miércoles, 27 de diciembre de 2023

Música culta y desconocida de Navidad.



El pesebre era el comedero de animales de establo, donde la tradición religiosa cristiana asegura que fue el lugar de nacimiento de Jesús de Nazaret. Con el paso del tiempo fue desarrollándose esta tradición y ya en la época medieval, por Navidad, se instauró una devoción popular que consistía en recrear el ambiente del pueblo en la época de la Natividad de Jesús mediante figuras de barro policromadas, vegetales y de otros materiales. A esto se le llamó “Belén”, en alusión al pueblo donde nació Jesús, y en catalán “pessebre”, por extensión del primitivo establo. El pesebre lo componen el “paisaje”, con sus construcciones, ríos, caminos, cielo, estrellas, animales… y el “paisanaje”, con los personajes representativos de aquella época: pastores, pajes, reyes…. y los tres personajes centrales del pesebre propiamente dicho: José, María y Jesús. «Oratorio» hace referencia a una forma musical de carácter y tema religiosos; en este caso el misterio cristiano de la Encarnación de Dios en su hijo Jesús. Pau Casals (1876-1973) recoge esta tradición pesebrista en su Oratorio cuando conoce a su compañero de exilio y amigo poeta Joan Alavedra, en Pradas de Conflent (Francia, pero Catalunya Norte), el cual había presentado su poema Pessebre en los Juegos Florales de Perpignan, en 1943, ganando el primer premio. La composición de Pau Casals se alarga 18 años, desde 1943 a 1960, y el debut se realiza en Acapulco (México) cuando Casals tiene 84 años (el maestro había soñado, en algún momento, con poderlo escuchar en el Monasterio de Montserrat; inicialmente, se planteaba su estreno para celebrar el fin de la guerra fría y la restauración democrática española y finalmente, México fue la tierra escogida, como gesto de agradecimiento por la acogida de los exiliados catalanes y españoles durante la Guerra (in)Civil y el franquismo ). La composición podría haber sido un ejercicio de nostalgia, desde la tristeza y la resignación del exilio, una especulación interior en tiempos oscuros, pero Casals, sin embargo, no lo enfoca en absoluto de esta manera sino que tras quedar maravillado por la poesía de su amigo se decidió a musicar unas líneas que movilizaban a sus ideales (Alavedra había escrito el poema en Barcelona, pensando en uno de sus hijos, para recitar en Nochebuena, ante el pesebre, y los versos narran como pastores, pescadores, hilanderas o vendimiadores son llamados por los ángeles ante el nacimiento de Jesús, en Belén; algunos pasajes representan la voz de la cometa, de los ángeles, de los camellos, del buey y la mula, de San José, e incluso de la Virgen María) pues, para el músico, era una historia de gente sencilla emocionada por el nacimiento de alguien que debía salvarles, que debía traerles la paz. En términos musicales, El pessebre es una composición viva y profunda, inmaterialmente arraigada en Cataluña y en el Mediterráneo, redonda y medida, desde un punto de vista orquestal aunque algunas opiniones de la época la tratan de romántica y ochocentista. Sin embargo, una audición atenta no deja en absoluto indiferente al público actual; con toda la agudeza musical, Casals ofreció una pieza que emociona y emocionaba, por su forma y su fondo, en todos los países, con plateas de pie a lágrima viva. Querría exponer una breve referencia a los aspectos musicales:

1.- Catalanidad de fragmentos de la obra, como giros melódicos propios de la música popular y tradicional catalanas.

2.- Breves motivos melódicos usados también por los grandes compositores (Bach, Mozart, Haydn) y que recorren todo el Oratorio a modo de leitmotiv.

3.- El estilo musical de composición no es vanguardista. Es música tonal y consonante, con espíritu ecléctico, inspirándose en compositores como Bach, Mozart, Beethoven, Schubert, Mendelssohn y otros del último romanticismo como Mahler, Richard Strauss y Puccini.

El pessebre’ es un tema de paz, de pureza de sentimientos, de fe y de esperanza, pensando que de esa misma pureza surgirá la grandiosidad del espíritu. Nada mejor que este mundo, entre ingenuo y conmovido, de la Navidad cristiana a la que el poeta proporcionaba un doble fervor: el de la Natividad y el de la evocación simultánea de la Pasión; el de la alegría de la estrella anunciadora y la agonía del sacrificio por el propio hombre. Y Casals trabajó con esta doble emoción: el Niño Dios, que llora como si en su llanto pudiera caber todo el sufrimiento del mundo, y la esparce adivinada de un Cristo dolorido, muriendo por amor a la Humanidad y para redimirla de su olvido del espíritu. Pau Casals concentró todo ello en su Oratorio ‘El pessebre’, que se convirtió en un mensaje universal, de la mano de un hombre universal, para tratar de unir a los pueblos, de convencer a todos y de conmover a quienes todavía sean capaces de conmoverse.


1 comentario:

  1. Pau Casals!! Vivió así 100 años !! Que longevo!!!👏👏👏

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