domingo, 22 de enero de 2023

De cuando todos los hombres olían igual.


A raíz de una invitación virtual, a través de las Redes Sociales,
para visitar, hasta el mes de mayo de este año 2023, en el Museu de Badalona, Barcelona, la exposición “100 años de Varon Dandy(recomendable por la calidad en la colaboración en el contenido del coleccionista y alma-mater de ésta y otras exposiciones de temática variada – no sólo de perfumería -, Juan José Ruíz Crivillé; la exposición, para evitar excusas pueriles, es de entrada gratuita) se disparó, sin más motivos ocultos, la curiosidad personal; algo no cuadraba pese a que la noticia de la exposición (con la fecha de creación del perfume) ha sido recogida por la prensa de todo el mundo: ¿Varon Dandy? ¿La loción para después del afeitado? ¿100 años el 2023? Acudiendo a Wikipedia, “que todo lo sabe”, aunque a veces sus datos hay que cogerlos con pinzas y siempre es conveniente contrastarlos, Varón Dandy es una fragancia y una línea de productos masculina creada por la marca de perfumes Parera, con sede en Badalona, que se convirtió en el producto estrella de la empresa y que marcó toda una época como primera y única fragancia masculina en España durante muchos años. Originalmente se creó el perfume de la mano del fundador Joan Parera Casanovas en 1912, el mismo año en que se fundó la Perfumería Parera1. Otras fuentes citan 1924 e incluso 19432, en plena posguerra, como el año de su creación


P
ero, más allá de la confusión con las fechas, rememoremos el producto. La exposición va acompañada del libro “Perfumería Parera. 100 años de Varon Dandy”, de la historiadora Núria Canals, y la Perfumería Parera, más conocida como Can Parera que, junto, quizá, con la de Anís del Mono (con su actual característica e inconfundible botella, sus carteles publicitarios modernistas pintados por Ramón Casas y su etiqueta, una burla al naturalista Charles Darwin), fue una de les fábricas que hicieron conocida Badalona en el exterior. La exposición está centrada sobre todo en los primeros años de una de las empresas más emblemáticas de la ciudad, y busca rememorar la presencia de Varon Dandy en muchos hogares, tal y como detalla la directora del Museu de Badalona, Margarida Abras. Perfumería Parera sacó al mercado otras muchas colonias y productos como lociones, fijadores del pelo, etcétera, en marcas como Verdadera, Chesterfield, Cactus o Gong3, pero Varon Dandy fue siempre la marca icónica de Parera4, incluso a día de hoy todavía se fabrica; técnicamente, para los expertos, es un perfume que tiene una esencia amaderada, especiada, a cuero, animalizada y oriental, además muy característico por su aroma intenso. La mítica fragancia asociada hoy a señores de cierta edad fue toda una revolución en su época, ya que se convirtió en el primer perfume masculino y el único que se vendió durante años a pesar de que fue muy arriesgado porque entonces los hombres no se perfumaban, ya que eso se consideraba propio de afeminados y, al parecer, cuando los comerciantes iban a vender en los pueblos la colonia para hombres, en muchos los echaban a pedradas. Los de Parera contraatacaron con una potente campaña publicitaria: el nombre del perfume ya indicaba que era para hombres, además elegantes y refinados y en la etiqueta dibujaron un sombrero, un bastón y unos guantes; ya lo decía el eslogan, era “El único perfume para hombres, hombres”. Con un emblema formado por un sombrero de copa, un bastón y un guante, con la voluntad de transmitir al consumidor que su uso representaba la elegancia en un hombre, se convirtió en una fragancia asequible para muchas personas que querían “ir a la moda” pero no se podían permitir una colonia extranjera.


Un inciso
argumentado en ese acordarte del aroma de un cocido y ver a tu abuela en la cocina. Las experiencias que los olores nos traen a la memoria son de carácter mucho más emocional que los recuerdos evocados por imágenes o por palabras y quizás sea por eso que muchos hombres no tienen uno sino varios perfumes, colonias y aguas de colonia, diferenciando esas fragancias asequibles para el día a día de las más lujosas, reservadas para la noche y los eventos especiales. Así sucede con el mundo de las fragancias masculinas, ¿quién no ha tenido un dandi del extrarradio en la familia que usaba colonia en cantidades industriales y ambientaba toda la casa? ¿o un amigo que dejaba un rastro por la discoteca con el que era imposible perderlo? Ambos olores se han quedado en nuestra memoria histórica pero, sorprendentemente, siguen a la venta y se han convertido en los grandes clásicos del neceser masculino y objeto de deseo de los más "retro-hispters". Porque en el equilibrio está el acierto y no sólo nos referimos al número de pulverizaciones o “bofetadas” de loción que uno se aplica, sino en el número de frascos que se acumulan en el cuarto de baño. Este es, pues, un recorrido por la nostalgia olfativa, que combina a a las mil maravillas con todas esas nuevas fragancias, como el perfume de Dior Homme, que van llegando a nuestras manos en Navidades y cumpleaños. Quizás Varon Dandy no sea el frasco más glamouroso de los que se conocen pero que levante la mano quién no lo ha usado como primer after-shave de su incipiente mostacho; la botella de litro de Varón Dandy es historia de España, de postguerra, de hombres muy hombres que ni se les pasaba por la cabeza perfumarse. Lo creó en 1912 el fundador de la mítica Perfumería Parera de Badalona, Juan Parera Casanovas, y llegó a producir hasta dos millones de litros en los años 70.


