En estos días previos a Navidad, tiene su interés, para abstraerse un poco del sonsonete navideño ambiental, seguir los acontecimientos económicos relacionados con la viabilidad o no de la banca española tras las ayudas. Por el momento, después de recibir la primera tanda de fondos destinados a tapar el agujero de Bankia y de analizar las condiciones impuestas por Bruselas, no deben extrañar las declaraciones de José Ignacio Goirigolzarri en el sentido de la voluntad manifestada de simplificar la cartera de productos del banco y recuperar las relaciones con los clientes a largo plazo volcando un 80 % de la actividad en las pymes (como ordenaba Bruselas, por otra parte). Eso nos puede dar pistas de dónde pueden salir mayoritariamente el ajuste de personal que, recordemos, se exige de un 28 % de la plantilla, o sea, alrededor de 6.000 empleados hasta el 2015, y no es aventurado señalar, en principio, a las filiales de negocio de Bankia destinadas al segmento de clientela que no son pymes ni particulares. Sin embargo, Bankia tiene más piedras en el zapato: por una parte, su intención de recortar a los trabajadores una media del 40 % de su retribución mediante la eliminación de la variable, trienios, ascensos de categoría profesional e incluso las aportaciones a los planes de pensiones, desde ahora hasta el 2015, todo ello con el natural malestar de los trabajadores sumidos en la confusión, y por otra, la resolución de algunos "problemillas" pendientes como el tema de las preferentes y el cómo lidiar con la inyección de fondos recibida en su día por el Banco de Valencia (donde Bancaja, integrada en Bankia, tenía el control), hoy integrado en CaixaBank, de la que Bruselas ha determinado que 1.000 millones de euros son ayudas a Bankia, lo que exigiría un reajuste de las condiciones de ésta. en cuanto a (nuevamente) reducción de balance, supresión de sucursales, desinversiones en participadas y recortes de plantilla.
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Dejando a un lado Bankia, la actualidad se centra también en el próximo día 20, en el que coincide la declaración del Sr. Rato por su imputación en la denuncia contra Bankia con la recepción de la segunda tanda de fondos de la UE destinados a Caja3, Liberbank, EspañaDuero y BMN, de las que los casos más
problemáticos son los de Caja3 y España Duero, que siguen sin cerrar sus respectivas fusiones con Ibercaja y Unicaja. Si las integraciones fracasan, la nacionalización de los dos es inevitable.
Ya digo, unos días en los que deberemos compaginar el jolgorio navideño con la atención a la evolución de cómo quedará el mapa bancario.
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