volcado en giras en las que interpreta sus temas con The Supremes, como el que ahora recordamos, con 55 añitos, y los propios, y colabora con un sin número de organizaciones benéficas. La historia del tema que recordamos es curiosa: el gran jefe del sello Motown celebró una reunión especial en una habitación del hotel Pontchartrain en Detroit con un grupo que se hace llamar The Clan y el encargo de trabajar en un sencillo exitoso para Diana Ross & the Supremes; en lugar de componer otra canción basada en el amor, el equipo decidió crear una canción sobre una mujer que le pide a su novio que no la presione para que se acueste con él, por temor a concebir un "hijo amado". La mujer, interpretada en el disco por Diana Ross, es ella misma una niña amada y, además de no tener un padre en casa, tuvo que soportar ir a la escuela en harapos y crecer en un "barrio de viviendas viejo, frío y deteriorado". El público respondió inmediatamente y, además, Love child se incorporó a numerosos films.
Un espacio para la reflexión sobre temas de permanente actualidad en el mundo de las finanzas, del management y de la vida en general.
martes, 14 de noviembre de 2023
¿Amor de niño?.
En algunas ocasiones la creación de una canción es tan simple como que de forma accidental una melodía entra en la mente de un músico y en quince minutos tiene hasta su letra compuesta y lista para convertirse en un himno generacional, y hay multitud de ejemplos de ello. Pero en otras ocasiones es un proceso complicado, lleno de accidentes, de desencuentros, de tensión y hasta de rupturas. Esta canción se lanzó en una versión que no gustaba a nadie… salvo a todo el mundo, convirtiéndose en un éxito que asombró a sus autores y que hoy es todo un clásico de su tiempo. Así que nunca sabe uno por dónde saltará la liebre. Que Diana Ross no haya aparecido en este blog hasta hoy es pecado mortal, es comprar un billete sin retorno a las calderas de Pedro Botero, pero así son las cosas. La diva nace en Detroit dentro de una pareja interracial lo cual no le hizo la vida fácil precisamente; ella quería ser diseñadora, pero junto con dos vecinas empieza a acompañar a unos amigos en sus actuaciones y les entró el gusanillo por la música, ellos eran The Temptations y ellas durante nueve años serán las niñas mimadas de la discográfica Motown y conseguirán doce números uno, pero en 1970 Diana decide empezar su carrera en solitario. En su primer disco ya consiguió un número uno con su versión de Ain’t No Mountain High. En 1972 debuta en cine con un biopic de Billie Holiday que tendrá gran éxito de crítica y público, aunque su siguiente trabajo The Wiz será un rotundo fracaso. A principios de los ochenta era una de las claras figuras femeninas del momento y decide contactar con Lionel Richie para hacer un dueto para la BSO de un película que será Endless Love, que será su sexto y último número uno en listas. Desde entonces su carrera se mantuvo con una menos presencia en listas, por lo que se ha volcado en giras en las que interpreta sus temas con The Supremes, como el que ahora recordamos, con 55 añitos, y los propios, y colabora con un sin número de organizaciones benéficas. La historia del tema que recordamos es curiosa: el gran jefe del sello Motown celebró una reunión especial en una habitación del hotel Pontchartrain en Detroit con un grupo que se hace llamar The Clan y el encargo de trabajar en un sencillo exitoso para Diana Ross & the Supremes; en lugar de componer otra canción basada en el amor, el equipo decidió crear una canción sobre una mujer que le pide a su novio que no la presione para que se acueste con él, por temor a concebir un "hijo amado". La mujer, interpretada en el disco por Diana Ross, es ella misma una niña amada y, además de no tener un padre en casa, tuvo que soportar ir a la escuela en harapos y crecer en un "barrio de viviendas viejo, frío y deteriorado". El público respondió inmediatamente y, además, Love child se incorporó a numerosos films.
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