jueves, 12 de enero de 2023

Y más cine...



Michael Mann es, sin duda, uno de los mejores directores de cine de hoy, capaz de realizar las mejores escenas de acción y los momentos más íntimos con gran calidad, siempre con sensibilidad y gusto por el cine clásico. En 1991, nos llevó a la América de colonias anglo-francesas, con una nueva versión de la novela de James Fenimore Cooper, El Último Mohicano, película que en su estreno fue tachada de poco fiel al libro, y parte de la crítica no estuvo de su lado, pero que a día de hoy es considerada no sólo la mejor versión de la novela de Cooper, sino uno de los clásicos del cine de aventuras por excelencia, referencia de una generación y una de las más bellas películas de los noventa. La archiconocida novela de Cooper tuvo diferentes versiones fílmicas con anterioridad, alguna de dudosa calidad, y fue la película de Mann la que captó la esencia de la novela en gran medida. El Último Mohicano nos sitúa al norte de América a finales del siglo XVIII, en la zona de Los Grandes Lagos, lo que hoy se conoce como Nueva Inglaterra, en Canadá; en plena etapa de colonizar el norte de América, ingleses y franceses luchaban por el dominio de esas tierras, con la ayuda de tribus nativas indias como Mohawks, Iroqueses, Hurones y una extinta saga, los Mohicanos. El film nos narra la historia de dos mohicanos, Chingachgook y su hijo Uncas, y Nathanian (Carabina Larga), hijo adoptivo de Chingachgook y de descendencia inglesa, que se ganan la vida cazando, y sobreviviendo en los valles de los Grandes Lagos, y que se ven envueltos en el conflicto entre ingleses y franceses y en una venganza de el líder de la nación hurona, Magua, contra un coronel inglés (Munro), cuyas hijas serán protegidas por los tres héroes indios, donde surgirá el amor, los celos y el deseo de prevalecer. Ahí radica la gran diferencia con la novela, en las relaciones entre los personajes, que son totalmente distintas en su transcurso y en sus protagonistas. Pese a ello, Mann alcanza un tono épico sublime, que nos lleva un final apoteósico que se guarda en la retina por siempre. El elenco, muy acertado en su elección, Daniel Day Lewis es Nathanian, un héroe a la antigua usanza y Madeleine Stowe es Cora Munro, ellos son los dos principales protagonistas, tienen buena química, aunque, realmente interesa más la relación entre Alice Munro (Jodhi May) y Uncas, poco desarrollada en el film, pero de la que se ven detalles bonitos. Intepretando a la parte india, Russell Means (Chingachgook) y Eric Schweig (el joven Uncas) que cumplen notablemente y el conocido Wes Studi (Magua), que hace de villano de manera soberbia, en un papel hecho a su medida. Completa el reparto Steven Waddington como el ambiguo y celoso Duncan Heyward. Otro aspecto reconocible es la banda sonora del film, compuesta por Trevor Jones y Randy Edellman, con un tema principal muy bueno, y aunque repetitiva, la partitura está acorde a cada momento del film, desde la acción hasta los momentos sentimentales. Tiene su culmen, como el resto de la película, en la parte final, en la persecución de Nathanian y Uncas, tras Magua y las dos hermanas. El Último Mohicano, es una grandísima película de aventuras, digna de la novela de Cooper, que emociona y te traslada a los grandes valles de Norteamérica. Film que nunca se olvidará, rodado con gran sensibilidad, con un excelente reparto y genial banda sonora.



No hay comentarios:

Publicar un comentario