De anteayer....

Pasados ya casi 56 años, no sería de extrañar que el cantante inglés Sir Cliff Richard, conocido como el cantante de la perfecta afinación, la estrella que ha vendido más de 250 millones de discos (nacido en la India, antigua colonia británica, como Harry Rodger Webb), no tuviera mucha simpatía por nuestro país, aunque no consta que haya manifestado nada en contra de España como nación, o de sus costas o su gastronomía o incluso de sus gentes; lo cierto es que no debe de tener muy buen recuerdo de su 'spanish experience', relacionado con el entorno eurovisivo, porque ¿qué probabilidades hay de que te presentes al famoso certamen de la canción y las dos veces acabes derrotado por ese pequeño país que está en la punta del continente y que lleva casi medio siglo viviendo bajo una dictadura? La primera vez que Cliff fue a Eurovisión ya era un cantante tremendamente popular (“The young ones”, su standard con The shadows, es de 1961), pero el caso es que en 1968 una exultante Massiel con el pegadizo 'La, la, la', con Serrat, el Dúo Dinámico y esos líos, ganaba el certamen de aquel año por un punto y el segundo lugar era para el inglés con el tema “Congratulations”. Sin embargo, cuarenta años después (que se dice pronto pero es una venganza muy, muy fría), Richard reivindicó el triunfo de aquella edición en un documental no desmentido, emitido también en España, en el que daba a entender que “Televisión Española (estuvo) comprando series que nunca se iban a poner y nunca se pusieron, con tal de que no nos dieran los votos para poder ganar”. La espinita eurovisiva se había quedado tan prendada de la autoestima de Cliff que en 1973 volvió a participar en el certamen. Esta vez tuvo lugar en Luxemburgo y durante el intermedio actuó el popular payaso español Charlie Rivel. No sabemos si el el clown consiguió arrancarle una sonrisa pero, si lo hizo, el marcador se la borró: en la apretada final, el inglés quedaría en tercer lugar a solo seis puntos de la ganadora, el país anfitrión y el segundo lugar fue para el 'Eres tú' de Mocedades. Más allá del anecdotario eurovisivo, la carrera y vida de Cliff Richard se ha desarrollado de una manera calma, muy alejada de los estereotipos de las estrellas del pop y del rock de los 60 que se dedicaban a destrozar habitaciones de hotel, provocar hordas de fans y experimentar con las drogas del momento. Coronado en numerosas ocasiones como uno de los 'solteros de oro' más cotizados, lo cierto es que a punto estuvo de pasar por el altar: la primera vez con la bailarina Jackie Irving y más tarde con la extenista Sue Baker. “Pensé muy seriamente en casarme con ella, pero comprendí que no la quería lo suficiente como para comprometerme por el resto de mi vida”, explicaba en su libro autobiográfico 'My life. My way' ('Mi vida. Mi camino'). Sin embargo, para muchos la parte más sorprendente de sus memorias fue cuando habló de John McElynn, el sacerdote católico secularizado con el que vive desde hace años y que reconocía como su 'compañero', intentando zanjar los rumores sobre su homosexualidad: “¿Qué le importa a nadie lo que cada uno de nosotros es como individuo? No creo que a mis admiradores vaya a preocuparles eso”, escribía. Acostumbrado a llevar ese perfil bajo sin grandes escándalos ni poderosos titulares, sorprendió mucho cuando su nombre se vio envuelto en un caso de presunto abuso sexual a un menor que habría tenido lugar en 1985, aunque el caso fue desestimado. Hace unos años publicó unas cincuenta historias para niños, entrelazadas o extraídas de la propia Biblia; su historia favorita es la de la túnica multicolor de José. A raíz de esas historias de la Biblia para niños, volvió a atizar la iglesia anglicana por hipocresía y por no comprometerse con el matrimonio entre homosexuales. Cliff se declara musicalmente hermano de Elvis Presley y quizá por eso uno de sus últimos álbumes de estudio, el numero cien, ni más ni menos, se llame “The Fabulous Rock and Roll songbook”,en donde hay versiones de “Stuck on you” de Elvis, “Johnny B. Goode” de Chuck Berry o “Rave on “ de Buddy Holly.