Antes de la guerra (in)civil,
se hizo una gran campaña de promoción que llevó a la marca a invitar a las quince chicas candidatas al certamen Miss Europa 1933, que debía celebrarse en Madrid. Un año después, Miss Catalunya y Miss Barcelona recogieron el testigo visitando la fábrica. Durante los primeros años del franquismo, al principio de la inacabable posguerra, en España se establece un nuevo régimen, que tiene como eje central la figura de Franco (su estilo, no su imagen). Dentro de la imagen que el franquismo quiso dar, jugó un importante papel, al igual que en todos los regímenes totalitarios, la imagen idealizada del hombre; se hará una defensa de mito del hombre perfecto, que incluye lo corporal, aunque siempre estará más próximo a la imagen del caballero perfecto, del "monje-soldado", hecho de austeridad, de espíritu de sacrificio, pero también de impasibilidad ante la sangre vertida, que al modelo corporal desarrollado en el fascismo italiano y en el nazismo alemán y así, en cierto modo, se politizó la publicidad de Varon Dandy (y de otros), al servicio del nuevo régimen político, y se llegó a afirmar que se «trabajaría intensamente para abastecer y normalizar cuanto antes nuestro mercado en aras de la grandeza y espléndido resurgir de nuestra querida patria». La imagen física se utilizó como sistema de propaganda. Se trataba de crear una mitología emotiva para las clases medias que actuase como pantalla para ocultar lo conflictivo y transformar la realidad en una imagen de la Unidad, el Orden y la Jerarquía. La familia era la institución por excelencia, y como medio para atar a los individuos (hombre, mujer, hijos) a ella, se dará una gran inhibición sexual que hará que el cuerpo sea considerado como el "abominable vestido del alma", como lo llamaría Gregorio el Grande. Además, al no estar extendido el uso de colonias para hombre en esos años, tenía que remarcarse lo de que era para señores muy masculinos, no fueran a relacionar el uso de la colonia con algo como la homosexualidad, que eso sería como nombrar al diablo o peor. Según cuentan, si un hombre usaba colonia en aquellos años ya tenía todas las papeletas para que le llamaran maricón en cuanto se diera la vuelta. Por eso la publicidad de la época se empeñaba en dejar muy claro que no, que esta colonia era para machos, machos. Viriles y completamente heterosexuales. Sobre todo (o casi únicamente) dejando claro que eran heterosexuales y muy machotes.


P.S.- Cuando ya estaba hilvanado el contenido de estas reflexiones, el propio Juan José Ruíz Crivillé – gracias - nos saca de dudas y contribuye a deshacer la matrioska que encierra el misterio de las fechas: resulta que Perfumería Parera se crea, efectivamente, en 1912, y da comienzo la fabricación como J. Parera, pero no es hasta 1922 que solicita y obtiene la autorización comercial para usar el nombre de Varon Dandy para el producto, luego tiene todo el sentido que se conmemore el centenario de Varon Dandy, como tal, el año 2022, cuando se inició la exposición.

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1En el catálogo de la exposición El arte de la belleza, de la Biblioteca Nacional, de Satué-Ramos, se cita: El mismo año en que se fundó, en 1912, Parera creó una de sus fragancias masculinas de más éxito: Varón Dandy. En su tarjeta comercial se presentan todos los productos de la marca: colonia, loción, fijapelo, masaje y extracto. En el interior del díptico está impresa la frase publicitaria: «Varón Dandi (con “i” latina) reúne todos los artículos de perfumería indispensables al tocador del hombre moderno».

2Y cambiando la autoría. Esta opción dice que en 1943, el perfumista valenciano Luis Garcés Mantiña crea la primera loción para después del afeitado disponible en España, también bajo la marca Varón Dandy. Cuentan las crónicas y sus allegados que llegó a escribir en sus apuntes: «Quiero que los españoles, aunque devastados por una guerra, puedan levantarse por las mañanas y abofetearse la cara con mi loción». En aquel momento, Varón Dandy, era toda una gama de productos, en la que cabían, no solamente la colonia y el masaje que aún se venden, sino también cremas, dentrífricos, fijadores, masajes, etc. También se presume que este valenciano inventó e hizo popular el peinado con raya para diferenciar a los soldados. Queda claro que el perfumista dio con una fórmula que lo ha resistido casi todo, hasta uno de los primeros anuncios que se hizo para Televisión Española y donde se repetía un lema hipermasculino: «Varón Dandy, el colonio».

3Su gama de productos fue muy amplia y variada, incluía artículos de cosmética y belleza. así como una serie de colonias florales. Sin embargo, destacó especialmente la Cocaína en flor (nombre impensable hoy), que se presentaba como el perfume «misterioso cuyo número responde a efectos desconocidos».

4Su personal de fábrica fue mayoritariamente femenino y los pocos hombres que trabajaban estaban en el almacén, hacían embalajes en las secciones de vidrio y carpintería, o trabajaban en el laboratorio químico, si bien en esta última sección sí que llegó a haber mujeres. En la ciudad, las chicas que trabajaban en Can Parera tenían fama de bellas y elegantes; esa fama existió especialmente durante los años 30, cuando incluso existía una canción que las elogiaba. De hecho, el propio Joan Parera se encargaba de que la fama fuera merecida, porque siempre regalaba a cada trabajadora un estuche de cosméticos para su uso personal. Los mejores años de la perfumería fueron los años 20 y 30, en los que sólo los químicos, y el ama, la esposa del propietario, conocían las fórmulas de cada producto, y su producción siempre compaginó la producción de colonias a granel y la de perfumes contenidos en frascos con diseños originales de la casa. A principios de la década de 1940, Parera se transformó en sociedad anónima; en los años cincuenta también tuvo relaciones con fábricas francesas, dentro de la tónica que seguían otras muchas del sector. Su internacionalización era un hecho, registrada en el Registro de Patentes de Estados Unidos, y se cuenta que en Puerto Rico se vendía tanto la loción que los trabajadores bromeaban sobre si se bebían o se duchaban con Varon Dandy

 

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